lunes, 31 de octubre de 2011

El tesorito


Marta Yolanda Díaz Duran

“El día que se definirá quién podrá meterle las manos por cuatros años es el próximo 6 de noviembre”.

No es un cantante. Tampoco un actor de telenovelas. Sin duda, no es ella (la tesorito), ni se llama Laura ni su apellido es León. El tesorito es el objeto del deseo de la mayoría de quienes quieren llegar al ejercicio del poder. El tesorito está constituido por dos elementos con un solo objetivo: hacer sentir (que no es lo mismo que ser) a quien lo posee que es una persona valiosa, indispensable y admirada. Alguien capaz de decidir por el resto y superior a los demás. ¡Y ay de aquel que se atreve a contradecirlo o a gritar a los cuatro vientos: el emperador va desnudo! Aquel que le recuerda la verdad: que todo su mundo es una mentira.

Creen que la parte más importante del ansiado bien, la parte tangible, la van a encontrar en las arcas públicas. Esa especie de agujeros negros terrestres en los cuales todo el dinero que entra desaparece por obra (que no son carreteras) y arte de magia (ahora los ve, ahora no los ve: ni los billetes, ni la seguridad, ni la justicia, ni la educación, ni la salud, ni los puentes…) de los gobernantes que los administran. ¿O los reparten? ¿Entre quiénes? Arcas que son alimentadas con fondos privados que fueron expoliados a sus legítimos dueños, a los creadores de riqueza.

Según mi parecer, la urgencia (que, por cierto, nunca es satisfecha) de ser adulado es el segundo componente del tesorito, junto con la creencia de que son ellos quienes mandan. Un factor necesario para mantener la ilusión de una alta autoestima en quienes usurpan el lugar del mandante, siendo ellos simples mandatarios. Un peligroso delirio de quien en su interior sabe que es todo lo contrario. Podemos evitar el juicio de los otros, pero nunca el juicio propio.

La ironía es que al final ni siquiera van a encontrar lo que verdaderamente buscan, como lo busca todo ser humano: el placer de ser una persona digna de admiración y orgullosa de sus logros legítimos. Terminan rodeados de personas como ellos (los pares se atraen y se relacionan entres sí), en una constante negación de la realidad, sin confiar en nadie, sabiendo que la mayoría de quienes los rodean lo hacen por un interés mezquino y que en cualquier momento los van a traicionar.

Por estas fechas en Guatemala dos facciones se pelean por quedarse con el tesorito. El día que se definirá quién podrá meterle las manos por cuatros años es el próximo 6 de noviembre.

El grupo que se considera ganador ya no utiliza un mapa para encontrar el tesorito… o abrirlo. La nueva moda es la llave secreta. ¿Por qué secreta? ¡Quién sabe! Tal vez Ali Baba podría descifrar el misterio. Mientras, los miembros de la otra pandilla, en especial su líder, ya no saben ni qué ofrecer con tal de que los favorecidos sean ellos.

En fin, a nosotros, los responsables de llenar los cofres que contienen el tesorito, no nos queda más que observar… por el momento. Luego, debemos cerrar las arcas de una vez por todas. Y alejarlas lo más posible de los piratas.

Artículo publicado el el diario guatemalteco "Siglo 21" el día lunes 31 de octubre 2011.

Fiambre


Luis Figueroa

Pongo a sus detractores en dos cajones.

El fiambre es mi plato chapín favorito. A grandes rasgos es una combinación compleja de vegetales, carnes, embutidos y conservas cuyo elemento unificador es un caldillo.


El que hacemos en casa es la receta de mi madre que, a su vez viene de la receta de mi abuela y de mi bisabuela paternas; a cuyas manos llegó por las de la hermana de mi bisabuelo, que la obtuvo de su madre.
No hay una sola receta de fiambre porque cada familia tiene la suya; y aunque dos recetas vengan de una misma, ambas serán distintas porque cada quien le da su sazón y cada quien le quita, o le pone ingredientes a su gusto. En mi familia, por ejemplo, aunque los fiambres de mi abuela, Frances y de mi tía Baby venían del de mi bisabuela, Adela; el primero tendía a ser dulzón y el segundo tendía a ser ácido. Y a mí me gusta ligeramente endulzado con miel de abejas por el toque de madera que le da la miel.


Hay cuatro tipos básicos de fiambre: verde, blanco, rojo y rosado; y el que hacemos en casa es de este último tipo. La clave, sin embargo, es que sin importar qué receta se haga, el resultado final sea armonioso y balanceado.
Por mucho, el fiambre es el plato más extraordinario y magnífico de la cocina chapina; pero tiene sus detractores que pongo en dos cajones: el de los melindrosos, del cual no vale la pena ocuparse, y el de los que han tenido una mala experiencia con él, principalmente porque han probado alguno que, en vez de ser una combinación armoniosa y balanceada, ha sido una mezcla pretenciosa, o miserable.


Su preparación consume mucho tiempo: un día para picar y cocer las verduras, otro para las carnes, otro para mezclar el caldillo y todos los ingredientes de modo que el fiambre se curta, y otro para consumirlo. Mañana empezaremos a hacer el de la casa; y a mí me gusta comerlo acompañado con pan francés de horno de leña y cerveza.


Este es un plato que se come en familia y compartido. En la ciudad es difícil notarlo; pero en los pueblos es muy evidente. A lo largo de la mañana del 1 de noviembre, platos van y platos vienen. También, a la casa donde se hace el fiambre llegan familiares y amigos a comer. Los invitados –y los invitados de los invitados– suelen llevar algo de su propio fiambre, o bien, a veces llevan “cabeceras”: dulces de ayote, o de jocotes. De ahí los versos que los niños chapines solían recitar durante la celebración guatemalteca de lo que en el Norte se conoce como “Halloween”: Ángeles somos/ del cielo venimos/ cabecera pedimos.

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Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periódico", el día viernes 28 de octubre 2011.

jueves, 27 de octubre de 2011

Devolución del IVA


Ramón Parellada

La principal razón de la quiebra de muchas empresas se debe a problemas en su flujo de caja y no a que temporalmente tenga pérdidas. Un grave problema que tienen, en particular quienes más exportan, es la devolución del IVA (Impuesto al Valor Agregado). La no devolución de este impuesto pone en riesgo de cierre a muchas empresas productivas del país.

Sin flujo de caja no pueden continuar las operaciones de la empresa. No se puede pagar a los proveedores ni a los trabajadores, quienes buscarán otro trabajo. Pero no es así de sencillo, pues encontrar trabajo hoy en día es un viacrucis para quien lo busca. La empresa a la que el gobierno le debe el IVA que le debe devolver, primero buscará financiamiento bancario aunque su operación se encarezca. Esta es una forma en que perdemos competitividad. Pero llega un punto en que el financiamiento se acaba y las operaciones no pueden continuar por falta de capital de trabajo para pagar a proveedores, intereses y sobre todo a los trabajadores.

Sin analizar la conveniencia o no del IVA, tal como está la ley, implica que el Gobierno debe devolverlo a los exportadores de inmediato. ¿Por qué debe el Gobierno devolver parte del IVA que las empresas exportadoras reclaman? Porque el IVA es un impuesto al consumo interno que se cobra al valor agregado y no al consumidor del exterior. Veamos un ejemplo.

Imaginémonos a una empresa de manufactura de algún producto industrial en la que el 50% de sus ventas son al exterior. Pues bien, la empresa paga IVA por todas sus materias primas al importarlas, paga IVA por todos los servicios locales que contrata, por su maquinaria, repuestos, servicios y, en resumen, paga IVA por todo lo que necesite para la producción de su producto.

Dado que exporta el 50%, entonces cobrará IVA por lo que vende localmente pero no por lo que exporta. Si los costos totales de la empresa son mayores al 50% de sus ingresos totales, empezará a pagar más IVA que el que cobra y esa porción de IVA le debe ser devuelta porque no recibe IVA por lo que exporta. A este IVA por devolver se le llama Crédito Fiscal. El gobierno tiene que devolver este crédito fiscal a la empresa que lo generó.

Pero resulta que la devolución no es inmediata. Debería ser devuelto al haberse generado. También debería poderse rebajar con otros impuestos que la empresa tuviera que pagar al Gobierno. Pero esto no es así.

El proceso de devolución de IVA es lento y engorroso, y pareciera que uno está pidiendo un favor al solicitar la devolución, cuando lo que se solicita corresponde por hecho y derecho al contribuyente que generó este crédito fiscal.

Para que tengan una idea, al momento de escribir este artículo se le adeuda a los exportadores de café aproximadamente Q450 millones, y a los de cardamomo, unos Q150 millones. El monto adeudado a otras industrias no lo tengo a la mano, pero sé que es un calvario lo que sufren y pagan para lograr su devolución. Los productores agrícolas de exportación son los más afectados porque se exporta casi el 100% del producto y por lo tanto el crédito fiscal es por todo lo que se exporta, ya que en los ingresos de los exportadores debido a sus ventas al exterior no se cobra el IVA.

La SAT (Superintendencia de Administración Tributaria) es la encargada de dar trámite a estas devoluciones. No tiene prisa en hacerlo, pese a que por ley deben efectuarlo. Ese dinero a devolver no corresponde al Gobierno sino a las empresas que generaron ese crédito fiscal y es ilegal y dañina para el país esa retención. Ellos saben que deben apurar este tema. ¿Por qué no lo hacen?

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 27 de octubre 2011.

El que a hierro mata


JORGE JACOBS A.

La semana pasada las noticias internacionales estuvieron centradas en el Magrev africano, con la muerte de Muamar el Gadafi y el consiguiente final de la guerra civil en Libia y las elecciones en Túnez. El final de toda una era no pudo pasar desapercibido a nivel mundial. Gadafi terminó como era de esperarse que terminara, vapuleado por algunos de aquellos a quienes durante más de 40 años aterrorizó. Si bien es cierto quizá nunca sepamos a ciencia cierta los detalles de los últimos minutos de vida del exdictador,

lo cierto es que muy probablemente murió linchado por una turba de los “rebeldes” que pelearon durante ocho meses para sacarlo del poder, con la ayuda de la Otán. En uno de los videos que circularon por internet aparentemente se le ve pidiendo clemencia ante sus captores. Sin embargo, aunque no se justifica, es comprensible que la turba sacara 42 años de resentimientos contra quien los gobernó con mano dura e implacable.

En Gadafi tenemos una nueva lección, de las que lamentablemente la gente rápidamente olvida, de que el poder se acaba tarde o temprano, y quienes abusan de él, muy probablemente lo pararán pagando caro. Al final, siempre se cumple el dicho de la sabiduría popular: “no hay mal que dure cien años ni enfermo que lo aguante”. En este caso, el pueblo libio lo aguantó 42 años, pero al final se reveló.

Lo irónico del asunto es que, según cuentan algunos de sus allegados, hasta los últimos momentos Gadafi no se explicaba por qué los libios lo odiaban y luchaban contra su gobierno. Obviamente, 42 años de poder absoluto no solo lo corrompieron absolutamente, sino que, además, lo cegaron.

Solo para que se den una idea de lo que realmente representa el ejercicio del poder a los dictadores, según algunas notas investigativas publicadas esta semana, la fortuna “personal” de Gadafi y su familia en el extranjero podría llegar a los US$200 millardos. Para efectos de comparación, las personas más “ricas” del mundo —por medios lícitos, por lo menos— han acumulado fortunas cercanas a los US$50 millardos. Es decir, Gadafi, durante su dictadura, se robó más de cuatro veces lo que los mejores empresarios e inversionistas del mundo han podido producir. Y todo eso mientras los libios pasaban miserias.

Y de allí todavía se extrañaba Gadafi que no lo quisieran. ¿A qué nivel de megalomanía puede llegar una persona para creer que después de pasearse en la vida de varios millones de personas, estos todavía le deberían estar infinitamente agradecidos?

Al final, ni Gadafi ni sus hijos se quedaron con el botín, aunque sí lo usufructuaron varias décadas. Luego de tanto año de supuestas glorias, tuvieron un final sangriento y pasarán a la historia como un mal recuerdo de un pueblo oprimido.

¿De qué tamaño serán las fortunas robadas por los dictadores que todavía quedan por estos lares?

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 27 de octubre 2011.

miércoles, 26 de octubre de 2011

La tolerancia religiosa


Carroll Ríos de Rodríguez

Los musulmanes superaron en número a los cristianos hasta el Siglo XII, aunque años antes ciertos gobernantes discriminaron a los cristianos.

La muerte de Muamar Gaddafi fue la noticia más impactante en estos días. Aunque expresan descontento por la cruda ejecución del flamante dictador, los noticieros y las redes sociales celebran la “primavera árabe”, el amanecer de la libertad y la democracia para esta región. Los libios respiran tras 42 años de represión. Lucieron una nueva bandera y un nuevo himno nacional durante la ceremonia el pasado domingo, mientras el presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafá Abdeljalil, dijo que su país adoptará como ley esencial la ley islámica o sharía.

De este lado del mundo, entendemos el rechazo a la tiranía y el ansia de libertad, pero desconocemos o tememos la sharía. El descamino de la llamada Revolución de 2011 en Egipto confirma que deponer al dictador no garantiza la paz.

Los enfrentamientos religiosos entre egipcios han escalado este año. En Año Nuevo, una bomba estalló en una iglesia en Alejandría y mató a 21 personas; en marzo, hubo confrontaciones en El Cairo; en mayo, más pugnas e iglesias quemadas. Discípulos de San Marcos, los coptos y otros cristianos habitan el país desde el Siglo II: no son extranjeros. Los musulmanes superaron en número a los cristianos hasta el Siglo XII, aunque años antes ciertos gobernantes discriminaron a los cristianos. Los aproximadamente 10 millones de coptos egipcios constituyen la minoría religiosa más grande en la región.

La reciente violencia provocó pacíficas manifestaciones cristianas, dominadas por crucifijos. El 9 de octubre, el Ejército agredió a los manifestantes, disparándoles con armas de fuego y atropellándolos con tanques. Murieron 27 coptos y 3 soldados, y 329 personas más resultaron heridas. Observadores oculares calificaron el hecho de genocidio. Diez días más tarde, emigrantes egipcios manifestaron en Washington, DC, pidiéndole al Gobierno de Estados Unidos que se pronuncie a favor de la tolerancia religiosa.

En solidaridad, las misas católicas del domingo 16 de octubre se ofrecieron por las almas de los difuntos y la paz. “Estamos unidos, con la oración y el ayuno, a todos los cristianos…para que el Señor le dé paz a nuestro amado Egipto”, declaró el cardenal Antonios Naguib, patriarca de los coptos católicos. El cardenal Naguib teme un retorno a la práctica de tolerar como “infieles protegidos” a los no musulmanes, sólo si pagan un impuesto adicional o jizya. Su temor es fundado. El jeque salafita Adel el-Ghihadi confirma que varios líderes políticos ambicionan la islamización de Egipto, y sentencia que: “Quien quiere vivir en un país de mayoría musulmana, debe aceptar sus leyes. O paga el tributo o se hace musulmán o se le mata”.

Los cristianos de Libia, Siria e Iraq podrían enfrentar semejante pesadilla. En A Lonely Minority, Edward Wakin nos ruega que nos opongamos a la tiranía donde sea que se produzca, antes de que “se rompan vidrios e íconos y se fragmenten las familias…Etiquetar (la tiranía) a tiempo es un antídoto al peligro de las sensibilidades embotadas de nuestra era”. La oración es también un arma poderosa.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día miércoles 26 de octubre 2011.

martes, 25 de octubre de 2011

Negociar con terroristas


PEDRO TRUJILLO

Los casos de negociaciónpolítica ocurridos en España e Israel invitan a reflexionar sobre cómo tratar a los fanáticos. ETA anunció el cese definitivo de la violencia e impuso condiciones para promover el diálogo, mientras el Gobierno de Israel se avino a intercambiar a un soldado por más de mil detenidos y presos palestinos. La lección aprendida —sin mucho esfuerzo— es simple y contundente: desde el terrorismo y la violencia extrema es posible pactar. Las leyes “generales” aplicadas a otros que asesinan, secuestran o torturan no lo son para esos colectivos


que, una vez adquieren fuerza, las evaden con la connivencia de políticos inescrupulosos que desean posicionarse o ante demandas internacionales —como los casos citados— para así contar con algo que ofrecer a sus votantes.

La justicia, la paz, la libertad y la democracia que pregonan solo sirve para tejer un velo que cubre la podredumbre de intereses de gobiernos frente a un inexistente estado de Derecho o preeminencia de las leyes, que debería ser lo ideal. El aprendizaje de la experiencia se olvida pronto en este ámbito. La piratería aérea, frecuente en las décadas de 1970 y 1980, dejó de utilizarse cuando ningún país negoció con los secuestradores aéreos y, por tanto, el secuestro no tenía sentido porque inevitablemente la detención o el asalto policial se producía independientemente del lugar en que aterrizaran.

Si se permite la negociación o el intercambio con delincuentes profesionales la próxima vez ya saben esos asesinos cómo actuar y qué hacer, es decir, matar o secuestrar y poner en el lado de su balanza ese “trofeo” en un momento político oportuno y adecuado para que el gobernante de turno acceda a las peticiones de aquellos y lo presente como un éxito de su gestión. ¿Puede haber más hipocresía y desprecio a las víctimas de aquellos?

Esto que ahora sucede nos permite recordar otros hechos históricos como la firma de la “paz firme y duradera” o la venganza que llevan a cabo montoneros y otros terroristas asentados en el poder, enmarcando sus acciones dentro de la aplicación de “la ley” a su forma interesada y descarada, ¡por supuesto! Mientras, a determinados organismos internacionales y ONG —algunos cooptados por grupos mafiosos— les falta tiempo para pedir que se esclarezcan las violaciones a los derechos humanos en la lucha contraterrorista por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado. Esas oscuras organizaciones mantenidas con capital desconocido o aquellas otras afines a grupos violentos de antaño, se olvidan, sobre todo, de las víctimas que callan y no votan —y por eso no son tenidas en cuenta— y de que el cumplimiento de la ley debe ser igual para todos.

Muchos vivos, como borregos descerebrados o indignados sin causa, aplauden todo esto, lo consienten y alientan. ¡Viva el despelote judicial! “La masa”, ufanada de ser “demócrata”, se caga en el estado de Derecho a la primera oportunidad y da paso placentero a la venganza o al oportunismo, dejando que el concepto de igualdad ante la ley lo apliquen a su interesada e ideologizada manera los de siempre. Ejemplo doméstico la detención de la exjueza Barreda: “Tras considerar la situación de edad, género y cargo que la sindicada desempeñó en un Organismo del Estado”, debiendo cuidar su estado de salud, “porque su edad es avanzada y el encierro le puede ocasionar algún mal” —67 años—, explicó el juzgador.

El general López Fuentes, octogenario, con cáncer de próstata y mieloma múltiple, cumple prisión sin miramiento ni compasión. ¡Qué asco de tiempos!

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 25 de octubre 2011.

Héroes anónimos


JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

En ocasiones escucho, con un tono de resentimiento, comentarios respecto del número de helicópteros y aviones privados que hay en Guatemala. La crítica viene al hecho de que en “un país pobre” como el nuestro no debería existir ese tipo de “bienes suntuarios”. Sin embargo, como siempre, de cara a la reciente crisis meteorológica, el sector privado ha puesto a disposición de la ayuda de las víctimas todo ese equipo. Así queda demostrado que la envidia y el resentimiento son malos consejeros. Hay muchos propietarios de aeronaves en Guatemala.


Sus dueños las han adquirido para trasladar a su personal ejecutivo con eficiencia y seguridad a las diferentes áreas de trabajo para aumentar su productividad. Y también las usan para trasladarse por motivos de placer. ¿Por qué no? Sin embargo, cuando se han dado las emergencias nacionales, esos empresarios, reunidos en el Aeroclub de Guatemala, nunca han escatimado esfuerzos para ponerlas al servicio de las personas damnificadas.

Desde que ha existido, el parque de helicópteros y aviones privados guatemaltecos ha sido vital en el traslado de material y personal a las víctimas de las diferentes catástrofes naturales. Generalmente, los afectados son los más pobres, por vivir en las áreas más alejadas, vulnerables y menos accesibles de nuestro país. Inclusive, grandes empresarios guatemaltecos han entregado su vida en el esfuerzo por llevar ayuda. Alfonso Bosch y Dionisio Gutiérrez —padre— fallecieron trágicamente cuando su avión se estrelló, en 1974, mientras llevaba medicinas a las víctimas del huracán Fifí en Nicaragua.

Desde el terremoto de 1976, pasando por las tormentas Mitch y Ágatha y la reciente depresión tropical, las vías terrestres de comunicación quedan interrumpidas. Claramente, el Aeroclub ya tiene diseñado un plan de emergencia que ejecuta con gran eficiencia al momento de una emergencia. De forma espontánea y con mucha más efectividad que las mismas autoridades de gobierno, el Aeroclub motiva a los medios de comunicación y coordina los esfuerzos de ciudadanos voluntarios para establecer centros de acopio, definir la ayuda necesaria y transportarla hasta ser entregada a las víctimas.

Gracias a Dios, muchos no hemos tenido necesidad de recibir esa ayuda. Sin embargo, cientos de miles de otras personas han sido beneficiadas. Toda la infundada crítica y envidia respecto de aviones y helicópteros queda opacada con cada desastre natural. Arriesgando su vida y aeronaves, en condiciones de vuelo difíciles y peligrosas, el valor y la pericia de los pilotos junto con la generosidad de empresarios hace posible que valiosas vidas sean salvadas.

Hasta donde yo estoy enterado, el Aeroclub nunca ha recibido un reconocimiento público por la gran labor humanitaria que hace cuando más se le necesita. Estoy seguro de que tampoco esperan recibir premio alguno. Sin embargo, sirvan estas breves líneas para hacer un homenaje a pilotos, personal técnico y propietarios de las aeronaves que siempre han estado dispuestos a ayudar a los más necesitados. Que Dios los bendiga.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 25 de octubre 2011.

Otto Pérez Molina, equivocado


Estuardo Zapeta

La cantidad de promesas de campaña que han lanzado ha sido tal que hasta los que no miraban como populistas terminaron siéndolo.

La cantidad de promesas de campaña que han lanzado durante este “segundo vueltegato” ha sido tal que hasta los que no miraban como populistas terminaron siéndolo.

Ese es el “increíble y triste caso de Otto Pérez Molina y su Partido Patriota desalmado”, para parafrasear a el Gabo. Y es que más que elección presidencial, esto parece competencia de quién es el más populista, quién ofrece más y quién es más creativo pero para hacer el ridículo.

El pobre Yeneral Electric 2.0 no ha parado con el ofrecimiento de la “institucionalización” de la ya famosa “bolsa solidaria”, la cual era el barco de batalla de la otrora Araña, y que ahora sin más remedio ambos concursantes han tenido que entrarle con fe, con irresponsabilidad y con poca claridad de los efectos que estos programitas tienen sobre aquellos a quienes nos toca pagarlos.

Al Yeneral Electric 2.0 lo veo hablando de Seguridad, de Justicia y de “reactivación económica”, pero escucharlo hablar de la tal “bolsita”, y sobre eso luchar en el “Con-Grueso” para que se “institucionalice”, me parece que confundió el camino, o será él o serán sus asesores, pero siguen igual al hijo de la Llorona: perdidos.

Eso sólo para señalar en qué está confundido dicho militar —conste que ambos candidatos son militares—ya que la semana pasada se informó acerca de los compromisos que dicho candidato adquirió con los “campesinos y sus organizaciones”.

Para mi sorpresa, según la información, el primer año del gobierno “patriota” no habría desalojos. Ahí sí, que Otto baje googlemaps y se ubique, ya que eso es equivalente a hacer un acuerdo con “las maras” por el cual el primer año de gobierno no habría persecución de los delitos de estos “delicados pétalos de rosa”.

O qué tal un acuerdo con los secuestradores que durante el primer año no habría persecución contra sus fechorías. O un acuerdo con los ladrones acerca de que el primer año no habría combate al robo ni a la extorsión.

Llegar a esos acuerdos con dizque “campesinos” que invaden tierras, en nombre de la “madre tierra” y cuanta paja se les ocurra, siendo este acto un claro delito, es equivalente a hacer pacto con cualquier grupo de delincuentes, y eso le pega en el corazón a la principal propuesta de “seguridad” y le aguada la “mano dura”.

Resulta que ahora los únicos que tendrán “seguridad” serán los invasores de la propiedad privada, y los dueños deberán contentarse con la inseguridad, ya que para los dueños “mano dura”, y para los invasores “cabeza y corazón.” (vea: Pérez Molina ofrece congelar los desalojos en primer año,Prensa Libre, 20-X-2011, edición electrónica).

Otto, qué mal, muy mal, y lo peor de todo es que con esos “acuerdos” te ponés vos sobre la Ley ya que la aplicación de ésta dependería de “acuerdos políticos” de protección a quienes logren semejantes compromisos a cambio de unos pinches votos que de todos modos ni te los van a dar.

Quien quita y el candidato Patriota también se compromete con “las maras” a “congelar la persecución de extorsiones en primer año”.

Curados no estamos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 25 de octubre 2011.

lunes, 24 de octubre de 2011

De vuelta en vuelta


Marta Yolanda Díaz Duran

¿Cuándo se darán una vuelta por nuestra nación la justicia y la razón?

De vuelta en vuelta del reloj, vueltas de doce horas por dos, nos acercamos al 6 de noviembre, día de la segunda vuelta electoral, en la cual se va a elegir entre dos opciones que ni dándoles la vuelta satisfacen las más mínimas expectativas que una persona sensata tiene de quien será el primer mandatario del país: o sea, el primer mandadero de los mandantes, que somos nosotros.

La más reciente muestra de a qué tipo de gente pertenecen, la vimos el pasado lunes en el espectáculo que brindaron a los asistentes al circo de nombre debate presidencial. No pienso ahondar más en este asunto ya que de todo se ha dicho: desde que hicieron el ridículo hasta que ese era el show que los asistentes (al menos la mayoría) esperaban.

Yo, prefiero darle la vuelta a la página y continuar leyendo el libro que vamos escribiendo. Obra que será conocida por nuestros descendientes como la historia de Guatemala de principios del siglo veintiuno.

Por cierto, está de vuelta la temporada fría de nuestra eterna primavera. Una baja en la temperatura que alejó las lluvias que le dieron vuelta a la vida de miles de personas. A varios de ellos, creen algunos, los llevó de vuelta al reino de donde vinieron: una idea que sirve de consuelo para quienes, de vuelta en la realidad, los lloran. Esta situación me hace traer de vuelta al ruedo de la discusión, el innegable hecho de que la causa de las desgracias que enfrentan tantos, es el sistema contrario a la naturaleza humana que rige nuestra sociedad y la corrupción generalizada que éste permite.

¿Cuándo se darán una vuelta por nuestra nación la justicia y la razón? La primera para que los responsables de la tragedia que vive la mayoría paguen por sus crímenes y compensen a sus víctimas. Y la segunda para que los ciudadanos de Guatemala, asumamos la responsabilidad de nuestras vidas y renunciemos al Estado benefactor/mercantilista que ilusoriamente promete asumirla por nosotros.

Una vuelta a la era de la Ilustración, posrevolución industrial, sería lo ideal. Una República de verdad.

Y dentro de tantas vueltas que ya me tienen mareada, quiero recordarles a quienes se quejan de que hayan cancelado la vuelta ciclística que, a pesar de que dejó de llover y el sol está de vuelta, las carreteras de nuestro terruño están de vuelta en el taller de reparaciones, motivo por el cual hubiera sido una irresponsabilidad arriesgar la vida de los participantes en la mencionada actividad deportiva.

Al final, lo que seguro nunca vuelve es el pasado. Sí, se dan la vuelta por nuestro presente las memorias de lo que fue. Sin embargo, no podemos cambiar el ayer, pero sí configurar hoy el mañana de tal manera que, cuando estén de vuelta las lluvias por estos lares, estemos preparados para afrontarlas y vencerlas. Lo mismo aplica a su vida: dé una vuelta por su interior y pregúntese si es necesario darle la vuelta a sus decisiones para darle la vuelta a su existencia.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día lunes 24 de octubre 2011.

viernes, 21 de octubre de 2011

Amenazas y desastres


Luis Figueroa



La intuición nos empuja al mando y el control.

Los desastres naturales no existen, lo que hay son amenazas naturales. Las inundaciones y los terremotos son amenazas que ocasionan desastres cuando –a sabiendas, o no– las personas se ponen en riesgos. Las casas construidas a las orillas de los barrancos, las de tres pisos con columnas para dos y las carreteras mal construidas son desastres artificiales a punto de ocurrir.


Es un desastre esperando el momento oportuno para ocurrir que el Estado tenga una Conred con la mitad del presupuesto que supuestamente necesitaría. Consume recursos que se desperdician y perpetúa la creencia de que solo el Estado puede enfrentar catástrofes, levanta falsas expectativas, obstaculiza iniciativas y genera frustación.


Si es cierto que “hacer las cosas de forma diferente es mejor que hacerlas mejor”; lo que mi cuate Peter J. Boettke dice, tiene sentido: Un estudio hecho luego de Katrina, muestra que la sociedad civil y la vida comercial tienen un papel vital en la recuperación exitosa luego de un desastre. Cada vez que el gobierno (el mismo que construye puentes endebles) intenta guiar a los individuos en sus decisiones, o les impide tomarlas de acuerdo con su conocimiento local y sus motivaciones privadas, surgen los obstáculos para la recuperación.


Peter añade que la intuición nos empuja hacia el mando y el control; pero la ciencia económica nos conduce a favorecer la descentralización y la información de primera mano que tienen los individuos, capaces de aceptar los retos propios de “los cuidados del pensamiento y los problemas de vivir”, como escribió Tocqueville. La centralización y militarización de la compasión puede ayudar a aquellos que se encuentran lejos a sentir que se está haciendo el mejor esfuerzo por tratar con la crisis; pero una vez pasada la fase inicial de búsqueda y rescate, la de reconstrucción debería ser resultado “del caos planificado”.


En todo caso, si los políticos y sus burócratas quisieran hacerse útiles, lo mejor sería que se concentraran en identificar vulnerabilidades y que advirtieran a la gente acerca de ellas. Y una vez que se materializaran las amenazas naturales inevitables, que removieran todo obstáculo existente para la libre movilidad de capital, comercio y trabajo con los cuales la gente puede reiniciar sus vidas sin estorbos. www.luisfi61.com


Artículo publicado en el día guatemalteco "E l Periódico", el día viernes 21 de octubre 2011.

Los vecinos de Cristina


Karen Cancinos

La impasibilidad ante el sufrimiento ajeno justifica el crimen y refuerza la impunidad.

Las últimas dos semanas escribí sobre algunas diferencias entre los candidatos que se disputarán la presidencia el 6 de noviembre. Sin embargo, por higiene mental y luego del espectáculo que nos propinaron el lunes, dejaré ese tema a un lado. No me sorprendieron la absoluta falta de respeto a las normas, la demagogia y la chabacanería del saltimbanqui Baldizón: siempre ha sido un patán. Pero me dio pena ajena el silencio vergonzoso de Pérez respecto a los cientos de miles que recibió de MDF, el millón en un año para su hijo en este gobierno, la carretera nueva frente a su casa de playa…

Dejemos entonces a los politiqueros con sus mezquindades y cambiemos de tópico. Sugiero que pongamos la mira sobre unos actores del caso Siekavizza hasta ahora poco mencionados, pero que a mi juicio merecen más reflexión por nuestra parte, no por la ejemplaridad de sus conductas sino porque quizá sean estas un reflejo de la suya y de la mía. Me refiero a los vecinos de Cristina.Por la ampliación de la declaración de Petrona Say, empleada de la casa, se sabe que la noche del 6 de julio Cristina Siekavizza discutió con su marido, el prófugo Roberto Barreda de León, y este la golpeó muchas veces. Por respeto a su memoria y a su familia no me centraré en los detalles sórdidos que la prensa ha consignado, pero debo necesariamente hacer alusión a un hecho de esa noche trágica: la joven señora gritó pidiendo ayuda. Si hemos de creerle a la señorita Say, Cristina suplicó que alguien la auxiliara…. durante dos horas. Gritó incluso desde el balcón de su casa, así que algunos de los vecinos pudieron oírla. Según los medios de comunicación, algunos de ellos han admitido haberla escuchado.

Ahora bien, ¿qué hicieron ante los gritos desesperados de una mujer que, hasta donde se sabe, terminó siendo asesinada a golpes? Nada. Eso me asusta, porque los vecinos de Cristina no son gente distinta al grueso de los guatemaltecos: no mejores, no peores, no más solidarios que los demás, ni más indiferentes. Así que su conducta hizo cuestionarnos en casa acerca de si nos comportaríamos igual en una situación similar.

Llegamos a la conclusión de que sí. Eso nos hizo recapacitar. Así que, en familia, tomamos la decisión de no caer en una negligencia que, sin exagerar, puede ser tachada de criminal. Si bien no podemos, ni debemos, ni queremos, inmiscuirnos en pleitos matrimoniales ajenos, dictaminar cómo debe el prójimo llevar sus relaciones afectivas, o resolver la existencia de los demás, sí tenemos la obligación moral de no desatender los rasgos de interacción de nuestra comunidad más inmediata, llámese barrio, condominio o edificio. Porque la impasibilidad ante el sufrimiento de otros no hace más que justificar la maldad de quienes los hacen sufrir. Porque la displicencia que desplegamos cuando se cometen delitos ante nuestras narices no hace más que felicitar los actos antisociales de los criminales. Porque hacerse de la vista gorda ante el maltrato a los débiles sólo apuntala a los abusadores y, peor aún, refuerza la impunidad que corroe y envenena la convivencia. Porque la solidaridad no es un eslogan politiquero sino un sentido de responsabilidad respecto a nuestros semejantes, vecinos incluidos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 21 de octubre 2011.

Los votantes los prefieren brutos


Estuardo Zapeta

Creo que nuestra relación de votantes con los políticos se parece más al fallido matrimonio, sin remedio, de Gracia y Guillo.

Más entretenido que la vergüenza de dos candidatos tercermundistas tirándose los platos frente a las cámaras de TV por cable, es la relación dañada de Cris y Alejo, esos dos personajes que enLos caballeros las prefieren brutas hacen de espejo de las relaciones sentimentales fallidas en una sociedad latinoamericana donde todo, incluida la elección del Presidente, la llevamos como telenovela de primetime.

Y más patéticos todavía aquellos que creen que, como en la serie del canal Sony “el amor y la democracia son posibles”, cuando en sus narices, como Cris y Alej, se están tirando los platos los protagonistas de la política -criolla.

De hecho, si hago un paralelo con las brutas, qué me late que siendo ellas las preferidas de Los caballeros, sean también Los brutos —ese parito que cual cholojeras de mercado de pueblo, auspiciados, y no se ría, por la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG)— los preferidos deLos votantes.

Es que a estos votantes, como a Cris, les encanta el drama, las relaciones fallidas, y ahora que elAlejo se subió a un ladrillo y se mareó, igual, uno de esos sube al poder, cualquiera, sea el Yéneral electric o Payazón, y se mareará.

Creo que nuestra relación de votantes con los políticos se parece más al fallido matrimonio, sin remedio, de Gracia y Guillo, o, tal vez peor, es en realidad más una aparente cristalina relación —como la de Pamela y Eduardo— pero que resulta más promiscua que “señorita de la línea” y la otrabruta se pasa buscando al susodicho de hotel en hotel.

Y es que tenemos esa idea falsa de que los mismos que parecen cristalinos durante el noviazgo (digo la campaña), tengan cara de niño o cara de serios, serán los que lleven políticamente al país por la senda de la felicidad. De hecho, esta “democracia” en la que yo no creo, es el resultado, como en el caso de la relación de Pamela y Eduardo, de un engaño, el de Eduardo, que engaña aCris con Pamela, siendo ésta su mejor amiga.

Los políticos siempre nos engañarán, y hasta ni estoy seguro de llamarle engaño, ya que nosotros los votantes no podemos fingir “virgininidad” e inocencia, cuando sabemos que esos hdlgp son unos mentirosos que se agarran de la “pobreza” y cuanta babosada miren, para que les demos el “tesoro”, perdón digo el voto. Y nosotros más mulas que les decimos que sí.

Pero como el fallido “Debate de la AGG”, o como en la serie de Sony, el drama es la salsa de chile de Cobán que le pone sabor a este fiambre político. Y es que llamar bochorno al “Debate” es un piropo. Fue un fracaso, desde el hecho de llevar público cual “corrida de toros”, o burros, lo que usted prefiera, hasta permitir que al moderador —un tal “in-gestoso”— se le fuera de las manos el orden, la disciplina, el cumplimiento de las reglas, los tiempos, y, sobre todo, mucho ado about nothing. Y eso que los dos candidatos son militares.

Prefiero la serie de TV a los raquíticos espectáculos de estos trópicos mortales. Mientras tanto,Hannah y Miguel siguen en una relación clandestina.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 21 de octubre 2011.

PET: descarado mercantilismo


Ramón Parellada

En pleno Siglo XXI, cuando el mundo tiende a eliminar toda barrera arancelaria y no arancelaria en busca de un mercado mundial más globalizado con precios competitivos para todos los consumidores, sorprende enormemente ver que en Guatemala retrocedemos al más descarado mercantilismo y proteccionismo. Esta vez le tocó al “PET” (tereftalato de polietileno), el material con que están fabricadas las botellas de bebidas gaseosas, entre otros, a través de una limitación a su exportación por parte del Acuerdo Gubernativo Número 333-2011 que salió publicado el 13 de octubre en el diario oficial.

Guatemala sigue siendo un país mercantilista y no uno en el que el mercado libre funcione a su plenitud. El mercantilismo se caracteriza por gobiernos que ceden a grupos de presión concediéndoles privilegios que se convierten en proteccionismo. Los grupos de presión pueden ser empresas que piden alguna protección, algún permiso, algún control, aranceles, barreras no arancelarias, cuotas, etc.… para proteger su inversión aunque el resultado implique daño al resto de la población. El consumidor es el que siempre sale perdiendo.

En el caso del PET se protege a una empresa local cuya materia prima sería el PET reciclado. El PET se utiliza para fabricar las botellas de bebidas gaseosas pues tiene muchas ventajas sobre los sustitutos por su bajo precio y peso, resistencia, brillo, barreras al oxígeno, al CO2 (Dióxido de carbono) y a la humedad, totalmente reciclable y otras cualidades. Después se tira a la basura el envase vacío que luego se recolecta, recicla y exporta.

En Guatemala se exportan alrededor de 6 mil toneladas métricas al año de hojuelas de PET (botellas que pasaron ya por clasificación, limpieza y molienda). Se mandan a China, México, Honduras,

El Salvador y dondequiera que exista una demanda por esta basura a fábricas que producen cerdas para escobas y cepillos, hilos, textiles, alfombras, láminas y muchos otros productos que cada día utilizan estos materiales como su materia prima. Es un mercado en pleno crecimiento. La empresa local, ahora protegida por este acuerdo, estaba siempre libre de competir con las del exterior comprando estos materiales.

Este reciclaje ocurre porque existen el incentivo natural de hacerlo que es una ganancia económica. Así, las empresas recicladoras pagan a los recolectores de botellas su producto y se genera una actividad que beneficia a muchas personas y al medio ambiente. El acuerdo limita la exportación del PET e impone cuotas de exportación hasta un máximo de 2,400 toneladas métricas al año. ¿Puede Ud. creerlo?

Si Ud. es ambientalista debería pegar gritos en el cielo pues se están cerrando las oportunidades para que se dé un amplio reciclaje. No se deje engañar porque la justificación de quienes cabildearon para pasar esta ley era el fomento de la industria local de reciclaje y utilización del PET, pero la verdadera intención es comprar el PET local más barato al eliminar la competencia externa. Así, el precio será menor al internacional y los recolectores y recicladores marginales tenderán a dejar esta actividad.

No se justifica proteger mediante ningún decreto o legislación a ninguna empresa. Los empresarios deben correr su propio riesgo en competencia en mercados locales y del exterior. Este descarado proteccionismo atenta contra el reciclaje que se daba libre y espontáneamente. Que no me hablen ahora de capitalismo ni de mercado libre en Guatemala, cuando lo que seguimos teniendo en el país es puro mercantilismo o como dijo mi amigo Luis en su blog (www.luisfi61.com), Crony capitalism.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 20 de octubre 2011.

Carreteras de cartón


JORGE JACOBS A.

El reciente temporal que finalmente parece estar cediendo tuvo como consecuencia trágica, varias decenas de muertos e incontables pérdidas materiales para muchísimos guatemaltecos. Como corolario, terminó de desnudar la triste y cruda realidad de la inmensa corrupción que ha existido en Guatemala en la construcción de las obras públicas. Esto debe quedar muy claro: el desastroso estado de la infraestructura guatemalteca no es culpa de las lluvias, no es culpa de la depresión tropical 12-E, es culpa de la corrupción e ineptitud de los gobernantes.


No deje que le den atol con el dedo. Si bien es cierto el temporal fue largo y la lluvia cuantiosa, los problemas en la infraestructura vial de Guatemala vienen de mucho atrás. De hecho, vienen desde cuando se planifica y se construye. Y no es solo de esta administración, aunque en esta se haya exponenciado la ineptitud y la corrupción, es solo que en esta llegó la gota que rebalsó el vaso en la forma de una depresión tropical.

Durante mucho tiempo, lo que se “sabía” era que los funcionarios cobraban una “comisión” del 10% sobre todas las obras que le asignaban a alguna empresa. Durante la administración de Portillo, el robo llegó a tal nivel que la famosa “comisión” llegó, en algunos casos, al 40% de la obra. De ahí que toda la obra pública en Guatemala tenga sobreprecios que nadie en su sano juicio —si el dinero fuera de él— pagaría. Pero esa solo es una parte de la historia. La otra es que debido a los “costos” de la corrupción, lo que se construye para siendo mucho menos —tanto en cantidad como en calidad— de lo que se paga.

El resultado es que en Guatemala pagamos carreteras AAA, pero recibimos carreteras XXX. Y no es exageración, al precio que se paga el kilómetro de carretera en nuestro país, en otros construirían autobahns. No es de extrañar que los funcionarios corruptos siempre salgan con la cantaleta de que no alcanza el dinero. ¡Por supuesto que no alcanza con semejantes niveles de latrocinio!

Aquí hay que aclarar que la culpa y responsabilidad del desastre de infraestructura que tenemos y de las vidas perdidas como consecuencia no es exclusivamente de los funcionarios corruptos, sino de las empresas contratistas del Gobierno, que toda la vida han consentido y hecho fortunas a través de esa misma corrupción. Sí, ustedes, los constructores también son responsables de la destrucción y las muertes como consecuencia de la mal diseñada y peor construida infraestructura.

Y después de despilfarrar —y robarse— miles de millones de quetzales en la construcción y mantenimiento de la infraestructura vial, todavía tienen el descaro los actuales gobernantes de salir con lo mismo de siempre: “se necesita más dinero”. ¡A otros tontos con ese cuento!

Como dice María Dolores Arias, parafraseando la canción de protesta: “Qué triste se escucha la lluvia en las carreteras de cartón”.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 20 de octubre 2011.

miércoles, 19 de octubre de 2011

99% versus 53%


Carroll Ríos de Rodríguez

Aunque algunos manifestantes dicen que quieren un buen empleo, otros parecen rehuir el esfuerzo.

Las quejas de los manifestantes europeos y estadounidenses anti-Wall Street son tan abundantes como confusas. Uno de los lemas que han utilizado es “somos el 99%”. Según ellos, el 1% de la población, rica, no sólo salió ilesa de la crisis financiera, sino incluso se benefició por las políticas implantadas tras la debacle. Llevan razón por cuanto los gobiernos del mundo son sensibles al cabildeo de grupos de interés bien organizados y políticamente hábiles. Y aunque los manifestantes ven la salvación en la intervención gubernamental, es cierto que, a la larga, los tributarios pagarán parte de la factura del rescate a grandes empresas financieras, así como los costos visibles y ocultos de extravagantes planes para supuestamente estimular la economía.

Sin embargo, dicho lema, y la actitud resentida subyacente, incomoda a muchos ciudadanos que, en teoría, podrían considerarse como parte del 99%. Aunque algunos manifestantes dicen que quieren un buen empleo, otros parecen rehuir el esfuerzo. Quisieran columpiarse a costillas de los demás, al exigir para sí una transferencia del bolsillo de los ricos, o del erario público, sólo porque sí. De ahí surgió una creativa respuesta: “Somos el 53%”.

¿Qué significa el 53%? Es una alusión directa al hecho que el 47% de los estadounidenses no paga impuesto sobre la renta. La explicación en el margen izquierdo de la página principal es escueta: “Somos los que pagamos por los que lloriquean por todo aquello...” La cuestión se aclara cuando uno ingresa al archivo: http://the53.tumblr.com/archive. Allí verán cartas manuscritas por personas comunes y corrientes, contando sus vivencias.

Por ejemplo: “Provengo de una familia obrera que no tenía la plata para pagar mis estudios. Trabajé y estudié por 10 años. Ahora tengo una maestría en negocios y un buen empleo. Soy el 53%”. Los testimonios irradian laboriosidad, responsabilidad, sacrificio, dignidad, amor propio y amor por los seres queridos. Superaron tremendos obstáculos sin sentir que alguien les debía algo.

Y con razón se preguntan: ¿por qué debo ceder mis ahorros, ganados con el sudor de la frente, a bochincheros haraganes? Muchos mensajes terminan con una exhortación a los manifestantes: “Trabajen”, “¡Hombría!”, “No se quejen”.

En otra época, los colaboradores con la página del 53% serían la mayoría silenciosa: la ciudadanía políticamente desarticulada, que no tiene el tiempo, los recursos ni la personalidad para salir a manifestar en las calles de Wall Street o en otro lado, y que no pertenece a un grupo de interés políticamente ágil. Los avances tecnológicos les han permitido converger en un espacio virtual para hacerse oír.

Su mensaje es importante para Guatemala hoy. Es refrescante saber que aún existen personas con empuje que hacen realidad sus sueños, haciéndose cargo de sus vidas sin excusas. Todavía existen personas que no mendigan al gobierno por un privilegio indebido. Este es el ciudadano anónimo que merece nuestra admiración, pues crea riqueza, genera empleos y construye nación.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día miércoles 19 de octubre 2011.