jueves, 13 de septiembre de 2012

Cambio de dirección de publicaciones

A partir del día de hoy los articulistas del Circulo de la libertad se trasladaran a la pagina del CEES, a la siguiente dirección, www.cees.org.gt

martes, 11 de septiembre de 2012

¿Ciega o embarrada?

PEDRO TRUJILLO
La semana pasada un tribunal compuesto por tres magistrados absolvió, por unanimidad, a ocho pandilleros señalados de diversos delitos. El tribunal consideró que las pruebas aportadas por el MP no eran concluyentes para condenar a los imputados. No es la primera vez que se observa la incapacidad del MP en materia de investigación. Recordemos que el expresidente Portillo fue absuelto por mayoría de dos de las juezas que argumentaron de la misma forma: no había pruebas suficientes y cuando se solicitaron, no fueron aportadas. A este dispendio de justicia hay que sumar casos como la encarcelación y posterior absolución del señor Giammattei; la declinación de continuar la persecución penal por parte del MP al señor Vielmann —admitiendo la imposibilidad de hacer justicia—; la permanencia en prisión y sin juicio por más de dos años de los hermanos Paiz Valdés y la denuncia a la fiscal general por presión y obstrucción por una fiscal de Huehuetenango, entre muchos otros. Respecto del sistema judicial hemos visto a la Corte Suprema trasladar extemporáneamente a jueces que aparecen con tacha, aunque cuando fueron nombrados ya las tenían; magistrados señalados por el sindicato del OJ de realizar presiones; denuncia de jueces por coacción de sus superiores y otros temas “menores” relacionados con renta de edificios donde algún “digno” magistrado parece haber metido las manos. Hay quienes estiman que el problema está en los jueces que son presionados, comprados o intimidados. Otros consideran que es una deficiencia manifiesta y continuada del MP que no investiga adecuadamente, y todos son conscientes de que tanto en uno como en otro lado se mete la mano según convenga a los intereses de quienes proponen, pagan o presionan. Al final de esta estéril discusión pierde siempre el ciudadano, que además paga con sus impuestos un sistema manifiestamente inservible a todas luces. No se conocen sanciones contundentes en el MP por ineptitud al realizar investigaciones ni en el OJ por sentencias de dudosa imparcialidad. Esas situaciones, en las que dos partes (MP y OJ) son claras protagonistas, aconsejan hacer un alto y ver quién realmente las provoca y es culpable de estimular esa sensación de inseguridad al no llevar a buen término los juicios emprendidos, posiblemente en forma precipitada y poco precisa en los detalles y seguramente también con un cierto grado de responsabilidad en quienes no aprecian ciertas pruebas. De no detenernos, seguiremos como a la fecha, y lo único que se alienta es que el sistema siga sin funcionar y consecuentemente la toma de justicia por mano propia —linchamientos o ajusticiamientos— sea la salida natural a todos estos actos infames, con la correspondiente incidencia negativa en las inversiones y en el desarrollo. Se pone atención, generalmente, en el poder ejecutivo o en el legislativo, sin apreciar que muchas dictaduras del mundo sobrevivieron porque el sistema judicial más o menos funcionaba o era percibido como dador de respuesta a una parte sustancial de la ciudadanía. Un país se resquebraja o fracasa cuando el sistema judicial se desmorona. Ejemplos sobran: Argentina, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y, más recientemente, El Salvador. Hay suficientes casos para aprender, aunque no hace falta mirar a otros para darnos cuenta de que estamos muy mal. Los responsables deben ser cesados, cambiados, procesados y siempre sujetos de fiscalización y rendición de cuentas. Nos distraen con lo que dice Forbes y la solicitud de prórroga de la Cicig, pero los asuntos de fondo parecen no importar mucho ¡Seguimos, con más de lo mismo Artículo publicado en el diario guatemalteco Prensa Libre, el día martes 12 de septiembre de 2012.

¿Cuál fiesta?

JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO
El jueves se conoció una buena noticia: la agencia calificadora de riesgo Standard and Poors (S&P) mejoró su perspectiva de riesgo para nuestra deuda pública. El Gobierno se apresuró a declarar que ello representaba una “muestra de confianza” en el país. Sin embargo, antes de destapar las botellas de champán, debemos entender qué quiere decir esta mejora. Una calificación de riesgo no es más que la opinión de la agencia respecto de la habilidad y disposición de un deudor de cumplir con sus obligaciones financieras, cabalmente y a tiempo. Naturalmente, la opinión no es “blanco o negro”, sino viene en distintos tonos de gris. Inevitablemente, tampoco es una ciencia exacta —como la reciente crisis financiera lo demostró—. Por ello se usa una escala de letras que va desde AAA —la deuda de menor riesgo— hasta D —deuda que está morosa—; y dentro de cada escala se agrega la “perspectiva” que puede ser positiva, estable o negativa. La deuda del Gobierno de Guatemala es BB —similar a la de Portugal—, y lo que cambió es que pasó de perspectiva “negativa” a “estable”. La pregunta es ¿por qué? En opinión de S&P, con el reciente aumento de impuestos, el Gobierno tendrá más fondos para, eventualmente, darle mejor servicio a la deuda pública. S&P también espera que haya mejores tasas de crecimiento económico y, en su opinión, la combinación de ambas cosas tiende a disminuir el riesgo de nuestra deuda pública. Una calificación de riesgo es algo importante porque si ésta mejora, el sector privado también podría contratar deuda a mejores tasas en los mercados internacionales. Tasas de interés bajas son buenas para alentar proyectos de inversión. Desde esa perspectiva la noticia es bienvenida. La celebración termina cuando nos damos cuenta de que el pilar de la mejora fue un aumento de impuestos. Lógico, S&P está velando por los intereses de nuestros acreedores. Recuerden que su trabajo es estimar la probabilidad de impago; por lo tanto, mientras más impuestos, mejor. No es necesariamente lo mismo desde la perspectiva ciudadana que, primero, es endeudada y, luego, es esquilmada por su gobierno. Todavía estamos esperando que más impuestos impliquen mejores gestiones públicas, no solamente gobiernos más grandes… Viéndolo así, qué cara nos salió la calificada. Con una deuda pública a punto de llegar a los Q100 mil millones y creciendo, tal vez hubiese sido mejor quedarnos igual pero con menos deuda… Peor, ahora el Gobierno está más envalentonado para seguirnos endeudando… Así que cuando escuche en la propaganda oficial que esto es un “logro” del Gobierno, recuerde que se realizó a costa del incremento más grande de impuestos de nuestra historia moderna. Recuerde también que la deuda pública descansa sobre sus hombros, los de sus hijos y los de sus nietos —si aún no tiene nietos, apúrese, el Gobierno necesita tributarios—. En realidad, más que un mérito del Gobierno, es un mérito de la capacidad ciudadana para soportar una deuda pública cada vez más grande sin ver beneficio alguno. Ahora que ya sabe, puede ir a celebrar, si todavía tiene ganas. Artículo publicado en el diario guatemalteco Prensa Libre, el día martes 12 de septiembre 2012.

¿Competitividad global?

Estuardo Zapeta
Avanzamos una posición, pero en realidad retrocedimos. En Seguridad seguimos siendo muy costosos... y peligrosos. Las mafias siguen gobernando, y no confiamos en los políticos, ni lo haremos, menos con estas chorchas. Somos el país menos competitivo en Seguridad. Estamos en el número 144 de 144 medidos. Sólo porque no había 145 diría el sarcástico, no ranqueamos en esa posición. Estamos jodidos “todos ustedes”, digo en la radio. Sí, así es, estamos jodidos, los números lo dicen. Según el Foro Económico Mundial, “la competitividad es el conjunto de factores, políticas e instituciones que determinan el nivel de productividad en un país”. Y así nos miden a nosotros y todo el mundo. Panamá ha hecho bien las cosas, y las sigue haciendo mejor. Perú, un punto excelente de comparación, también está haciendo bien las cosas y va pa´rriba. Así también el clásico Chile. Y Costa Rica avanzó cuatro posiciones, Panamá nueve. ¿Y nosotros? Mire pues: de 144 países medidos esta es nuestra posición en algunos de los parámetros medidos. En Costos Empresariales Asociados al Crimen y la Violencia estamos en posición 144; en Costos por el Crimen Organizado estamos en 143 de 144; en Confianza en la Policía Nacional Civil 137 de 144 (léase, NO confiamos en la PNC); en Calidad de la Educación en Ciencias y Matemáticas estamos en 137 de 144; en Calidad de la Educación Primaria estamos en 136 de 144... y no sigo porque me entra la depre. Mi punto aquí: no tenemos metas de mejorar en ciertos indicadores estratégicos, entonces nos pela dónde estamos. No peleamos por un cambio en el sistema de Justicia, ni vemos un mejoramiento en el sistema de Seguridad —como resultado de que creemos que la Seguridad es un resultado de la Justicia, y lo cual es equivocado, ya que la Seguridad es resultado de la Justicia. O sea pues... no sabemos a dónde vamos y cualquier, cualquier camioneta nos lleva, pero en esa camioneta nos van a asaltar, el chofer es un rufián, y el brocha es miembro de una peligrosa mara que violará a todas las mujeres de mi ficticio bus. Pero el bus, ese metafórico, está mal, está viejo, es gastón, y se le pinchó una llanta, la cual debemos cambiar con el bus en movimiento: ese es el reto que tenemos en Guatemala. Los políticos no harán ese cambio. De veras, ellas y ellos no, ya que la política es aquí sólo un gran juego de intereses. Costos Asociados al Terrorismo estamos en 123 de 144, y en Confianza del Público en los Políticos estamos en 122 de 144, y así podría seguir hasta hundirme en la desolación de vivir aquí. ¿Alguna esperanza? Sí. Mire pues: en Suscripción de Teléfonos Móviles estamos en 23 de 144; en Solvencia Bancaria también estamos en 23 de 144. Algunas cosas se están haciendo bien, y de nuestra Ley de Telecomunicaciones, una de las mejores del mundo, debemos aprehender (con “h”) para esos parámetros en los que vamos del mal en peor. Este el índice de nuestra realidad. Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día martes 12 de septiembre 2012.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Políticos Propiedad Privada

Marta Yolanda Díaz Duran
Se prohíbe invadirlos. Ya tienen dueños con registro de propiedad debidamente escriturado. Quien aún no tenga uno de estos ejemplares que se encargue de velar por sus intereses, sin importar que pase por encima de los derechos de los demás, busque uno en los clasificados de los desocupados. O en la cantina de la esquina. También es posible que encuentre a un clásico miembro de la especie mencionada en el prostíbulo del pueblo. Que es fácil localizarlos no hay duda: son aquellos que a falta de méritos propios se dedican a vivir de los otros. Por supuesto, no espere que le sean leales. ¡Mucho menos fieles! Se venden al mejor postor y en el momento menos esperado, una vez llegan el ejercicio del poder, lo más probable es que lo dejen a usted, que financió su carrera, al costado del camino. Con suerte no lo van a meter a la cárcel cuando necesiten de un chivo expiatorio para distraer al público de los desmanes en los que andan envueltos y las transas en las cuales se han involucrado con los que ahora creen que son sus dueños. Al final, todos, menos los avezados pícaros que tienen la sartén, perdón, la ley por el mango, son unos ingenuos, por no repetir un adjetivo vulgar que se suele utilizar en estos casos. Aquellos que se sienten (o se creen, que es todavía peor) los dueños de los actuales gobernantes, aquellos que en un intento fracasado de defender los errores garrafales que han cometido los hoy todopoderosos del país se atreven a decir: “¡No sean tan malos! ¡No los critiquen tanto! Si estos son los nuestros…” quiero aclararles que al menos yo NO estoy interesada en poseer ni la más mínima parte del ácido desoxirribonucleico de ninguno de los animales ¡bien vivos! que se dedican a ejercer la alguna vez considerada noble tarea política. Hace ya muchos años, y sin necesidad de que decretaran una ley antiadopciones que promueve la orfandad, decidí de manera libre, soberana e independiente, como dicen que es Guatemala, declararme huérfana de padres de la patria. Yo estoy segura de que esa gente no es mi progenitora política, ya que a excepción de dos o tres (lo cual puede ser una exageración), no comparto con ellos valores ni considero que individuos de semejante calaña tengan la capacidad, el deseo y el conocimiento de decidir qué es lo mejor para mí y mis compatriotas que, como lo hago yo, trabajan, se arriesgan y se esfuerzan por crear riqueza y vivir del producto de su mente. Se pueden quedar con todos ellos enteritos. Los pueden arropar con su manto protector y cuidarlos con amor. Pueden imaginar un paraíso redentor a su lado por toda la eternidad, que a mí me da igual. No derramaré una sola lágrima cuando los traicionen y los cambien por otros a quienes consideren más fáciles de manipular. Seguiré como hasta hoy cuestionando el abuso del poder, la corrupción y las mentiras descaradas de la minoría que gobierna y se cree propietaria de los habitantes, de los mandantes de mi país. Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día lunes 10 de septiembre 2012.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Se fuga Honduras en la creación de riqueza

Ramón Parellada
Honduras sigue tomando la delantera al resto de países centroamericanos con su creación de Regiones Especiales de Desarrollo (RED). El 29 de julio del 2011 se creó el marco legal, “El Estatuto”, que regirá en las RED. El martes pasado ya se firmó el convenio para la primer “ciudad modelo” en este país. Me da una gran tristeza que haya sido en Honduras donde primero se crearon estas áreas especiales para la creación de riqueza y no en Guatemala, aunque me alegro por los hondureños. De todos modos creo que el potencial generador de riqueza de estas ciudades libres nos beneficiará y espero que nos contagie para poder hacer algo aún mejor en este país. Michael Strong, de la empresa estadounidense MKG y Carlos Pineda, presidente de la Coalianza, firmaron el convenio para construir la primera “ciudad libre”, o como le llaman los hondureños, “ciudad modelo” en Honduras. De entradita traerán unos US.$.15 millones para comenzar a edificar la primera RED en Trujillo, en la costa norte de Honduras. Las 3 regiones candidatas para estas ciudades son la región del Valle de Sula, departamento de Cortés; la región adyacente a Puerto Castilla, donde hay dos valles, el valle de Sico-Paulaya y el de Agalta, y la región sur de Honduras. De acuerdo al periódico La Prensa de Honduras, Michael Strong expresó: “La meta principal de nuestro proyecto es crear la base para una comunidad segura y próspera para los hondureños”, indicando que es una colaboración entre inversionistas, empresarios y expertos que pretenden la reducción de la pobreza a través de una enorme creación de riqueza en las RED. Esta ciudad libre es un área donde no hay mayor población ni desarrollo y sí pobreza. Es un área cercana al mar porque el potencial de producción y creación de riqueza implica la necesidad de puertos eficientes para transportar todas las mercaderías parecidas a lo que es Hong Kong. Aunque el Estatuto creó esta zona liberándola de los impuestos y la mayor parte de regulaciones del resto del país, sigue perteneciendo a la soberanía del estado hondureño, se somete a las leyes laborales y a la Constitución. Una región así, sin impuestos, buscará crear su propia seguridad y permitirá que las empresas que inviertan allí puedan gozar de un ambiente tranquilo para dedicarse a producir sin ver afectadas sus operaciones por extorsiones o delincuencia. La cantidad de empleo que se generará será tan importante que yo me imagino a estas regiones demandando mano de obra del resto de países centroamericanos. También la enorme creación de infraestructura y empresas productivas demandarán de la región una gran cantidad de bienes y servicios beneficiando a toda el área centroamericana. Mientras los hondureños celebran lo que puede ser el inicio de una ciudad como Hong Kong, los guatemaltecos seguimos perdidos tratando de incrementar impuestos y crear más y más leyes que impiden el desarrollo económico. Estamos retrocediendo en vez de avanzar. No es suficiente crecer al 3% anual. Es mediocre ya que al descontar el crecimiento poblacional lograríamos duplicar el PIB per cápita en 100 años. Guatemala necesita duplicar el nivel de vida en el corto plazo y para ello se necesitan medidas valientes que permitan la atracción de capitales y generación de empleos productivos de inmediato. Una forma es hacer lo que hizo Honduras, pero aún con mayor libertad, utilizando áreas despobladas y pobres para que puedan ser detonantes de una creación de riqueza sin precedentes. Regiones con seguridad y justicia propias, sin impuestos, solo cargos por estos servicios básicos, y con garantías de que no se cambiarán las reglas del juego cada 4 años. Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día jueves 6 de septiembre 2012.

Testigos fraudulentos

JORGE JACOBS A.
Los ingenuos creían que la llegada de una organización internacional que estuviera por encima de la ley lograría erradicar la corrupción en el gobierno guatemalteco. Los que no nos tragamos los cantos de sirena sabíamos que esa era su debilidad más grande y la que acabaría corrompiéndola. Ni siquiera los más escépticos pudimos imaginar a los extremos que llegarían para defender lo indefendible. Parte de la finalidad de la Cicig era apoyar a las instituciones guatemaltecas para que aprendieran cómo realizar mejor su labor para combatir a los criminales enquistados en el poder. Lamentablemente, lo que nos hemos ido enterando es que, a lo sumo, la Cicig les ha enseñado a los locales cómo abusar del poder, cómo moverles la silla a los funcionarios que no resuelven como ellos quieren que resuelvan, pero más importante e inquietante, cómo intimidar a las personas para obligarlas a testificar fraudulentamente versiones que se ajusten a lo que la Cicig dice que es la “verdad”. Hasta la fecha, la Cicig ha dejado una estela de casos fallidos, algunos de los cuales está haciendo hasta lo imposible porque no lleguen a juicio para que no se hagan públicos los abusos e ilegalidades que han cometido sus funcionarios. La escuela de la Cicig se basa en conseguir “colaboradores eficaces” que atestigüen en contra de aquellos a quienes quieren condenar. Para ello se han valido desde de ofrecerles el oro y el morro hasta amenazarlos con acusarlos de crímenes que no han cometido, e incluso de que los van a “chillar” en la cárcel para que allí los “ajusticien”. Con estos métodos han conseguido que criminales que no tenían nada que perder acepten testificar fraudulentamente a cambio de que los dejen libres y les den un exilio dorado. Las pocas personas que no han aceptado testificar las mentiras impuestas por la Cicig han pagado las consecuencias de tan temeraria actitud. Esta semana, por ejemplo, escuchamos a Alejandro Giammattei denunciar públicamente en un programa radial cómo a él le ofrecieron sacar a su familia del país y darle tres millones de euros a cambio de que se convirtiera en “colaborador eficaz” en contra de los demás acusados en el caso Pavón. Giammattei no aceptó y eso le valió pasar varios meses en la cárcel y tener que enfrentar muchos recursos en su contra de parte de la Cicig, todos los cuales ganó. En nuestro programa radial a través de Libertopolis también escuchamos el testimonio de la esposa de Fredy Herald De León Barrios, a quien la Cicig “escogió” como potencial “colaborador eficaz” contra un criminal de altos vuelos, a quien De León ni siquiera conocía. Como él se negó a testificar fraudulentamente, la Cicig lo acusó de un secuestro que él ayudó a evitar. Para armar el caso en su contra, los investigadores de la Cicig intimidaron a todos los testigos de descargo para que cambiaran su declaración, incriminándolo. De todo eso hay varias denuncias ante los juzgados y ante la PDH, que por lo menos sirven de evidencia, ya que en la PDH nunca hicieron nada por ayudar a De León. ¿Para más de eso quieren los actuales gobernantes que se renueve el mandato de la Cicig? Artículo publicado en el diario guatemalteco Prensa Libre el día jueves 06 de septiembre 2012.