lunes, 31 de enero de 2011

“Segura, seguro no hay seguridad”

Marta Yolanda Díaz-Durán

“No se puede pensar sólo en seguridad”, declaró el Ministro a cargo de la seguridad.

Fue la sentencia, afirmativa y basada en la evidencia, del agente xxx al encargado de la Comisaría cuyo número no vale la pena mencionar. El jefe Segura, un hombre oscuro en todos los sentidos. De tez oscura, de cabello oscuro, de oscuras intenciones. De ojos negros como la noche sin luna y sin estrellas. Sin luz en el pasado, en el presente y el futuro. Abandonado una tarde gris por su mujer. Un hombre solo que pasa la mayor parte de su tiempo en una cantina oscura bebiendo una cerveza oscura y alimentando su abultado vientre oscuro de cualquier bocado que encontraba botado.

Segura, al igual que el agente mencionado (no citado por nombre: era un personaje gris en camino de convertirse en otro jefe Segura) estaba seguro de que no había seguridad. Eran ya tantos años oscuros ejerciendo la autoridad, vistiendo el uniforme de los encargados de brindar seguridad, sirviendo ¡qué risa! en el Departamento de Policía de un oscuro país, cuyo cielo de día era generalmente gris, manchado del rojo escarlata de la sangre salpicada por la gente que diariamente era asesinada. Por supuesto, diferentes personas todos los días. Sólo Segura creía que moría todos los días al despertarse y confirmar que seguía vivo. La noche, estaba seguro Segura, le recordaba su propia mirada.

La vida de la mayoría se había tornado del color del día. Y, lamentablemente, temían que el mañana sería del color de la noche. O, mejor dicho, sería un mañana sin color, en el cual hasta el gama del grana se hubiera agotado. Ese tono que le recordaba a Segura la cochinilla con que su abuela teñía su ropa cuando era niño.

“No se puede pensar sólo en seguridad”, declaró el Ministro a cargo de la seguridad. Los fondos destinados a cumplir con su misión los había trasladado a un oscuro programa manejado por una oscura mujer que ejercía el poder desde la oscuridad que le proporcionaba su papel de primera dama de la Nación. La esposa del Presidente. La Regente, la podría apodar la gente. Los dineros de los tributarios desaparecían por este medio popularmente llamado el agujero negro del Estado.

Segura aspiraba a otra vida. Recordaba que cuando inició su carrera ingenuamente creía que su trabajo iba a representar una diferencia positiva en su existencia y en la del resto. Vino a su memoria que el motivo primero por el cual pasó a formar parte de los cuerpos de seguridad fue la muerte inesperada de su padre a manos de un criminal. Su admirado padre que perdió la vida una oscura noche en un oscuro bus, después de un largo día de trabajo oscuro. Su cansancio terminó para siempre. Un viaje sin retorno al más allá.

Segura esperaba otra vida. Cuando las circunstancias le fueron adversas, tomó las decisiones equivocadas. No supo ser el héroe que soñaba ser. El mal ejemplo de sus superiores, violadores en lugar de servidores, le pudrió el alma. Las miserias del trabajo acabaron con sus ideales. Segura estaba seguro, no había seguridad. Sólo oscuridad. Continuará…

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día lunes 31 de enero 2011.

“Mayor felicidad hay en dar que en recibir”

Armando de la Torre

Pensamiento inspirado en el Evangelio (Hechos, 20:35).

Muchas veces me he preguntado su por qué. Al ensayar una respuesta, siempre procuro tener en cuenta que la verdad de ese aserto nos llega de un “reino que no es de este mundo” en el que, por el contrario, se cree por muchos que recibir da más gozo que el dar.

Pero he pasado por experiencias muy humanas que me sugieren que la invitación evangélica a dar antes que a recibir no deja de ser válida en otros campos muy de este mundo. He podido ver, por ejemplo, que entre los numerosos exiliados cubanos en España (un cuarto de millón), aquellos que habían nacido en la Madre Patria porque fueron llevados a Cuba de niños o adolescentes por sus padres, emigrantes españoles, mostraban un dolor mucho más profundo a su retorno que sus propios hijos y nietos criollos nacidos en la isla. Forzados por la dictadura de los hermanos Castro a dejar la opulencia que tanto les había costado erigir durante los primeros sesenta años del siglo, les resultaba casi imposible adaptarse a España con la facilidad y rapidez de sus descendientes que, sin embargo, nunca antes la habían conocido.

Lo mismo he constatado en otras minorías étnicas (chinos, coreanos, rusos, húngaros, alemanes, italianos) con las que me he cruzado durante sus exilios respectivos. Todos terminan por ser más patriotas que los nativos a quienes la patria les llegó del cielo.

Se me ha hecho así evidente que nada arraiga tanto a un hombre a un terruño determinado que el haber invertido en él mucho de sí mismo. Y urgido de nuevo a emigrar, nada le golpea tan dolorosamente como verse desprendido de los frutos de su cosecha de esfuerzos y fatigas y regresar a su país de origen con las manos vacías, o sea, tras ver anulado lo mejor de su existencia por el capricho despótico de otro.

Esto lo podría hacer extensivo a los heroicos misioneros religiosos en tierras remotas, una vez que sienten haber cumplido con ese llamado, al igual que los pioneros en cualquier aventura riesgosa.

Conclusión: nuestro apego es a lo que nos cuesta. De lo gratuito, o de lo fácil, en cambio, prescindimos con ligereza.

De ahí que encuentre tan insensato eso que Álvaro Colom llama su “obra social”, esto es, el programa improvisado por su esposa, Sandra, de acumular dádivas a potenciales clientes al corto plazo de un culto hacia su persona, encima, al costo de las prioridades presupuestarias consensuadas democráticamente en el Congreso de la República. Ignora que a mediano plazo los clientes así comprados suelen mostrarse de una lealtad muy dudosa.

Como me lo acaba hacer recordar un amigo, vía internet, en palabras del Dr. Adrián Rogers, todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo. El Gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona. Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo... es el final de cualquier nación.

Los “amigos”, por lo tanto, que los políticos creen haber comprado por el extremo de lo gratis los pierden por el otro de lo que cuesta, como lo comprueba la historia universal de las veleidades de la opinión pública.

Jamás se ha oído de una gran civilización que se haya hecho próspera a base de limosnas, tampoco a base de pan y circo. Recurrir a regalos tarde o temprano se revierte en contra de esos irresponsables que se empeñan en repartir aun antes de haber producido.

Lo más triste es que al largo plazo todos acabamos por perder.

O como hubiera comentado un romano de la República en torno a ese desatino: “La corrupción de lo mejor”-en este caso la generosidad- “es lo peor”.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día domingo 30 de enero 2011.

viernes, 28 de enero de 2011

¡Arriba el divisionismo! (1)

Karen Cancinos

La disensión, el desacuerdo, es una buena cosa… hasta que el estado se inmiscuye.

A menudo escucho que somos un país “muy dividido”. Concuerdo con esa afirmación, y no me parece algo pernicioso, al contrario.

Provengo de un pueblo, en realidad son dos (San Marcos y San Pedro Sacatepéquez, SM), lugar en tiempos muy tranquilo y pintoresco. Ha cambiado mucho, como todos los del país, y para mi disgusto ha adquirido la problemática propia de una urbe sin convertirse en una: problemas de infraestructura vial, de alcantarillado y de tratamiento de desechos, en fin. Pero una cosa no ha variado: la “división” entre marquenses y sampedranos, tan marcada y arraigada que la rivalidad entre ambos pueblos se ha convertido ya en una tradición folclórica. Algo muy gracioso en verdad, si se toma en cuenta que alguien que no es oriundo de allá no distingue dónde termina uno y dónde comienza el otro, y si vamos a nuestro aspecto físico, nadie sabría decir quién es de San Marcos y quién de San Pedro.

Me parece, asimismo, que casi todos tenemos en nuestras familias una “división” de cualquier clase en algún momento de la vida. A veces la tal división puede ser permanente, o incluso transmitida de generación en generación. Puede ir de algo bastante banal, del tipo mamá-detesta-la-comida-china-mientras-papá-desfallece-por-ella, hasta algo más considerable, como cuando se casan personas que profesan religiones distintas, o cuando uno de los cónyuges es creyente mientras que el otro no, pongo por caso. ¿O qué me dicen de las divisiones ocasionadas por suscribir ideologías políticas diferentes? Todos hemos sabido de familias en las que se suscitan acaloradas discusiones sobre si el político X es una maravilla justiciera o un engendro diabólico, o si la política Y es una dama honrada o una vampira decidida a todo.

¿Qué ocurre que después de esas discusiones dominicales, a veces regadas con líquidos que no son precisamente los caen del cielo, la gente sigue queriéndose y ayudándose, aun si le parece cargante el cuñado rojillo o pedante la suegra neoliberal? ¿Por qué nuestros amigos siguen siéndolo aun si les parece que Shakira es lo mejor que nos ha ocurrido a los iberoamericanos, cuando nosotros pensamos que se ha vulgarizado cada vez más en su apariencia y sus canciones en los últimos años? ¿A qué se debe que sigamos cayéndonos bien y colaborando en emprendimientos conjuntos en oficinas, fábricas y aulas, aun cuando unos mueren por el reguetón que otros encontramos sencillamente horroroso, con la excepción quizá de Pobre diabla y Lo que pasó, pasó…? Y quien dice reguetón dice también mariachis, bachata o música barroca, cine o cotilleos de farándula.

Qué divididos estamos. Una muy buena cosa. Porque “división” significa diversidad, vida, riqueza, bienestar. Significa que nuestra familia, amigos, colegas y vecinos son eso, no nuestros clones.

Sin embargo, ahora integremos al estado en la ecuación: imagine que toca a funcionarios estatales decidir si Juanes es mejor artista que Chayanne. Promoverán a quien “gane” según su juicio, y prohibirán que se toque la música del que “pierda”. ¿Qué ocurrirá con los fans de ambos? Estarán “divididos”, eso es seguro, pero no del modo sano en que lo están cuando el estado no se inmiscuye en sus preferencias musicales.

Es el estado, no la disensión entre las personas, el germen de los conflictos.

Continuará.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 29 de enero 2011.

Salario mínimo, menos pan, tortilla

Estuardo Zapeta

El aumento de cualquier salario “por decreto” automáticamente genera desempleo y aumenta los precios...

De veras que a esta mara “le cuesta”, y es que las declaraciones del flamante Ministro de Economía, apoyadas por el viejito del Banguat, de veras, lo dejan a uno en calidad de placa tectónica, temblando.

Por un lado, el presi aunado con los “sindi-gatos” aumentando el salario mínimo, y con eso, dicen ellos, quedarán bien con “las grandes mayorías proletarias, que según el devenir de la historia y los procesos sociales, han sido excluidas y marginadas de los medios y modos de producción . . . bla, bla, bla.” Si esa casaca ya hasta de memoria me la sé, junto con las estúpidas cancioncitas “peludas” que suenan en algún enmariguanado barcito de aquí por la zona “one”.

No muchá, si tanta casaca para el “aumento de salario por decreto,” que no es más que un engañabobos una ilusión óptica por la cual aumenta el número de “papeles”, de billetes, pero truena el poder adquisitivo.

Los “sindi-gatos” no saben de “productividad”, sino sólo de repartición. Para ellos, y obviamente para el “número uno,” la riqueza preexiste, como en “Jauja,” y el problema es la “redistribución.” Si hasta el Gobierno cubano ya entendió que es un problema de productividad, no de “redistribución”, muchá, de veras, agarren onda.

El aumento de cualquier salario “por decreto” automáticamente genera desempleo y aumenta los precios, con lo cual el chivo expiatorio termina siendo el desempleado.

Pero una joya económica, de esas que me hace salivar, es la del Ministro de Economía, y la del Presidente del “Bode-guat, quienes en “Despecho Presidencial” recomendaron, según reportó ayer ElPeriódico, el primero que si usted compraba 10 panes ahora compre cinco, sí pues, para “presionar”, no se ría, la baja del precio del pan; y el segundo, recomendó que los que comen pan se pasen a tortilla, y mi pregunta es, ¿y los que comemos tortilla, qué? ¿Vamos acaso pasarnos de la tortilla a la bip, bip, bip? Es que esta mara no amaga, muchá.

Chulada de funcionarios estos. Mire pue´: uno aumentando el salario dizque mínimo por decreto, el otro recomendando, cual estratega antiobesidad, comprar menos panes, y el otro que Guatemala se pase del pan a la tortilla.

¡Aquellas tus políticas económicas, veaa´!

Y como si se tratase de “Moe, Larry y Curly”, los tres no dan pie con bola, y más parece una payasada sangrona que la posición de tres líderes económicos que mandarían señales de aliento a los “factores económicos” de nuestra Guatechula.

Pero no, de veras que “estamos jodidos todos ustedes” con esas recomendaciones de política económica, y para ponerle la guinda a este pastel de vaca, el ministro recomienda, aparte de comprar menos panes, que los guatemaltecos salgamos cual “jule, Nerón, jule Canelo” a buscar “ofertas”.

El Premio Nobel de Economía no se llevarán estos tres, pero sí se llevarán a todo el pueblo entre las patas si siguen con esas ideas absurdas. Quisiera ver si alguno de ellos tiene el valor para darle semejantes recomendaciones a sus esposas, o, peor aún, a la “Aañita,” verdad. Con el pueblo son valientes, pero con la jefa de jefas tiemblan. Ineptos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 28 de enero 2011.

jueves, 27 de enero de 2011

El salario no depende del costo de vida

Ramón Parellada

El aumento de capital a un ritmo superior al crecimiento de la población es el único método para aumentar el bienestar.

Uno de los argumentos utilizados para justificar el incremento de salarios por decreto es el aumento en el costo de vida medido a través de una “canasta básica”. Para decepción de quienes utilizan este argumento, afirmo nuevamente que el salario no depende del costo de vida.

El salario no depende del costo de vida. Esto es eminentemente técnico y no ideológico. El tema despierta pasiones porque es muy sensitivo, pero si queremos en realidad lograr una sociedad donde los ingresos reales de los trabajadores superen por mucho el costo de vida, entonces debemos estudiar a fondo las causas verdaderas que han permitido a otros países alcanzar mayores salarios reales y a su vez mayor bienestar general para sus habitantes.

Ojalá todos pudiéramos tener salarios que superaran por mucho el costo de vida. Lo han conseguido los países industrializados que más capital han logrado acumular, y por ello el capital invertido per cápita ha permitido elevar a la vez los salarios reales de todos los trabajadores.

La canasta básica se usó en esta y otras ocasiones para determinar el aumento al salario mínimo. Los dirigentes sindicales lograron su objetivo, pero la consecuencia de su petición será la de un mayor desempleo. Mientras algunos logren mantener sus trabajos ganando el nuevo salario mínimo otros quedarán en la calle sin ingresos y los que tengan algo más de suerte pasarán a la economía informal, que con medidas como esta seguirá incrementándose. ¿De qué sirve que unos ganen más a costa de mayor desempleo?

El aumento de salarios por decreto, o sea, por coerción o por la fuerza, es inmoral, porque produce desempleo, es decir despidos. Mi amigo Luis afirmaba que no sólo es inmoral sino también criminal. Esa es la consecuencia de incrementar el costo de los salarios por encima de lo que el mercado hubiera determinado, dado que los puestos marginales, los que no pueden producir lo suficiente para pagar ese costo, dejarán de existir.

Entonces, ¿qué hay que hacer para que los trabajadores puedan cubrir con su salario e ingresos el costo de vida? La respuesta es clara y la ha dado desde hace tiempo la Escuela Austriaca de Economía con base en la observación de lo que ha ocurrido en el mundo industrializado y más desarrollado.

El aumento de capital a un ritmo superior al crecimiento de la población es el único método efectivo para aumentar el bienestar general de los habitantes de un país.

Recordemos lo que pasó en la Revolución Industrial. Al inicio, los salarios eran bajos, las jornadas eran largas y se empleaba incluso a niños. ¿Por qué? Porque había muy poco capital y esto se traducía en una muy baja demanda de mano de obra, por un lado, mientras que había mucha oferta de trabajo de campesinos emigrando constantemente a las grandes ciudades para salir de la miseria en la que vivían en el campo. Con el tiempo, la acumulación de capital se incrementó a tal punto que permitió no sólo el aumento de salarios reales de los trabajadores de esos países liberando del trabajo a los más ancianos y a los niños, mientras se reducían esas largas jornadas de trabajo.

En Guatemala hay muy poco capital acumulado, lo que se traduce en pocas oportunidades de empleo y salarios reales bajos en comparación con la gran cantidad de personas que buscan oportunidades para mejorar su nivel de vida. Con los aumentos salariales por decreto sólo empeoramos la situación del empleo en el país. ¿Cuándo aprenderemos?

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 27 de enero 2011.

Los “milagros” económicos

Federico Bauer Rodríguez

Han optado por buscar el crecimiento económico por la vía keynesiana.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Japón y Alemania estaban en la ruina total pero 20 años después eran la segunda y tercera economía mundial respectivamente.
Hace menos de 60 años Hong Kong empezó a vivir un experimento económico basado en la liberación total de su economía, y hoy sus habitantes tienen mejores ingresos que su ex madre patria, Inglaterra.

Hace 30 años China renunció al sistema marxista siendo una nación paupérrima, y hoy es la segunda economía mundial, gracias a un crecimiento superior al 8 por ciento anual durante las últimas décadas. China tiene hoy casi US$3 billones en reservas internacionales, gracias a ser el mayor exportador global, lo que le ha permitido sacar de la pobreza a varios cientos de millones de sus habitantes.
Singapur, con menos de 50 años de existir, tiene una economía per cápita superior a la del 95 por ciento de los países, y tasas de crecimiento de 2 dígitos.
Corea del Sur, destruida por la guerra hace menos de 60 años, tiene hoy un ingreso per cápita superior a Portugal y a las naciones ex comunistas.


Chile, destruido en 1973 por el gobierno de Allende, es hoy el paradigma de Latinoamérica y el primer país latinoamericano que al terminar esta década ingresará al club de naciones desarrolladas.

Brasil, con ocho años de fomentar la inversión y las exportaciones, está creciendo a ritmo envidiable y reduciendo considerablemente los niveles de pobreza.
En distintas publicaciones estos y otros ejemplos han sido llamados “milagros” económicos, como si la teología tuviera algo que ver con el magnífico desempeño económico de los anteriores países. En realidad todos estos países han tenido algo en común, ajeno a la religión en general: crecimiento económico basado en el ahorro, inversión, producción, consumo y más ahorro (en ese orden); todo esto dentro de un marco de economía de mercado en que se premia la eficiencia y no se sustituye con demagogia.

Por otro lado, un grupo de países como España, Italia, Francia, Inglaterra, Grecia, Venezuela, Argentina, EE.UU. y tristemente Guatemala, han optado por buscar el crecimiento económico por la vía keynesiana: gasto público, expansión monetaria, deuda interna y externa, manipulación del dinero y del crédito, manipulación de los precios, y otros vicios económicos que podríamos llamar los “pecados capitales” en economía.

Con el fin de entender mejor lo anterior, contrastemos la situación macro de los EE.UU. que a pesar de 2 bailouts multimillonarios, tiene hoy un déficit fiscal superior al 10.6 por ciento, desempleo del 9.4 por ciento y crecimiento del 2.8 por ciento, mientras que Alemania con sus políticas macroeconómicas conservadoras –basadas en el ahorro y la eficiencia– tiene un déficit del 3.5 por ciento (nada keynesiano), un desempleo del 7.1 por ciento (el menor desde antes de la crisis) y crecimiento del 3.4 por ciento (el mayor desde la reunificación). Los sindicatos y los empresarios en Alemania aceptaron un plan de reducción de horarios con el fin de reducir el desempleo, y actualmente son el segundo exportador mundial, con una balanza comercial superior a los US$200 millardos. ¿Cómo explican esto Krugman y los keynesianos?

¿Cómo explican ellos que mientras Suecia tiene inflación del 1.2 por ciento, desempleo del 7.1 por ciento y déficit fiscal del 1.6 por ciento; Suiza tiene inflación del 0.7 por ciento, desempleo del 3.6 por ciento y déficit del 0.4 por ciento? Aquí tenemos a 2 países con muy buen desempeño, pero los suecos tienen más déficit fiscal y más desempleo que los suizos. Ahorrar, producir y ser responsable no es “milagro”.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periódico", el día jueves 27 de enero 2011.

Fracaso

JORGE JACOBS A.

En mi opinión, el problema más importante en el mundo actualmente es la prohibición contra las drogas. Desde mucho tiempo atrás algunos pocos hemos sostenido contra corriente que la única forma de acabar con el flagelo del narcotráfico y todas sus perniciosas consecuencias es a través de la legalización, regulación, despenalización, descriminalización o como quieran llamarle al hecho de restituirle a las personas el derecho a decidir qué hacer con su vida, incluso en el ámbito de las drogas.

Afortunadamente, cada vez más personas se percatan de que la prohibición es un fracaso total, con serias consecuencias para los habitantes de todo el mundo.

El martes, la recientemente creada “Comisión Global sobre Políticas para las Drogas”, luego de un simposio de dos días en Ginebra, estableció su postura frente a lo que califican como el fracaso de la guerra contra las drogas. Según los miembros de la Comisión, la guerra contra las drogas, encabezada por Estados Unidos y la ONU, fracasó y ya es hora de considerar otra vía, para lo cual propone la despenalización de las drogas. Proponen una regularización de las drogas en términos similares a los del tabaco y del alcohol, y considerar a los “narcodependientes” como enfermos y no como criminales.

Sostienen que “las evidencias empíricas y las pruebas científicas aconsejan dar mayor preponderancia a la prevención y a la reducción de la adicción a las drogas”. El ex presidente brasileño Fernando Cardoso dijo que “no se necesita más plata, sino usar mejor la plata. La utilizada en la llamada guerra contra las drogas de los americanos es enorme, —pero es— una plata mal usada porque no tiene resultado efectivo; si se utilizara eso para salud, tratamiento médico, educación, para campañas de publicidad, sería mucho mejor”.

El ex presidente de Colombia y ex secretario general de la OEA César Gaviria también indicó que “los consumos siguen iguales en los últimos 20 años, la violencia y los prisioneros han crecido, se ha vuelto un gigantesco negocio criminal y eso está generando una enorme cantidad de violencia, no solo en Estados Unidos sino en México, en Colombia y, en general, en toda Latinoamérica, y es hora de repensar esa política”.

Lo interesante es que entre los 15 miembros de la Comisión se encuentran personajes tan variados como los escritores Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes; políticos como Ernesto Zedillo, de México; Cardoso, de Brasil; Gaviria, de Colombia; Ruth Dreifuss, ex presidenta suiza y miembro del partido socialista de ese país; el empresario Richard Branson, propietario del grupo Virgin, así como el noruego Thorvald Stoltenberg, ex alto comisionado de la ONU para los refugiados, y el español Javier Solana, ex alto representante para la política exterior y de seguridad de la Unión Europea.

Considero que, poco a poco, la balanza empieza a cambiar. Las consecuencias que la prohibición de las drogas ha tenido sobre la libertad de los habitantes de todo el mundo son terribles y, para variar, los que pagamos las consecuencias somos las personas honestas y trabajadoras que no tenemos nada que ver ni en el consumo ni en el negocio de las drogas.

Alguien me decía que el día que los decapitados, torturados y acribillados por sicarios sean estadounidenses en suelo de Estados Unidos, hasta entonces los políticos de ese país cambiarán su postura ante la prohibición. Creo que tiene razón, pero ojalá que no debamos esperar hasta que eso suceda para que la cosa cambie. ¿Será tan difícil entender?

Artículo puiblicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 27 de enero 2011.

miércoles, 26 de enero de 2011

Corrupción y pobreza

Carroll Ríos de Rodríguez

Creemos que vivimos en un sistema capitalista, o mercado libre, y pasamos sentencia sobre él.

“En arca abierta hasta el justo peca”, era la advertencia y la sabiduría de los abuelos. Los académicos reinventan el agua azucarada, repitiendo la idea con palabras técnicas: “Los incentivos para hacer o pedir sobornos o compensaciones se dan cuando los oficiales del Gobierno tienen poder económico sobre las personas o las empresas privadas. No importa si el poder es justificado o injustificado. Una vez se institucionaliza un patrón de sobornos exitosos, los oficiales corruptos tienen un incentivo para aumentar el tamaño de los pagos demandados y para buscar formas alternativas para extraer sobornos”. (Susan Rose-Ackerman)

Más novedosos resultan los estudios sobre el impacto de la corrupción en el crecimiento económico. Los resultados que arrojó su investigación asombraron hasta al propio autor, Paolo Mauro. Tomando como base los índices de corrupción de Business International, notó que “una mejora en la desviación estándar de un grado en el índice de corrupción causó un alza en la inversión de 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y un aumento en medio punto porcentual en el crecimiento anual del PIB per cápita”. Otros análisis, como por ejemplo aquellos llevados a cabo por el Banco Mundial, presentan un escenario parecido.

El mapa mundial del Índice de Percepción de Corrupción, publicado por la organización Transparencia Internacional (TI), es fulminante. Los países en lo que suele tildarse el Occidente desarrollado (Canadá, Estados Unidos, el oeste de Europa, Australia), son claramente los más prósperos, los más libres y los más transparentes.

El bienestar y la transparencia eluden al resto del mundo. Los diez países más corruptos, según TI, son: Guinea Ecuatorial, Burundi, Chad, Sudán, Turkmenistán, Uzbekistán, Irak, Afganistán, Myanmar y Somalia, con calificaciones inferiores a 2 de 10 puntos. Algunos de estos países, como Myanmar, Chad y Guinea, vuelven a salir en la lista de los países más pobres, en el índice por el Instituto Fraser y otros.

La corrupción aqueja a los sistemas económicos de corte mercantilista. Éstos retardan la creación de riqueza e imponen pesadas cargas a sus habitantes. Mediante restricciones de entrada al mercado, excesiva tramitología, la burocratización del quehacer público y el estímulo a los grupos de interés, el mercantilismo establece una alianza entre los políticos y ciertos ciudadanos privilegiados. También el crecimiento de la economía informal es consecuencia del mercantilismo; emprendedores, comerciantes y profesionales simplemente no pueden acceder a la formalidad; el costo de entrada es muy alto.

Los habitantes de América Latina nos lamentamos por el lento crecimiento de nuestras economías, si no de su retroceso. Nos duele la persistente pobreza de nuestra gente. Intuimos que las reglas del juego no son adecuadas, pero a veces no depositamos la culpa a los pies del mercantilismo, ni de la corrupción, sino a los pies del capitalismo. Creemos que vivimos en un sistema capitalista, o mercado libre, y pasamos sentencia sobre él.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 26 de enero 2011.

Acuerdo sobre educación

Verónica Spross de Rivera

Es posible rescatar el futuro de la educación, para beneficio de los niños, niñas y jóvenes.

Se ha venido comentando en varios foros relacionados con el sector educación, incluyendo las sesiones del Consejo Nacional de Educación, así como desde el Grupo Promotor de una Agenda Educativa Nacional, convocado desde la Gran Campaña Nacional por la Educación, foros empresariales y académicos y desde los ángulos de varios columnistas, la importancia de unir esfuerzos para trabajar en sintonía por un programa que dé prioridad a la educación en la agenda del país, y especialmente en la de los partidos políticos en este año electoral.

En Chile recién se firmó un acuerdo sobre calidad de la educación, impulsado por el senador Ignacio Walker, presidente de la Comisión de Educación del Senado, avalado por Ricardo Lagos y FulvioRossiy, firmado por el ministro de Educación, Joaquín Lavín. Nos informó Gregory Elacqua que este acuerdo significa que se otorgarán más recursos para las escuelas públicas, mayor focalización de recursos en escuelas vulnerables, una extensión de la subvención preferencial a la educación media, una modernización del estatuto docente, mayores exigencias para la creación de nuevos establecimientos educativos y rendición de cuentas para ellos.

Entre los proyectos de ley que se estarán analizando en el marco de dicho pacto están una iniciativa de ley de Aseguramiento de la Calidad y la Modificación de la Subvención Preferencial. También se presentarán una propuesta de ley para fortalecimiento de la educación pública y otro para la modernización de la carrera docente. Es de resaltar el compromiso de los partidos en participar en este convenio y en honrar los compromisos efectuados. Según Elacqua, este acuerdo es un avance para mejorar la calidad y la equidad de la educación chilena. También se percibe como un avance para fortalecer la educación en el corto plazo.

Entre los motivantes de dicho pacto se identificó un sentido de urgencia en impulsar un gran acuerdo sobre calidad y equidad de la educación. Se incluyeron acciones como asignar mayores remuneraciones a los mejores directores y maestros, asignados a escuelas donde asisten los más pobres o vulnerables. Los despidos de profesores estarían acompañados de normas objetivas y transparentes, al margen de toda arbitrariedad. Se logró, además, incrementar el financiamiento para la educación pública y privada, a través de subvenciones.

En síntesis, se internalizó por parte de diversos sectores que lograr una educación de buena calidad con equidad para todos los niños de Chile es una misión de país. Ese es el mensaje fundamental que deberíamos absorber los guatemaltecos. Es momento de comenzar a trabajar para impulsar una agenda educativa de largo plazo, que sea respetada y avalada por los partidos políticos. En Guatemala, nos encontramos frente a un sistema que no ha priorizado los programas para el mejoramiento de la calidad educativa. Tenemos aún pendiente el fortalecimiento de la profesión docente, incluyendo la reforma en la formación inicial, dinamizar los programas de actualización y profesionalización, contar con los incentivos adecuados basados en el desempeño y en el mejoramiento de capacidades, así como contar con un sistema de evaluación adecuado.

Es propicio retomar la agenda de la calidad, para llevarla a las diversas instancias que pueden hacer algo al respecto. El Organismo Legislativo, igual que en Chile, debe ser una de las instituciones que lo impulse, con responsabilidad. La asignación de los recursos del presupuesto deberá ser consistente con un acuerdo en favor de la educación. No es posible continuar desviando los recursos escasos a programas de transferencias a las familias, debilitando la inversión por alumno en detrimento de la calidad. Es posible rescatar el futuro de la educación, para beneficio de los niños, niñas y jóvenes.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 26 de enero 2011.

martes, 25 de enero de 2011

Sandra, Zury, Arzú y eso que llaman “democracia”

Estuardo Zapeta

En esta “timocracia”, que no “oligarquía”, como la nombran algunos... seguimos confundiendo “democracia” con “República”.

No ando en el rollo de la “democracia” ya que me parece un fracaso, pero es importante hacer un ejercicio siguiendo la lógica de quienes se rasgan las vestiduras, se echan ceniza en la cabeza y hasta ayunan para defender esa cosa fea, improductiva, repetitiva y maloliente que tales fariseos llaman “democracia”.

(Nota aclaratoria: los ejemplos de “Ña´Sangra, La Zury, y Arzú” los pongo para mostrar la inconsistencia de quienes se llenan la boca con la tal “democracia”, pero cuyos argumentos son muy débiles. Además, me extraña que para el Ejecutivo tanta paja para participar, y en el Legislativo, con los diputados, nadie dice nada y ellos van reelección tras reelección).

Aquí tronaron las tusas: Mire pue´, si tanto amor, pasión y hasta devoción los tales “demócratas” le tiene a la susodicha –me refiero a doña “democracia”—por qué rejodidos no dejan que en el espíritu “democrático” participen sin más peros que “gozar de sus derechos, no tener antecedentes penales, presentar tarjeta de pulmón, boleto de ornato, su DPI y ser mayores de 18 vivarachos años,” los señalados –Sandra, Zury y Arzú— en las elecciones de este añejo. ¡Salud!

De veras, si tanto predican los tales “democráticos” acerca de su modelito polítiquerito “perfecto,” cuál es el miedo que le tiene a “La Sandra”, a “La Zury” y a “El Arzú.” Miren muchá, no va contra el espíritu democrático “suyo de ustedes” no dejar participar a éstas y otras personas en las elecciones (Ah, pero los ex guerrilleros, ellos sí ¿verdad?, por que si no quién les aguanta el pocillo).

Y las barreras “no arancelarias” que ponen son por demás chistosísimas. Que si la una está casada, arrejuntada, o en calidad de chicle con el otro, y que si el estatus ese le permite o no participar. Valiéndose de la cama para permitir o prohibir participación “democrática”.

Que si la otra es hija, no es hija, que si el tata hizo o si el tata no hizo. A cuenta de qué tiene ella que pagar los pecados del patriarca. Yo, clásico Libertario, que me guío por el “individualismo metodológico” ¡esa nigua! jamás defendería que un hijo pague por los platos rompidos por el tata, que dialpelo y a cuenta de qué.

El caso del canche, que no es Tonatiú de mi devoción, está todavía más peludo, porque él argumentará que no es reelección, sino una “nueva elección”, vaya megacolochos en los que nos mete la tan sobijeada democracia, Señora Excelsa de La Línea.

No sería más “democrático”, si sigo la línea (blanca) de los dizque democráticos, que todo mundo participe y que fuese cada ciudadano el que eligiese, bien o mal, pero que los mismos demócratas respetasen el principio que defienden. Ah, pero no, porque parece que aquí “democracia es” que participen sólo los que a esos gurús demócratas les “caigan bien”, y si les cae mal, pues se chingó porque ahí sí, raudos y veloces le aplican la Ley, una ley, advierto, antidemocrática, según el principio básico.

Pero en esta “timocracia”, que no “oligarquía”, como la nombran algunos atarantados, seguimos confundiendo “democracia” con “República”, y yo voto por la “República”. Los demócratas quieren guiar al “soberano”, sí, pero al soberano caos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día martes 25 de enero 2011.

La hipótesis: el legado

Marta Yolanda Díaz-Durán

La duda razonable sobre lo actuado. El abuso del poder denunciado.

“La Hipótesis” es un artículo que publiqué el 17 de mayo de 2010 en Siglo Veintiuno, ¿se irá a convertir en un escrito de culto? Al menos lo es ya para los fiscales de la CICIG que lo presentan como la primera prueba en la nueva trama ideada por los mencionados para entretener al público guatemalteco. Por cierto, la segunda evidencia, según ellos, de que existe una “campaña de desprestigio” en contra de Carlos Castresana, la CICIG, la juez Verónica Galicia, el Ministerio Público y el colaborador eficaz Jesús Manuel Cardona, es también otra columna mía, “OK”, publicada en el mismo matutino el lunes 14 de junio de 2010.

En fin, a continuación reproduzco parte del peligroso cuestionamiento según el cual “pretendo botar cualquier argumento de la CICIG”, en palabras de Carlos Enrique Morales Monzón, empleado del actual gobierno: “Decidí no… llamar ‘verdad interina’ a la hipótesis que presentó [Carlos Castresana] en el caso del asesinato de Rodrigo Rosenberg… [que] además de ser una aberración lógica, se presta a muchas confusiones. Hipótesis, según el DRAE… significa: ‘Suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia’…

…El asesinato de Rosenberg, íntimamente relacionado con los asesinatos de Khalil y Marjorie Musa, no está resuelto… la evidencia presentada por Castresana (tanto la testimonial como la circunstancial) es insuficiente para sostener el escenario planteado por los investigadores de la CICIG.

Un escenario aparentemente montado a conveniencia de los acusados por Rosenberg en su célebre video póstumo… hoy los personajes más poderosos de nuestro país… el Presidente de la República… su esposa y sus más cercanos colaboradores, financistas y socios políticos.

El miércoles 20 de enero de 2010, en el diario elPeriódico, Luis Ángel Sas publicó… la siguiente información: ‘El Inacif realizó un análisis lingüístico de dicho video a través del cual un experto evaluó además del mensaje, las entonaciones de palabras precisas, los gestos, y el entorno… El lingüista concluyó que el mensaje de Rosenberg es coherente, que fue previamente elaborado, y que la víctima sabía el camino a seguir para transmitir su discurso. Según el lingüista, la víctima sabe de lo que habla, está convencido de lo que dice… Una de las conclusiones del experto es que no encontró ningún gesto que contradijera lo que hablaba Rosenberg’.

¿Es este el perfil de un chiflado? Usted, si vio y escuchó el video, ¿cree que el abogado asesinado, principal acusado de su propia muerte, estaba desquiciado? ¿Qué piensa de las acusaciones que contiene? ¿Por qué la CICIG… ha ignorado las denuncias de Rosenberg?

…Con las evidencias recabadas… rescatables (porque hay muchas que se deben descartar y otras cuestionar, comenzando con el testimonio de Manuel de Jesús Cardona) se pueden construir otros escenarios más creíbles. Ojalá los responsables de hacer justicia en Guatemala tomen esta verdad, que no es ‘interina’, en cuenta”.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día lunes 24 de enero 2011.

El problema de fondo

Armando de la Torre

¿Quién se vislumbra que podría ponerles cascabeles a tales gatos? ¿Harold Caballeros o Eduardo Suger, tal vez?...

Del año que comienza se dice que es “electoral”.

Afirmación muy relativa porque “el Gobierno de Álvaro Colom” ha continuado en una ininterrumpida campaña proselitista durante estos últimos tres años. El nepotismo rampante y el ensayo de compra de votos a través de una envilecida “Cohesión Social” —que sufragamos entre todos con nuestros impuestos—, han sido las puntas de lanza de su campaña electoral para las elecciones que tendrán lugar este año.

Otros aspirantes políticos han intentado modestamente algo semejante, camuflados tras programas de radio y televisión que supuestamente buscan informarnos…

Ninguno, empero, ha tocado los temas de fondo en nuestra vida pública que entraña la ausencia de un Estado de Derecho, ni tampoco sus porqués. Me permito aquí, pues, contribuir al respecto con algunas sugerencias.

Todos proclamamos nuestro anhelo porque impere la ley, pero siempre con vistas hacia su aplicación a los demás, jamás hacia nosotros mismos.

Esta es la sociedad de los privilegios, ilegítimos si se trata de los ajenos, perfectamente justificables si se trata de los nuestros respectivos.

Hasta la misma Constitución los otorga a granel, y frustramos, encima alegres, cualquier intento de reforma para acabar con ellos, como sucedió el año recién terminado con el proyecto de ProReforma, engavetado al final por el actual Congreso de la República.

Los múltiples privilegios de los poderosos en este país, de la izquierda, del centro y de la derecha convergen, por supuesto, “en un floreciente mercado de tráfico de influencias”. Y, precisamente es esto lo que nos puede llevar, ya al corto plazo, a constituirnos en ciudadanos de un incipiente narco-Estado.

Guatemala carece de un Poder Judicial para impedirlo. Pues nos guiamos por reglas del juego “constitucionales” que anulan su efectividad. Y así sufrimos un sistema raquítico de administración de la justicia que le asigna más fondos al deporte, o a la única universidad estatal, que a su administración para todos.

Encima, por la misma Constitución, se difiere el nombramiento de los magistrados para la Corte Suprema, la Corte de Constitucionalidad y las Cortes de Apelaciones al más político de los tres poderes del Estado: el Legislativo.

Para subordinar todavía más el Poder Judicial a beneficio de los políticos, los nombramientos de magistrados y jueces se hacen por tan sólo cinco años, lo que los sujeta a los intereses, caprichos y preferencias de los diputados al Congreso si aspiran a ser reelectos.

Y para colmo de males, el presupuesto anual del Poder Judicial —2% del presupuesto operacional de la nación— lo fija el Ministro de Finanzas de acuerdo con instrucciones del Presidente de la República y previa aprobación de los diputados al Congreso.

A todo ello ha de sumarse —caso único— en el planeta- un ente internacional, la CICIG, dominado y controlado desde el extranjero, con impunidades para sus funcionarios de las que no gozan las autoridades judiciales del país, y todo a petición de los mismos guatemaltecos.

Cómo hemos llegado hasta tan bajo, es sólo explicable con base en la ineptitud y falta de carácter de nuestros gobernantes de los últimos tres períodos, avalados por la filosofía del positivismo jurídico, imperante en todas las facultades de Derecho del país, que ha deformado sustancialmente por décadas el mero concepto de la justicia, tanto en jueces y magistrados como en los fiscales del Ministerio Público.

Sin un sistema de Justicia, por lo tanto, sin jueces bien formados e independientes de los dirigentes políticos, con fiscales nada autónomos y una policía mal retribuida y peor adiestrada y mal equipada, el irrespeto a la ley se ha generalizado universalmente, empezando por los presidentes de la República que juraron al tomar posesión del cargo respetarla y hacerla respetar.

¿Quién se vislumbra que podría ponerles tales cascabeles a tales gatos?

¿Harold Caballeros o Eduardo Suger, tal vez?...

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día domingo 23 de enero 2011.

viernes, 21 de enero de 2011

A los jóvenes de Reno’j

Karen Cancinos

La estrategia que están utilizando no les conviene.

“Jóvenes indígenas exigen espacios de participación” era el título de la nota publicada en un matutino, esta semana. Nada inusual, ¿verdad? Pues es precisamente eso lo que llamó mi atención: se ha vuelto cotidiano que grupos diversos salgan “exigiendo” esto o lo otro. En el caso de los jóvenes referidos, su demanda era de espacios de participación política. Me pregunto si han acudido a algún partido a gestionar afiliación y se les ha negado. No creo que sea el caso, en vista de la cantidad de anuncios que veo en todo el país llamando a la afiliación y a la participación en agrupaciones de todos los colores. Porque de oferta política no podemos quejarnos los guatemaltecos.

Pienso que esa grotesca costumbre de “exigir” X o Y se debe a la retórica perniciosa que machaconamente salmodia “tienes derecho a tal cosa, a tal otra, y a esta otra, y a cualquiera que se te ocurra, porque te lo mereces todo”. El año pasado, por ejemplo, en vallas y anuncios de las paradas de autobús, se leían mensajes patrocinados por la UNICEF, dirigidos a niños, que iban así: “Twittéame. Cuéntame cómo vives tus derechos”.

No es que los chicos no sean sujetos de derechos. A todos los seres humanos, chiquitos incluidos, nos asisten derechos individuales, inalienables, que no nos son otorgados por ningún semejante y que por lo tanto solo cabe que sean reconocidos y garantizados por los gobernantes, que para eso se les elige.

Mucho se habla de derechos, pero nadie menciona, quizá porque no suena bonito y porque políticamente no es redituable, la contracara de cualquier derecho: obligación. Los niños no tienen “derechos” de los cuales esté excluido el resto de la humanidad; incluso tienen menos en tanto no son ciudadanos todavía. ¿La razón? Los chiquitos aún no están en condiciones de asumir las obligaciones que subyacen en el ejercicio de cualquier derecho. El derecho político de elegir y ser electo, por ejemplo, acarrea una serie de obligaciones: someterse a las normas que rigen la convivencia social, responder por los propios actos, tributar para sostener el estado cuyos gestores de gobierno son electos en regímenes democráticos representativos, etcétera.

Volviendo a los jóvenes de Reno’j, que así se llama la organización de marras, me parece que deberían encauzar sus energías, entusiasmo juvenil, capacidades y aptitudes, de una manera que sirva sus objetivos más inteligentemente. Sucede que el oficio de la política tiene, como cualquier otro, sus propias premisas. Una de ellas es utilizar todo aquello que pueda traducirse en votos. Y si, como expresó uno de ustedes, no quieren convertirse en “botín político” ni “ir detrás de las caravanas”, deben evitar entonces colocarse en la más fácil y poco seria de las situaciones: la de víctimas.

Lloriqueen y les caerá encima el politiquero que los usará precisamente de la manera que, con razón, rechazan. “Vean qué lindo yo, tengo jóvenes indígenas en mi partido” dirá, al tiempo que los exhibirá indignamente, como si fueran mascotas felpudas. Si quieren que se los tome en serio, sepan que uno no puede andar por la vida “exigiendo” cosas, pues victorias y puestos se alcanzan luego de merecerlos. Nadie nos los debe.

Los felicito por su inquietud política: úsenla en su favor, no en beneficio de tanto demagogo que pulula en esas esferas.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 21 de enero 2011.

CICIG vrs Zapeta

Estuardo Zapeta

... usted dice que “CICIG” no solicitó esto, entonces está fuera del caso considerar semejantes “opiniones” como parte del proceso.

Ayer fue publicada aquí en Siglo Veintiuno, en la sección de “Buzón”, una nota enviada por el “Comisionado CICIG,” en la cual, en respuesta a mi artículo del martes recién pasado, dice, “Es totalmente falso que la CICIG haya solicitado ´un Dictamen Pericial´ de comunicación como se expresa.”

Pero, con copia del “Dictamen Pericial,” y otros documentos (puedo enviarles una copia si me envían un correo a zapeta@libertopolis.com) el, y cito del documento, “Perito de Medios Ordinario,” Lic. Carlos Enrique Morales Monzón, Director General Dirección General de Radiodifusión y Televisión Nacional y Radio Nacional TGW, responde a la “solicitud para la práctica de un PERITAJE DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN,” al Licenciado José Domingo Santos Donis Auxiliar Fiscal Agencia 1 de CICIG Ministerio Público Su Despacho.

Sr. Comisionado, ¿por qué enviarle a “Agencia 1 de CICIG” algo que usted me aclara, CICIG no “solicitó”? (A propósito, me sigue cautivando por qué el Lic. “Carlitos” envió su “DICTAMEN PERICIAL” en papel membretado de la Dirección General de Radiodifusión y Televisión Nacional, y en cuyo borde inferior cada hoja tiene impreso “Tiempo de Solidaridad Gobierno de Álvaro Colom Guatemala”).

Pero creatividades desbordadas aparte, algunas curiosidades me han despertado sospechas acerca de la validez, legitimidad y, sobre todo, legalidad tanto de los “Dictámenes” como del o los “Peritos”.

Primero, la celeridad para las “pericias” del “perito” —porque hace el “peritaje de MEDIOS DE COMUNICACIÓN,” imagínese un “PERITAJE DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN”, tamaña labor— entre el seis de enero, desde “las quince horas con quince minutos”, y lo entrega, según fecha del “Dictamen”, el 10 de enero. Lo hizo en tiempo record de 96 horas o menos.

Segundo, el “perito” Lic. Morales Monzón, ya había emitido opiniones acerca de su apoyo y respaldo a la CICIG, y por lo tanto, su independencia e imparcialidad son cuestionables, si no del todo inválidas, y en las cuales él concluye que “existen elementos convincentes para suponer que ha existido... una campaña de desprestigio” contra la CICIG.

Tercero, aparte de la celeridad y la credibilidad, quienes dimensionamos el tamaño de la tarea solicitada —un “peritaje de medios de comunicación”— no podríamos ver ni por asomo cómo el “perito” y el “Director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala”, Lic. Gustavo Adolfo Bracamonte Cerón, pudieron siquiera haber concluido de la manera que lo hicieron. Al Lic. Morales Monzón le dieron nueve artículos de “opinión”, (énfasis en “opinión” por favor), y una noticia de Nuestro Diario, para concluir con esos como “elementos convincentes”, y en el caso del Director de Ciencias de la Comunicación de la Usac, en su teoría de los “encadenamientos ideológicos” para diezmar a la CICIG “desprestigiándola.” Bracamonte, según leo, señala de “encadenamiento ideológico” a las imaginadas hordas de “Libertarios” que escribimos en los medios. (Para más inri y dato curioso mi columna se titula “Era Libertaria”).

Cuarto, otra curiosidad, en qué momento el “perito” de “medios

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI" el día viernes 21 de enero 2011.

jueves, 20 de enero de 2011

¿Cómo obtener mayores salarios?

Ramón Parellada

Al pedir y decretar aumentos al salario mínimo por la fuerza, aunque creen que favorecen a los trabajadores, en realidad los perjudican.

La semana pasada recibí muchos comentarios en relación al artículo que escribí criticando los aumentos salariales por decreto debido a que causan desempleo. Algunos fueron críticas que me señalaban, en pocas palabras, de enemigo del trabajador y de querer mantener bajos los salarios. Nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que voy a aprovechar este espacio para explicar mejor cómo obtener mayores salarios.

Comienzo insistiendo en que no es a base de incrementos al salario mínimo por decreto que se pueden obtener mayores salarios. Esto es una falacia, una ilusión. De nada sirve que unos queden con un aumento, cuando esta acción provoca el desempleo de otro grupo, porque se eliminan plazas de trabajo marginales.

Aunque a algunos no les gustan las comparaciones con la forma en que funcionan los precios en el mercado, podemos hacer una analogía similar. Si un agricultor incrementa el precio del tomate más allá del que rige el mercado, entonces no venderá ni un solo tomate. Se quedará con toda su cosecha. Pasa esto con cualquier producto. No se puede vender por encima del precio de mercado, porque no hay quien compre a ese precio.

En el caso de los trabajadores, económicamente hablando, el efecto es el mismo. Si un trabajador quiere un salario por su trabajo por encima del que el mercado está dispuesto a pagar en un momento dado, entonces ese trabajador no encontrará trabajo. Si el Gobierno ignora las señales del mercado y decide incrementar el salario por decreto, fijándolo por encima de lo que regiría libremente en el mercado, el resultado será desempleo. Los sindicalistas y el Gobierno al pedir y decretar incrementos al salario mínimo por la fuerza, por decreto, aunque crean que actúan en favor de los trabajadores, lo hacen perjudicándolos.

Entonces, si los aumentos de salario por decreto no funcionan, ¿qué hacer para que los salarios de los trabajadores se incrementen? ¿De qué depende obtener un mayor salario?

La respuesta no es un secreto y no es ideológica, sino técnica. Los mayores salarios dependen de mayores inversiones de capital. Si logramos que se creen más empresas o que las actuales incrementen sus líneas de producción, entonces la demanda de trabajo se incrementará. Mientras se invierta en más maquinaria y equipos que incrementan la productividad, entonces más demanda de trabajo habrá. En un inicio, los desempleados encontrarán trabajo al salario del mercado en ese momento. Con el tiempo, en la medida en que se sigan creando más plazas y el desempleo disminuya, entonces subirán los salarios.

La demanda de trabajo, o sea, la cantidad de capital invertido por trabajador provoca que los salarios se incrementen hasta el punto máximo en que cada plaza marginal de trabajo pueda generar productos cuyo valor sea suficiente para poder cubrir el costo de esa nueva plaza. Este es el máximo que se puede pagar por un puesto de trabajo. Querer pagar más implica pérdidas para cualquier empleador.

Tampoco es cierto que sin salario mínimo los empresarios pagarían nada a los trabajadores. Los empresarios compiten por buenos trabajadores. Gracias a la fuerte competencia, ningún empresario podrá pagar menos que lo que paguen sus vecinos.

Por ello, le conviene al trabajador que se den las condiciones necesarias para que se formen más empresas en el país, empresas que incrementen la productividad y que logren crear plazas permanentes de trabajo.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 20 de enero 2011.

Conclusiones sobre las Escuelas Económicas

Federico Bauer Rodríguez

en la situación económica global del siglo XXI?


En la serie sobre las Escuelas brevemente mencioné a los Escolásticos, a los Clásicos, a los Historicistas, Cambridge, Austria, Chicago y Keynes, entre otros, con sus principales características.

La interrogante es cuáles escuelas económicas han influido positiva o negativamente en la situación económica global del siglo XXI.

Al terminar la primera década de este siglo nos encontramos con una economía global de US$60 billones, la cual se encuentra repartida de una manera muy desigual.


Esta economía global está integrada por un grupo de naciones muy ricas (cerca del 25 por ciento), por una mayoría en desarrollo (cerca del 50 por ciento), y por otro grupo de naciones muy pobres. Mientras más capitalistas –respeto al mercado y a los derechos de propiedad– son las naciones, mayor es su nivel de ingresos per cápita, y mejores son los compensadores sociales como salud y educación. Aún en el primer grupo de naciones muy ricas, las manipulaciones del dinero del crédito, junto con la irresponsabilidad fiscal han causado problemas, mientras que las Economía Emergentes han crecido gracias al incremento de las exportaciones, y al manejo responsable de sus macroeconomías. Ninguna Nación tiene la patente para ser rica, sino por el contrario, los más desarrollados han tratado de que todas las naciones se superen, pero la ayuda –supongo que bien intencionada– no ha sido bien canalizada.


Ante esta situación, los Escolásticos estarían contentos al ver que su Teoría del Valor y su Teoría Monetaria, perfeccionadas por los Austriacos, hoy tienen relevancia a nivel mundial.

Los Austriacos están contentos porque han tenido éxito contra la tesis marxista, y han tenido relativo éxito a favor de la globalización del comercio y de la migración, pero no han podido evitar la manipulación del dinero, causante de los ciclos económicos. La crisis actual fue advertida por algunos Austriacos con vehemencia hace más de diez años, pero sin resultados.

Adam Smith y los franceses propulsores del laissez-faire, también estarían satisfechos al ver el desempeño de los países que han liberado sus mercados, aunque el mercantilismo todavía es pesado en las naciones desarrolladas, y los ignorantes lo confunden con la economía de mercado.

Malthus no podría creer que en los países industrializados solo un pequeño porcentaje se dedica a la agricultura, ya que la productividad agrícola, gracias al capital y a la tecnología, es tan alta que los commodities agrícolas sobran en dichos países y ayudan a alimentar a los del tercer mundo.

Los miembros de la Escuela de Chicago están contentos porque su tesis de libre mercado, con un manejo responsable de la macroeconomía –aún aceptando el sistema de banca central–, ha permitido el desarrollo sostenible de las naciones industrializadas, y el despegue económico de otras naciones con economías emergentes. Adicionalmente, los mejores exponentes de Chicago han sido galardonados con el premio Nobel repetidamente.

Por su lado, los seguidores de John Maynard Keynes están muy satisfechos, ya que esta tesis económica es la preferida por los políticos y por muchos académicos, que quieren ver resultados rápidos aunque efímeros, pero que son rentables en las urnas, ya que como Keynes dijo: “En el largo plazo todos estamos muertos”. Por supuesto que los políticos en el largo plazo ya entregaron el poder, y los problemas al siguiente, e.g.: Bush actuó como un keynesiano de pura cepa y ahora Obama está haciendo lo mismo con el fin de “enmendar” los errores del anterior.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periodico", el día jueves 20 de enero 2011.

Dictamen ideológico

JORGE JACOBS A.

La trama iniciada con el asesinato de los Musa continúa y sigue siendo usada como una excusa para acallar la libertad de expresión y que todos dobleguemos la cerviz ante los gobernantes y ante aquellos que, cobijados bajo un manto de inmunidad, creen tener la verdad absoluta y no aceptan que alguien ose cuestionar sus acciones. Afortunadamente, todavía habemos muchos que no nos amedrentamos.

¿A qué viene esto? Pues resulta que los fiscales del MP y la Cicig quieren a como dé lugar “probar” que existió una campaña orquestada por los asesores de los hermanos Valdez Paiz para desprestigiar a Carlos Castresana, a la Cicig, a una jueza y a un “colaborador eficaz”, utilizando a medios de comunicación y columnistas de opinión.

Para ello consiguieron un par de “dictámenes periciales” elaborados por el director de la TGW (y hasta presentado en papel membretado del “Gobierno de Álvaro Colom”) y del director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos. A ambos se les pidió que dictaminaran si una entrevista realizada por Haroldo Sánchez, de Guatevisión; varias columnas de prensa y un par de reportajes de otros medios de comunicación constituían una campaña de desprestigio contra los arriba mencionados.

El primero no lo afirma categóricamente, pero dice: “Creo encontrar suficientes indicios para pensar que existen fundamentos para suponer que se trata de desprestigiar a estas instituciones y personas”. Más adelante también afirma: “Aunque no hay datos probatorios para hablar de un complot (confabulación de dos o más personas contra otra u otras, según la Real Academia de la Lengua Española), sí hay elementos que podrían hacer pensar que existe la posibilidad de que haya existido”. Juzgue usted si se le puede dar crédito a ese dictamen.

El segundo no puede ocultar su sesgo ideológico a través de todo el dictamen. De hecho, ese sesgo lo traiciona y para contradiciendo sus mismas conclusiones. Dice, por ejemplo: “De hecho no solo en ese caso, sino que desde que se fundó la institución varios se opusieron y siguieron oponiéndose a la misma Cicig; lo podemos leer en las columnas constantemente y obviamente también afectaba porque no era solo contra la persona de Castresana, sino contra la institución, y no les convenía a ellos que la institución siguiera, entonces como hacer que fuera diezmada pues desprestigiándola.” (sic)

Más adelante, los fiscales le preguntan: “Es factible que cierto bloque de columnistas en forma acordada escriban en cierto sentido”. Y él responde: “Es factible por estar encadenados ideológicamente, si es posible sobre todo por el punto de vista ideológico, esto existe en varios medios con algunas excepciones, se denominan los libertarios, no lo sé. Otra forma sería que les pudieran pagar también, a veces coinciden en lo mismo y pareciera que corrió dinero”. Y eso que él mismo había dicho antes: “En realidad la libre emisión del pensamiento se circunscribe a mis ideas ideologías, pero no me da el derecho de ofender a otras personas ni denigrarla” (sic).

En pocas palabras, reconoce que si ha habido oposición a la Cicig, esta viene desde mucho antes y no solo a raíz del caso Valdez Paiz, lo que desbarata la hipótesis de los fiscales. Por si no fuera poco, aunque él mismo indica que la libertad de expresión es para expresar las ideas e ideologías, después ataca a los “libertarios” por estar “encadenados ideológicamente”. ¿Quién lo entiende?

Si quiere usted mismo leer los dictámenes, los encuentra en: www.libertopolis.com/libertopolis/dictamen

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 20 de enero 2011.

miércoles, 19 de enero de 2011

Fraude electoral

Carroll Ríos de Rodríguez

La transparencia exige sujetarnos a lo establecido por la Constitución y la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Es válida la preocupación entre los guatemaltecos por un eventual fraude electoral. Los costos y beneficios se alinean para tentar a los partícipes en las próximas elecciones generales.

Sin embargo, éstas deben ser transparentes para bien de nuestra democracia. Da pausa saber que un alto porcentaje de la ciudadanía vería con buenos ojos un rompimiento del orden constitucional, según reportan encuestas como Latinobarómetro. ¿Qué pasaría si los ciudadanos desconfiáramos de los resultados anunciados en los próximos comicios?

¿Qué factores alimentan el temor al fraude electoral? De lado de la oferta política, genera desconfianza que algunos partidos y potenciales candidatos rechacen, en palabra o mediante actos concretos, las reglas que rigen el proceso electoral.

Por ahora, la transparencia exige sujetarnos a lo establecido por la Constitución y la Ley Electoral y de Partidos Políticos, sin perjuicio de búsquedas paralelas para su reforma. Segundo, se escuchan temibles rumores de que el partido gobernante pudiera abusar del poder, comprando votos y voluntades, desviando fondos públicos hacia la campaña y manipulando a funcionarios o instituciones vinculados con el proceso electoral. Tercero, el crimen organizado y el narcotráfico podrían distorsionar el proceso. Finalmente, las acusaciones de fraude en países vecinos (contra Ortega en Nicaragua y Zelaya en Honduras) nos hace realizar que aquí pudiera ocurrir lo mismo.

La principal preocupación del lado de la demanda política tiene que ver con un electorado debidamente documentado. Causa incertidumbre celebrar una elección sin haber concluido la transición de la Cédula de Vecindad al Documento Personal de Identificación (DPI). La polémica gestión del RENAP provoca angustias.

Además, sospechamos que “los demás votantes” se doblegarán frente al discurso demagógico y las ofertas de subsidios varios. Finalmente, nos preocupa que como ciudadanía desarticulada no seamos competentes fiscalizadores. A su vez, los observadores internacionales sólo atestiguan sobre los hechos en los días circundantes a la elección, no sobre lo que pudiera cocinarse a fuego lento.

Las listas de prácticas catalogadas de fraude electoral incluyen las mencionadas arriba. Además, conviene estar atentos a otras posibles tácticas: uso de la violencia y/o la intimidación; maniobras ilegales meses antes de la elección; irregularidades en el conteo de votos; coacción a funcionarios públicos para votar por el oficialismo; la desinformación a la prensa; y la selección de observadores internacionales parciales.

Las autoridades competentes, principalmente las que laboran en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), deberían informar al público cómo procurarán la transparencia de los próximos comicios. Y los ciudadanos debemos sumarnos a iniciativas de fiscalización y monitoreo en cuanto antes. Hay mucho en juego. La estabilidad política es importante para que prosperemos económicamente. En aras de un sistema democrático sano, ciñámonos al refrán: “Más vale prevenir que

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 19 de enero 2011.

martes, 18 de enero de 2011

Fantasías animadas de la CICIG, TGW y Usac

Estuardo Zapeta

Este documento es una joya digna de ser analizada en las escuelas de Periodismo, Lingüística, etc.

La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, como si no tuviera cosas realmente importantes y que sí están dentro de su mandato, se dedica entonces a fumarse unas supuestas conspiraciones y “complós”, principalmente contra periodistas y medios por presuntos e imaginados esquemas conspiracionales que sólo en las masturbaciones más freudianas de ese mamarracho internacional podrían existir.

Para esas frondosas y siderales imaginaciones ¡oh sorpresa! solicitó un “Dictamen Pericial” de comunicación, y el cual aparece en un informe con hojas y membrete de la “Dirección General de Radiodifusión y Televisión Nacional, Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda,” las cuales en la parte inferior se lee “Tiempo de Solidaridad Gobierno de Álvaro Colom Guatemala,” y el cual es fechado 10 de enero del 2011, y va dirigido al “Licenciado José Domingo Santos Donis Auxiliar Fiscal Agencia 1 CICIG Ministerio Público Su Despacho. El susodicho “Dictamen Pericial” está firmado por el “Lic. Carlos Enrique Morales Monzón Director General de Radiodifusión y Televisión Nacional y Radio Nacional TGW.” (Vaya uso de los impuestos de los guatemaltecos).

El Lic. Morales Monzón, de veras, hace gala de su desconocimiento del campo de la comunicación, y más me parece –insisto en “me parece”— que pudo presuntamente haber escrito bajo presión de algún grupo político, o como queriendo quedar bien con algún grupo político, que en su papel solicitado de “académico”, y por lo cual “presuntamente” fue “consultado” por la CICIG.

Y somos Marta Yolanda Díaz-Durán, columnista de Siglo Veintiuno; Gabriel Orellana, también columnista de este diario; Pedro Trujillo, columnista de Prensa Libre, José Miguel Argueta, también de Prensa Libre, y el medio impreso Nuestro Diario —por lo que entiendo del “sesudo”, ja, ja, ja, “dictamen” es el medio completo—y Estuardo Zapeta, y entre quienes se incluyen también Haroldo Sánchez, de Guatevisión, una tal “Claudia” de Emisoras Unidas, y Francis Urbina, de Telediario, además de Rubén A. Velásquez, quienes, según la conclusión del mal elaborado “dictamen,” y lo cito “ha existido, por lo menos desde abril del 2010, una campaña de desprestigio contra” Carlos Castresana ex Comisionado de la CICIG, la CICIG misma, la jueza Verónica Galicia Marroquín, el Ministerio Público, y el (¿ex?) “colaborador eficaz” Jesús Manuel Cardona Medina.

Este documento es una joya digna de ser analizada en las escuelas de Periodismo, Lingüística, Antropología, Criminología, Psicología, Psiquiatría, Pedagogía, etc., pero por lo antiacadémico. Yo les puedo remitir copia si me escriben a zapeta@libertopolis.com y créame que la ficción ahí plasmada supera con creces a varios Nobeles.

“Basta con revisar el caso de Nuestro Diario”, dice el Dictaminador Lic. Morales Monzón --¿habrá siquiera él laborado él alguna vez en Nuestro Diario, pregunto, para afirmar eso?—y prosigue afirmando que ese medio es “una publicación técnicamente mal elaborada desde el punto de vista periodístico, pero con el mayor tiraje y la mayor circulación del país.”

Ah, pero el otro caso, el de la Usac, es igualmente interesante. Aquí es el MP el que llega al “Edificio M2”, a hacerle preguntas a un tal “Licenciado Gustavo Adolfo Bracamonte Cerón” acerca de una entrevista realizada por Haroldo Sánchez, de Guatevisión.

Ese documento —se me terminó el espacio— también se los puedo enviar. Continuará . . .

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día martes 18 de enero 2011.

lunes, 17 de enero de 2011

Trigedia

Marta Yolanda Díaz-Durán

Consecuencia de un sistema de incentivos perversos que prevalece en Guatemala desde hace 65 años

Guatemala, viernes 14 de enero de 2011. Se cumplen tres años del gobierno encabezado en el poder Ejecutivo por Álvaro Colom. Ese poder que debe limitarse para que no sigan usándolo para violar los derechos individuales de los soberanos: los ciudadanos. Los tributarios. Esa frontera que sólo puede ser limitada desde el Congreso de la que aún no es una República: Guatemala.

Después de tres años del actual gobierno, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que los resultados del trabajo de los mencionados en el primer párrafo han sido trágicos para toda la población honrada y respetuosa de nuestro país. Las estadísticas hablan por sí mismas. Según una nota del diario Siglo Veintiuno del pasado jueves 13 de enero del presente año, las víctimas de la criminalidad han aumentado en un 25% en los dos últimos. ¡En sólo dos años!

La más reciente encuesta ciudadana del matutino Prensa Libre confirma lo que muchos intuíamos: que una inmensa mayoría de personas (alrededor del 71%) desconfía de los partidos políticos. Una forma eufemística de decir que los habitantes de Guatemala desconfían de los políticos, que más bien deberíamos llamar politiqueros. Se lo merecen: eso y mucho más. Se lo han ganado a base de mentiras descaradas, robos disfrazados de acciones solidarias y una crasa ignorancia de cuáles son sus funciones primordiales.

La misma medición mencionada con anterioridad refleja que alrededor del 78% de la gente está preocupada por su seguridad. Nosotros sí tenemos claras cuáles deben ser la prioridades de los gobernantes. Y sobran los sondeos que muestran que casi todos sabemos que no existe justicia en nuestro terruño. Está a la venta y la compra el mejor postor. Y ahora sobran antisociales bañados en dinero: desde narcotraficantes, pasando por secuestradores y terminando con politiqueros que ejercen el poder y se enriquecieron cuando ocuparon un cargo público. Al fin, podemos resumir que todos son lobos de la misma loma y se tapan con la misma chamarra. ¡Ah! Y se alimentan de los mismos borregos. Omito nombrar a estos últimos.

Y aún no menciono el casi inexistente capital (que en lugar de venir se va), necesario para transformar recursos en riqueza. Ausencia debida a la expoliación, el ataque constante al agonizante derecho a la propiedad privada y la falta de respeto al debido proceso y a las normas. Además de la reciente pérdida de miles de empleos que dejaron de ser productivos por la decisión populista del presidente (con minúscula) Colom de aumentar el salario mínimo sin ninguna base y un total desconocimiento de cómo mejoran los ingresos REALES de las personas en el largo plazo.

Total, el panorama descrito es consecuencia de un sistema de incentivos perversos que prevalece en Guatemala desde hace 65 años: el Estado benefactor/mercantilista. Es hora de cambiarlo por un verdadero Estado de Derecho. Es hora de fundar la República de Guatemala.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día lunes 17 de enero 2011.

El futuro religioso del hombre (XXII y final)

Armando de la Torre

Si la historia nos es maestra, conjeturo que su fe religiosa será más intensa en la medida en que se sentirá políticamente más incorrecto.

En resumen, ¿cómo se podría avizorar al cristiano, hombre o mujer, de la era espacial del futuro? ¿Cristianos mucho mejor informados que hasta ese momento? ¿Expuestos a múltiples desafíos que les serán enteramente inéditos? ¿Globalizados, opulentos, y más seguro de sí y de su poder sobre la naturaleza? ¿Pero también más individualistas y menos comunitarios, más sensuales y, por ello, menos dispuestos a sacrificarse por los demás?...

¿Solitarios hacia adentro y meramente gregarios hacia afuera?... ¿Quizá, también, más deprimibles?... ¿Cristianos “unisex” que entenderán el amor como una mera fusión exultante de elementos químicos y no como una voluntaria entrega recíproca?...

Si la historia nos es maestra, conjeturo que su fe religiosa será más intensa en la medida en que se sentirá políticamente más incorrecto.

Y que los fundamentos racionales de su fe transitarán de la riquísima herencia del esencialismo de los clásicos griegos y romanos a las vivencias existenciales del hombre moderno, producto de sucesivas revoluciones, científica en el siglo XVII, liberales en el XVIII, y sostenidamente industriales durante los siglos XIX, XX y XXI.

Y si toda civilización consiste radicalmente en imponer un orden racional al caos, la interplanetaria del futuro podría entrañar una fe ecuménica aún más sujeta a la lógica simbólica de las relaciones que, paradójicamente, habrá de hacernos, al final, más humildes ante la inmensidad y majestuosa complejidad del cosmos.

Como siempre, sin embargo, el universo al interior de cada cual todavía les servirá de medida para todas las demás cosas. Y en eso consistirá su mayor responsabilidad individual ante Dios.

Un nuevo hombre para un nuevo cielo y una nueva tierra, que logrará amaestrar en base exclusiva a las bienaventuranzas del Sermón del Monte.

No habrá otra.

Lo que nos traerá filosóficamente de regreso a la postura de Immanuel Kant, de cuando escribió: “Dos cosas me maravillan: el cielo estrellado y mi deber moral”.

Tal vida interior en cada hombre o mujer será el todo para el cristiano. Como nos lo reiterara recientemente Martin Buber, la fe es diálogo íntimo entre un Yo y un Tú, presagio de aquel eterno y completo entre personas divinas y humanas a través de la visión beatífica. Diálogo previamente abonable por el Amor, porque…

“Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles” —lo describió Pablo a los corintios—, “si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
Aunque tenga el don de profecía, y conozca todos los misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque reparta todos mis bienes, y entregue mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha. El amor es paciente, es amble; el amor no es envidioso, no es jactancioso, no es engreído; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.

Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido. Ahora subsisten la fe, la esperanza y el amor, estos tres. Pero el mayor de todos ellos es el amor”.

Anticipo, quizás, de la clarividencia de Issaac Newton… “Me veo como un niño pequeño, jugando en la playa, que disfruta al encontrar, de vez en cuando, un guijarro más fino o una concha más bella de lo común, mientras el gran océano del saber se extiende ante mis pies inexplorado…”

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día domingo 16 de enero 2011.

viernes, 14 de enero de 2011

El “incomprendido” Álvaro y el “golpe de Estado”

Estuardo Zapeta

Es que nada más desagradable y preocupante que ver a un presidente llorón.

Sus quejas, llantos y reclamos han alcanzado el cielo. Su arduo trabajo lo tiene ya exhausto, abatido, derrotado y no se le ve por ningún lado aquel entusiasmo de hace tres años con los cuales tomaba un día como hoy las riendas del país. Hoy no para de quejarse.

Chillón.

Es el “presidente” quien curiosamente ha llevado a 46% a aceptar y soñar con un “golpe de Estado”, (el promedio regional, según IX Estudio de la Cultura Política de la Democracia en Guatemala 2010, es de 33.1%) que en otros tiempos creíamos ya enterrados en la tumba de olvido, en una caja de acero oxidable, y sellada con soldaduras de eterno desprecio por el mal que nos hicieron, y al cual no queremos volver.

Es que nada más desagradable y preocupante que ver a un Presidente llorón.

Pero si es cierto que “la voz del pueblo es la voz de Dios,” entonces Álvaro en su tercer año está en deep shit, como dirían los gringos, y sin salida más que apoyar a su esposa y hacerle “h . . .” el último año para llegar aunque sean en anda al 14 de enero del 2012.

Es que un presidente quejoso, de veras, da hueva.

Corridas, saltos biónicos casi, para ir al baño después del susto que le da al susodicho escuchar que le pueden tocar “tenis club” y poner “a todas las estaciones que integran el sistema nacional de radiodifusión nacional encadenarse para un importante mensaje, bla, bla, bla”.

Más lágrimas, más quejidos, más crujir de dientes.

Que casi la mitad “apoye” un “golpe de Estado” deberá ser para el Presidente un alto en el camino, obligarlo a un momento de reflexión, y, tal vez, hacer aunque sea en su último año, un alto en el camino.

Dice que nadie lo comprende ¿o él no comprende a nadie?

Malas noticias para “la Doña”, quien deberá reconsiderar si bajo tales circunstancias y semejantes números deberá presuntamente correr por la Presidencia con la mitad de la población “apoyando” un “golpe de Estado” con un “militar” como competidor fuerte, o, tal vez, se adelante ella y le da, cual viuda negra, el “golpe de Estado” al marido. ¿O es que ya se lo dio? Como sea, a ella no le conviene ser vista como “el poder” a la par del trono, o “encima” del trono, porque eso la asocia, y tan sujeto de “golpe” puede ser el otro como ella.

Más gritos desesperados del referido.

Difícil situación la del “presidente”, con poder paralelo y compartido para gobernar, y con un creciente sentimiento de apoyo a un “golpe de Estado”. Escenario shaikspiriano.

Aullidos.

Como sea, Álvaro, a todos nos conviene que vos llegués sano y salvo, aunque con cero poder, al final de tu reinado. De veras, yo sabía que el poder “desgasta”, pero una cosa es que desgaste, otra que “castre” políticamente. Y cualquiera que sea tu situación, la primera esperaría yo, está en el mejor interés de los chapines que el 14 a las 10 entregués las chivas presidenciales como Dios manda.

Entre quejas, llantos e incomprensiones, me duele reconocerlo, llevás las de ganar, porque a nadie le conviene un “golpe de Estado”. Tenés suerte.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 14 de enero 2011.

jueves, 13 de enero de 2011

Aumentos de salario por decreto y desempleo

Ramón Parellada

La única forma de lograr un incremento real en los ingresos de los trabajadores es aumentando la demanda de trabajo.

De nuevo veo con tristeza cómo el Gobierno, con el aumento de salario mínimo por decreto, provoca desempleo de un plumazo. Sin embargo, la medida es popular entre los trabajadores de Guatemala, especialmente los representantes de los sindicatos.
En un año electoral el Ejecutivo se ha despachado con un incremento al salario mínimo del 14%. Mientras la economía se recupera de la crisis de los años anteriores y apenas si logra mantener el ingreso per cápita igual al del año pasado, el Gobierno recurre al populismo para obtener votos y simpatías pese a que su medida es una de las más dañinas para los trabajadores a quienes se les pretende ayudar.

Los aumentos de salarios por decreto jamás han logrado incrementar el nivel de vida de los trabajadores porque, si bien quienes reciben el incremento y logran mantener sus trabajos alcanzan un mayor ingreso, muchos otros pierden los suyos porque el valor de lo que producen no cubre su salario. Estos son los trabajadores marginales, los menos productivos. ¿Y quiénes son ellos, los que pierden? Los mayores, muchos de ellos mujeres, que serán despedidos y los más jóvenes que no serán contratados ante el aumento de personas que desean trabajar y que provoca que las empresas que contratan hagan una más rígida selección de su personal.

El tema del desempleo causado por aumentos de salarios por decreto no es ideológico, es eminentemente técnico. Lo sabía muy bien el Presidente, dado que en el pasado él mismo se resistió a aumentar el salario por decreto a maquiladoras sabiendo que causaría desempleo. Este año no le ha importado el asunto, sino que se ha de haber dejado llevar por el consejo de algún asesor de campaña, quien no ve el tema técnico sino el político, ignorando todo argumento económico.

La única respuesta que tengo a la presión que hacen los sindicatos para lograr aumentos de salario por decreto es la ignorancia económica que hay en sus dirigentes. Espero que no sea maldad. También considero que hay falta de integridad de nuestros gobernantes, a quienes no se les puede atribuir ignorancia en este asunto tan delicado. En otros países, los sindicatos ya no insisten en los aumentos salariales por decreto sino en mejorar las condiciones para que se logren mayores incrementos de inversión de capital a modo de lograr más y mejores empleos permanentes.

La única forma de lograr un incremento real en los ingresos de los trabajadores es aumentando la demanda de trabajo, o sea con mayor inversión de capital, es decir, en maquinaria y equipo que incremente la productividad de los trabajadores. Esto significa más fábricas o ampliación de líneas en las que ya existen. Esta es la única forma de lograr más empleos permanentes y aumentar el salario real.

Para lograr mayor inversión de capital necesitamos resolver el tema de la inseguridad y la falta de justicia como primer paso. Luego debemos simplificar el pago de impuestos y reducir la carga fiscal. Finalmente es básico que exista una flexibilidad laboral en beneficio de los trabajadores, lo cual es contrario a lo que ahora existe en nuestro país. Con mayor flexibilidad laboral el trabajador bueno puede cambiarse de trabajo rápidamente hacia mejores oportunidades. Hoy en día está retenido por nuestras rígidas leyes laborales.

Hablar con estos argumentos económicos y técnicos puede ser impopular ahora, pero algún día serán comprendidos y se dejará de perjudicar a los trabajadores.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 13 de enero 2011.

Escuelas Económicas (7)

Federico Bauer Rodríguez

Lo que tienen en común y en lo que difieren las escuelas económicas Austriaca y de Chicago.

En mi columna anterior explicaba la importancia que adquirieron la Escuela Austriaca, la Escuela de Chicago, y la Escuela Keynesiana durante el siglo XX.
Tanto los Austriacos como los de Chicago son más cercanos al laissez-faire que los keynesianos, quienes consideran que la “mano invisible” del mercado solo funciona en épocas de bonanza, y que en épocas de crisis el Estado debe intervenir fiscalmente, con el fin de reducir el desempleo.


Antes de la Gran Depresión, los austriacos Mises y Hayek habían adquirido relevancia gracias a que habían advertido sobre las consecuencias negativas relacionadas con la manipulación del dinero, iniciada por la Reserva Federal en 1913 al igual que los bancos europeos. Ante la situación prolongada de dicha Depresión, la publicación de The General Theory of Employment, Interest and Money (1936), por John Maynard Keynes (1883-1946) causó furor, ya que en ella culpa al mercado capitalista de la situación, y propone como solución estimular la demanda por parte del Estado, invirtiendo la Ley de Say (la producción es anterior al consumo). Desde 1936 hasta la fecha, la Escuela Keynesiana ha ocupado un lugar predominante en las políticas económicas de la mayoría de los países.


La Escuela Austriaca y la Escuela de Chicago tienen en común el reconocer que la libertad individual conduce al crecimiento económico, que el mercado es el sistema más eficiente para asignar recursos escasos, y que debe existir libertad de comercio global y de migración; ambas escuelas se oponen con vehemencia a la manipulación de los precios, incluyendo los salarios y las tasas de interés.

Las principales diferencias entre estas se encuentran en el método de análisis, ya que para los Austriacos lo importante es deducir los axiomas evidentes de la acción humana (praxeología) relacionados con la escasez, mientras que para los de Chicago lo importante es tomar la evidencia empírica y de allí interpretar las relaciones económicas. La otra gran diferencia la encontramos en la Teoría Monetaria, ya que para los Austriacos más radicales hay que volver al patrón oro y terminar con la reserva fraccionaria, mientras que para los de Chicago la emisión fiduciaria y la reserva fraccionaria son aceptables, siempre que se manejen con responsabilidad. Para los Keynesianos estos conceptos –emisión fiduciaria y reserva fraccionaria– no son solo necesarios, sino parte integral de su política para estimular la demanda agregada.


En 1974, Friedrich Hayek recibió el Premio Nobel en Economía, siendo el primero de una larga lista de defensores de la economía de mercado que lo ha recibido, y el único Austriaco. En 1976 lo recibió Milton Friedman, el exponente de la Escuela de Chicago más famoso e influyente, y posiblemente uno de los inspiradores del cambio que se ha dado desde la década de los ochenta, en relación a la adopción de políticas económicas, en las naciones que han experimentado el mejor desempeño. Otro exponente de esta escuela, Arnold Harberger, fue uno de los responsables intelectuales del milagro chileno. Por su lado, el keynesianismo nos legó la crisis de los años ochenta en Latinoamérica, la crisis de Asia en los noventa, y actualmente la crisis fiscal de varios países europeos: los PIIGS en el Mediterráneo; eso sí, tienen en su equipo a Paul Krugman y a Joseph Stiglitz, ambos nobeles, con mucha penetración en los medios en contra de la globalización y a favor del bailout. En mi próxima columna les traeré mis conclusiones a la luz de la situación económica global.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periodico", el día jueves 13 de enero 2011.

Bomba

JORGE JACOBS A.

La bomba detonada en un bus, la semana pasada, con la trágica consecuencia de nueve muertos hasta el momento, es un reflejo de la crítica situación de seguridad que debemos enfrentar los guatemaltecos todos los días y un mal augurio para el inicio de este año, matizado por la contienda electoral. Pero el problema no es la bomba; esa fue solo una consecuencia.

El problema central tras este incidente y las muertes violentas de 17 guatemaltecos todos los días es que los gobernantes se han dedicado a cualquier cosa, menos a cumplir con sus funciones primigenias: velar por la seguridad de todos los habitantes del país e impartir justicia.

En las épocas de campaña, los políticos, que siempre son seguidores de la opinión pública, por supuesto que tienen ya identificada a la inseguridad como el problema principal que aqueja a todos los guatemaltecos —de seguro pagaron saber cuántos miles de dólares para que algún consultor internacional les dijera lo que cualquier guatemalteco les podría decir de gratis en la calle—.

No olvidemos que la campaña anterior para el Ejecutivo se decidió a raíz de un vano, vacío, mentiroso y, la verdad, hasta ingenuo, refrán de la “seguridad con inteligencia”.

Así que no nos debe extrañar este año escuchar hasta la saciedad cómo los nuevos aspirantes al guacamolón van a resolver de un plumazo todos los problemas de seguridad que nos aquejan.

Tampoco debemos olvidar que, ya montados en el macho, todo eso lo tiran a la basura. La mejor prueba es que apenas hace un par de días se “entregó” a las autoridades y ahora está en la cárcel quien fuera el creador del “plan de seguridad” de los actuales desgobernantes.

En el caso de la administración actual, más descarados no podían ser. El presidente Colom lo dijo muy claro una vez montado en el trono: “Si quieren seguridad, paguen más impuestos, porque lo que ya se recauda se usará para mis proyectos sociales”. Probablemente a estas alturas del partido a él no le gustaría que se le recordaran esas palabras, pero lo cierto es que, aunque las quiera negar, sus decisiones y actuaciones las han confirmado. Basta recordar que no en una sino en varias ocasiones han desviado fondos de seguridad para los “proyectos sociales”.

Lo que más cólera da es que cuando pasan cosas como la de la bomba en el bus, que ha tenido repercusiones noticiosas internacionales y que se ha convertido en drama mediático, por la muerte de casi toda una familia, allí sí resulta que desde hace tiempo saben cómo actúan los de la banda que cometió el crimen, que ya desactivaron varias bombas con anterioridad, que ya sabían quién las fabricaba y “resuelven” el caso en un dos por tres.

Y si tan eficientes son en este caso y tanta información tenían, ¿por qué no han hecho nada contra los que han asesinado a tanto piloto, que todos sabemos se debe a extorsiones? ¿Por qué no han hecho nada contra los asaltantes motorizados que ya tienen hasta plaza fija y horario para asaltar en varios cruceros de la capital?

Si ni siquiera se necesita mucha “inteligencia”, ya que la información circula habitualmente en las redes sociales, a veces hasta con las placas de los asaltantes.

Así que ya sabe, no se deje engañar por los cantos de sirena de la “seguridad” que le van a ofrecer todos los candidatos.

Se necesita mucho más que eso. Se necesita un cambio del sistema. ¡Urge Proreforma!

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 13 de enero 2011.

miércoles, 12 de enero de 2011

Haití y pobreza

Carroll Ríos de Rodríguez

Por muchos millones que la comunidad internacional reúna e invierta, ellos no pueden desatar el milagro para la isla caribeña.

Abre el año con la noticia de un terremoto de 7.1 grados de magnitud en la escala Richter en el sur de Chile, sin mayores daños. Este evento trae a la memoria el inicio de 2010, con la noticia de dos grandes terremotos: uno en Haití (7 grados Richter), hace un año hoy, y otro en Chile en febrero, de 8.5 grados.
La naturaleza nos permitió, entonces, comparar experiencias: ¿Por qué unos países se recuperan mejor, o sufren menos, tras un desastre natural? Alrededor del mundo se escribieron en su momento muchos artículos para explicar la diferencia abismal. Y es que Chile volvió a ocupar los titulares con el profesional y tenaz rescate de los mineros atrapados. También Haití, pero para mal; nos retorció el corazón el implacable brote de cólera que se reportó desde octubre, y las inundaciones provocadas por el huracán Tomas.

Las cifras que emanaban de Haití no cabían en la cabeza. Supimos que 150 mil personas fallecieron y fueron depositadas en masivas tumbas colectivas. El brote de cólera llegó a matar a 41 personas diariamente, y enfermar a 91 mil. Al final del año nos decían que las tres tragedias, el terremoto la mayor, habían cobrado 220 mil vidas. Son incontables las personas sin vivienda, sin alimentos, sin posibilidad de satisfacer los mínimos estándares de higiene y salubridad.

La comunidad internacional se volcó para ayudar, pero su trabajo se dificultó frente a la falta de infraestructura física e institucional, frente a la baja capacidad de autogestión interna. Los principales edificios de gobierno quedaron nivelados, como una metáfora visible de lo carcomidos que están los engranajes del aparato público por la corrupción e ineficiencia —Haití ocupa el puesto 146 de 178 en el índice de corrupción.

Ciertamente no podemos atribuir las graves pérdidas en Haití al desinterés del resto del mundo ni a la lentitud de su respuesta. De hecho, la cooperación ya tenía un pie en la isla, pues por décadas ha derramado allí recursos y desarrollado diversos programas de desarrollo, dado que es el país con el índice de desarrollo humano más bajo del continente.

La destrucción en Chile fue fuerte, también; el terremoto 500 veces más intenso. La pérdida de vida circundó las mil personas. Las autoridades también aceptaron ayuda internacional pero se puso en evidencia una capacidad de respuesta local, una actitud de autoayuda.

Los mismos benefactores de Haití reconocen las limitaciones que enfrentan: por muchos millones que reúnan y gasten, ellos no pueden desatar el milagro para la isla. Sin embargo, quizás no se animen a hacer las preguntas que hace el Dr. Michael Miller, miembro de la nueva organización Poverty Cures: ¿Es la ayuda internacional la solución? ¿Cómo se crea riqueza? Chile tiene más riqueza que Haití. Si la isla caribeña fuera más rica, resistiría mejor los embates naturales. Los haitianos podrían reproducir las pequeñas, medianas y grandes historias de éxito que escriben los mismos pobres, con sus aventuras empresariales, desde Bangladesh hasta Nigeria y Perú. La solución viene de adentro.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 12 de enero 2011.

Pensiones del IVS: mitos y realidades

Verónica Spross de Rivera

Se requiere abordar la reforma de estos sistemas con seriedad para tomar las mejores decisiones.

La medida de modificar los parámetros del programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia del IGSS ha generado reacciones por parte de diversos sectores. Debe ponerse atención al tema, ya que transcurren los años y se pone muy poca atención al funcionamiento y normativa del sistema de pensiones. En otros países los sistemas son dinámicos. Periódicamente se hacen cambios para garantizar el buen funcionamiento. En Guatemala, es un tema que suele engavetarse o posponerse la discusión.

Algunas de las medidas impulsadas por el IGSS en el Acuerdo 1257 incluyen el incremento de la edad de jubilación a 62 años y un aumento en el número de aportaciones requeridas para poder optar a la pensión, a 240 meses de contribución. Estas condiciones serán válidas para los trabajadores que ingresen en la fuerza laboral a partir de este mes.

Los sindicatos varían en sus posturas. Por un lado la UGT, que tiene un representante ante la Junta Directiva del IGSS, está anuente a las modificaciones efectuadas argumentando que le preocupa el futuro del programa si no se hacen dichos cambios. Un desequilibrio pondría en riesgo el pago de pensiones para todos los trabajadores, presentes y los futuros. Otros sindicatos se oponen a las reformas argumentando principalmente que no se les tomó en cuenta en las discusiones. Seguramente sí les preocupa el futuro del IVS, pero desconocen la verdadera situación financiera del programa.

La Procuraduría de los Derechos Humanos, PDH, se ha pronunciado, al igual que en una ocasión anterior, argumentando que no es posible modificar los parámetros por ser una reducción de derechos a los actuales trabajadores. Su pronunciamiento es equivocado por tres razones. Por una parte, los sistemas basados en la prima media escalonada, como el IVS, dependen desde su concepción o naturaleza, de la revisión periódica de sus parámetros o variables. Dicha revisión forma parte inherente del sistema. En Costa Rica hacen modificaciones cada cierto tiempo y ello no constituye ninguna violación al derecho de los trabajadores. Es de estudiar ese caso. Además, cuando se piensa aplicar una normativa a las personas que ingresarán en la fuerza laboral, no pueden aducirse derechos adquiridos. En tercer lugar, cuando nació el IVS, en 1977, la edad de jubilación fue de 65 años. En 1987 se redujo a 60 años, sin contarse con una base técnica.

Es de reflexionar que el sistema, en buena medida, se ha venido financiando por medio de la reducción de las pensiones en términos reales. Esto significa que las pensiones del IVS han perdido poder adquisitivo, porque su porcentaje de aumento ha sido menor que la inflación. En otras palabras, los jubilados ahora pueden comprar menos con su pensión que hace diez años. Uno de los problemas es que no existe un mecanismo de ajuste de las pensiones, sino que se realiza por medio de una decisión de la Junta Directiva del IGSS. La debilidad de ello es que se mantenga el equilibrio del sistema a costas del poder de compra de los pensionados o beneficiarios del sistema.

Aún más grave que la realidad del IVS es la del régimen de Clases Pasivas Civiles del Estado, que requiere un subsidio fiscal cada año que ya supera los dos mil millones de quetzales, incluyendo el aporte patronal del Estado y un puro aporte fiscal (de los contribuyentes) y no cuenta con reservas. Es un sistema de reparto puro. En síntesis, no viene al caso la politización del tema de las pensiones. Se requiere abordar la reforma de estos sistemas con seriedad y de forma sistemática para tomar las mejores decisiones, con visión de largo plazo, sostenibilidad macroeconómica y en beneficio de los pensionados.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 12 de enero 2011.

martes, 11 de enero de 2011

Terrorismo

PEDRO TRUJILLO

La explosión de un arte-facto en el interior de un bus no es un hecho aislado. Más bien se conecta con otros que sucedieron el pasado mes, cuando se derribaron torres de electricidad, aunque el crimen, por las vacaciones, pasó desapercibido y fue poco valorado. Iniciamos una serie de atentados terroristas que son producto de la inutilidad ostensible de este gobierno para enfrentar la violencia que sigue su escalada exponencial.

Recordemos que desde hace unos años asesinan a pilotos y ayudantes sin que se haya reducido el número de víctimas ni esclarecido algo que permita poner fin al problema. Lo más destacado que hicieron fue regalar juguetes a los huérfanos de todas aquellas personas. ¡Triste política asistencialista! En una dictadura, el jefe del Estado es el responsable de las masacres y muertes; de ahí esas acusaciones de genocidio que pululan por tribunales internacionales, pero, en una “democracia”, nadie aparece como culpable, por acción u omisión, de muchos más crímenes, tal cual ocurre en el país. Se encogen de hombros, echan la culpa a pasadas administraciones, piden más dinero que luego no son capaces de ejecutar o simplemente desvían millones para programas como Cohesión Social. Sin embargo, nulos resultados positivos en la lucha contra el crimen, no ya organizado, sino la delincuencia común.

Las sonadas noticias sobre la aprehensión de tal o cual cantidad de droga o las detenciones producidas durante el pasado estado de Sitio no llevan parejas la declaración de la procedencia de las armas incautadas, del número de serie —que diría si pertenecen o no a determinadas organizaciones—, la procedencia de las mismas o la identidad de los propietarios de las fincas donde se confiscan aviones o se detiene a zetas, entre otros sustanciales aspectos. Lo importante es la difusión mediática para trasladar la sensación de qué se está haciendo, aunque realmente no es casi nada. Esta manipulación de información se constata igualmente cuando se hicieron públicas las cifras de asesinados con la declaración “vergonzosa” —aunque pedagógica, según el presidente— de que son menos que en 2009, cuando el año no había finalizado, y, en todo caso, la reducción es tan exigua que mejor les valdría llorar de pena que gritar de alegría.

Con ese escenario de incapacidad o falta de voluntad para combatir realmente al crimen organizado, el Gobierno sigue sin elaborar más de una cincuentena de reglamentos necesarios para desarrollar ciertas leyes claves, como la de armas y municiones o la del servicio civil, que podría emplear a muchos ciudadanos como policías auxiliares para, por ejemplo, repartir citaciones judiciales y así liberar oficiales que lucharían frontalmente contra el crimen. Soluciones, ¡claro que las hay!, pero esto es un juego interesado, tanto político como de ciertas ONG que producen muchos réditos y que nadie está dispuesto a dilapidar mientras las ganancias sean jugosas. Pero, interés real por solucionar los problemas, ¡ninguno! En vez de estado de Sitio, lo que se debería declarar es un día de silencio, manifestación y vergüenza nacional, y sentarse a pensar que hacer para evitar un solo muerto el día de mañana. Sin embargo, eso no interesa. Lamentamos la muerte de una familia, pero nos enteramos de que llevamos años pagando extorsiones con nuestros impuestos, por medio de la subvención millonaria a propietarios de buses.
El colmo: International Crisis Group nos cita como un país en el hay que vigilar los conflictos en gestación. Otros: Irak, Sudán, Haití, Somalia, etc. Atentos: nos espera mucho más de esto. A fin de cuentas parece ser que es lo que les interesa.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa LIbre", el día marte 11 de enero 2011.