martes, 14 de febrero de 2012

Drogas: la guerra perdida


Estuardo Zapeta

El 21 de noviembre de 2011, Mary Anastasia O’Grady escribió una magnífica pieza acerca de la “legalización” de las drogas en América Latina.

El 21 de noviembre de 2011, Mary Anastasia O’Grady, editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal, escribió una magnífica pieza acerca de la “legalización” de las drogas en América Latina. Y dado el comentario del presidente Otto Pérez Molina acerca de una discusión regional entorno a este tema, creo importante citar partes de la columna de O´Grady.

“El argumento clásico a favor de la legalización de la marihuana se fundamenta en la libertad personal. ¿Por qué, preguntan sus defensores, debería el gobierno federal decirles a los ciudadanos qué pueden consumir? También es un motivo por el que muchos conservadores le temen. Les preocupa que la legalización genere más consumidores de marihuana, un aumento del consumo de drogas duras, y una disminución en la calidad de vida de los sobrios y la sociedad en general . . .”

“El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso cree que sucedería lo opuesto. En una entrevista me dijo que su apoyo a la despenalización global de marihuana apunta a reducir el uso de todas las drogas, disminuir la violencia y minimizar lo que considera una amenaza seria y creciente a la democracia en América Latina...”

“Cardoso es un defensor internacional de alto perfil para terminar la guerra contra el narcotráfico... antes tenía una opinión opuesta...”

“Explica que, como presidente, usó métodos tradicionales de represión y prevención para combatir el problema de las drogas. Pero no demora en agregar que ninguno de los dos funcionó. La erradicación fue un fracaso, sostiene. Aunque se destruyeron plantas de marihuana luego, otra vez, los cultivos estaban allí. En tanto, el Estado realizó un esfuerzo insuficiente en materia de prevención, en parte debido a que el problema de drogas de Brasil no era tan grave en ese momento...”

“Cardoso afirma que, luego de dejar la presidencia me di cuenta, Dios mío, de que lo que está en juego ahora es mucho más que sólo la criminalidad. (Son) las instituciones, la democracia, que están en peligro por los carteles e incluso por la represión (en) la forma en que se están violando los derechos humanos...”

“Por supuesto, la violación de libertades civiles por parte del Estado en la guerra contra el narcotráfico era predecible, ya que el negocio de los narcóticos involucra transacciones privadas entre partes voluntarias. Controlar ese tipo de transacciones requiere de informantes, y necesariamente implica una ampliación de los poderes estatales más allá de lo que la mayoría de las democracias liberales consideran legítimo...”

“Cardoso dice que la evidencia abrumadora proveniente de los estudios sobre el abuso de drogas muestra que una guerra como la que imagina EE.UU., que apunta a cero consumo y ninguna producción de drogas, es la estrategia equivocada. Sin embargo es el statu quo global puesto en práctica por todos los países porque la ONU hoy asume que es la forma de lidiar con las drogas.”

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 14 de febrero 2012.

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