jueves, 30 de septiembre de 2010

Inflado presupuesto para el 2011


“Estados Unidos mantuvo su gasto público menor al 10% del PIB hasta 1920”.

Ramón Parellada

El presupuesto para 2011 es irreal y debería reducirse. El Ministerio de Finanzas solicitó al Congreso de la República que aprueben Q52,959.6 millones en gastos cuando los ingresos tributarios que se esperan ascenderían a Q38,017.60 millones aproximadamente, cifra que me parece más alta de lo que en realidad considero que se obtendrá.

La diferencia tendrá que cubrirse con otros ingresos no tributarios, como un mayor endeudamiento. Lo malo de este presupuesto es que es más de lo mismo, una continuación de lo que se ha estado haciendo en el pasado sin darle la prioridad a la seguridad y justicia.
Al analizar con detalle vemos que Gobernación representa un 6% y Defensa un 2.6% del total presupuestado. Si a estos rubros le sumamos algunas secretarías y obligaciones que están presupuestadas para apoyar el tema del orden público y Seguridad Ciudadana, entonces lo destinado a esta prioritaria y vital función sería 11.7% .
Si el Estado debe su justificación al tema de seguridad y justicia, ¿entonces a qué otras actividades, menos prioritarias o incluso innecesarias por parte del Gobierno, estamos dedicando el presupuesto?

Ya me imagino a los que defienden un Estado grande pensando en que la solución pasa por incrementar los ingresos tributarios a través de más impuestos. ¡No, no y no! ¡Nada más alejado de la realidad! La solución pasa por reducir los gastos eliminando todo aquel que no tenga que ver con la función prioritaria y fundamental del Gobierno de garantizar la vida, la seguridad, la propiedad y los contratos.

El presupuesto debería estar, a mi juicio, alrededor de los ingresos tributarios, y pienso además que hay que eliminar impuestos para lograr que la actividad económica se incremente a modo de obtener crecimientos económicos del orden del 10% anual para alcanzar crecimientos per cápita positivos. Llevamos 30 años con el mismo ingreso per cápita.

De nuevo oigo a aquellos que recurren al tema de que nuestra carga fiscal es muy baja. Otra vez están totalmente equivocados, pues nos comparan con países que ya son ricos olvidándose de que estos países se hicieron ricos precisamente con cargas fiscales bajas. Un estudio del Fondo Monetaril Internacional del año 2000 titulado Gasto público en el siglo XX por Vito Tanzi y Ludger Schuknecht nos dan cifras relevantes en este sentido. Países que ya eran industrializados y desarrollados a finales del siglo XIX tenían un gasto público bajo en comparación con el que en Guatemala queremos imponer. Por ejemplo, Estados Unidos mantuvo su gasto público menor al 10% del PIB hasta 1920. Las guerras hicieron que se disparara el mismo. Hoy tienen gastos mucho más altos, pero porque primero lograron desarrollarse.

Nuestro presupuesto está lleno de Obligaciones Constitucionales y deuda, llegando a ocupar un 33% y 15.5%, respectivamente, del presupuesto sugerido para 2011. Veo que viene más endeudamiento, lo que implica trasladar impuestos al futuro. La deuda del Gobierno que va a consumo es pan para hoy pero hambre para mañana. Todo ese dinero estaría mejor en manos de los ciudadanos que lo producen.

Finalmente, nadie sabe a cuánto asciende la deuda flotante. Esto es, la deuda que se debe a proveedores del Estado. Reconozco, sin embargo, que en la presentación del presupuesto para el 2011 se le ha puesto un freno.

En fin, el presupuesto está inflado; es irreal y no debe aprobarse así.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día viernes 30 de septiembre 2010.

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