miércoles, 29 de febrero de 2012

Cambia la corriente


Carroll Ríos de Rodríguez

Encontró eco la invitación del presidente Otto Pérez Molina a discutir la legalización de la droga al nivel regional.

Encontró eco la invitación del presidente Otto Pérez Molina a discutir la legalización de la droga al nivel regional. Los saldos de muerte y violencia en México, varios países de Sudamérica y en nuestro Istmo hacen imperativo un desapasionado debate. Otros líderes, como Mario Vargas Llosa, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Juan Manuel Santos, el ex Secretario de la ONU Kofi Annan han abogado por políticas públicas alternativas a la prohibición. En la entrevista que concedió a Mary O’Grady del Wall Street Journal, el presidente Pérez indica que conversó con Santos y Felipe Calderón antes de convocar al diálogo. Su llamado obedece también a una evaluación realista de la capacidad que tiene la región para ganar la guerra contra el narcotráfico.

Los ciudadanos aceptamos la apertura al diálogo; proliferan los artículos, columnas de opinión y blogs encarando el tema desde distintos enfoques. Y el fin de semana, el arzobispo Julio Vian opinó que la discusión era positiva y que la Iglesia apoyaba “aquello que sea mejor para la vida”. Coincidentemente, estuvo en Guatemala el fundador del Drug Policy Alliance, Ethan Nadelman, quien dio una iluminadora conferencia. Gracias a este clima de debate, en corto tiempo se han aclarado por lo menos tres mitos.

1. “Quienes favorecen la despenalización son drogadictos, antisociales o locos”. Pues no: personas sobrias y estudiosas dan por fracasada la batalla; incluso personas con conocimiento de causa que han librado la guerra, como policías, jueces, carceleros y líderes religiosos. (Les recomiendo este video: http://www.youtube.com/watch?v=JepSzjFdCMs&feature=youtu.be)

2. “Hay que asumir la guerra contra las drogas, cueste lo que cueste”. No. En cinco años, México ha puesto 50 mil muertos y Centroamérica se perfiló como uno de los territorios más violentos del mundo. El Gobierno federal de Estados Unidos gastó $15 mil millones únicamente en 2010 y ha encarcelado a un altísimo porcentaje de sus habitantes por posesión de drogas (no crímenes duros).

A cambio, cosecha sinsabores. Aumenta la variedad de drogas ilegales y legales. En muchos lugares de EE.UU., los niños y jóvenes tienen mayor acceso a la droga que al alcohol. Las maras siguen reclutando a jovencitos como vendedores. La sensatez exigiría contemplar estrategias con una relación de costo-beneficio más razonable.

3. “No hay alternativas”. Entre la prohibición absoluta y la liberalización total, existe un abanico de posibles combinaciones regulatorias. Se puede descriminalizar el consumo, o la distribución, o la venta, o las tres cosas. Las regulaciones pueden ser distintas para la mariguana que para otras sustancias. Deberíamos estudiar lo que han hecho algunos países europeos, como Portugal y Suiza, pues implantaron políticas públicas distintas a la de Estados Unidos, más exitosas. Y hace falta volver la vista atrás, pues la prohibición es un fenómeno reciente y cabe explorar cómo se comportaban los ciudadanos comunes cuando las drogas, como el opio, eran legales. Algo valioso aprenderemos de todo esto.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día miércoles 20 de febrero 2012.

martes, 28 de febrero de 2012

Partidos y parásitos


POR PEDRO TRUJILLO

Con el inicio del año, el nuevo gobierno y las intenciones de cada cual, se ha perdido la perspectiva y olvidado debates de finales del 2011. En aquel entonces se hablaba -por parte de algunos crédulos- del liderazgo de Sandra Torres o de las posibilidades de futuro de Manuel Baldizón, ambos desaparecidos hoy de la arena pública. La hecatombe de la UNE manifiesta con la salida de casi todos los diputados y particularmente de dos personajes fieles a la ex, revela que hay partidos y organizaciones construidas -con fines realmente preocupantes- en torno a ambiciosos personajes.

Lección que debería servir para promover el necesario cambio y no llegar al 2015 con la misma maraña electoral ni con idénticos trepadores en el juego.

En el vecino El Salvador se debate la propuesta de elección directa de diputados —antes fue en Honduras— y aquí deberíamos comenzar a exigirla, de manera que se les ponga fin a los habituales sinvergüenzas. Algunos quieren mantener el sistema porque posibilita la corrupción. No hay otro argumento racional. El alto grado de transfuguismo permite inferir el precio al que se venden algunos y los valores que manejan.

Las contrataciones masivas de personal “auxiliar” en el Congreso —a precios muy superiores a los del mercado— son el pago de favores y la forma rentista y mercantilista con la que se manejan. El despilfarro de dinero público en viajes, festejos, regalos o fondos rotativos es otro indicador de su actuar y del fin último de un colectivo que se autoprotege y no se denuncia entre sí. Como ciudadanos que pagamos todas esas bacanales, es preciso tomar las riendas del tema y proponer —e implementar— la elección de los diputados con listas abiertas, independientemente del partido al que estén adscritos, así como suspender a aquel que se cambie a otro partido mientras deba responder a sus electores por la formación que fue electo. Con ello, el votante —el que tiene y delega el poder— podría castigar directa y puntualmente a quienes actúan de forma deshonrosa y el acceso al Congreso se haría en función de una designación directa y no a través de la compra de la plaza, sea esta aportando fondos económicos, votantes, privilegios, influencia o cualquier otra.

Está claro que el “liderazgo” no se discute ni se configura dentro de los partidos. No hay discusión interna. Sandra Torres imponía condiciones cuando tenía poder —¡así le ha ido!—; Baldizón funcionaba de idéntica manera —¡así le va!—. Arzú impuso a su esposa para una candidatura estéril y pueril —¡así le irá!—, y se descubre que cada voto del Unionismo ha salido por un ojo de la cara —el más alto de toda la campaña—, aunque como es subvencionado con dinero público, a los déspotas que manejan esas situaciones les importa un soberano bledo.

Todo les va bien, mientras sigan viviendo del cuento y ejerciendo un autoritarismo que para nada responde a los parámetros republicanos —democráticos, dirían algunos— propios de la organización política que tenemos. Dejemos la frágil memoria a un lado y emprendamos el camino necesario —imperativo— del cambio para que este choteo de congresista, políticos aprovechados y otros vividores del sistema sea una historia que contar a nuestros nietos y, de preferencia, todavía, a nuestros hijos. No podemos seguir con este modelo de privilegios y de manoseo indiscriminado de dinero público sin que quienes lo sustentan y permiten no estén en la cárcel, delante de un juez o fuera de la política.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 28 de febrero 2012.

Enemigo público


POR JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

A las complicaciones de la vida diaria, incluyendo la criminalidad, ahora tenemos que lidiar, también, con las “ideotas” de diputados, ONG y gobernantes. Tal es el caso de la iniciativa llamada “ley de celulares” que pretende aportar “aspectos novedosos” en la prevención de delitos cometidos con teléfonos móviles. Tristemente no es más que otra tonta ocurrencia que solamente impone costos injustos al ciudadano honrado. Si las autoridades desean, de verdad, prevenir los delitos que se cometen por y con los celulares, simplemente deberían dedicarse a verificar que se cumplan las leyes ¡que ya existen! Ya está prohibido robar y activar teléfonos robados. Es un secreto a voces que los celulares robados están en los mercados y en las cárceles desde donde se cometen las extorsiones. Se supone que comercializar mercadería robada ya es delito, no digamos extorsionar ¡desde la cárcel! ¿Entonces? Resulta que, a pesar de lo anterior, por la increíble incapacidad e incompetencia de las autoridades, los ciudadanos siempre tienen que pagar la factura con su tiempo y dinero. Poco faltará para que portar un celular sea más difícil que portar un arma de fuego.

De acuerdo con la iniciativa de ley, para tener el privilegio de portar un móvil usted tendría que registrarlo so pena de ser condenado a seis u ocho años de cárcel si le tipifican el delito de “activación ilegal” de teléfonos móviles. Cumplir con la ley implicaría un “tramite personal” en donde usted sería “fichado” luego de entregar toda su información personal, incluyendo huella digital y los famosos recibos de agua, luz o teléfono. Por cierto, si le toca ser un campesino que no recibe esos servicios públicos, olvídese del aparato; habrá entrado en la categoría de un criminal sin el privilegio del teléfono. Como son potencialmente más de 20 millones de celulares, imagínese las colas, los trámites, los años y la pérdida de valioso tiempo y dinero que tomará que todos los ciudadanos cumplan con la ley. Y, por favor, ni se le ocurra perder o arruinar el aparato porque lo mandan al final de la cola…

No se trata de criticar por criticar cualquier ocurrencia bien intencionada. Pero tampoco se trata de implementar cuanta estupidez se nos ocurra copiar de otros países creyendo que, con ello, los robos y extorsiones disminuirán o que los beneficios serán mayores que los perjuicios. Hoy las autoridades pueden y deben controlar las extorsiones desde las cárceles, como también tienen la capacidad de investigar desde dónde se originan las que se hacen fuera de la cárcel y los lugares en donde se comercializan teléfonos robados. Así es como se hace un combate efectivo al crimen: con inteligencia. Pero, a como van las cosas, esa iniciativa de ley debe estar provocando más risa que preocupación entre los criminales.

Señores diputados y ONG que promueven esta ley, usen el sentido común y dejen de imponer el costo de su incompetencia sobre los ciudadanos. ¡Trabajen! ¡Den resultados con las herramientas legales y técnicas que ya tienen en su poder y dejen al ciudadano honrado en paz! ¡Carajo!

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 28 de febrero 2012.

Élites fracasadas


Estuardo Zapeta

Las élites son conservadoras, pasivas y grupales; el liderazgo es transformador.

Mencioné durante mi programa de radio (en 100.9 FM y en www.libertopolis.com) que Guatemala es un país de “élites fracasadas”, y que eso, en mi opinión, era bueno para la conformación de una verdadera República (y la mejor salida para esa masturbación que llamamos “democracia”) ya que las élites son en gran medida las culpables del subdesarrollo de la nación. Además, la ausencia de liderazgos transformacionales en Guatemala se debe al poder y la sombra que dichas élites ponen sobre visiones nuevas, frescas, nacientes acerca de la República. Para mí, expliqué, las élites deben morir, y que sólo ese acto de valentía permitiría el nacimiento de verdaderos líderes, y la desaparición de los falsos que se mantienen “agrupaditos” es grupúsculos de interés. Las élites son conservadoras, pasivas y grupales; el liderazgo es transformador, dinámico, e inconforme con el “estado de las cosas”.

No tardaron en llegar las críticas a mi posición, las cuales iban desde “antisistema” hasta de “anarquista”, y la más curiosa “anarcocapitalista”. También, y de manera inteligente creo yo, hubo quien argumentara que las élites, queramos o no, son indispensables para la “salud social” de un país ya que desarrollan “liderazgos” que encaminan visiones hacia una consecución de objetivos y metas nacionales. No dejé de sonreírme por el acercamiento “sociológico” de dicha explicación, que si bien parece plausible, está errada y otrora compartía yo con vehemencia desde lo que ahora llamo una “sociología ingenua”.

Los ejemplos de mis críticos fueron abundantes: desde quienes en una exégesis un tanto izquierdista explicaban que sólo las elites pueden hacer, digamos, “revoluciones,” hasta los más fufurufos que explicaban cuales Tomases Kuhns que la ciencia, el conocimiento, y “los paradigmas” sólo cambian a partir de nuevos paradigmas que se imponen por élites académicas, y que ese es el proceso que avanzan los cambios sociales.

Mi argumento: “élite no es liderazgo”. O léase “las élites no generan liderazgo, sino que lo opacan”.

Fue el gran Carlos Alberto Montaner quien me abrió los ojos. De acuerdo con Montaner una élite es “uno o varios grupos que dirigen y administran los principales sectores de una sociedad; son esos que actúan en nombre de ciertos valores, actitudes, e ideologías, que, en el caso de América Latina, no favorecen el progreso. No existe un responsable individual, sino un gran número de personas que ocupan posiciones de [presunto] liderazgo en los sectores público y privado quienes son los principales responsables de perpetuar la pobreza en la región”.

El argumento central de Montaner es que el subdesarrollo de América Latina se debe a un fracaso de las élites, y que éstas a su vez son el reflejo de la sociedad en las que se desarrollan, y que para fines de argumentación el autor divide en seis grupos: “política, militar, empresarial, religiosa, intelectual, y los izquierdistas”.

En Guatemala tenemos élites fuertes, y a más fuertes más fracasada. Ah, y lo peor es que no permiten Liderazgo real porque lo ven como “competencia” a sus intereses. Curados estamos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 28 de febrero 2012.

lunes, 27 de febrero de 2012

La droga es una droga


Marta Yolanda Díaz Duran

Drogarse es un vicio fatal, pero no es un crimen. Criminalizar el consumo de las drogas no lo ha disminuido.

Y hace droga a quien se droga. Pero no es un crimen: no hay daños a la vida, la libertad y la propiedad de otros. Sí, quien se droga va a preocupar a quienes lo valoran (evidentemente, más de lo que él o ella se valora), pero no daña los derechos de nadie. Solo se daña, lamentablemente, a sí mismo. Decide usar irresponsablemente SU libertad, y aunque la mayoría no compartamos SU decisión, debemos respetarla porque ES suya. Solo el o ella deben pagar las consecuencias de sus acciones. Y, en el mejor de los escenarios, aprender de sus errores.

Por supuesto, lo ideal es que logremos hacer ver al drogadicto el daño que se hace, con la esperanza de que al comprenderlo decida dejarlo. Pero, al final, quien tiene la última palabra es quien decidió consumir droga. Consumir droga es un vicio, y como tal debe ser enfrentado. Aquel que quiera dejar las drogas recibirá el apoyo de quienes lo aman bien y deberá seguir los procesos necesarios para abandonar el vicio. Pero, persiguiéndolo como apestado y metiéndolo a la cárcel, lo único que se logra es hundirlo más en su miseria.

La prohibición de la producción, la comercialización y el consumo de ciertos estupefacientes, prohibición impulsada desde hace décadas por el Gobierno estadounidense, lo único que ha logrado es atraer la atención de más consumidores que les encanta lo prohibido, y enriquecer a políticos, burócratas y mafiosos que se han beneficiado de los precios a los cuales se venden por el riesgo que implica la prohibición. Y lo anterior a un costo altísimo: la muerte de millones de personas, muchas de estas inocentes. Los que llaman despectivamente casualties of war.

Como dijo Nucky Thompson, celebrando la prohibición del alcohol durante la década de los años veinte del siglo pasado en la primera temporada de la serie Boardwalk Empire de HBO: “In less than two hours, liquor will be declared illegal by decree of the distinguished gentlemen of our nation’s Congress. To those beautiful, ignorant bastards.” (“En menos de dos horas, el licor será declarado ilegal por decreto de los distinguidos caballeros del Congreso de nuestra nación. Brindo por esos hermosos e ignorantes bastardos”). Por cierto, el personaje de Thompson está basado en un político que existió en la realidad: Enoch Lewis “Nucky” Johnson.

Drogarse es un vicio fatal, pero no es un crimen. Criminalizar el consumo de las drogas no lo ha disminuido. Por otro lado, aumentó exponencialmente su producción y el surgimiento de grupos criminales dedicados a la extorsión, el secuestro y el asesinato. Condenable es la muerte de millones a causa de aquellos que continúan falseando la realidad. Para acabar con tanta insensatez, hay que despenalizar para que se acabe el negocio de los mafiosos. Por supuesto, aquellos que hayan secuestrado, extorsionado o asesinado (los cuales sí son crímenes: causan daños a terceros) deben ser perseguidos, juzgados y castigados: deberán compensar a sus víctimas.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día lunes 27 de febrero 2012.

viernes, 24 de febrero de 2012

Los niños y las drogas


Luis Figueroa

La guerra contra las drogas no protege a los niños.

¿Las drogas deberían estar disponibles para los niños? No. Claro que no. Pero te pregunto: ¿Las drogas están disponibles para los niños? Sí. ¿Estaban disponibles para los niños hace unos años? Sí. ¿Estarán disponibles en el futuro? Sí. ¿Quiénes tienen más y mejor acceso a las drogas en la mayoría de países? Los niños y los jóvenes.

Podemos desear que los niños no tengan acceso a las drogas; y es un hecho que, en muchos aspectos, la guerra contra las drogas es una gran campaña de protección para los niños. Pero la realidad es que no hay tales. La guerra contra las drogas no protege a los niños, pero les permite a los adultos hacer como que protegen a los niños. Estas realidades duras, explicadas por Ethan Nadelmann, de la Drug Policy Alliance, el jueves pasado, deberían ponernos a meditar.

Porque es un hecho que, en EE.UU., con su política de tolerancia cero, con sus sistemas policíaco y judicial bastante mejores que los nuestros, y con un presupuesto sustancialmente más elevado que el nuestro, para un niño y para un joven es más fácil comprar drogas que comprar cerveza o cigarrillos.

En este contexto tiene sentido lo que dice el padre John Clifton: “Los líderes morales no tienen otra alternativa que elegir entre la auténtica moralidad que lleva al bien; y la moralidad cosmética que solo se parece al bien. Pero el trágico error de la moralidad cosmética, como otras formas de cosmética, es que no produce cambio en lo sustancial”.

Por eso es que es importante que el presidente Otto Pérez haya puesto sobre la mesa la necesidad de hablar franca, abierta y claramente sobre el tema de la despenalización o descriminalización de las drogas. Propuesta que, en el peor de los casos, nos facilitará explorar cuál es el papel de la ciencia, los derechos humanos y la compasión en este asunto; sin los prejuicios relacionados con aquello “de lo que no se debe hablar” porque ofende a la moralina, a la ignorancia y a los intereses creados.

Si te interesa el tema te recomiendo que veas http://tinyurl.com/7xtedn6/ y en esa conferencia Nadelmann explica hechos y realidades relacionadas con la diferencia entre creer que hacemos algo bien, y hacerlo bien. Asunto que es muy importante porque se trata de proteger a los niños y a otras personas vulnerables.

www.luisfi61.com

Artículo publicado en el diario guatemalteco El periódico, el día viernes 24 de febrero 2012.

Para cuidarte mejor


Karen Cancinos

¿Desde cuándo es función del gobierno cuidarnos de nosotros mismos?

A raíz de la muerte de la cantante Whitney Houston, en una conversación de fin de semana alguien en una reunión espetó: ¿Por qué el gobierno no la obligó a entrar a un centro de rehabilitación? Yo respondí que no es función del gobierno cuidar a la gente de sí misma, ni velar porque cada uno tome las mejores decisiones posibles respecto de su propia vida. Claro que es muy penoso que una señora con tamaño talento lo haya desperdiciado tan miserablemente en sus últimos años, se haya vuelto adicta y haya muerto prematura y lúgubremente, ahogada en una tina de hotel. Ni la vida ni la muerte de Houston me parecen ejemplos para ponerles a los hijos. Pero hay que entender que no se puede ayudar a nadie que no quiere ser ayudado, ni atender a quien con sus acciones elige no ser atendido.

En lo que va del año, otra conocida actriz de edad madura, muy guapa ella, entró al hospital por “cansancio”. Pero lo que ocurrió es que Demi Moore se embutió alguna sustancia a raíz de la depresión que le entró por haberse separado de su joven y guapo tercer marido. ¿Debía el gobierno haber intervenido hace seis años para evitar que se casara con un chicuelo 17 años más joven, advirtiéndole que lo más probable que es que este parara, más temprano que tarde, poniéndole los cuernos? Yo pienso que no es ni debe ser atribución de los gobernantes decidir las opciones vitales de gente adulta.

Si el consumo de drogas está prohibido aquí, en Estados Unidos y en todos los países iberoamericanos, por razones de salud, es decir, porque las drogas son nocivas –eso nadie lo discute–, ¿por qué no prohibir también el consumo, incluso privado, de licor, cigarrillos, aguas gaseosas, frituras, embutidos, comida rápida, enlatada o congelada, pasteles y bollería, además de esa horrenda cosa llamada margarina? Si se les prohíbe porque son dañinos para la salud también se acabarían las industrias que los producen y distribuyen. Mejor todavía, ¿no? Al cabo son odiosas empresas grandes o multinacionales las que elaboran y venden tanta porquería. Volveríamos todos a la vida campestre, vegetariana y autárquica: elaboraríamos nuestros propios lácteos y pan, cultivaríamos nuestra huerta para asegurarnos de que no metemos a pesticidas a nuestros cuerpos, y cuando mucho intercambiaríamos con nuestros amables vecinos una que otra cosa a la manera de trueque. Correríamos descalzos por el prado, tomados todos de la mano cantando las bondades de la vida autosuficiente y alegrándonos por la aniquilación de la economía interdependiente, el medio de intercambio dinerario, el ruido publicitario y los retos y molestias de la vida en un mundo globalizado.

A los que tienen vocación totalitaria esto les suena a música. Pero para quienes encontramos que el mundo contemporáneo ofrece comodidad pero también miserias con las que hay que lidiar (elecciones de la gente incluidas), la prohibición de usar drogas, raíz de la industria del narcotráfico, es de beneficio para pocos en detrimento de muchos. ¿Para quiénes es de provecho la prohibición? Para narcotraficantes y bien pagados burócratas de la DEA y de la ONU. ¿Para quiénes es el perjuicio? Para millones que hemos visto nuestros países encharcados en sangre por una “guerra” que no declaramos ni quisimos nunca librar porque no es, ni ha sido jamás, nuestra.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "siglo 21", el día viernes 24 de febrero 2012.

Ejército y mass media


Estuardo Zapeta

Han sido los massmedia los que en la competencia por el espacio mental prevalecen.

Es necesario hacer hoy una especie de “arqueología” de la Comunicación Social, una excavación que el Ejército de Guatemala todavía está por hacer, porque en el juego por los espacios mentales se han mantenido en el reto de “lo publicado,” pero no se ha estudiado “lo omitido”.

El texto ausente es también importante. La historias que nunca lograron ni los tiempos, ni los espacios, aquellas facetas de las Fuerzas Armadas que no pudieron entrar a la lista del editor, lista “cocinada” todos los días a las cinco por la tarde, lista que adquiere casi proporciones sacrosantas porque establecen la agenda social para las siguientes 24 horas.

Aquí establezco esa relación directa entre mass media y Comunicación Social, aunque aclaro que no toda la comunicación social se desarrolla solamente en los mass media. Pero han sido los mass media los que prevalecen en la competencia por el espacio mental.

Los mass media son ellos mismos una extensión de la comunicación interpersonal. Son ellos una etapa, una fase, un estadio del proceso de comunicación social. Son Cultura y reproducen “cultura”, con minúscula.

Y toda “cultura” es un texto.

El ejército también es un “texto”, y cada texto tiene múltiples lecturas y lectores. Los mensajes llegan a los lectores por los mass media, entre otros media, y de ahí las múltiples explicaciones y resemantizaciones, decodificaciones y “feedbacks”.

No existen mensajes “cerrados”. En principio todos los mensajes, aparte de ser una extensión de sus autores, son también “abiertos”, ambivalentes, dispersos, y multivocales desde su origen.

La verdad es una posibilidad —en la lógica “posmoderna”— porque ella ha sido construida en nuestra mente a partir de lo que social, familiar e institucionalmente hemos aprehendido (con “h”).

Y así como el Ejército tiene su verdad, que no es “la verdad”, así los productores de los mass media tienen también “su” verdad, que es una visión muy particular de un fenómeno, el cual existe en la medida en que es explicado. En ambos casos estamos frente a constructos culturales, incompletos, “en progreso”.

La verdad nace cuando nosotros la construimos, por eso, deconstruir “verdades” es un ejercicio imprescindible en la comprensión de la Comunicación Social y el Ejército. Todos tenemos nuestras verdades (en plural) parcializadas. Así las hemos construido.

Tanto como los mass media, el Ejército es un invento en competencia por el espacio social —que es también un espacio mental— (y que llamamos “opinión pública”) y en esa competencia el campo de batalla es no el convencional.

Aquí, desde el esquema tradicional de “comunicación”, el emisor es también el receptor, el creador y generador de mensajes, pero la emisión misma está condicionada por la cultura en la cual se crea. Emisión y recepción son un mismo momento que debe analizarse no sólo desde el contenido del mensaje mismo, sino también de los factores de “traducción” del receptor (a eso se le llamaba “decodificación”). Y prestando esa idea de la lingüística creo que avanzamos hacia el análisis discursivo, el cual me parece un excelente punto de partida para el Ejército de Guatemala.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 24 de septiembre 2012.

jueves, 23 de febrero de 2012

Prohibición de drogas y esclavitud


Ramón Parellada

Un amigo me compartió un excelente ensayo en contra de la prohibición y a favor de la legalización de las drogas basándose en los derechos individuales que las personas poseen. Se titula America’s Unjust Drug War y fue escrito por Muchael Huemer en The New Prohibition, en el año 2004. Les comparto un breve resumen.

Huemer critica dos de los argumentos que utilizan los defensores de la prohibición y explica uno que es muy fuerte a favor de la legalización.

El primer argumento de quienes defienden la prohibición de las drogas es que debe prohibirse porque es extremadamente dañina para quienes lo usan y por consiguiente la prohibición disminuirá la tasa del abuso de ese uso. Por cierto, no lo menciona Humer, pero en Portugal se legalizó el consumo de todas las drogas y no hay evidencia de incremento en el consumo de las mismas. Pero volviendo al argumento de la prohibición por daño a uno mismo, se les olvida a los defensores de la prohibición que no es función del gobierno prevenir a las personas hacerse daño a sí mismas. Si esta fuera función del gobierno entonces estaría prohibido también el alcohol, andar en motocicletas, leer libros malos, ser obeso, abusar de las tarjetas de crédito, abandonar los estudios, montar a caballo, hacer deportes extremos, y una infinidad de acciones que vivimos día a día. Es injusto que una persona pare en prisión por hacer cosas que pueden dañar su propia vida.

El segundo argumento que usan quienes defienden la prohibición es que las drogas dañan a otros. El argumento aquí es más fácil. Quien se droga al igual que quien consume alcohol u otra sustancia lo hace libre y voluntariamente por lo que si causa daño a otro estando bajo sus efectos deberá ser responsable por las consecuencias y daño que cause. No debe penalizarse o criminalizarse el drogarse, como tampoco el emborracharse, sino el hecho de dañar a otros independientemente del estado en que uno se encuentre. Si una persona maneja u opera una máquina en estado de ebriedad y daña la propiedad o la vida de otros deberá responsabilizarse por ello. Lo mismo pasaría con las drogas. Es importante separar los hechos. Uno puede dañar a terceros sin estar drogado, ni borracho; de igual manera deberá responder por los daños causados. Por lo tanto no se justifica el argumento de la prohibición.

Hay quienes van más allá y dicen que el drogadicto daña a la familia con sus actitudes, su dejadez, su carácter, su indiferencia, etc…Pero hay muchas personas que son así sin drogarse y no por ello es justo encarcelarlas por ello. No hay argumento, ya que hay muchas formas de dañar a la familia y, ¿por qué criminalizar una y no las demás? ¿Se justifica?

Ahora bien, el argumento de todos que aboga por la legalización es el moral. Como dice textualmente Huemer; “Si queremos retener algún grado de respeto por los derechos humanos, no podemos usar la fuerza para quitarle a las personas ni su libertad, ni su propiedad, por cualquier razón”. Las personas tienen el derecho fundamental a sus vidas, sus propios cuerpos y su propiedad. Estados Unidos de América tiene una Constitución que vela por los derechos individuales fundamentales, pero los está violando con la guerra contra las drogas ya que tiene más de 450 mil (en 2004) personas encarceladas injustamente.

El defender la legalización de las drogas es defender los derechos individuales. Se está violando uno de los derechos fundamentales más básicos, el de disponer de la propia vida. Termino con esta dura frase de Huemer: “El daño de ser injustamente encarcelado es cualitativamente comparable con el daño de ser esclavizado”

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 23 de febrero 2012.

Sin conocimiento


POR JORGE JACOBS A.

Al paquetazo fiscal aprobado la semana pasada en el Congreso es imposible atribuirle el nombre de “pacto fiscal” con que el Gobierno quisiera justificarlo. ¿Cómo va a ser un “pacto”, si ni siquiera quienes lo aprobaron sabían qué era lo que estaban aprobando? Los diputados, a quienes nunca mejor les quedó el mote de diputíteres, simplemente siguieron las órdenes de aprobar lo que les mandaron y levantaron obedientemente la mano cuando se les requirió. Por si queda alguna duda de que no hubo discusión, basta solo leer el reportaje publicado un par de días después por Jessica Gramajo, aquí mismo en Prensa Libre: “Luego de varias consultas se hizo evidente que los diputados que apoyaron el paquete fiscal desconocían su contenido y sus posibles efectos. Uno de ellos fue el presidente del Congreso, Gudy Rivera...”. ¿Qué tan patético puede ser el caso para que ni siquiera el mismo presidente del Congreso supiera bien lo que se aprobó? ¿Podemos creer algo distinto del centenar más de diputíteres que aprobaron el paquetazo? Lo dudo.

Y es que no podía ser distinto. ¿A qué hora iban a tener tiempo los diputados siquiera de leer, no digamos entender, el paquetazo fiscal, si este pasó a la velocidad de la luz por sus manos —si es que siquiera lo vieron pasar—? Se llevó apenas una semana desde que el paquetazo fue presentado al Congreso hasta que fue aprobado de “urgencia nacional”, y eso que en el ínterin recibió el dictamen favorable de la Comisión de Finanzas.

Que no lo engañen. No existió ni hubo tal “pacto fiscal”. Lo que hubo fue lo mismo de siempre, una negociación de intereses entre quienes tenían la sartén por el mango. Todos los demás no contamos y somos los mismos chivos expiatorios y paganos de siempre.

La negociación la hicieron quienes prefirieron que los dividendos quedaran gravados al 5% que al 10%, como les había amenazado el Gobierno. La hicieron quienes vieron que se les acababa la gallinita de los huevos de oro de más de Q2 mil millones anuales en contratos y que negociaron los votos de su grupo de diputíteres —que de seguro hasta la fecha ni han caído en la cuenta de cómo los negociaron—, a cambio de que les restablecieran el negocio, lo que el Gobierno diligentemente les cumplió hace un par de días.

Por eso es que siempre he recalcado la importancia del Congreso y de quienes llegan allí en un sistema tan nefasto como el que tenemos actualmente. Si no se tienen personas con principios allí, los pícaros harán y desharán a su sabor y antojo. Los malos diputados simplemente aprovecharán para subirse a la ola y sacar raja de las negociaciones. Los ingenuos ni cuenta se darán de cómo los negocian.

De ahí que todavía más importante sea cambiar el sistema, para acercarnos a una verdadera república en la que los pícaros no puedan hacer tanto daño pasando encima de los derechos de los habitantes del país. Todo ello refuerza mi convicción de que la única salida, en el largo plazo, es realizar los cambios al sistema que propusimos en ProReforma.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 23 de febrero 2012.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Mujeres y corporativismo


Carroll Ríos de Rodríguez

En general, los grupos de interés tienden a desarrollar misiones apegadas a la ideología e intereses de sus líderes.

Se acusa al presidente Otto Pérez de ser antidemocrático por haber nombrado a la licenciada Elizabeth Cuéllar Quiroa a la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem). ¿Qué tiene de militar o despótico nombrar a los profesionales que integrarán el propio equipo de trabajo?, se preguntará usted.

Pues resulta que anteriormente, ciertos grupos de mujeres elaboraban una lista de candidatas al cargo, la cual presentaban al Presidente, requiriéndole convocar a elecciones para definir el nombramiento. Fueron estas agrupaciones las que atacaron la decisión de la nueva administración.

Dejemos a un lado que la Constitución faculta al Presidente para nombrar y remover a los secretarios y subsecretarios de la Presidencia. Y que, lejos de antagonizar, la Licda. Cuéllar ofreció dar continuidad a los lineamientos existentes. Vale la pena resaltar que el procedimiento antiguo no era democrático, sino corporativista, clientelar o rentista. El cargo estaba en poder de algunos grupos de interés político, allegados a la cúpula del Gobierno. ¿Quién erigió a estas mujeres como nuestras representantes? ¿Cuántas personas realmente manejaban la Seprem? ¿En qué momento las guatemaltecas avalamos su agenda, por medios democráticos? Seguramente si hicieran una encuesta hoy, la mayoría de guatemaltecas afirmaría que dicho liderazgo no las representa. La calidad de democrático tampoco viene de asistir a conferencias mundiales en Beijing, El Cairo u otros lugares exóticos, ni de conducir mesas redondas, conferencias, protestas o manifestaciones. Tanto es así, que 23 organizaciones voluntarias que trabajan con mujeres felicitaron al Presidente por su decisión, aduciendo que ahora sí serán escuchadas. Es decir, antes fueron excluidas.

En general, los grupos de interés tienden a desarrollar misiones apegadas a la ideología e intereses de sus líderes. Éstos suelen conquistar y retener el poder gracias a su destreza política, no compitiendo en periódicas elecciones. Muchos académicos lamentan el impacto que tienen los grupos de presión sobre la democracia, porque convierten el juego político en una competencia por intereses sectarios. Grupos de diversos tamaños y presupuestos luchan por capturar la atención del gobernante, el cual querrá satisfacer un sinfín de demandas incongruentes para quedar bien con aquellos votantes que están políticamente organizados. Así, presionan continuamente para inflar el gasto público. Desvían recursos de procesos productivos hacia gastos políticos improductivos; generan pérdidas sociales. Por otra parte, el corporativismo social termina atropellando a personas individuales de carne y hueso, cuyos derechos se subordinan a los de colectivos combativos y vociferantes.

Es perfectamente legítimo asociarnos unos con otros en torno a intereses comunes. Pero sería más sano despolitizar estas agrupaciones, y además, renunciar al financiamiento estatal y al intento por imponer nuestras particulares preferencias a los demás. Deberíamos trabajar libre y voluntariamente en nuestras respectivas causas.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día miércoles 22 de febrero 2012.

Agenda de Competitividad


Verónica Spross de Rivera

La generación de empleos formales constituye uno de los objetivos fundamentales del eje de Desarrollo económico competitivo del Plan de Gobierno 2012-2016. La competitividad se constituye en el factor fundamental y transversal de las acciones y políticas públicas. La Agenda Nacional de Competitividad 2012-2021 recién presentada, de alguna manera es parte importante de la visión de país que se aspira a construir en los próximos años.

La nueva Agenda Nacional de Competitividad (ANC) tomó como base la que se había elaborado en 2005. Su objetivo central es promover un proceso sostenido de crecimiento inclusivo. Se divide en seis ejes estratégicos en los cuales clasifica sus principales acciones: 1) Sociedad sana, educada, capacitada e incluyente; 2) Modernización y fortalecimiento institucional; 3) Sostenibilidad social y ambiental; 4) Descentralización y desarrollo local; 5) Fortalecimiento de infraestructura productiva y tecnológica; y, 6) Fortalecimiento del aparato productivo.

Los primeros dos ejes enfocan sus acciones en reducir los limitantes de crecimiento imperativos, mientras que los tres siguientes se enfocan en eliminar las restricciones estratégicas al crecimiento. El último eje apuntala a elevar las condiciones que generan valor a través de impulsar la rentabilidad privada y social del aparato productivo del país, indica el documento presentado.

A lo largo de la última década en algunos campos se ha avanzado más y en otros menos, en algunas áreas incluso se ha retrocedido, conforme lo señalan los resultados de los índices internacionales que evalúan a Guatemala. Uno de los determinantes para la competitividad de un país es la calidad de su fuerza laboral. Indica la ANC que dicha calidad está influenciada por el funcionamiento del sistema educativo y de capacitación, que provea las destrezas y habilidades necesarias para el desarrollo de actividades productivas; un sistema de salud que garantice el pleno desempeño de actividades en la población y el funcionamiento de un sistema económico incluyente. Aunque Guatemala aparece en el Índice de Competitividad Global (WEF, 2012) en el puesto 84, en el subíndice de salud y educación primaria en el puesto 100.

Los mayores retos en el eje relativo al fortalecimiento del capital humano se refieren al área de la seguridad alimentaria y nutricional, especialmente en los primeros años de vida. En el área de la salud se debe fortalecer la oferta de servicios de tal modo que se cuente con servicios de salud de calidad y se priorice en programas de salud preventiva. El tercer desafío se refiere a tener niños y jóvenes preparados, con base en la educación de mejor calidad, pertinente y orientada al desarrollo de competencias, destrezas y habilidades para la vida y el mundo del trabajo. El cuarto reto está relacionado con la capacitación y formación para el empleo, donde se reconoce que la pertinencia de los conocimientos en los sistemas de capacitación y formación serán esenciales para poder innovar y abrir oportunidades de trabajo mejor remunerados. La sociedad inclusiva y un cambio de actitud complementan los retos en esta área.

Entre las acciones claves en la agenda, vinculados al eje 1 de fortalecimiento del capital humano, se encuentran: la constante actualización del currículo, la formación y profesionalización docente, un sistema de acompañamiento pedagógico, ampliación de cobertura en la secundaria, fortalecimiento de los programas de educación técnica y vocacional, impulsar el aprendizaje y perfeccionamiento del inglés, disponibilidad de tecnología y centros de recursos, entre otras. Muy buenas propuestas e iniciativas a lo largo de toda la presentación. Sin embargo, se concluyó que lo primero es lo primero, y por ello deberemos empezar por lograr que se cumpla con los 180 días de clases, no debe perderse ningún día, pues los intereses de los niños preceden a los intereses de tipo gremial. Segundo, brindemos a los niños lo mínimo para poder aprender, incluyendo la refacción escolar, los útiles y los libros de texto. En competitividad hay mucho por hacer, por ello es positivo que se conformen equipos o fuerzas de tarea para ir realizando cambios y promoviendo acciones que lleven al objetivo de ser más competitivos.


Artículo publicado en el diario guatemalteco "Silgo 21", el 'dia miércoles 22 de febrero 2012.

martes, 21 de febrero de 2012

Urgente e importante


POR PEDRO TRUJILLO

Con apenas unas pocas discusiones aprobaron -de urgencia nacional- la ley de actualización tributaria, por medio de un enredado proceso que permite sancionar una norma y, una vez hecho, continuar discutiendo cómo redactar las enmiendas presentadas, lo que obliga a preguntarse: ¿entonces qué fue lo que aprobaron? Entender así la política es únicamente comprensible para quienes manejan intereses burdos y escondidos. En todo caso, cuando quede claro lo que finalmente acordaron, seguramente los que pagamos impuestos -que no somos todos- deberemos pagar más, algo que desde ahora está fuera de duda. Sin embargo, hay ciertas cosillas que este gobierno —con las prisas de la urgencia— está dejando en el tintero de la importancia y que deberían haber ido asociadas e incluidas en ese “renovado” paquete fiscal. A pesar de proyectar una “mejor” —léase más alta— recaudación, no es suficiente para cubrir el agujero del desfinanciado presupuesto vigente ni tampoco para reducir la alta deuda hasta ahora contraída, por lo que seguiremos igual de mal y sin arreglar el problema.

Las leyes asociadas al enriquecimiento ilícito no fueron aprobadas, lo que permitirá a ladrones y otros delincuentes —muchos de ellos en la política o en su entorno, como todos sabemos— continuar haciendo negocios, a pesar de que nos saquen más a quienes honradamente trabajamos y cumplimos con nuestras obligaciones fiscales. La tercera es que la realidad de pagar más —quienes lo hacemos— contrasta con la por ahora presunción de en cuánto reducirán los gastos del gobierno, cómo los optimizarán o en qué cantidad limitarán los sustanciales montos que van a parar, por ejemplo, a empresarios de buses y otros colectivos de privilegiados —sindicatos gritones, como el magisterial, incluidos—.

Se quedaron en desconocidos buenos propósitos respecto de la efectividad, que era su parte del “trato” y nada garantiza que finalmente cumplan. Un botón de muestra: la página de trasparencia del Congreso —fondo rotativo— quedó“congelada” en diciembre del 2011. Esta nueva administración ha sido incapaz, por ahora, de subir la liquidación de enero del 2012, a pesar de enarbolar la bandera de la claridad e imponerle a la ciudadanía una mayor carga impositiva. Otro, el contrato de proveedores de medicinas, pendiente desde…. siempre.

A la mencionada ley le faltan algunos anexos. Duras sanciones para el enriquecimiento ilícito, disminución del gasto gubernamental, publicidad de los que hacen, eficiencia con el actual presupuesto, prohibición de gastar más de lo que se ingresa y trasparencia y reducción de la ayuda a sectores que se oponen al trasluz económico de su gestión con dinero público, entre otros. Nada nuevo y que ahora, por cierto, implementan a fuego en Europa —y lo incluyen en alguna constitución— para evitar hundirse más de lo que están.

El mensaje del gobierno pareciera estar mal elaborado y escondida lo que debería ser la prioridad. Olvidaron —o relegaron— lo importante: claridad en el gasto, eficiencia y ajuste del mismo a las posibilidades económicas del país, y se fueron por la vía cómoda: ¡que pague más quien ya paga!, un proyectil directo a la línea de flotación de futuros inversores, aunque continuidad de la comodidad para sectores informales, privilegiados, evasores y mafiosos. Otros gobiernos tardaron algunos meses en desprestigiarse, esperemos que este no se desinfle tan pronto. ¿Quiéren colaboración? Primero dar para luego recibir. Lo importante y urgente, en este caso es que establezcan los pilares básicos sobre los que construir confianza: trasparencia y eficiencia. Las buenas intenciones, a lo sumo, dejarlas para empedrar el camino al infierno.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 21 de febrero 2012.

Blitzkrieg fiscal


POR JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Blitzkrieg quiere decir en alemán “guerra relámpago”. Así se le llamó a la exitosa táctica militar que el ejército alemán implementó durante la Segunda Guerra Mundial. La sorpresa, velocidad y fuerza del blitzkrieg permitió que Hitler conquistara Europa evitando el desgaste de la guerra de trincheras que habían perdido en la primera gran guerra. Aplicado a nuestras circunstancias, acabamos de ver un blitzkrieg fiscal. ¿Qué lecciones quedan? Primera lección. “Que no le digan, que no le cuenten porque a lo mejor le mienten”.

Bien calladito se lo tenían... Prometió un “pacto fiscal” y nos entregó un “blitzkrieg fiscal”. En un mes de gobierno, se sacaron de la manga el paquete y pasaron el aumento de impuestos más alto de nuestra historia; algo que nunca nadie había logrado. Aquí es donde se pagan los años de experiencia en inteligencia militar.

Segunda. “Uno nunca sabe para quién trabaja... Ni por quién vota”. Juan Alberto Fuentes, exministro de Finanzas, puede sentirse orgullosamente reivindicado. Su paquete fiscal, aquel que el actual binomio presidencial atacó virulentamente fue aprobado “de urgencia nacional” con el voto unánime del Partido Patriota. Algunos dirán que “no es el mismo”; sin embargo, nada en política es químicamente puro y el paquetazo tiene más similitudes que diferencias.

Tercera. En su novela Rendición de Cuentas, Juan Alberto Fuentes escribe sobre el supuesto “poder de veto del sector privado”. Otra leyenda urbana que queda desacreditada con los eventos recientes. Fue la incapacidad política de la UNE la que no logró un aumento de impuestos como tantos otros fracasos. ¿Y el “veto” del sector privado? Luego del abandono de “la reformita” y la renuncia de Fuentes creyeron, ingenuamente, que “muerto el perro se acabó la rabia”. Sin liderazgo ni capacidad de propuesta, el nuevo gobierno los puso a apagar fueguitos mientras aprobaba la “actualización”.

Cuarta. Hablando de perros, nunca amarre con salchichas a un chucho. La rápida aprobación del paquetazo, en el fondo, no debería sorprender. Más impuestos garantizan un botín político cada vez mayor. El Congreso ha hecho de la corrupción institucionalizada su modus operandi. Así como para que los intereses de más de cien diputados no estén perfectamente alineados y “negociados”.

Quinta. “Este fue solo el primer paso en la dirección correcta” —esas fueron las palabras de uno de los integrantes del llamado G40; “padre intelectual” de la criatura. Quiere decir que debemos prepararnos para las leyes Antievasión 3, 4, 5, etcétera. Como secuelas de películas de terror, la voracidad fiscal no termina con esta “actualización”. En la mente de los “técnicos de la economía”, el Gobierno tiene que gastar mucho más y para ello tiene a los “rudos de la política” en la tarea de seguir subiendo impuestos.

En conclusión, nos esperan cuatro años de más gasto, más impuestos y más deuda. Desafortunadamente, no hay prisa para armar un blitzkrieg de transparencia, eficiencia y calidad de gasto público. Ya veremos si esos asuntos tienen la misma importancia…

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 21 de febrero 2011.

“Indios shucos”


Estuardo Zapeta

Todo nace de una visión “estructural” por la cual el Estado estaría encargado de “redistribuir,” de encauzar laboralmente la etnicidad.

Todos los gobiernos lo han hecho, y el de Roxana/Otto no ha sido la excepción: pensar, definir y “usar” al “indio” como “símbolo” de “inclusión”, ya que los puestos “importantes” están reservados para los “ladinos” —o los financistas “fuertes”-—. Ah, una magnífica muestra del “racismo del antirracismo” (O sea, el antirracista en su lucha, resulta siendo racista).

Todo nace de una visión “estructural” por la cual el Estado —y no el Mercado— estaría encargado de “redistribuir,” de corregir, de encauzar laboralmente la etnicidad, y sacrificaría la capacidad.

Error fundamental del “blanco/ladino”, que se siente todavía encomendero, repartidor e “Hidalgo”, y quien en su sempiterna bondad atribuye parabienes a esos pobres indios shucos, quienes a su vez aplauden, se arrastran y se arrodillan ante tanta magnanimidad de ese hijo del sol naciente que con sus raíces allende la ancha mar ha difundido sus poderes sobre nosotros: indios incapaces, shucos, tercos y semibárbaros, quienes hemos internalizado el colonialismo; y seremos salvados de tan grande mal con tan benevolente política.

Oh “acción afirmativa,” que por hacer un bien, depara un mal, ya que si alguien entra en el sistema laboral estatal por la etnicidad, y no por mi capacidad, será desechado por la competencia, la cual, a su vez, podría desterrarme en vida, y saldría yo más dañado que ayudado.

(Soy indio. Tanto como Tekún Umán. Y no creo ni en el Estado ni en la “democracia”.)

Será siempre la competencia libre la que me haga bien, la que me lleve por los mejores senderos laborales y la que me indique cuándo deberá pagar los costos de mis equivocaciones. Jamás será la bondad proteccionista mi mejor aliado; es ella mi enemiga disfrazada de “política pública” que no estoy dispuesto a tolerar, porque en Libertad avanzo, en “protección” retrocedo.

No está para el gobernante, para el Estadista, para el líder, ser bondadoso repartiendo privilegios ni protecciones, menos con base en la etnicidad.

Y si tan bondadosos, tan tolerantes, tan dadivosos, tan incluyentes y tan justos se sienten los gobernantes, pues supongo si las “plazas” que dan con base en la etnicidad serán la presidencia del Banguat, la Superintendencia de Administración Tributaria, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, el Ministerio de Finanzas, la Presidencia del Congreso, la Secretaría Privada de la Presidencia, Segeplán, la presidencia del IGSS, la Gerencia de la Presidencia, el Ministerio de Educación, Migración, la Cancillería, la Embajada en Washington, la de París, la de ONU, la de OEA, o la Secretaría Ejecutiva de la Presidencia, ah, y la o el representante de Guatemala en el Consejo de Seguridad de ONU sería también un “indio”.

¿O son siempre las plazas para los indios, las de quinta categoría, algo como asistente del conserje? ¿O los Ministerios “aguados” como Cultura o Educación?

Sea la presidencia del Banguat, o la de conserje, que siempre sea por capacidad, no por etnicidad. Muerte al paternalismo. Viva la Libertad.

(Sigo en FM 100.9 y en www.libertopolis.com de 6 a 8 por la mañana).

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 21 de febrero 2012.

lunes, 20 de febrero de 2012

¿R. I. P. PP?


Marta Yolanda Díaz Duran

Su ambición y la falta de visión de largo plazo son las más obvias explicaciones al tremendo error que cometieron.

Casi todos mis días comienzan con un viaje virtual alrededor del mundo en búsqueda de la verdad de los hechos que considero relevantes para el progreso del ser humano. El motivo del periplo cibernético es tener una idea más amplia, estar mejor informada y tomar mejores decisiones. Eso me permite juzgar en la justa medida los acontecimientos que nos afectan más de cerca a quienes hemos elegido vivir en Guatemala. Distanciarme lo más posible de la hipocresía y la doble moral de aquellos que, ya sea por intereses espurios, información falsa (por poca investigación), prejuicios ideológicos o emociones irracionales (resentimiento o envidia) falsean la realidad y se dedican a adular a los gobernantes.

Para mí, orgullosa representante de mi especie, es el hombre el animal más extraordinario que ha pisado la Tierra. El único creador de una civilización e, irónicamente, también destructor de lo creado por otros. Quiero resaltar que, al menos hasta hoy, han sido más las personas productivas que los parásitos que viven de los primeros, y gracias a esto es que, a pesar de la carga que representan los segundos, continuamos avanzando. Sin embargo, esta tendencia puede fácilmente cambiar. Digo lo anterior ya que en toda comunicación honesta, el receptor (en este caso usted) debe saber cuáles son los propósitos verdaderos del emisor (en este caso yo).

Como ya es conocido, la semana pasada, el gobierno de Otto Pérez Molina logró que se aprobara de manera irregular, probablemente ilegal, un nuevo aumento de impuestos para aquellos que ya pagamos la mayoría de tributos que malgastan y se roban en gran parte quienes ejercen el poder y sus allegados. Como prueba de lo último me remito a todas las denuncias que presentan ciudadanos y burócratas estatales casi todos los días.

¿Será posible que tan pronto los miembros del Partido Patriota, con el apoyo de los diputados de otros partidos a quienes les llegaron al precio justo, firmaran la sentencia de muerte del partido que hace poco más de un mes empezara a gobernar en Guatemala? Sin duda, su ambición y la falta de visión de largo plazo son las más obvias explicaciones al tremendo error que cometieron.

La aprobación del paquetazo fiscal no es nada más que una victoria pírrica que al final pagarán muy cara. ¿Será que somos testigos del próximo deceso de otro partido más en nuestro país? ¿Podrán requiescat in pace los miembros del Partido Patriota? Lo único que espero, y por eso trabajo, es que en su posible agonía y consecuente muerte no nos lleven con ellos. En Guatemala hay muchos que merecemos otro destino. En Guatemala sigue habiendo más creadores de riqueza que parásitos y saqueadores. ¿Qué hace falta que suceda para que nos unamos, actuemos y cambiemos el sistema vicioso y perverso dentro del cual vivimos hoy por uno virtuoso que nos permita disfrutar del fruto de nuestra mente, el fruto de nuestro propio trabajo y riesgo?

Artículo publicado en

viernes, 17 de febrero de 2012

Los fans de los impuestos


Luis Figueroa

Lo que hacen es “desvestir un santo para vestir a otro”.

Los fans de los impuestos se están saliendo con la suya; pero ¿están conscientes de que el Gobierno es parte de la economía y de que no es ajeno a ella? Digo… porque cuando los políticos y sus funcionarios elevan los impuestos –con el ucase de algunos grupos de interés– lo que hacen es “desvestir un santo para vestir a otro”.

Por eso es que es absurdo el argumento de que los impuestos son necesarios para el desarrollo. Lo que hacen es “sacar el dinero de un bolsillo y meterlo en otro”… de una forma perversa.

Los fans de los impuestos, ¿están conscientes de que mientras que el sector privado es el sector pacífico y voluntario de la economía, el sector público es su sector coercitivo e involuntario? Visto de otra forma, cuando los recursos del sector privado (tú) son movidos al sector público, por la fuerza, dejan de ser asignados de forma contractual y de acuerdo con el mejor cálculo económico de sus propietarios, para ser reasignados de forma política y coactiva, de acuerdo con los intereses que tienen el privilegio de usar la majestad de la ley en su beneficio particular.

No te creerás que el dinero que te quitan en impuestos va a parar “al bien común”, que es el bien de todos, ¿o sí? Hay demasiada evidencia de desperdicio, mala administración, privilegios y corrupción como para que todavía creas que la “Luna es de queso”, que “Marte es de hule” y que el fruto de tu trabajo, convertido en impuestos, es generalmente bien aprovechado por políticos y funcionarios probos y eficientes.

Los fans de los tributos, ¿qué piensan de los datos que demuestran que el gasto público es un “barril sin fondo”? Sin un principio que limite el poder y que anteponga los derechos individuales a los intereses colectivos, la política fiscal es una espiral infernal en la que crecen la recaudación, crecen las demandas sobre el presupuesto, crecen los gastos y crecen los impuestos ad infinitum…o hasta que ocurre lo que está pasando en Grecia.

Sospecho que los fans de los impuestos fueron entrenados por medio de la educación estatal (tanto pública, como “privada”); que viven del presupuesto; que tienen ejércitos de abogados y de auditores que los libran de muchos de los tributos que apoyan; que ni siquiera pagan impuestos; y/o que creen que no pagan impuestos; ¿y tú?

www.luisfi61.com.

Artículo publicado en el diario guatemalteco El Periódico, el día viernes 17 de febrero 2012.

Economía para “dummies”


Estuardo Zapeta

La economía es un descubrimiento del actuar humano y de las razones que impulsan nuestras acciones.

Digo, para “diputados”, quienes aprobando un nuevo aumento de impuestos demostraron su más brillante ignorancia de esta ciencia.

La economía es una ciencia social, y por lo tanto es una ciencia acerca del estudio de las “decisiones humanas con base en la escasez de recursos, la información disponible, frente a las necesidades infinitas, y asumiendo los costos del camino tomado.” Bajo esa premisa, la economía es un descubrimiento del actuar humano y de las razones que impulsan nuestras acciones.

La transformación de los recursos, o la suma de “factores” de producción, o el cambio de un estado de pobreza a uno de riqueza, son sólo acercamientos conceptuales –la mayoría “estructurales y funcionales”— al análisis económico. De hecho, el “approach” más reciente nace de la visión del estudio de la economía como la suma de decisiones individuales. Somos resultado de la “cooperación social”, espontánea, dinámica, siempre creciente.

Derivado de la correcta “administración de la casa” debe enfocarse el análisis no sólo en los números “grandes”, sino los principales, los personales, para comprender los principios básicos de una economía sana. Nuestro énfasis, desde la perspectiva ciudadana, es la “microeconomía.” La macroeconomía, suma de las acciones individuales y espontáneas, es un corolario de la “micro”, y es puramente un ejercicio estadístico.

La macroeconomía, desde el acercamiento de una visión de “aplicación”, es la suma de indicadores de una nación que dictan el camino casi al estilo de “indicadores” de éxito o fracaso, por donde ésta se encuentra. La “macro” es siempre cambiante, de un dinamismo tal que involucra las consideraciones especiales desde el interno de la actividad económica, hasta los factores globales, externos, que condicionan también los mismos agregados. Y lo que es generalmente cierto para el individuo no es necesariamente cierto para el colectivo.

Ya la Economía, tanto como la Antropología, o la Sociología, son definidas con base no sólo en la experimentación de aplicación a casos reales, tanto como la comprensión de “verdades” más grandes, más abarcadoras de enseñanza.

“Entender haciendo, o entender analizando,” es la premisa que aplicamos en el sentido de quienes hacen política pública. Todo eso, sin dejar de lado un sólido entendimiento de los Principios Económicos.

Por eso, más que la suma de factores económicos que transformados de datos a información para una sociedad, la Macroeconomía es una excelente “radiografía,” un mapa, una brújula que indica el norte, o para ponerlo de manera más directa, las “desviaciones” de la actividad económica de un país.

Pero no nos referimos a números “estadísticos” sin sentido más que del análisis frío. Nos referimos, sí, a la comprensión de esos números a partir de comprender la complejidad y lo intricado de los árboles en el bosque macroeconómico. Son personas, al final del análisis, lo que realmente cuenta. La economía, macro o micro, regresa así a ser lo que siempre ha sido, una ciencia social.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 17 de ferbero 2012.

jueves, 16 de febrero de 2012

Drogas: un necesario debate


Ramón Parellada

El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha lanzado una invitación a sus homólogos de Centroamérica incluyendo a Panamá, Colombia, México y sobre todo Estados Unidos de América a debatir sobre la legalización de las drogas. Considero que es un comienzo para un debate necesario, ya que la prohibición actual ha sido un total fracaso.

El fin de semana pasado falleció la famosa cantante Whitney Houston. Tenía una voz privilegiada. Parece ser que era adicta a ciertas drogas legales y se cree que murió de una combinación de un ansiolítico en combinación con alcohol. Traigo esto a colación porque hay mucha gente adicta a drogas legales cuya adquisición se puede hacer libremente en algunos países o con prescripción médica en otros. Una droga para quitar el dolor también puede causar adicción y dependencia y nadie está hablando de prohibirlas pues, como muchas cosas de este tipo, usarlas correctamente son buenas también para la vida.

Nadie de los que yo conozco que defienden la legalización de la producción, transporte, distribución y consumo de drogas considera que llegar a drogarse y volverse adicto sea bueno ni deseable. Sin embargo, la prohibición no lo ha evitado. Además, cualquier persona puede adquirir marihuana, cocaína, éxtasis, y muchas otras drogas químicas peores en cualquier colegio o escuela (en Estados Unidos de América se pueden conseguir en casi cualquier escuela, especialmente las públicas), discoteca y en las calles. ¿Funciona la prohibición? No, claro que no.

Quienes defienden la prohibición que si se ha reducido el consumo de estas drogas. Sin embargo se siguen vendiendo y lo que no dicen es que ha crecido el consumo de otros tipos de drogas legales. El que se quiere drogar lo va a hacer de una u otra forma, con prohibición o sin prohibición. Sin embargo, al ser legal la venta, distribución, transporte y consumo se reducen los riesgos de productos verdaderamente letales (variación del ingrediente activo) para los consumidores y se elimina esa red de traficantes que a su vez se han convertido en criminales (asesinos) causando miles de muertes crueles y violentas en los países de paso para llevar la droga a su destino final.

Un amigo que descubrió que su hija estaba en drogas me comentaba: “Cuando la descubrimos con mi esposa no lo creíamos y nos entristecimos mucho pero jamás se nos ocurrió que tenía que llevarla a la policía y denunciarla, pues tenía cierta cantidad de droga en su dormitorio, sino que pedimos ayuda a expertos en adicciones para que la trataran de su enfermedad de adicción. Trabajamos como una familia unida y no queríamos al gobierno metido en nuestras vidas”. Con la prohibición muchos consumidores van a parar a las cárceles y no a centros de rehabilitación y ayuda. La prohibición no sólo no ayuda a estas personas sino que las criminaliza y les hace vivir un calvario adicional al que ya están viviendo por su adicción.

El argumento principal contra la legalización de las drogas sigue siendo moral; consumir drogas no es un crimen, pero dañar los derechos de terceros sí lo es. Por ello, si alguien quiere drogarse, al igual que emborracharse, tiene el derecho de hacerlo siempre y cuando no dañe derechos ajenos. Alguien me decía que entonces también legalicemos el asesinato, el robo, el secuestro, etc... No es lo mismo, porque estos casos sí son de daño a la propiedad o vida de terceras personas.

Bienvenida la valiente y audaz iniciativa de Otto Pérez Molina. Ojalá que el resto de presidentes de los demás países, empezando por Estados Unidos de América, quien es el principal impulsor de la prohibición, pierdan el miedo a debatir abiertamente este tema.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 16 de febrero 2012.

Sin discusión


POR JORGE JACOBS A.

La excusa era que debían pasar el paquetazo antes de que se acabara la “luna de miel”, pero la verdad es que la actuación de los del PP alrededor de esta aprobación nos da una probadita de lo autoritarios que pueden llegar a ser. Hicieron hasta lo imposible por lograr que se aprobara su paquetazo sin que nadie tuviese tiempo de reaccionar, mucho menos de discutir la propuesta. Querían que pasara sin discusión, sin que ni los diputados, mucho menos los ciudadanos, pudiesen expresar su opinión al respecto. Justo como lo haría cualquier dictador.

No hay que investigar mucho para darse cuenta. Por ejemplo, el dichoso dictamen favorable de la Comisión de Finanzas del Congreso —dictamen que, por cierto, es ilegal, a raíz de la integración de la comisión— se nota a leguas que fue redactado por los mismos que redactaron la propuesta. A los diputíteres de la Comisión solo se las han de haber pasado con las órdenes expresas de que la firmaran, sin discusión.

El caso es tan patético que hasta uno de los diputados, Carlos Fión, del partido Creo y secretario de la Comisión, razonó su voto diciendo que debía haber más discusión. El diputado Fión no tuvo el carácter para votar en contra del dictamen, pero dejó en claro que de discusión, nada; simplemente se los dieron para que lo firmaran.

De dónde si no iban a sacar los diputados de la Comisión el falso argumento —que venía en la propuesta del Ejecutivo— de que el incremento de la deuda en el gobierno anterior se debió al gasto “contracíclico” para contrarrestar los efectos del cambio climático y la crisis mundial. ¡Patrañas! Ese argumento solo se lo creen los empleados del exministro de Finanzas que ahora manejan las riendas en ese ministerio. El gobierno de Colom nos dejó endeudados para robarse la plata y buscar la reelección. Punto.

Pero el dictamen “favorable” fue solo el principio. Después estuvo la negociación con las demás bancadas para aprobar de “urgencia nacional” el paquetazo. No hay ninguna explicación lógica que justifique calificar de “urgencia nacional” un incremento de impuestos. La única explicación es lograr que pase antes de que la gente pueda siquiera reaccionar, no digamos discutirla.

Y aunque la logren pasar —cuando mandé esta columna todavía no se sabía qué pasaría en el Congreso ayer en la tarde-noche—, Otto Pérez y los del PP deben estar claros en que esta que considerarán una victoria no lo es. Primero, difícilmente van a lograr incrementar la recaudación de esa manera, y quizá hasta logren que baje. Pero más importante aún es que habrán perdido la confianza de quienes votaron por ellos. No solo porque los cambios que propusieron, a quienes más afecta es a ellos, sino porque no les dieron chance siquiera de expresarse ni mucho menos de discutir el paquetazo.

Tengan por seguro que esa traición es mucho más que suficiente para minar considerablemente la confianza que habían depositado en ustedes. Y nada hay más fácil de perder ni más difícil de recuperar que eso: la confianza.

Lástima. Perdieron lo más por lo menos. Y lo peor es que ni se dieron cuenta de ello.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 16 de febrero 2012.

miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Importa la desigualdad?


Carroll Ríos de Rodríguez

Ya no culpemos al clima, la raza, la ubicación geográfica ni la fortuna por nuestro letargo económico.

Primera plana: la brecha entre ricos y pobres crece alrededor del mundo, informa Robert Greenhill, ejecutivo de World Economic Forum. Sumada a la mala gestión gubernamental, la desigualdad crea desequilibrio y roces sociales—pudiera haber detonado las manifestaciones de los indignados... A Greenhill le preocupa que ello haga “intolerable” otra posible crisis financiera global. Hace exactamente un año, The Economist afirmó lo mismo, señalando que la brecha se ensancha primordialmente dentro de cada país. ¿Qué implicaciones tienen estas mediciones para nosotros?

Tres hechos importantes matizan los datos crudos. Primero, la tendencia observada empezó antes y es más prevalente en países de habla inglesa, y en el continente americano. Algunas causas pueden ser libertades más amplias e impuestos más bajos, o que el Estado Benefactor es más cargante, proporcionalmente, en otros países europeos. Además, la mayoría del 1% de las personas más ricas del mundo trabaja en el sector financiero en Estados Unidos o en Inglaterra.

Segundo, y paradójicamente, no sube la disparidad en todos los sectores, ni al sumar todos los países del mundo. Un estudio de la Universidad de Northwestern revela que no ha aumentado la desigualdad en EE.UU. desde 1993 para el 99% de la población: se incrementan las diferencias entre los super-ricos, sin perjuicio del bienestar de la mayoría. Adicionalmente, el biólogo Matt Ridley escribe en The Rational Optimist (2010) que, cuando las economías se dinamizan, la brecha crece inicialmente, como es el caso de China e India. Sin embargo, este crecimiento trae consigo mayor prosperidad para los pobres de esos países y mayor equidad en términos globales.

Tercero, según Ridley, “los ricos se han enriquecido, pero los pobres han prosperado aún más”. En tan sólo 200 años la humanidad ha logrado mejoras galopantes jamás vistas durante los 10 mil años antes. Cornelius Vanderbilt, el primer empresario que mereció la etiqueta despectiva de “magnate ladrón”, no tuvo acceso a luz eléctrica, Internet, celulares, agua limpia y potable, vacunas, ni restaurantes de comida rápida. Hoy, millones de personas en todo el mundo tienen mejor educación, vivienda, entrenamiento, alimento y esperanza de vida. Únicamente en seis países, el ingreso per cápita real era menor en 2005, que en 1995: Afganistán, Haití, Congo, Liberia, Sierra Leone y Somalia.

La “brechología”, como la tildó P.T. Bauer, genera división, victimización y envidia—todas motivaciones poco productivas. Es preferible enfocarnos en las poblaciones que aún viven en extrema pobreza y pobreza. Y la única cura digna y duradera es la sociedad abierta que faculta la creación de riqueza. Ya no culpemos al clima, la raza, la ubicación geográfica ni la fortuna por nuestro letargo económico. Existe evidencia de que el marco institucional (libertad, reglas claras y estables, derechos de propiedad, contratos, acceso a justicia pronta, etc.) hace la diferencia. Incluso leves cambios institucionales producen cambios significativos. ¡Hagamos la prueba!

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día miércoles 15 de febrero 2012.

martes, 14 de febrero de 2012

Amores y desencantos


POR PEDRO TRUJILLO

No tengo ni idea de quién inventó el Día del Cariño, del amor o de la amistad, o todos juntos para ser más inclusivo. No obstante, parece hermoso que una vez al año, por lo menos, se reflexione sobre tan nobles sentimientos. Hecho de menos, sin embargo, una meditación sobre el desamor, que propongo se haga con urgencia, puesto que aportaría mucho más que otras fútiles celebraciones. Sería una excelente jornada para recordar a papás irresponsables que -pasen o no pensión alimenticia a sus hijos- ignoran que la semana tiene siete días, que van de viaje con el colegio, necesitan útiles para hacer deberes, les gusta el cine y otros menesteres no incluidos en la cantidad que, incluso, algunos limitan, niegan o amenazan con retirar.

También para las exparejas que mezquinamente se resisten a conceder el divorcio con excusas y presiones de todo tipo, impidiendo que el otro pueda rehacer su vida o desconectarse de una vez por todas. A quienes amenazan a su “ex” de diferente forma —armas especialmente—, e impiden que rehaga su vida porque no gusta de que conociera a tal o cual persona, hace caso a chismes de las malas lenguas, que las hay, o su estrechez mental no lo permite.

No digamos de los (las) despreciables que levantan la mano o amenazan con hacerlo, sin importar a quién ni el por qué. Día para acordarse de los hijos que quedan desamparados o son atendidos únicamente hasta los 18, como si a partir de ese cumpleaños ya fueran autosuficientes, no tuvieran que cursar estudios universitarios o dispusiesen de recursos para hacer su propia vida, sin darse cuenta de que generalmente siguen viviendo con la mamá y tienen gastos propios de su edad y condición.

Como nadie se libra de esta realidad del desamor, es necesario también reflexionar sobre mujeres que se incluyen en el estereotipo de mamás abnegadas, pero que son capaces de abandonar a su prole, desatenderla o incluso maltratarla, haciéndole vivir situaciones difíciles de describir o cerrando los ojos a maridos violadores.

Prefiero hablar de amor. No obstante, se observa demasiado desamor hacia la pareja que comparte la vida, hacia los hijos o los amigos en general. ¡Qué bueno celebrar!, pero no dejemos de pensar en esas otras situaciones que las estadísticas reflejan más graves de lo deseable en una sociedad que aspira a convivir en paz. Esto del desamor termina siendo más importante que el propio amor que funciona solo y no necesita de celebración, puesto que está implícita en sí misma, lo que no ocurre con su antónimo.

Mejor meditar un día sobre las causas y consecuencias de la falta de amor que frecuentemente se torna en rechazo, menosprecio y hasta odio. No sé si habrá un indicador al respecto, pero quizá si se elaborara apareceríamos en un puesto preocupante porque los casos conocidos, que afloran o te cuentan, son realmente patéticos. Tampoco es especifico de tal o cuál colectivo, sino que se observa en todo grupo social.

Por ello —ahora que se declara día de cualquier cosa—, aprovecho para proclamar el “día del desamor y del desencuentro” como jornada de intensa reflexión para destruir malos hábitos. Cabeza y razón para el desamor, dejemos el corazón y la pasión para el amor. Quizá si se emplease la parte del cuerpo adecuada a cada momento, aflorarían soluciones mucho menos hirientes. Para mientras, ¡feliz día!, de lo que cada quien “celebre”.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 14 de febrero 2012.

La luz de Otto


POR JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Sorpresivas fueron las declaraciones del presidente Pérez respecto de su intención de proponer, en un futuro foro de presidentes, la legalización de las drogas. Es la primera vez que un presidente latinoamericano, en el poder, hace semejante propuesta. Aunque pasará mucho antes de que dicha sugerencia se convierta en realidad, se abre la puerta para tener un diálogo respecto de la forma como debemos enfrentar una inútil guerra que ni siquiera es nuestra. El presidente Pérez no está solo.

El año pasado diferentes personalidades integraron la llamada Comisión Global de Políticas de Drogas. Entre ellas César Gaviria, expresidente de Colombia; Ernesto Zedillo, expresidente de México; Fernando Henrique Cardoso, expresidente de Brasil, y George Papandreu, ex primer ministro de Grecia. La comisión también estaba integrada por el empresario Richard Branson, el escritor mexicano Carlos Fuentes, el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, y Louise Arbour, alta comisionada de la ONU para derechos humanos, entre otras.

La comisión concluyó en que “la guerra global contra las drogas ha fracasado con consecuencias devastadoras para individuos y sociedades alrededor del mundo”. Y sugieren “terminar con la criminalización, la marginalización y la estigmatización de las personas que usan drogas, pero que no hacen ningún daño a otros”. Es una conclusión que viene acompañada de evidencias respecto de que el consumo de drogas continúa creciendo a pesar de la destrucción, muerte y pérdida de libertad que ha provocado la fracasada “guerra contra las drogas”.

Ojalá que el presidente Pérez logre, por lo menos, que sus colegas regionales pierdan el miedo a discutir el tema públicamente. Alguien, desde una posición de poder y liderazgo político, debe tener el valor de romper el tabú y decirlo: la guerra contra las drogas no es nuestra guerra, sino una guerra impuesta por una política equivocada. Esa es la realidad. El consumidor estadounidense pone el dinero con el que los narcos producen, transportan y venden la droga; corrompen naciones y compran armas de los fabricantes estadounidenses. Al mismo tiempo, los mismos ciudadanos de EUA pagan impuestos para que su gobierno lo gaste en la llamada “guerra contra las drogas”. Irónico, ¿no? Es como aquel perro que quiere morderse la cola pero solo da vueltas inútilmente en el mismo lugar, sin avanzar en ningún sentido.

Aún nos espera un largo camino que recorrer entre aquellos que creemos que el tema de las drogas debe ser tratado como un asunto de salud pública y no desde una perspectiva criminal. En vez de armas debemos tener computadoras. En lugar de cárceles, escuelas y clínicas. En lugar de policías, maestros y médicos. En lugar de políticas criminales, más educación. Las pérdidas de vidas, bienes y libertad son un trágico testimonio del altísimo costo de oportunidad que pagamos todos los días por no cambiar el rumbo.

El presidente Pérez ha dado un primer paso significativo. Ojalá tenga el valor de seguir adelante. Cuenta con más apoyo del que él cree.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 14 de febrero 2012.

Drogas: la guerra perdida


Estuardo Zapeta

El 21 de noviembre de 2011, Mary Anastasia O’Grady escribió una magnífica pieza acerca de la “legalización” de las drogas en América Latina.

El 21 de noviembre de 2011, Mary Anastasia O’Grady, editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal, escribió una magnífica pieza acerca de la “legalización” de las drogas en América Latina. Y dado el comentario del presidente Otto Pérez Molina acerca de una discusión regional entorno a este tema, creo importante citar partes de la columna de O´Grady.

“El argumento clásico a favor de la legalización de la marihuana se fundamenta en la libertad personal. ¿Por qué, preguntan sus defensores, debería el gobierno federal decirles a los ciudadanos qué pueden consumir? También es un motivo por el que muchos conservadores le temen. Les preocupa que la legalización genere más consumidores de marihuana, un aumento del consumo de drogas duras, y una disminución en la calidad de vida de los sobrios y la sociedad en general . . .”

“El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso cree que sucedería lo opuesto. En una entrevista me dijo que su apoyo a la despenalización global de marihuana apunta a reducir el uso de todas las drogas, disminuir la violencia y minimizar lo que considera una amenaza seria y creciente a la democracia en América Latina...”

“Cardoso es un defensor internacional de alto perfil para terminar la guerra contra el narcotráfico... antes tenía una opinión opuesta...”

“Explica que, como presidente, usó métodos tradicionales de represión y prevención para combatir el problema de las drogas. Pero no demora en agregar que ninguno de los dos funcionó. La erradicación fue un fracaso, sostiene. Aunque se destruyeron plantas de marihuana luego, otra vez, los cultivos estaban allí. En tanto, el Estado realizó un esfuerzo insuficiente en materia de prevención, en parte debido a que el problema de drogas de Brasil no era tan grave en ese momento...”

“Cardoso afirma que, luego de dejar la presidencia me di cuenta, Dios mío, de que lo que está en juego ahora es mucho más que sólo la criminalidad. (Son) las instituciones, la democracia, que están en peligro por los carteles e incluso por la represión (en) la forma en que se están violando los derechos humanos...”

“Por supuesto, la violación de libertades civiles por parte del Estado en la guerra contra el narcotráfico era predecible, ya que el negocio de los narcóticos involucra transacciones privadas entre partes voluntarias. Controlar ese tipo de transacciones requiere de informantes, y necesariamente implica una ampliación de los poderes estatales más allá de lo que la mayoría de las democracias liberales consideran legítimo...”

“Cardoso dice que la evidencia abrumadora proveniente de los estudios sobre el abuso de drogas muestra que una guerra como la que imagina EE.UU., que apunta a cero consumo y ninguna producción de drogas, es la estrategia equivocada. Sin embargo es el statu quo global puesto en práctica por todos los países porque la ONU hoy asume que es la forma de lidiar con las drogas.”

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 14 de febrero 2012.

#Nomasimpuestos


Marta Yolanda Díaz Duran

Tributo para que en mi país haya seguridad y justicia. NO pago impuestos para mantener a saqueadores y parásitos.

La iniciativa de Ley con la que pretenden cobrarnos más impuestos, presentada al Congreso por el Presidente del Organismo Ejecutivo, Otto Pérez Molina, eufemísticamente llamada Actualización Tributaria, se nota que es una propuesta de burócratas que han vivido la mayor parte de su tiempo trabajando en entidades gubernamentales nacionales e internacionales. O sea, que han vivido principalmente del trabajo de otros. Si tuvieran alguna idea de lo que significa crear riqueza, lo que hubieran hecho es eliminar los gravámenes que castigan la inversión y retirar los obstáculos a la producción.

Los impuestos que debemos pagar no deben depender de porcentajes comparados con lo que pagan en otras sociedades que, después de haber creado riqueza, han optado por el absurdo Estado Benefactor/Mercantilista. Sociedades que, por cierto, están hoy ahogándose en una crisis que parece no tener final, ya que no tienen la valentía de terminar con la insensatez. Paguemos lo necesario para que haya seguridad y justicia. TODO lo demás sólo contribuye a aumentar el poder arbitrario de los gobernantes y, por tanto, la corrupción.

Es bienvenida la decisión de bajar las tasas al régimen optativo del Impuesto sobre la Renta (ISR). Aunque lo correcto sería eliminar de una vez el ISR. Pero yo desconfío de esta supuesta reducción: se me hace que la trampa escondida está en las deducciones de gastos permitidas. Al fin, si llegara a pasar el aumento del 40 por ciento en el régimen general, lo que tendremos que hacer es pasarnos al régimen optativo. Pero recordemos que el ISR es sólo uno de los temas. ¡Hay muchos más impuestos que aumentan y nuevos tributos que nos quieren decretar!

Yo pago impuestos desde que inicie la etapa productiva de mi vida. Y hasta hoy he recibido muy poco a cambio de todo lo que he tributado. Yo tributo para que en mi país haya seguridad y justicia. NO pago impuestos para mantener a saqueadores y parásitos. Y hasta hoy sólo para eso ha servido la mayoría de lo que he pagado. Tampoco, por principio, pago para promover un sistema que incentiva la mendicidad, que al final, sólo logra perpetuar la miseria y mediocridad en que viven muchos. El Gobierno (que no es lo mismo que el Estado) antes de pretender exprimir más a los que ya pagamos aumentando los impuestos o contrayendo deuda, deben acabar con todo el despilfarro, el malgasto y el robo descarado de nuestro dinero.

Estoy dispuesta a pagar impuestos para que el gobernante cumpla con sus funciones: seguridad y justicia. Todo aquel que TRABAJA A LA FUERZA en beneficio de otros, bajo amenaza de cárcel o algún otro castigo, es un esclavo. Pago impuestos pero no estoy dispuesta a ser esclavizada por nadie. Ni a que se sigan robando descaradamente lo que a mí y a otros nos ha costado producir. Usemos las redes sociales (Facebook y Twitter) para que el grito de la mayoría de “NO MÁS IMPUESTOS” se escuche claro y fuerte en el Congreso.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día lunes 13 de febrero 2012.