lunes, 28 de febrero de 2011

FIL

Marta Yolanda Díaz-Durán

Se expresan como gente civilizada que son. De manera verdaderamente pacífica.

Fuerza Individual Libertaria. La única organización de la abstracta sociedad civil a la cual me interesa pertenecer. No se necesita más que una persona para integrarla. No es colectiva. Depende de cada uno de sus miembros. No exige más que respeto a la vida, la libertad y la propiedad de todo individuo.

Y los partidarios que en pleno uso de su razón, voluntariamente, deciden integrarla, no pasan por encima de los derechos de los demás para manifestarse libremente. Se expresan como gente civilizada que son. De manera verdaderamente pacífica. Con valentía y con la firme decisión de enfrentar la confusión reinante. Nace hoy. Soy la primera orgullosa integrante. Repito: nadie está obligado a acompañarme. La adhesión es libre. No se aceptan acarreados.

Espero que nadie se moleste conmigo por apropiarme de estas siglas; en especial, los organizadores de las ferias internacionales del libro de cualquier ciudad o país (en particular la de Guadalajara, a la que espero ir pronto), o aquellos que las utilicen para otros motivos.

En fin, no son propietarios de estas letras, lo que me permite usarlas y ser parte de la corriente de moda que reduce tantas expresiones usando las iniciales de las palabras para nombrar un grupo o una iniciativa, como suelen llamarle a ciertas actividades previamente planificadas. O, simplemente, como afirma el DRAE en su tercera acepción: para ahorrar letras o espacio en la escritura. Por cierto, una costumbre generalizada en la realidad de la sociedad virtual del presente siglo.

Las siglas las usan tanto burócratas, sean nacionales e internacionales, como empresarios, equipos de deportistas y artistas. No se diga de los delincuentes: desde pandilleros hasta miembros de grupos de presión que suelen violentar los derechos de la mayoría con tal de alcanzar sus objetivos.

Siempre clamando al derecho de todos (no sólo de ellos) de manifestar. Siempre olvidando, convenientemente, que ejercer un derecho no autoriza a NINGUNO a violar los derechos de otros. Es una condición sine qua non para exigir respeto, respetar a los demás. Sin embargo, la crisis conceptual actual, la raíz de la mayoría de nuestros problemas comunes, favorece a los objetivos de los oportunistas que, disfrazados de bienhechores de los pobres, terminan haciendo sus vidas, ya de por sí complicadas, aún más miserables.

Uno de los mejores ejemplos para mostrar y demostrar lo anterior es ese grupo de vándalos que, bajo las siglas FNL (Frente Nacional de Lucha), descaradamente no sólo anuncian que van a cometer un delito, amenaza que generalmente cumplen, sino que además se salen con la suya a pesar de dañar a millones de guatemaltecos con sus fechorías.

A veces hasta cuentan con la ingenua intervención de gente bien intencionada que termina sirviendo de alfombra para que ¡vaya a saber quién! (quien sea el titiritero de las mencionadas y malgastadas marionetas), logre su objetivo. Contra esto, yo protesto.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día lunes 28 de febrero 2011.

“¿Carisma o disciplina?”

Armando de la Torre

Creo que Chepe toca un nervio sensible. El “carisma” de un líder en absoluto es garantía de su habilidad para gerenciar.

A propósito de la campaña electoral anticipada, Chepe Áscoli publicó un artículo la semana pasada en este mismo diario con tal título. Su comentario se suma a un creciente número de opiniones inteligentes que, por fortuna para Guatemala, salen a la luz.

Creo que Chepe toca un nervio sensible. El “carisma” de un líder en absoluto es garantía de su habilidad para gerenciar. La historia está repleta de caudillos en su momento muy atrayentes pero que fracasaron después. Fidel Castro, un ejemplo reciente.

Ya Max Weber distinguió el liderazgo tradicional, digamos el de un heredero en una dinastía, del “carismático”, reducible con exclusividad a cualidades personales e intransferibles en un individuo que despierta el entusiasmo de los demás. Ambos, a su turno, muy diferentes del líder meramente “legal”, aquel que por ley ocupa una posición decisoria, a la cabeza, usualmente, de una corporación pública o privada, burocráticamente organizada. En este último, la tradición o el carisma pesa menos, pero la eficiencia medida por los resultados cuenta más. Un héroe, pues, de la gris y aburrida disciplina.

Quienes logran ganar por cualesquiera de las tres vías, el que otros lo acuerpen rara vez ocurre por ser la concreción pura de una de ellas, sino más bien una combinación de las mismas, con particular énfasis en la una o en la otra.

Pero más me interesa aquí el vínculo que establece Chepe entre el “carisma” de un dirigente y el principio de disciplina organizacional.

He llegado a la conclusión de que en cualquier contienda, o esfuerzo competitivo moderno, la disciplina, a la larga, se ha vuelto el factor clave.

Los ejemplos abundan, inclusive desde los tiempos clásicos. El carismático Alejandro se impuso merced a la disciplina del ejército que heredó de su padre. Roma, por otra parte, dejó su huella permanente e indeleble en el Occidente, gracias a su disciplinada ciudadanía. Y en tiempos más próximos, el civismo disciplinado de sus súbditos hizo a la corona británica la Señora de los Mares.

Lo mismo acaece con las empresas que logran imponerse en el mercado y se tornan “marcas” de referencia junto a sus fundadores, ya sean Ford, Daimler o Mitsubishi.

Pero prefiero recordar un ejemplo que creo conocer mejor: el de la Alemania actual. Por tercera vez en dos siglos ese pueblo disciplinado toma la función de locomotora económica de toda Europa. La primera vez fue hacia 1890, cuando desalojaron a Inglaterra del primer puesto europeo en la Revolución Industrial. La segunda hacia 1936, cuando fueron los primeros en emerger de la Gran Depresión, y hoy, tras la II Guerra Mundial.

Triunfos respectivamente atribuidos por ellos mismos a hipótesis muy diferentes: al empuje nacional, cuando Bismarck; a la “pureza de la raza aria”, bajo Hitler, y ahora, más sensatamente, a “las virtudes alemanas” como la minuciosidad, la disciplina y la lealtad.

De ahí se podría derivar también una explicación para la victoria del Ejército de Guatemala sobre la guerrilla marxista y anárquica. Con el agravante, encima, de algo que no se quiere reconocer: que fue el “pueblo”, en su conjunto mayoritario, quien lo apoyó, en especial en las zonas rurales. Y así, una Dirección de Asuntos Civiles, no menos prolija, disciplinada y leal que los alemanes, devino estratégicamente más valiosa que la mera eficiencia táctica en el combate.

Quizás la misma hipótesis explique la ausencia en Guatemala de verdaderos partidos políticos. Demasiado cortoplacistas, adeptos por sobre todo a que Mi Familia Progrese, más a la espera de recibir que a adelantarnos a dar, olvidados, en fin a leer y a reflexionar lo suficiente como motivarnos con una entrega disciplinada a un empeño o a un propósito común.

Añadiría que quien entre nosotros pretenda liderar emule al “hombre selecto” como lo definió Ortega: aquel que se exige más a sí mismo que lo que él exige a los demás.

¿El liderazgo “alemán” o simplemente el natural?

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día domingo 27 de febrero 2011.

viernes, 25 de febrero de 2011

Propaganda oficialista: la muchachita y la doñita

Karen Cancinos

Hablemos del principio de subsidiariedad.

A estas alturas no deberían sorprender los anuncios oficialistas, pero hasta para los estándares de la UNE resulta repugnante su actual propaganda televisiva y radial. Pero siempre se pueden alcanzar nuevos bajos, ¿no? Y van por más.

¿Cuál es más obsceno, el anuncio de la muchachita a la que le “quitan sus cositas”, taza color verde UNE incluida, o la mujer que solloza en la radio jurando, mientras sorbe mocos, que nunca nadie le dará lo que el gobierno sí, porque éste lo hace “con el corazón”? La primera protagoniza una pieza, pobre niña, en la que unas manos malvadas salen de las cuatro esquinas de la pantalla y le quitan ora un lapicito, ora un cuaderno.

La última le arrebata un pocillo color verde oficialista (no tiene el pajarraco blanco, hay que ser sinvergüenzas pero jamás estúpidos), y con ello la beatífica sonrisa infantil desaparece. Una voz estentórea entonces clama: “¿Será alguien capaz de quitarle lo que ahora tiene?”

La segunda, pobre mujer, berrea mientras afirma que “hay gente aquí que espera la bolsa solidaria”. Pues claro, si uno se dedica a la holganza no tiene nada qu e perder con esperar a que llegue a la esquina de su casa cualquier cosa pagada por otros. Gracias al gobierno dice, como si esos víveres fueran costeados con fondos provenientes de la cuenta personal del mandatario, o distribuidos por la gracia y benevolencia de su mujer.

“Nos dan las cosas con el corazón” llora, y afirma que nadie más lo hará. La señora no se ha enterado de que nadie le “da” nada, pues las cosas de la bolsita no surgen por pronunciamiento hechicero. Alguien las produce y las vende al gobierno, que las paga con plata salida del erario, financiado a su vez por los contribuyentes. Por otro lado, aquí no tienen cabida sensiblerías que aluden “al corazón”. Porque a esta doñita y a sus vecinas no se les hace llegar la bolsita de comestibles por imperativos de músculo cardiaco alguno, sino por exigencias de un interés electorero bien concreto.

Hay quien dice que no se le puede pedir a una persona sin instrucción formal este razonamiento. Yo discrepo, pues he tenido ocasión de comprobar que la gente puede no saber leer ni escribir, pero entiende perfectamente en qué consiste el sentido de auto respeto. Comprende que holgazanear y dejar que los días rueden mientras se hace nada más que sentarse sol a espantarse las moscas, no es digno.

Me molesta mucho esa asociación que se hace entre pobreza material y disposición a la mendicidad. Me parece que insulta el esfuerzo de millones de guatemaltecos que mantienen nuestro país en pie, a pesar de los embates tanto naturales como provocados por la politiquería y el hambre de poder. Lejos, muy lejos de fomentar una cultura de lloricas mendigos, se encuentra el principio de subsidiariedad, que alguien podría invocar para justificar la repartición de bolsas con comida, magdalenas, viajes a la playa, dinero en efectivo, chinchines, zapatos deportivos y demás.

Si un asunto debe ser resuelto por la autoridad normativa, política o económica más cercana al objeto del problema, como reza dicho principio en su acepción más amplia, ¿cabe pensar en el gobierno central haciéndose cargo de lo más fundamentalmente individual, aquello a lo que todos en edad productiva estamos llamados, es decir, conseguir el sustento propio y el de quienes están bajo nuestra responsabilidad?

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 25 de febrero 2011.

Bochinche

Estuardo Zapeta

Asemejan estos “frentistas” a las “maras”, las cuales logran objetivos mediante la extorsión y el delito impune.

El bochince paga, y paga bien”, podría ser una de las sentencias con las cuales acciona el autodenominado “frente nacional de lucha (fnl)”, y cuya presencia ya hemos observado en casi todos los temas que involucren desorden, ilegalidad y violación a los derechos de terceros.

Y por eso me pareció curioso que aunque la mismísima Corte de Constitucionalidad amparara a la Cámara del Agro, a la Cámara de Industria, y a la Cámara de Comercio, e indicara al Presidente, al Ministro de Gobernación, y al Director General de la Policía Nacional Civil (PNC) qué hacer y cómo hacerlo en caso de bochinche en cualquier punto del país, y los bochincheros tuviran conocimiento de tal disposición, aún así los tales salieran a bloquear los pasos que pudieron, principalmente los fronterizos, y a retar a la CC y a los guangos del presidente, ministro y director policial. ¿Habría, pregunto, algún “acuerdo” entre gobierno y el “frente”?

De hecho, al tal “frente” se le ha visto desde bochinches en San Juan Sacatepéquez hasta en apoyo de huelgas de un tal grupo “epa” que paralizó la Usac por más de 50 días. Éstos mutan.

El amparo de la CC a las Cámaras debe señalarse, garantiza el Derecho de manifestación, pero también garantiza el Derecho a la Libre Locomoción. O sea, que ambos Derechos están garantizados y la defensa de uno no implica la violación del otro, ya que quienes tal delito cometan deslegitiman su “lucha”, y se convierten en tiranos de quienes no sólo no apoyan su “causa”, sino que hacen del delito mismo una forma de obtener “ganancias” mediante el chantaje y la extorsión como medios de lograr sus dudosos objetivos, que de todos modos ellos mismos saben que no podrían alcanzar por medio del diálogo y la razón, porque no están dispuestos al primero y carecen de la segunda.

Asemejan estos “frentistas” a las “maras”, las cuales logran objetivos mediante la extorsión y el delito impune.

Esa metodología en cualquier parte del mundo se llama “terrorismo”, palabra que tememos usar en Guatemala, como si llamándole de otra manera —manifestación pacífica, demanda popular, o reivindicación— se le quitara la naturaleza ilegal e ilegítima al método utilizado.

Por qué, me pregunto, nos da miedo llamar a los bochincheros lo que son: unos terroristas que utilizan la criminalidad para lograr sus objetivos, sean extorsiones de los transportistas en el caso de los mareros, sea control territorial por parte de los “narcos”, o aumento de presupuesto por parte de los del “fnl.”

Pero lo peor de todo es que los “frentistas” lo hacen a plena vista de las autoridades sin que éstas siquiera puedan reaccionar como la Ley les manda, y, en el caso de ayer, la misma CC había “apercibido” al Presidente, al Ministro y al Director de la PNC para que evitaran los bloqueos. Y a los tres parece que la CC, junto con los del “fnl”, se la pasan por el arco del triunfo.

No existe diferencia entre estos delincuentes terroristas incapaces de conseguir sus objetivos por medios legítimos y legales, y ahora hasta con la “alcahuetería” de las autoridades, las cuales desobedeciendo a la CC nos demostraron que están del lado de la delincuencia y el terrorismo.

Fregados estamos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 25 de febrero 2011.

jueves, 24 de febrero de 2011

Economía e inseguridad, nuestras prioridades

Ramón Parellada

No le alcanza lo que gana; todo está más caro y la pobreza a nuestro alrededor es cada día más notoria.

Me llama la atención que el resultado de las encuestas electorales sigue siendo el mismo desde que yo comencé a interesarme en el asunto hace tres décadas. El problema principal sigue siendo el económico y la inseguridad.

Ayer salió publicada una encuesta en el diario elPeriódico que reafirma estas falencias en nuestra sociedad. La encuesta la hizo Borges y Asociados y el resultado era de esperarse. Son la inseguridad y los problemas económicos (falta de empleo, pobreza, situación económica, costo de vida y bajos salarios) los que ocupan los principales renglones que la ciudadanía espera que los políticos resuelvan.

Me llamó la atención una pregunta en particular: ¿Y cuál es el principal problema suyo y de su familia? El resultado fue que entre la situación económica, el desempleo, el costo de vida, los bajos salarios y la pobreza se obtuvo un 73.9% de las respuestas. Ante esta pregunta personalizada la gente respondió que el tema de inseguridad le afectaba en un 7.3%. ¿Cómo se interpreta esto?

Pues bien, piense Ud. ¿qué es lo que en este momento le afecta más? Estoy seguro de que su respuesta coincidirá con el resultado de la encuesta. A Ud. no le alcanza lo que gana; en estos momentos teme perder su empleo o está desempleado buscando desesperadamente otro trabajo, todo está más caro y la pobreza a nuestro alrededor es cada día más notoria.

En cuanto a inseguridad, Ud. se queja, aunque no le haya pasado algo, porque ve todos los días que hay asaltos, asesinatos de choferes de buses, otros asesinatos, balaceras, extorsiones y se entera también de que hay gente secuestrada que a lo mejor Ud. conoce. Sabe que le puede afectar pero no cree que en este momento le toque a Ud. Su prioridad sigue siendo el tema económico.

Sin embargo, hay una alta correlación positiva entre la inseguridad y falta de justicia y la situación económica del país. Podemos decir que en la medida en que disminuya la inseguridad y mejore nuestro sistema de justicia la economía mejorará también. Por esto es que ProReforma es tan importante porque en esta reforma constitucional parcial se sustituye el actual y defectuoso régimen de legalidad restableciendo las bases del Estado de Derecho que necesitamos, con leyes generales, abstractas y de aplicación universal que todos debemos cumplir sin excepción, con igualdad bajo la ley.

Este es el punto de partida para mejorar la deficiente situación de inseguridad y falta de justicia. De aquí se deriva un mayor crecimiento económico debido al incremento de más inversiones. Así podremos alcanzar un nivel alto de crecimiento que haga disminuir la pobreza a través de la creación de más oportunidades y empleos permanentes, mejores salarios y más y mejores productos a menores precios.

En los últimos 30 años hemos tenido de todo, gobiernos que tomaron el poder a través de un golpe de Estado y gobiernos democráticos. Hemos tenido un abanico de políticos participando con diferentes ideologías, pero quien ha tomado finalmente el poder ha hecho lo mismo que los demás, una y otra vez con poquísimas excepciones, obteniendo los mismos pobres resultados. Lo vemos cuando nos damos cuenta de que el ingreso per cápita del guatemalteco sigue siendo el mismo que el que tenía en 1,980. ¡Qué tristeza!

La encuesta nos recuerda nuestra terrible realidad y que no basta con cambiar a los políticos cada cuatro años, sino que hay que cambiar este deficiente sistema. ProReforma sigue ahí, esperando su turno.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "siglo XXI", el día jueves 24 de febrero 2011.

Tergiversando el liberalismo

Federico Bauer Rodríguez

El fiambre que se hace de todas las tendencias liberales.

Los que hemos tomado la tarea de difundir la tesis liberal, ya sea por motivos morales o utilitarios, nos encontramos con cierta oposición que continuamente saca de contexto nuestras propuestas, y las tergiversa con el fin de ganar el moral high ground.

La primera arma de estos comunicadores consiste en hacer un fiambre de las distintas variaciones de la escuela de pensamiento que llamamos liberal, y atacar al liberalismo en general con las fallas indiscriminadas de cualquier versión de las mismas.

Entre las muchas variaciones encontramos el anarco-capitalismo y el randianismo, con las cuales no simpatizo, el minarquismo y el liberalismo clásico, con las cuales sí simpatizo. Para nuestros detractores es muy fácil utilizar argumentos válidos en contra de los seguidores de Ayn Rand, pero yo no soy uno de ellos. Igualmente, tampoco estoy de acuerdo con los monetaristas de Chicago, pero a mis detractores eso no les importa.

Generalmente nos acusan de querer acabar con el Estado y vivir en la “anarquía” del mercado, pero eso es totalmente falso, por los dos lados. Reconocemos la importancia de un Estado fuerte en los temas relacionados al Estado de Derecho, y a su rol subsidiario pero con limitaciones. Creemos que el Estado debe dar prioridad al tema de seguridad y justicia, y una vez resuelto esos temas dedicarle recursos a los compensadores sociales como salud, educación, vivienda y previsión social.

En cuanto a dejar al mercado todos los aspectos de la vida en sociedad tampoco es cierto, pero la asignación de recursos escasos que no tiene alternativa, si es que se quiere obtener eficiencia económica. Las socialdemocracias responsables (nórdicos y otros), utilizan el sistema de mercado capitalista con el fin de obtener los mayores recursos que sirven para financiar sus programas sociales.

Una vez creada la riqueza debemos integrar a otras disciplinas profesionales, con el fin de optimizar su uso desde el punto de vista social, pero meterle sesgos no económicos en el proceso de generación siempre tiene consecuencias no deseadas. Desafortunadamente, es en el proceso de la repartición de los recursos en donde los políticos actúan buscando su permanencia en el poder y no el beneficio de la comunidad, y aquí sí estamos todos los liberales opuestos al clientelismo.

Que los liberales satanizamos al sector público y sus instituciones es otra crítica común, pero en realidad lo que satanizamos es la corrupción y la ineficiencia, ya sea pública o privada.

En el InfoIGSS me acusan de demonizar a las instituciones públicas, pero en mis columnas he tratado de proponer soluciones para corregir fallas en instituciones públicas y privadas por igual.

La diferencia estriba en que cualquiera puede criticar a una institución pública por dos razones, la Constitución nos protege y la información es pública. En el caso de las empresas privadas solo podemos atacar al sistema mercantilista en general, pero no podemos apoyar nuestros argumentos con información privilegiada de casos particulares. En el caso del IGSS, son ellos los que han publicado que si no se hace cambios, el sistema colapsará en el 2021, no lo inventé yo. En su número 57 del 20/1/2011 del InfoIGSS, encontramos noticias alarmantes del sistema de seguridad social en Europa, pero no es aumentando la edad de retiro sino transformando el sistema como se corrige el problema. Urge permitirle a los trabajadores que puedan escoger su sistema previsional y de salud.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periodico", el día jueves 24 de febrero 2011.

“Ya no más”

JORGE JACOBS A.

Los cambios que se están dando en el norte de África y en el Oriente Próximo constituyen uno de esos puntos de inflexión en la historia de la humanidad de los cuales tenemos la suerte de presenciar de cerca, gracias a la tecnología de las comunicaciones. Pero lo más importante es que aprendamos las lecciones detrás de esos cambios. Para mí, la lección más relevante que podemos aprender de estos sucesos la explicó un filósofo francés del siglo 16, Étienne (Esteban) de La Boétie, en un artículo que publicó cuando apenas tenía 18 años:

“Discurso sobre la servidumbre voluntaria”.

La lección es sencilla: ningún gobierno, por malo que sea, se sostiene sin el apoyo de la población; por consiguiente, lo único que se necesita para que un dictador caiga es que la gente diga: “ya no más”. De La Boétie lo explicó muy bien hace casi 500 años; sin embargo, como que siempre se necesita la experiencia cercana para interiorizar una lección tan de sentido común como esta.

Y la mejor prueba de la veracidad de lo explicado por De La Boétie la tenemos desarrollándose en vivo frente a nuestros ojos. Hosni Mubarak gobernó con mano férrea Egipto por casi 30 años; comandaba uno de los ejércitos más grandes del mundo y aún así solo se necesitaron 18 días de manifestaciones de un buen grupo de la población para que su gobierno perdiera todo sustento y se desmoronara. Zine El Abidine Ben Ali se mantuvo en el poder en Túnez casi 24 años, pero tampoco aguantó ni siquiera un mes de manifestaciones antes de salir huyendo. El siguiente en la fila, Muamar al Gadafi, dictador de Libia, a pesar de la sangrienta represión, probablemente no dure muchos días u horas más.

Es tan impresionante el discurso de De La Boétie, que quisiera transcribirlo todo, pero no alcanza el espacio, así que le doy una probadita para que se interese en leerlo completo.

“No quisiera sino averiguar cómo es posible que tantos hombres, tantas villas, tantas ciudades, tantas naciones algunas veces sufran bajo un solo tirano que no tiene más poder que el que ellos mismos le dan; que puede dañarlos solo hasta donde ellos lo aguanten; que no podría hacerles mal alguno a menos que ellos prefieran tolerarlo a contradecirlo. Sin duda, ¡una situación sorprendente! Sin embargo, es tan común que uno debe llorar más y sorprenderse menos ante el espectáculo de ver a un millón de hombres servir miserablemente, con sus cuellos bajo el yugo, no obligados por una multitud mayor que ellos, sino que simplemente, al parecer, encantados y hechizados por el nombre de un solo hombre, cuyo poder no tienen por qué temer, ya que es la persona que evidentemente no pueden admirar, debido al trato inhumano y salvaje que les da.

“Obviamente no hay necesidad de luchar para vencer a este único tirano, ya que se le derrota automáticamente si el país se rehusa a consentir su propia esclavitud: no es necesario quitarle algo, sino simplemente no darle nada; no hay necesidad de que el país haga un esfuerzo para hacer algo por sí mismo a condición de que no haga nada contra sí mismo. Por lo tanto, son los mismos habitantes quienes permiten, o más bien logran, su propia sujeción, ya que al dejar de someterse pondrían fin a su servidumbre. Un pueblo se esclaviza, corta su propia garganta, cuando, teniendo la oportunidad de escoger entre ser vasallos y ser hombres libres, abandona sus libertades y se pone el yugo, da su consentimiento para su propia miseria, o, más bien, al parecer, la acoge”.

Si quiere leer el discurso completo, búsquelo en www.jorgejacobs.com.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 24 de febrero 2011.

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Educar en libertad y con calidad?

Carroll Ríos de Rodríguez

Para educar seriamente a cada niño, aprovechando sus talentos e intereses, la oferta debe ser variada.

Las familias guatemaltecas vivimos ya la rutina del nuevo año escolar. Maestros y padres conversamos habitualmente sobre posibles mejoras al sistema educativo público y privado. Por eso pudiera ser de interés al lector una entrevista al presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez-Campra (Mundo Cristiano, febrero 2011). Aunque obviamente los sistemas educativos de España y Guatemala son diferentes, sus observaciones parecían extrapolables a nuestra realidad.
Cuando le preguntan “¿Cuáles son los principales problemas?”, Rodríguez-Campra responde sucintamente: “Los que derivan de los ataques a la libertad de enseñanza”. Más adelante reafirma el punto: “Lo único que pedimos es un modelo que posibilite la libertad de elección de las familias, en igualdad de condiciones entre centros públicos y privados. Cualquier sistema que respete la libertad, insisto, nos parece bien. Vale el sistema del concierto o del cheque escolar, o del copago, o de la desgravación fiscal, o un mix de varios, que tal vez sería lo ideal”.


Parece que en España los padres enfrentan tres opciones: escuelas públicas, colegios privados, y colegios privados financiados con fondos gubernamentales, principalmente mediante el pago del salario del maestro. Estos terceros se llaman “concertados” y me recordaron a nuestro extinto Programa Nacional de Autogestión Educativa (Pronade). Obtienen mejores resultados pedagógicos a menor costo que las escuelas públicas, pues son más eficientes. El hecho de que los padres sean libres de elegir es clave, pues colaboran con el colegio y velan por la calidad de la enseñanza. Pero…los concertados seguramente suscitan envidias. Pueden ser hostigados por las autoridades, sobre todo si incluyen en el pensum la educación religiosa o si son diferenciados. O bien, las autoridades establecen un centro escolar público a la vecindad, desperdiciando preciados recursos.


Allá como aquí se hace gala de la gratuidad y la obligatoriedad. Son dos imperativos aparentemente loables que desvían el foco de atención de la calidad y el mejor interés de los niños, afectando las decisiones de políticas públicas, sobre todo cuando hay subsidios y cambiantes regulaciones de por medio.


En 10 años, se dobló el gasto en educación en España, pero según una evaluación internacional de alumnos (PISA), la calidad de la oferta estatal es igual de mala ahora que antes. Como aquí, en España muchos alumnos pierden el año o lo pasan sin haber aprendido nada, y otros tantos abandonan la escuela. Unos no consiguen empleo debido a una deficiente educación.


Aunque el presupuesto en educación de 2010 de España casi cuadriplica el de Guatemala para el mismo año, nuestro gasto per cápita (nominal) sería aproximadamente el 92% del español. La clara lección: tirarle cada vez más dinero al sistema no hará desaparecer sus defectos. Para educar seriamente a cada niño, aprovechando sus talentos e intereses, la oferta debe ser variada y competida, y los padres deben poder elegir entre un abanico de opciones con libertad.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 23 de febrero 2011.

Iniciativa 4323

Verónica Spross de Rivera

Este paso es fundamental para apuntalar nuestra debilitada institucionalidad.

Pocos ciudadanos están familiarizados con la iniciativa 4323, que pretende mejorar la rendición de cuentas y transparencia en las votaciones de los diputados en el Congreso de la República. Aunque la mayoría estamos conscientes de que nuestros representantes realizan una votación para aprobar los proyectos de ley e iniciativas, pocos sabemos que es difícil registrar los votos.
La iniciativa 4323, promovida por los diputados Rosa María de Frade y Francisco Contreras, mejorará la transparencia por medio del uso de un tablero electrónico, que permitirá que los ciudadanos conozcan cómo vota su representante. Este es un elemento fundamental en las democracias. En América Latina y en Guatemala, especialmente, aún no se cuenta con una cultura de seguimiento a las posturas y votaciones de los diputados. Sin embargo, es necesario y urgente avanzar en esta dirección para oxigenar y fortalecer la institucionalidad democrática.

En los Estados Unidos, los congresistas suelen mantener reuniones con sus electores para conocer sus posiciones sobre los temas más importantes de la agenda legislativa. En los Estados Unidos es común encontrar a los congresistas dialogando con sus bases sobre temas como la reforma del sistema de salud o los temas tributarios.

En el Congreso de la República se cuenta con un sistema electrónico que permitiría llevar los registros de las votaciones. Lamentablemente la inversión de más de 7 millones de quetzales está sin ser utilizada. Requiere mantenimiento y ponerla en operación, pero sería relativamente sencillo ponerlo a funcionar. El beneficio que traería fortaleciendo el sistema democrático bien vale el esfuerzo. Sin embargo, es requerido el marco legal que faculte el uso de dicho sistema, pues no estaba contemplado en el régimen interior del Organismo Legislativo.

El tablero electrónico permitiría a los ciudadanos recuperar un poco de confianza en una de las instituciones que lamentablemente no cuenta con el alto prestigio que debería tener. Las componendas y prioridades político-electoreras han venido a entorpecer el funcionamiento del organismo en donde la democracia debería reinar plenamente. El estudio Cultura política de la democracia en Guatemala 2010, de ASIES, indica que entre 2008 al 2010 la satisfacción con la democracia bajó de 52.5 a 47.8 puntos.

El registro electrónico de las votaciones implicará una mayor responsabilidad en los diputados, ahora y en quienes resulten electos en las próximas elecciones. Este paso es fundamental para apuntalar nuestra debilitada institucionalidad.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 23 de febrero 2011.

martes, 22 de febrero de 2011

¡Necios con la campaña!

PEDRO TRUJILLO

Ante la falta de éxito en la investigación de una campaña nacional de desprestigio contra la Cicig, el comisionado Dall’Anese busca ahora culpables del descrédito en el ámbito internacional. Hasta la fecha, el comisionado se había mantenido semidiscreto y no aparecía mucho en los medios, dedicándose a lo que sabe y debe hacer con entusiasmo y consagración: investigar esos poderes paralelos al Estado que nos embarran y que cada vez parecen menos ocultos para todos, excepto para él.

Sin embargo, cuando los resultados no son los deseables, se cuestionan o los casos no se concretan suficientemente o se desmoronan, parece que la salida hacia adelante pasa por crear un distractor —como hacen muchos gobiernos—; en este caso, la campaña de desprestigio.

Muy ingenuo debería ser el señor Dall’Anese si cuando asumió el cargo no evaluó que, más que campaña, lo que hay son grupos de ciudadanos que no aceptan —y es legítimo— a la Cicig como forma de arreglar los problemas del país; otros que no la quieren, sencillamente porque no les gusta, y otros más desde fuera, que no están dispuestos a que sus impuestos vengan a un país donde las autoridades y los ciudadanos hacen muy poco por arreglar sus propios problemas y quedan a la espera de la caridad menesterosa de la cooperación internacional. También debería valorar que las campañas se pueden dar en ambos sentidos: aquellas que tienden a desprestigiar y las que ensalzan. Ambas crean sentimientos extremos y encontrados. La primera porque rechaza al ente, la segunda porque lo diviniza, y aunque las dos generan una imagen distorsionada, la atención solo se centra en una de ellas. Muchas personas hay en el país que diariamente encumbran a la Cicig, lo difunden en campos pagados, escriben resaltando sus bondades, destacan las cualidades sobrehumanas de sus integrantes y suben artificialmente el nivel de expectativas por encima de lo que sería habitual. Hasta el momento, el éxito no está en consonancia con lo esperado, con el tiempo, con los recursos invertidos y con el esfuerzo empleado. Ese grupo de optimistas que niegan la realidad de las cosas, los pro Cicig y los que toman tragos con sus representantes, los condecoran, ensalzan y proyectan a los cielos, son tan culpables como aquellos que sin pruebas son acusados de crear un clima de intranquilidad en el país ¿Por qué no se les persigue o critica con la misma contundencia?

El recién anuncio de un cabildeo internacional en su contra pone de nuevo en el candelero el tema del desprestigio y de la persecución. Sin embargo, es el propio juez quien acusa sin aportar pruebas al respecto ni decir a quiénes visitó Robert Gelbard, que es la persona que supuestamente complota. Ese tipo de acusaciones que arriban al resultado final sin que medien las pruebas que conducen al mismo son idénticas a las que en su momento utilizó Castresana y salpicó de lodo a muchos generadores de opinión del país para que, a la fecha, todos hayan sido exculpados. Es preferible, señor juez, ser más prudente y aprender de los errores del pasado para no cometerlos en el futuro. Si lidia con esa Cicig es porque su antecesor abusó en muchos comentarios y se extralimitó, supongo que aconsejado por el mismo director de comunicaciones que usted tiene ahora. No haga lo mismo o presente las pruebas que tenga. ¡Ah!, que le conste: no me he puesto de acuerdo con el tal Gelbard ni con otros.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 22 de febrero 2011.

4323

JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Hoy en día es imposible determinar la forma como cada diputado del Congreso vota en materia legislativa. Este anonimato favorece el comportamiento oportunista e irresponsable de los diputados. Sin embargo, lo anterior está a punto de terminar. Si se aprueba la iniciativa 4323, los ciudadanos podrán conocer por primera vez en nuestra historia cómo su diputado vota en el Congreso.

La diputada Rosa María de Frade y el diputado Francisco Contreras han propuesto una de las más útiles iniciativas de ley que este Congreso hubiese podido concebir: la llamada “Ley de Mecanismos de Transparencia y Rendición de Cuentas en la Gestión Parlamentaria”. Un simple mecanismo para llevar registros de la forma como cada diputado vota en cada una de las discusiones de las leyes que el Congreso conoce. Aunque usted no lo crea, hoy en día es imposible saber el comportamiento del diputado por el que usted votó, a pesar de que ya se gastaron siete millones de quetzales en un tablero electrónico para llevar los registros. La falta de voluntad impide saber quién vota a favor o en contra de qué ley. Esto puede acabar con la aprobación de los, apenas, cinco artículos de la nueva iniciativa de ley.

Sin embargo, nuestro Congreso no es uno de los organismos del Estado más desprestigiado por gusto. La situación actual es una que privilegia la actitud oportunista e irresponsable de la mayoría de diputados. La falta de transparencia actual favorece que los congresistas aprueben o rechacen leyes sin que puedan ser individualmente responsabilizados. Los ciudadanos no podemos conocer si nuestros representantes efectivamente nos representan o si cada uno vota según le conviene a él en lo particular.

Desde la perspectiva ciudadana, los diputados no pueden ni deben gozar de una impunidad semejante. Si, como dice la Constitución, el poder soberano radica en el pueblo, el pueblo tiene el derecho a saber cómo están votando aquellos a quienes se les delega temporalmente el poder. Es una verdadera ofensa a los ciudadanos que, a estas alturas del partido, no podamos saber cómo votan nuestros representantes. Es un elemental principio democrático que los diputados tengan que rendir cuentas a la ciudadanía. Para ello, es básico conocer cómo votan y determinar si vale la pena que mantengan el privilegio de ser nuestros representantes.

Así que si el Congreso tuviese una sola cosa que aprobar en este año, la iniciativa 4323 debería ser esa cosa. Es lo mejor que este Congreso le puede heredar a la ciudadanía en su último año. Sin embargo, no será fácil y, por ello, los ciudadanos debemos exigir y presionar para que los diputados renuncien al manto de impunidad del que actualmente gozan y dejen una legislatura más transparente.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa LIbre", el día martes 22 de febrero 2011.

“Hombres en tutús”

Estuardo Zapeta

En un tiempo inestable, es reconfortante saber que los hombres en tutús todavía pueden conseguir una risa...

Reír a más no poder. Entender que la seriedad del ballet puede ser quebrada en un nanosegundo con un gesto, con un movimiento off, con una mirada, o con el silencio más sonoro, o con la lenta caída de una pluma blanca.

Es el XI Festival Internacional de Cultura Paiz 2011, y junto con la grata sensación que causa una presentación como la de Les Ballets Trockaderos de Montecarlo, mis observaciones van más allá de una excelente tarde, un magnífico escenario –Ermita de la Santa Cruz en Antigua--, y una de las pocas posibilidades de disfrutar espectáculos de clase mundial a unos minutos de la ciudad.

Durante el primer intermedio tengo la oportunidad breve de hablar con uno de los artistas de Trockaderos, un español a quien expreso no sólo mi gratitud, sino mi admiración por un trabajo perfecto, además por hacernos reír y quitarle la seriedad al ballet sin dejar de ser en ningún momento fieles a la “técnica” del ballet clásico.

De hecho, la descripción utilizada para presentarlos en los portales de la Fundación Paiz explica que “un lago de los cisnes diferente; un repaso al exotismo español entendido a la manera rusa en ‘majísimas’; una visión poco ortodoxa de ‘paso a cuatro’. Verdaderos virtuosos del ballet clásico, los Trockaderos poseen una depurada técnica y conocen todos los secretos de la rígida escuela rusa... Por más de 35 años el Ballet Trockaderos de Montecarlo ha hecho reír a cada esquina del planeta con sus peculiares parodias y entretenidas comedias... En un tiempo inestable, es reconfortante saber que los hombres en tutús todavía pueden conseguir una risa y dejar boquiabierto a un teatro entero gracias a la técnica impecable y el limpio desempeño de su actuación en escena...”

¿Hombres en tutús? ¿En Guatemala? ¿En la conservadora Guatemala? Dios nos libre con Dios nos guarde. El fin del mundo está cerca . . . el “orden” se ha desconfigurado . . . muerte a los paganos.

Y esa es mi primera observación, que hago llegar a los organizadores con un enorme agradecimiento, o sea, ponerse frente a lo estático, lo rígido, lo conservador de Guatemala, y retar la mentalidad pétrea. Arte que no reta el establishment es sólo una resonancia de las “cosas como son.”

Mi segunda observación tiene que ver con el cambio mismo, el dinamismo aunque “lento”, y válgame la paradoja, que estamos viendo en Guatemala. La mundialización nos ha pegado para bien, y ahora ya podemos “ver cosas diferentes” sin espantarnos, sin condenar la diferencia, sin que el encuadre “mítico-religioso”, característico de estas sociedades shamanistas, se ensañe contra los herejes. Cierto, estamos y seguimos cambiando.

Mi observación final es acerca de muchos guatemaltecos, tal vez en silencio, que están todos los días cambiando la mentalidad subdesarrollada de estos trópicos mortales. A ellas y ellos, por su valentía, por su sueño de un mundo que no se asuste de las “diferencias”, sólo puedo decir gracias por iniciar el camino.

La Fundación Paiz es parte de esa vanguardia que nos despereza del cómodo y letal conservadurismo, y nos muestra que entre el negro y el blanco el mundo es hipercolorido... ah, y no es plano.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día martes 22 de febrero 2011.

lunes, 21 de febrero de 2011

Godínez el olvidadizo

Marta Yolanda Díaz-Durán

El trabajo que tenemos que hacer se cumple, en digamos media hora o en tres cuartos de hora.

¿Quién soy? Puedo ser usted. Puedo ser su vecino. Puedo ser cualquiera. Puedo ser sólo yo. Sin embargo, para el siguiente texto seré simplemente dios: el narrador omnisciente, que decide sobre las vidas de los protagonistas de la historia que procedo en breve a contarles. ¿Sabrá el personaje que hoy presento que le hago parafrasear a Borges? ¿Que su presentación en sociedad es casi un plagio anunciado? En fin, sólo a mí me pueden acusar aquellos que consideren el cuento que comienza, una arrogancia de mi parte.

“Trabajo desde hace nueve años en el Ministerio Público de un país que olvido su nombre. O, al menos, quisiera olvidarlo haciendo honor a mi apodo. Olvidarlo como tantos otros al igual que yo lo desean. Un Ministerio Público que es un verdadero misterio para el público. Y no sólo para los ajenos, también para los internos.

Empecé como fiscal auxiliar segundo, y luego alguien insistió, quizá demasiado, en que me nombraran fiscal auxiliar primero. Había una diferencia de trescientos billetes. Bueno, creo que trescientos billetes son imperceptibles ahora, pero en aquel tiempo eran trescientos billetes. Entonces, creo que Porfirio “el león” era el Fiscal General. Otro que hacía honor no sólo a su apodo, sino a su nombre mismo. Imagino que sin importar dónde se encuentre ahora, no habrá cambiado. Seguirá siendo porfiado. Además de taimado, malencarado y peligroso. Él me dijo muy bien, que me harían fiscal auxiliar primero, a condición de no volver a oír mi nombre. Pero creo que, a lo mejor, lo oyó un par de veces después, ¿no?

En fin, en todo caso, me ascendieron, y yo llegué a ganar ¿cómo fue que le escuché decir a ese extraño anciano bibliotecario ciego que hablaba como argentino? ¿Incredibili dictum? Total, ¡dos mil cuatrocientos billetes mensuales! Por increíble que parezca dos mil cuatrocientos billetes mensuales no son desdeñables. Aunque, a veces pienso, yo debiera dejar este trabajo. Es un ambiente asaz mediocre. Pero sigo trabajando.

No sé si la palabra trabajando es exacta. Somos, creo, varios cientos de empleados, y nos adjudican trabajo que tiene que ser lento. Yo recuerdo que al principio trabajé arduamente clasificando la evidencia de los casos que me habían asignado. Al día siguiente, uno de los compañeros vino a recriminarme: me dijo que era una falta de compañerismo porque ellos se habían fijado un promedio del veinte por ciento por día de lo que yo había preparado. Ahora, para fines de realismo, ese veinte no era siempre veinte por ciento. Un día sería dieciocho y el otro veintiuno por ciento para que todo resultara más verosímil ¿no? Entonces, me dijo que yo no podía seguir así, y yo al día siguiente clasifiqué diecinueve por ciento para no quedar como presuntuoso. Bueno, y entonces, ¿qué sucede? El trabajo que tenemos que hacer se cumple, en digamos media hora o en tres cuartos de hora; y luego quedan el resto de las 7 horas que están dedicadas a conversaciones sobre futbol. O si no chismes. O si no, por qué no, cuentos verdes”.

Continuará...

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día lunes 21 de febrero 2011.

Silencio estruendoso

Armando de la Torre

Es comprensible que quienes un día los vitorearan ahora se arropen en incómodo mutismo. Pero, ¿y el resto?

A Mubarak lo derriban después de treinta años de gobierno autoritario y todo el mundo se alegra. Otros regímenes longevos del área islámica se bambolean y casi todos apostamos a su caída.

Y Cuba, ¿qué?

Más de medio siglo de dictadura totalitaria en ese rincón parece no crispar los nervios de nadie. Ni sus cuatro millones de exiliados, ni los centenares de fusilados que les precedieron, ni el espectáculo de todo un pueblo despojado de su dignidad, mientras la desidia oficial acumula los escombros de sus ciudades a lo largo de sus calles. Ya no nos es noticia. Los hermanos Fidel y Raúl, los sátrapas situados a la izquierda de la historia universal de la mentira, pueden digerir con calma su botín.

De vez en cuando salta a la primera plana de los diarios alguna foto de unas damas vestidas de blanco, o hasta se nos filtran los suspiros, apenas audibles, de una twittera que se asoma por entre las rendijas de la censura y que nos grita: “¡Seguimos vivos!”. Pero el silencio, al instante, regresa.

Es comprensible que quienes un día los vitorearan ahora se arropen en incómodo mutismo. Pero, ¿y el resto?

Irónicamente la tiranía de esos dos hermanos contradice todo aquello por lo que sus simpatizantes vociferan en sus patios respectivos: la alternabilidad en el poder, el acatamiento a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la superación de la pobreza, el respeto a la voluntad mayoritaria del pueblo, o siquiera algo tan elemental como la libertad de expresión, de religión, de locomoción, de ese culto, en fin, a la dignidad de cada persona que Benito Juárez hizo el equivalente de la paz.

Cayó el Muro de Berlín, se disolvió la Unión Soviética, la China maoísta emprendió la ruta hacia la propiedad privada de los medios de producción, y aun el oprobio mundialmente conocido como Corea del Norte queda, al igual de Cuba, en cuanto los últimos rezagos del “realismo” socialista. A tan absoluta y reaccionaria inmovilidad responde la comunidad internacional, a lo sumo, con un despectivo encogimiento de hombros. Al pueblo, a fin de cuentas, ya se le arrancó el alma.

Circulan, sin embargo, polizontes de la diplomacia en nombre de los Castro que, trago en mano, viven como burgueses entre los círculos del embuste legalizado. Y nuestras cancillerías callan. Últimamente, los petro-exabruptos de Chávez y las contorsiones incaicas de Evo en pleno siglo XXI desplazan el inacabable martirio de los cubanos de los titulares más llamativos de los medios masivos de comunicación. Berlusconi, inclusive, nos divierte más, y los ayatolás con el dedo en el gatillo nuclear nos atemorizan más…

Y así descartamos el ropaje de la nueva esclavitud “socialista”, como otrora lo hiciéramos con aquella otra de la trata “capitalista” a expensas de los infelices africanos. Y todo por un empecinamiento en una igualdad absurda hacia abajo, que, en palabra de George Orwell, siempre concluye en que “algunos son más iguales que los demás”.

Menos todavía interesa la lección libertaria de los profesionales cubanos exitosos fuera de su Cuba natal, ni los testimonios apasionados de sus artistas, o de sus científicos y escritores de nota. Han dejado de ser noticia.

Los “hermanos” latinoamericanos son quienes más propensos se muestran al descuido. El silencio se ha impuesto por los corredores de nuestras cancillerías. Ni los ahogados, o los devorados por los tiburones, en el estrecho de la Florida, llaman la atención.

Entre tanto, el ritmo del progreso se acelera. Ya nos preparamos para el viaje a Marte y a clonar el genoma humano. Pero Cuba continúa en su descenso hacia la Edad de Piedra.

El Dante clavó a las puertas de su Infierno la advertencia de que perdiera toda esperanza el que las traspasase. Así ha sido la vida para muchos en la otrora “Perla de las Antillas”, durante cincuenta y dos años… ¿y más?

A los sobrevivientes digo: habrá redención, porque la historia jamás ha absuelto a los egoístas obsesos en su crueldad.

Ni Dios tampoco.

Artículo publicado en el diario guatemlateco "Siglo XXI", el día domingo 20 de febrero 2011.

viernes, 18 de febrero de 2011

¡Que viva el divisionismo! (III y final)

Karen Cancinos

La diversidad humana no es un problema. Lo que genera conflictos es su utilización para sacar provecho político.

En las últimas semanas he sostenido la idea de que la diversidad humana, reflejada en eso que muchos guatemaltecos han dado en llamar “el divisionismo de nuestra sociedad” no es un problema. ¿El motivo? ¡No tiene solución! La diversidad es simplemente un dato de la realidad: somos distintos, no solo todos respecto de otros, sino que un mismo individuo respecto de sí. A la vuelta de los años, cualquier persona resulta siendo alguien completamente diferente.
Usted a sus 50 no es quien era a los 20, y esto es más que solo una perogrullada biológica. Y si tiene la fortuna de llegar a los 85, será otra persona, en toda la extensión de la palabra.

Una famosa actriz húngara, Zsa Zsa Gabor, quien ha tenido nueve maridos, una vez afirmó picaresca que mejor se hubiese quedado con el primero… al final, ¡todos le parecieron iguales! Yo pienso que si la señora hubiese permanecido casada con su primer esposo hoy llevaría más de 60 años de matrimonio, y podría afirmar con fundamento que desde su boda habría vivido con tres hombres distintos. ¿Paradójico? No, en realidad. La vida marital no le habría resultado tan insulsa a Gabor de haber pasado ciclos diferentes con el mismo hombre, en lugar de repetir un mismo ciclo con varios. Y es que todas las personas, al cabo de un par de décadas, somos otras. Y es bueno que así sea... ¿imagina cómo sería andar por la vida con el metabolismo ralentizado de la madurez pero con el atolondramiento emocional de la adolescencia? Yo paso. Por fortuna, el buen Señor ha dispuesto los procesos fisiológicos y mentales de sus criaturas de otra manera, gracias a Él por eso.

Mi punto es que la diversidad humana, como dato de la realidad insoslayable y no como problema a ser solucionado, debe abordarse como lo que es: una riqueza. Sí, una riqueza que posibilita la expresión de la libertad de cada persona para hacer con su vida lo que le plazca (con la vida propia, se entiende, no con la de los demás). Una riqueza que cataliza la división del trabajo y, por ende, redunda en crecimiento económico y mejoría del nivel de vida general. La diversidad, en suma, es riqueza, no amenaza. Por eso no hay que permitir que saltimbanquis la utilicen para sacar provecho político, auto nombrándose abanderados del grupo X, defensores del colectivo Y o fustigadores del sector Z.

La razón es muy sencilla: ver el mundo en función de grupos enfrentados por etnia, edad, sexo o estrato económico es mucho más conveniente políticamente que abordar cualquier fenómeno social en función de las personas individuales. A un demagogo nunca le va a importar QUIÉN es usted (cómo se llama, qué valora, qué anhela, qué rechaza y por qué), sino QUÉ es usted (“maya”, “rico”, “pobre”, “mujer”, “citadino”, “transexual”, “ladino”, “joven”, “adulto mayor”, y vaya usted a enumerar cuanta absurda categoría se le ocurra).

De manera que ya va siendo hora de que dejemos de hacerles el juego a los politiqueros afirmando cosas como “¡qué país tan dividido tenemos!”, porque de ahí a empezar a gimotear que “hace falta un líder patriota que nos una” solo hay un paso. Por cierto, qué asco de frase, ¿se da cuenta de que compendia el nombre de tres organizaciones de corruptela funesta, hoy en contienda electorera?

¡Que viva entonces el divisionismo, que es tanto como decir que vivan la diversidad, la multiplicidad y la riqueza!

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 18 de febrero 2011.

Freedom Box: la muerte de los “centros de poder”

Estuardo Zapeta

Eben Moglen, profesor de Leyes en NY, señala y propone la debilidad de la “centralidad” de las redes sociales...

Entre las varias lecciones que nos deja el derrocamiento del dictador egipcio sobresale la del poder de las “redes sociales”, pero junto con esa realidad también es importante considerar la contradicción básica acerca de que la debilidad de las “redes sociales” radica precisamente en su poder: a más poderosas más “centrales”, y a más centrales más débiles.

Eben Moglen es un profesor de Leyes en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, y es él quien señala y propone la debilidad de la “centralidad” de las redes sociales en http://www.nytimes.com/2011/02/16/nyregion/16about.html y al mismo tiempo propone la Freedom Box como la salida de esa paradoja.

El profesor Moglen “was putting together a shopping list to rebuild the Internet — this time, without governments and big companies able to watch every twitch of our fingers”.

“The list begins with ´cheap, small, low-power plug servers,´ Mr. Moglen said. ´A small device the size of a cellphone charger, running on a low-power chip. You plug it into the wall and forget about it´”.

“Almost anyone could have one of these tiny servers, which are now produced for limited purposes but could be adapted to a full range of Internet applications, he said”.

´They will get very cheap, very quick,´ Mr. Moglen said. ´They’re $99; they will go to $69. Once everyone is getting them, they will cost $29´”.

“The missing ingredients are software packages, which are available at no cost but have to be made easy to use. ´You would have a whole system with privacy and security built in for the civil world we are living in,´ he said. ´It stores everything you care about´”.

“Put free software into the little plug server in the wall, and you would have a Freedom Box that would decentralize information and power, Mr. Moglen said. This month, he created the Freedom Box Foundation to organize the software”.

“In January, investors were said to have put a value of about $50 billion on Facebook, the social network founded by Mark Zuckerberg. If revolutions for freedom rest on the shoulders of Facebook, Mr. Moglen said, the revolutionaries will have to count on individuals who have huge stakes in keeping the powerful happy”.

“´It is not hard, when everybody is just in one big database controlled by Mr. Zuckerberg, to decapitate a revolution by sending an order to Mr. Zuckerberg that he cannot afford to refuse,´ Mr. Moglen said”.

“By contrast, with tens of thousands of individual encrypted servers, there would be no one place where a repressive government could find out who was publishing or reading ´subversive´ material”.

La ingeniería, entonces, al servicio de la Libertad individual. Eso es realmente revolucionario, porque así habremos “decentrado” y debilitado a los “centros de poder”, y por fin podrá tenerse ese balance entre gobernados y gobernantes.

En respuesta a la propuesta del profesor Moglen, cuatro estudiantes en NY han estado trabajando en Diaspora, una red social decentrada. Y esas son malas noticias para los políticos y gobiernos corruptos porque ya no podrán controlar el intercambio.

Ha terminado la Era de la Información (centralizada), bienvenidos a la Economía del Diálogo.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 18 de febrero 2011.

jueves, 17 de febrero de 2011

¿Qué quiere la izquierda?

Federico Bauer Rodríguez

Lo único que quieren es obtener el poder para ya nunca soltarlo.

Si hacemos una clasificación simplista, podemos decir que en el espectro socioeconómico de la mayoría de las naciones del mundo, nos encontramos con cinco propuestas básicas y las combinaciones que se puedan dar entre ellas: izquierda extrema, con dictaduras de corte marxista-leninista, como Corea del Norte y otros países que quisieran serlo, pero que no han podido como Cuba y Venezuela; izquierda teocrática, como Irán y otros países musulmanes; izquierda socialdemócrata como la mayoría de los europeos; derecha mercantilista, presente en casi todo el mundo occidental; democracia liberal, en casos excepcionales.

Estamos claros que tanto la izquierda marxista como la teocrática, lo único que quieren es obtener el poder para ya nunca soltarlo, aunque tengan que recurrir al engaño o a la fuerza. Corea del Norte ya tiene listo al nieto de su primer dictador, para continuar el régimen de Kim Jong-Il, mientras que los Castro ya tienen más de cincuenta años en el poder; Chávez y Ortega no piensan quedarse atrás y actualmente ya son dictadores virtuales.

La izquierda socialdemócrata, por su lado, es el producto del Revisionismo de Bernstein, quien realizó que el marxismo no era la solución para el sector laboral; realizó que el capital privado era un factor indispensable en el proceso productivo, y la cooperación social era más beneficiosa para los trabajadores que la “lucha de clases”; en la Europa del inicio del siglo XX se comprendió que no se puede repartir lo no producido, y así nació ese híbrido capitalismo-Estado benefactor que hoy conocemos como socialdemocracia, cuyos objetivos están más relacionados con la seguridad y la igualdad, que con el desarrollo económico, la eficiencia y la meritocracia.

Por su lado, la derecha mercantilista muy arraigada en América, tiene como fin el enriquecimiento de un grupo protegido por una legislación hecha a la medida, a cambio de pagos ilegítimos a los políticos cómplices de este esquema corrupto. Este nefasto sistema es el responsable de que en Latinoamérica encontramos los mayores contrastes de riqueza entre el cuartil más rico y el cuartil más pobre, por ejemplo, el mexicano Carlos Slim tiene un patrimonio muy superior al PIB anual de Guatemala. Este sistema también es conocido como “neoliberalismo”.

Por último tenemos a la democracia liberal, que desafortunadamente nunca se ha dado en su versión más pura, pero cuyos rasgos principales –Estado de Derecho a la cabeza– encontramos en las sociedades más avanzadas, según las entidades que se dedican a estudiar estos parámetros: Suiza, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Chile son algunos ejemplos. Los proponentes de la democracia liberal, conocidos como liberales clásicos, nos encontramos en la academia, en los think tanks y en asociaciones como la Mont Pelerin, pero no hemos tenido éxito en la política, ya que nuestra propuesta atenta contra los rent seekers que viven de las políticas públicas.

Por su lado, las masas electorales no son atraídas por la tesis liberal de igualdad ante la ley y meritocracia, pues prefieren dejarse seducir por el discurso populista que ofrece beneficios rápidos sin medir las consecuencias de mediano y largo plazo, por ejemplo, España, Portugal, Grecia y otros países con su macroeconomía destruida por el Estado benefactor.
En la mayoría de los países occidentales encontramos un híbrido que viola los principios del Estado de Derecho: socialdemocracia con mercantilismo, una fórmula en que ganan los políticos, los empresarios protegidos y los líderes sindicales, a costa del beneficio de la sociedad.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periodico", el día jueves 17 de febrero 2011.

Medio crimen organizado

JORGE JACOBS A.

La semana pasada, la organización Global Financial Integrity (Integridad Financiera Global) publicó un documento denominado “Transnational Crime in the developing world” (“El crimen transnacional en el mundo en vías de desarrollo”) que resume un estudio realizado a lo largo de dos años para tratar de dimensionar el crimen organizado en el mundo. Aunque los autores del estudio no tienen ese alcance, creo que este es un argumento más, y uno muy concluyente, de la solución para reducir el crimen organizado a la mitad de un solo plumazo: legalizar las drogas.

Según el estudio, el crimen organizado tiene ingresos a nivel mundial alrededor de los US$650 millardos anuales. Para ponerlos en perspectiva, las ventas de la empresa más grande del mundo, Wal-mart, fueron de US$419 millardos el año pasado, es decir, el crimen organizado es un negocio 55% más grande que el de la empresa formal más grande. Y para que se dé una idea mayor, la segunda empresa más grande del mundo, la petrolera Shell, tuvo ventas anuales de US$368 millardos el año pasado. O sea que el crimen organizado es casi el doble que la petrolera más grande del mundo.

Ahora bien, lo interesante del estudio es la división que hace de los ingresos por tipo de crimen. Investigaron 12 ramas del crimen organizado, pero las principales son dos: el narcotráfico, con ingresos estimados de US$320 millardos al año (49%), y las falsificaciones, con ingresos estimados de US$250 millardos (38%). Las otras 10 ramas apenas representan US$80 millardos (13%) de los ingresos del crimen organizado. El mismo estudio dice que, por la misma naturaleza del crimen organizado, las cifras no son exactas, pero lo cierto es que nos da una buena idea de las dimensiones del mismo y su división.

Si lo que se desea es reducir el crimen organizado, no existe, a mi manera de ver, ninguna otra opción que de un solo golpe pueda reducir a la mitad los ingresos, y por ende los incentivos para el crimen, que la legalización de las drogas. Simplemente no existe otra opción. Mientras sigan empecinados en la fallida “guerra contra las drogas”, lo único que van a lograr es incrementar los ingresos de quienes se dediquen a esa lucrativa área del crimen organizado.

El argumento de que no se puede hacer porque sería “claudicar ante el mal” no se sostiene ante la evidencia que va más allá de los números. Primero, los costos no tanto monetarios como en violencia, vidas y corrupción en la mayoría de países en “vías de desarrollo” son inmensamente más grandes y malignos que cualquier efecto que el consumo de las drogas pueda tener. Segundo, los resultados del “experimento” portugués luego de varios años de que se legalizó el consumo de drogas han sido muchísimo mejores que los vaticinados por quienes consideran que legalizar las drogas sería la hecatombe mundial. Tercero, varias décadas de experiencia ya deberían haber convencido hasta al más escéptico de que la prohibición de las drogas no reduce su consumo.

Por tanto, me parece inexcusable la oposición de muchos a la legalización de las drogas. De los políticos del mundo unidos lo entiendo porque, como se ha ido descubriendo poco a poco, muchos de ellos participan de esas jugosas “utilidades”. Pero del resto de la gente, sus “buenas intenciones” son insostenibles y, en alguna medida, responsables de tanta desgracia que nos ha traído la fracasada guerra contra las drogas. ¿Tan difícil es entenderlo?

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa LIbre", el día jueves 17 de febrero 2011.

martes, 15 de febrero de 2011

“Señor Presidente: ¿Tiene usted problemas de alcoholismo?”

Estuardo Zapeta

No me salga ahora que eso es una cuestión privada siendo usted un personaje público...

La cuestión, Sr. Presidente, es una de importancia e impacto nacional, y conlleva un cuestionamiento acerca del estado en el cual usted ha tomado decisiones de trascendencia para toda la ciudadanía. También, y lo considero un tema más importante todavía, la garantía de la Libertad de expresión, que no es patrimonio sólo de periodistas, sino de cada ciudadano a quien usted debe una respuesta a la pregunta planteada. Reprimir y censurar periodistas es hacerlo con el pueblo, y hacerlo con el pueblo es hacerlo con los periodistas, y todos perdemos.

Que es incómoda la pregunta, por supuesto que sí. Pero que debe responderla, también.

Acaso no el mismísimo “Vil” Clinton debió responder ante toda la nación en Estados Unidos cuestionamientos acerca de una mancha de semen en el vestido de una practicante. O no el mismo Silvio Berlusconi está ahora ante multitudinarias manifestaciones por el Rubygate en Italia. O la ahora presidenta de Brasil no fue tema de debate nacional ahí por su estado de salud aun siendo candidata pos Lula.

No me salga ahora con que eso es una cuestión privada siendo usted un personaje público cuya influencia y decisiones establecen política pública.

O es que las personas que entran en la carrera política todavía piensan siquiera que pueden mantener “vida privada”, y que ésta afecta su performance público. No, señor Presidente, eso no es así. Imagínese si, hipotéticamente, el problema fuera de drogadicción.

La pregunta hecha acerca de si un ciudadano que no está en el poder dejaría que un borracho manejase su carro, y por lo tanto por qué se deja que un presunto borrachito “maneje” la política pública de un país es, Sr. Presidente, válida aquí y en la China.

Y el cuestionamiento acerca de su comportamiento y su presunta causa —alcoholismo— deben hacernos pensar si es usted la persona más indicada para dirigir los destinos de un país.

La pregunta es válida, Sr. Presidente, y pedir el despido de periodistas sólo para hacerla no sólo muestra su intolerancia, sino que también presupone un control de su parte no sólo de frecuencias y medios de producción de los mass media.

Puede usted, Sr. Presidente, controlar cuanto medio tradicional se le ocurra, pero la caída de Mubarak, ex dictador egipcio, demuestra que usted no puede controlar las redes sociales, y menos a un pueblo que merece por lo menos una respuesta directa acerca de la pregunta de su presunto alcoholismo.

Facebook, Twitter, Diaspora, Youtube, Google, etc., son los nuevos escenarios de la democracia que usted tanto argumentó. Hoy todo se sabe, Sr. Presidente.

Y es que agarraría contra Carmen Aristegui, por medio de presionar a los dueños del medio donde ella transmitía, y todo por informar y opinar, no sólo es berrinche, sino un acto digno de dictadores en Cuba, Corea del Norte o Venezuela, pero no en México.

Por eso, Sr. Presidente Calderón, usted debe responder a la pregunta acerca de su presunto alcoholismo, y si la respuesta es “no” se reportará con normalidad, tanto si la respuesta es “sí”. Y desde Guatemala expreso mi apoyo a Aristegui, a quien en estos momentos admiro por su valentía y su valiente posición frente a la censura.

Artículo pubulicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día martes 15 de febrero 2011.

lunes, 14 de febrero de 2011

Vamos por más

Marta Yolanda Díaz-Durán

Es obvio que van tras la gente que trabaja, y dejaran con menos de nada a los que hoy no tienen nada.

No lo dudo. Ese debe ser el objetivo de toda pandilla de ladrones que se respeta. Vamos por más. No le dejemos nada a la víctima. Vamos por lo que no es nuestro. Vamos por más. Finalmente un eslogan del gobierno de Álvaro Colom que deja claras sus intenciones: ir por más dinero de la gente responsable, que arriesga y produce. Que, a pesar de las condiciones de vida cada día más difíciles, sigue trabajando y asumiendo sus compromisos. Vamos por más: un claro reconocimiento al hecho de que se apropian de lo que no les pertenece. Van por más. Cuidado.

Dicen que es por el bien de una abstracción: Guatemala. Por el bien de los niños, ¿hijos de quién? Probablemente, los de ellos. Por un tiempo que nunca llega: el mañana. Un futuro que parece brillar con más fuerza para aquellos que lograron acumular una gran fortuna desde que llegaron al ejercicio del poder, consiguieron un buen chance en la burocracia estatal o cacharon jugosos contratos con el Estado.

Dicen que es por salud, seguridad y educación. ¿De quiénes? Sin duda, no por la salud, seguridad y educación de la mayoría, porque es evidente que estos servicios brillan por su ausencia. Dicen que es por la gente que trabaja y por los que no tienen nada. Es obvio que van tras la gente que trabaja, y dejarán con menos de nada a los que hoy no tienen nada. Al fin, a estos últimos, nada les llega, sólo el viento de los frentes fríos. Y la muerte por inanición, debido a la falta de trabajo porque en Guatemala no hay inversión de la que verdaderamente necesitamos para transformar recursos en riqueza. No hay inversión de capital porque los actuales oportunistas en el ejercicio del poder y sus cuates ya fueron por miles de millones de quetzales que se pudieron invertir en esta área. Y, aseguran, todavía quieren ir por más. Cuidado.

Al gugulear el lema de campaña actual del gobierno de la UNE, encabezado por Álvaro Colom, me encontré con que ha sido usado en varias ocasiones, incluidas una protesta en contra del Gobierno argentino en diciembre del año 2007 y una canción, también argentina, sólo que cantada en primera persona del singular (voy) que formó parte de una serie de adolescentes que se transmitió en el mencionado país austral. Por cierto, el grupo que la interpreta se llama Casi Ángeles. Aunque por estos lares podemos llamar a quienes la promocionan “completos demonios”. En fin…

Quiero casi terminar citando a Francis E. Mahaffy, para que entendamos el porqué una vez nuestros gobernantes vayan por más y se queden con casi todo, las cosas no van a cambiar para bien: “Only when the state is restricted to the administration of justice, and economic creativity thus freed from arbitrary restraints, will conditions exist for making possible a lasting improvement in the welfare of the more miserable peoples of the world”. El 11 de septiembre de 2011 puede ser el día en que encaminemos nuestros destinos para que haya más para todos.

Artículo publicado en el diario guatemalateco "Siglo XXI", el día lunes 14 de febrero 2011.

“El sistema falla…y nos engulle”

Armando de la Torre

La demanda política, pues, mejora, aun cuando la calidad de la oferta todavía nos sea deplorable.

Con este título publicó en este diario Carlos Castañaza, el pasado 5 de febrero, una reflexión estimulante. Quisiera añadirle aquí algunas acotaciones.

Según el autor, “la ruina de gestión institucional no es monopolio uneísta…

Tampoco debe atribuirse a la sola casualidad el que tal situación aflore en momentos tan críticos para el devenir social como un año electoral”.

De acuerdo.

Alude después a la resignada inoperancia del TSE dada “la burbuja blindada” dentro de la que se mueven los políticos en el poder”. Condena igualmente la presa creciente de casos no resueltos por el Ministerio Público, se supone que por falta de fondos.

“La cantaleta de privilegiar el beneficio de los pobres sobre todas las cosas” —continúa— “pierde sustento (y lo gana la crítica del clientelismo de Cohesión Social) cuando vemos que se desprecia ese mismo propósito por la vía del apoyo a la inversión y a la generación de competitividad comercial”.

Y que tal podredumbre ha hecho “metástasis” por todo el cuerpo social, nos ha engullido, dice, por lo menos, añadiría yo, desde los tiempos de Vinicio Cerezo.

Otros periodistas de opinión han externado parecidas valoraciones. El cáncer ya se les ha vuelto demasiado visible y extendido.

Desde mi ángulo, el sistema institucional, cuyos cimientos los constituye la Constitución vigente de la República, ha perpetuado esa crisis. Desde una óptica estrictamente ética, además, tanta descomposición generalizada deriva de ciertos errores conceptuales en que incurrieron los constituyentes de 1985. Precisamente por ello, 73 mil ciudadanos propusieron al congreso el año pasado someter a consulta popular un pliego de reformas que, al final, fue engavetado.

Guatemala podría servir de paradigma para el principio de “la circulación de las élites” como lo pensó Vilfredo Pareto. Zorras y leones defienden y avanzan alternativamente sus intereses de grupo en una espiral sin pausa de avances y retrocesos. Difiero de los colegas que vociferan contra las oligarquías nacionales en que incluyo en ellas a los dirigentes sindicales, al Consejo Superior Universitario, a los “comandantes” verticales y sus subalternos de la ex —guerrilla, a las ONG que profesan trabajar por los derechos humanos financiadas desde el extranjero, y a todos quienes se arrogan el papel de voceros de la “sociedad civil”... Es decir, las “oligarquías” en Guatemala no han sido monocoloras sino polícromas: reaccionarias, liberales, socialistas (marxistas o fascistas), oscilando a través del rojo de lo negro a lo blanco y viceversa. Todas en respuesta a los mismos incentivos inmutables…

El Estado, siempre como botín último. Y “el tráfico de influencias”, el medio apropiado para repartirlo. De ahí los monopolios, prebendas, privilegios, excepciones a favor de parientes y amigos, y las sanciones, mediante leyes casuísticas (o aun sin ellas), para los enemigos personales de los poderosos de turno.

Y así, aquel ideal republicano de “un gobierno de normas e instituciones, no de las arbitrariedades coyunturales de los hombres”, se ha esfumado de nuestra práctica diaria.

En consecuencia, lo primero en que se piensa electoralmente es en el dinero para comprar voluntades acarreables a las urnas, y no en planes de buen gobierno. Luego, en difundir comparaciones odiosas entre los candidatos con sus respectivas campañas negras. Un ad hominem universal y continuo.

Desde 1950 ningún partido político en el poder ha sido honradamente reelecto. Porque todos denigran a sus opositores triunfadores, pero cuando les llegue su turno procederán exactamente igual.

Sin embargo, me mantengo optimista. La tan honda y generalizada insatisfacción con el inepto, corrupto e irresponsable gobierno de Álvaro Colom transparenta una fuente para nuestra esperanza: que aumenta el número de ciudadanos mejor informados y más críticos.

La demanda política, pues, mejora, aun cuando la calidad de la oferta todavía nos sea deplorable.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día domingo 13 de febrero 2011.

jueves, 10 de febrero de 2011

¿Lucha de clases o cooperación pacífica?

Ramón Parellada

Una sociedad que basada en la lucha de clases no prosperaría y ni existiría.

Marx utilizó el concepto de oposición de clases como una de las premisas que harían evolucionar a las sociedades del feudalismo al capitalismo y de ahí al paraíso socialista. Las otras dos premisas fueron la pauperización creciente de la sociedad capitalista y la concentración monopolística.

La historia ha demostrado que Marx no tenía razón en estas premisas, por lo que sus conclusiones son falsas. Ni las sociedades capitalistas modernas tienden a la pauperización de las masas, más bien han permitido un aumento sin precedentes en su nivel de vida, ni la tendencia del capitalismo ha sido hacia una concentración monopolística sino hacia la competencia.

El concepto de clases sociales es nefasto para alcanzar el desarrollo económico y la mejora del nivel de vida de los habitantes de un país, en especial para los más pobres.

Vemos lo errado de este concepto en el origen de la sociedad. El punto de partida es la cooperación social que parte de la división de trabajo entre sus miembros y la consecuente cooperación pacífica y voluntaria entre ellos a través del intercambio.

El doctor Manuel Ayau siempre estuvo preocupado porque se comprendiera la cooperación social y por ello, en su libro: El Proceso Económico, comienza con este tema en el primer capítulo. No fue suficiente y editó otro libro, Un juego que no suma cero, donde desarrolla más a fondo los temas de la cooperación, división del trabajo, la lógica del intercambio, las ventajas comparativas y las consecuencias del mismo. Una sociedad que basada en la lucha de clases no prosperaría y ni existiría. La teoría de clases, y la oposición entre ellas, implican en sí una lucha violenta porque parte de un concepto erróneo de que lo que uno obtiene lo hace a costa del otro. El Dr. Gabriel Zanotti diría que el resultado de esta lucha sería la violencia, una revolución y no evolución pues esta última implica crecimiento y desarrollo pacífico mientras que la revolución lleva implícita la violencia.

Pedro y Juan comercian entre sí libre, pacífica y voluntariamente porque ambos perciben que del intercambio cada uno saldrá ganando. De lo contrario no llegarían al intercambio. Si estuvieran luchando entre sí no se daría el intercambio. En una sociedad existen millones de intercambios a cada instante, todos en forma libre y voluntaria.

Los trabajadores y patronos por cooperan entre sí pacífica y voluntariamente en una empresa. El empresario busca ganancias y por ello decide invertir aumentando sus bienes de capital. Esta acción aumenta la demanda de trabajo y la utilidad marginal del mismo con lo que puede contratar más trabajadores e incrementar el salario real.

Las sociedades capitalistas con base en la cooperación pacífica van incrementando las inversiones y a la vez las ganancias empresariales y los salarios. Mientras más se acumule capital mayores serán los salarios y a la vez más oportunidad de ganancias existirá. Es un hecho que los salarios reales se han incrementado constantemente en el capitalismo, cosa que no ha ocurrido en el comunismo ni en el socialismo.

Considero que el concepto de clases sociales y la teoría marxista relacionada con el mismo no sólo son falsos, sino que siguen siendo una de las razones por las cuales nuestra sociedad no avanza en crecimiento económico y en solución de conflictos, especialmente entre trabajadores y empresarios.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 10 de febrero 2011.

El Colegio de Abogados y Notarios

Federico Bauer Rodríguez

Es libre la emisión del pensamiento.

Nuestra Constitución Política de la República de Guatemala no es perfecta, porque ella misma contiene contradicciones y otorga privilegios, que anque “constitucionales”, no dejan de ser privilegios.

Esta Carta Magna le otorga presupuesto especial a la Usac, sin exigirle accountability, en cuanto a la eficiencia de ese presupuesto, y le otorga recursos al deporte, sin que estos estén relacionados a la eficacia del mismo, lo cual fomenta la corrupción.

Nuestra Constitución también le otorga poderes monopólicos al Banco de Guatemala y al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, aunque el Artículo 130 se lee: Prohibición de Monopolios. Se prohíben los monopolios y privilegios. El Estado limitará el funcionamiento de las empresas que absorban… El Estado protegerá la economía de mercado e impedirá las asociaciones que tiendan a restringir la libertad del mercado o a perjudicar a los consumidores.

Además en el Artículo 4o. Libertad e igualdad. En Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos.

Y en el Artículo 35. Libertad de expresión del pensamiento. Es libre la emisión del pensamiento por cualesquiera medios de difusión, sin censura ni licencia previa. Este derecho constitucional no podrá ser restringido… No constituye delito o falta las publicaciones que contengan denuncias, críticas o imputaciones contra funcionarios o empleados públicos por actos efectuados en el ejercicio de sus cargos.

Estos son solo algunos de los artículos que bien interpretados por la Corte de Constitucionalidad pueden ser columnas importantes en la edificación de un Estado de Derecho, pero que mal interpretados pueden utilizarse para continuar con el Estado de privilegios y corrupción en que hoy vivimos.
Permitirles a los trabajadores negociar libremente sus condiciones salariales, permitirles que ellos escojan su proveedor de servicios de salud, permitirles administrar sus ahorros previsionales como hoy ya pueden escoger a su proveedor de servicio telefónico, está en manos de la Corte de Constitucionalidad.

El que un cobarde funcionario lleve a tribunales a una periodista, o que otro funcionario corrupto decida que las críticas de los comunicadores sociales son parte de una “campaña de desprestigio”, son claras violaciones a nuestra Constitución, que han llegado o pueden llegar al más alto organismo constitucional. Es por eso que la elección de magistrados de la Corte de Constitucionalidad es determinante en cuanto al rumbo que nuestra nación tomará este año. Adicionalmente la CC tendrá el tema de quiénes pueden optar al cargo de Presidente en las próximas elecciones.
Nuestra Constitución le otorga al Colegio de Abogados y Notarios la responsabilidad de elegir a un magistrado titular y uno suplente para la Corte de Constitucionalidad, quienes duran en sus cargos cinco años, y que pronto tendrán que trabajar horas extras de cara ante el proceso electoral.

Ante esta realidad, y el hecho que mañana se llevará a cabo la segunda vuelta de la elección de las autoridades del Colegio de Abogados y Notarios, es de vital importancia que sus miembros asistan a votar y voten por la planilla más capaz de llevar a los magistrados honestos y conocedores de nuestra Carta Magna.
De igual importancia es llevar a las personas más fieles a la ética al Tribunal de Honor, ya que el gremio se ha desprestigiado por culpa de su incapacidad de castigar a los miembros que faltan a la ética profesional.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periódico", el día jueves 10 de febrero 2011.

El dilema egipcio

JORGE JACOBS A.

Ante la situación en Egipto, muchos se han planteado el dilema que presenta para los “demócratas” (en el sentido de que apoyan la democracia), por un lado, estar de acuerdo en terminar una dictadura de 30 años, pero por el otro enfrentar la perspectiva de que la alternativa puede ser peor, porque “democráticamente” se podría convertir en un país islamista y fundamentalista.

Yo creo que este dilema, que ya lo he visto planteado por muchas personas en distintos países y que parece ser la principal preocupación de muchos analistas y gobernantes, nos presenta una oportunidad de oro para aclararnos las ideas y rescatar los conceptos, no solo como discusión académica, sino como algo vital para el futuro de al menos los 80 millones de habitantes de Egipto, aunque realmente afecta el futuro de muchísimos millones más de personas alrededor del mundo, incluyéndonos a los guatemaltecos.

Y me refiero básicamente a que ha llegado el momento de retomar el concepto de la república versus el de la democracia. Actualmente la democracia, cuyo significado es el gobierno de la mayoría, se ha convertido en un sinónimo del sufragio universal a tal grado que en cualquier lugar donde haya elecciones ya se dice que hay democracia. En la práctica, la democracia se convierte en el gobierno casi irrestricto de una minoría, electa cada cierto tiempo por la mayoría. Quizá el ejemplo más representativo de los extremos a los que se puede llegar a través de gobiernos “democráticamente” electos es el de Adolfo Hitler y su partido Nacional Socialista. Pero no tenemos que ir tan lejos y tan atrás en la historia, ya que aquí cerca tenemos actualmente varios ejemplos de presidentes electos “democráticamente” y que quieren —y muy probablemente lo logren— eternizarse como “dictadores democráticos”.

No nos debe extrañar que uno de los resultados sea el “desencanto” con la democracia en muchas personas que ven cada cierto tiempo cómo llegan los vendedores de espejitos ofreciéndoles el oro y el morro a cambio de su voto, pero que, una vez lo obtienen y logran hacerse del poder, “si te vi, no te conozco”.

Y es precisamente por ese trasfondo que muchos temen lo que pueda pasar en el Egipto post Mubarak. Es decir, creen que luego serían electos “democráticamente” líderes islamistas que tardarían poco en convertir al país en el nuevo Irán.

Es aquí donde entra el concepto de la república, cuyo cimiento es la defensa de los derechos de todos sus integrantes, incluidas todas las minorías, hasta la más pequeña, que es la del individuo, a través de normas generales y abstractas que permitan una convivencia pacífica y limiten el poder discrecional de quienes detentan el poder. El sufragio universal, por supuesto, forma parte de la república; de hecho es uno de sus logros, pero este no autoriza a quienes ejercen el poder a abusar de los demás.

Esta es la diferencia fundamental entre república y democracia. Y si lo entendemos veremos por qué es tan importante que ahora que en Egipto existe la posibilidad de iniciar un nuevo sistema deben abogar porque se instaure una república y no una democracia. El problema no son los grupos fundamentalistas, sino el sistema que les permite, a ellos o a cualquier otro, abusar del poder.

Y ya que estamos en eso, ese cambio en el sistema no solo es bueno y necesario para los egipcios; también lo es para los guatemaltecos. De ahí la importancia de que la propuesta de Proreforma vaya a consulta popular.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día jueves 10 de febrero 2011.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Sobre las campañas anticipada

Carroll Ríos de Rodríguez

Diseñemos una regla con probabilidad de ser respetada, que ayude a consolidar un sistema político democrático.

Los partidos políticos han desacatado el artículo 69 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos que impone límites temporales a la propaganda. La publicidad partidaria tendría que iniciar el día después de la convocatoria oficial, el 2 de mayo, y terminar 36 horas antes de la elección. Los partidos, no obstante, ya contratan mupis y vallas. Generan comunicados electrónicos. Pintan árboles, piedras y postes (que tampoco es permitido…). El Tribunal Supremo Electoral (TSE) los sanciona y los multa, pero a los partidos les trae más cuenta infringir que cumplir la normativa.

Algunos abogan por una regulación draconiana y más presupuesto para vigilar que se cumpla a cabalidad la regla. Pregunto: ¿por qué no eliminar el banderazo de salida?

Imagino que el motivo del límite temporal es propiciar una competencia más justa. Si todos los contendientes zarpan del mismo puerto a la misma hora, nosotros los votantes estaremos expuestos de una forma más o menos equilibrada a la oferta política. En teoría…

En la práctica, todos los partidos, y quizás aún más los nuevos y pequeños, necesitan tiempo para darse a conocer. Toma meses posicionar una marca y un mensaje. Y los políticos lo saben: se tiran al fuero para ganar reconocimiento, a veces antes que votos.

Por otra parte, si se elimina la restricción temporal, se transparentará lo que intuimos: nos guste o no, el financiamiento dicta la intensidad y duración de las campañas partidistas. Lo recaudado por uno u otro partido no se corresponde con la existencia de un plazo determinado para hacer publicidad. La mayoría de donantes y prestamistas le seguirán apostando a quien creen será el “caballo ganador”, y tenderán a dar montos mayores justo antes de una contienda política. Es de anticipar que en tales circunstancias los mismos partidos, preocupados por su supervivencia, evitarían el despilfarro y el excesivo endeudamiento. Sufrirían las consecuencias de quedarse cortos de dinero o saturar a la ciudadanía al punto de desincentivar el voto. No tendrían presión para gastarse hasta el último centavo antes de tal fecha. La calidad y cantidad de la publicidad de una organización partidaria se convertiría en un elemento adicional para evaluar su capacidad administrativa.

Claro que seguirían en pie las prohibiciones a la difamación y la calumnia, al uso de fondos públicos para fines partidistas, y a otras faltas graves que pudieran enlodar una campaña electoral.

Se alivianaría la carga del TSE. No tendría que dirigir un batallón de fiscalizadores para buscar infractores, y otro para fiscalizar a los fiscalizadores que enturbian la imagen del Tribunal porque se dejaron corromper. No tendrían que dilucidar si el uso de un color, de un lema o de una foto constituye campaña anticipada. Si es idealismo nacional o proselitismo. Si lo financió el partido o una entidad desconocida. Si fue un obsequio o lo pagaron.

Diseñemos una regla realista con probabilidad de ser respetada, que ayude a consolidar un sistema político participativo, abierto y democrático.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 09 de febrero 2011.

Urgen más empleos y mejores salarios

Verónica Spross de Rivera

Es urgente que se tome en serio la necesidad de propiciar la generación de empleos de mejor calidad.

La medida de aumentar los salarios mínimos en un monto importante parece positiva, pero en realidad viene a agravar el problema del empleo en el país. Es una política contraria a la generación de empleos formales, que cada vez constituyen una menor proporción con relación a los generados por el sector informal. Cada vez que un gobierno ha impulsado aumentos fuertes al salario mínimo, la consecuencia ha sido el crecimiento de la economía informal.

Cuando se le pregunta a los guatemaltecos en las encuestas de si tienen trabajo, la mayoría contesta que sí. Resulta que el desempleo es únicamente de 2 por ciento. Pero, muchos guatemaltecos laboran en el sector informal; únicamente una quinta parte de la fuerza laboral cuenta con un empleo formal, lo que conlleva los respectivos beneficios como acceso al régimen de seguridad social.

Este año, la discusión de los planes de gobierno de los partidos políticos debería enmarcarse más ampliamente en la situación de la generación de empleo en el país. Una de las promesas básicas en el plan de la administración actual de gobierno era la generación de 700 mil empleos. No ha sido posible su cumplimiento debido, en parte, a que este objetivo no ha sido una prioridad. Recientemente se ha conocido sobre el escaso apoyo otorgado al programa que promovía la inversión en el país, denominado Invest in Guatemala, lo cual ha causado la renuncia de su director y del personal que trabajó varios meses sin una remuneración, motivados por la convicción de que su trabajo era vital para la generación de empleos productivos.

La carencia de estadísticas actualizadas y dinámicas en el sector empleo es preocupante. No resulta posible hacer estimaciones creíbles ni programas exitosos sin datos confiables. Es necesario que el número de empleos generados se convierta en un indicador al cual todos pongamos atención. El IGSS publica en sus boletines el número de nuevos patronos inscritos, pero no publica cuántos cierran operaciones y entran en período de baja. El Ministerio de Trabajo no presenta periódicamente estadísticas de empleo sino lo hace tardíamente, cuando ya no son útiles para la toma de decisiones e implementación de medidas de política pública.

El problema del empleo, más allá del tema salarial, radica principalmente en la carencia de empleos. No es posible elevar los salarios si no hay una mayor demanda de trabajadores, lo cual se manifiesta en la generación de plazas de trabajo. Se crean empleos cuando hay inversión privada, que redunda en proyectos productivos. Para atraer inversión extranjera es necesario que el recurso humano esté preparado y cuente con las competencias requeridas para cumplir exitosamente con las responsabilidades y funciones.

En este caso, el aumento del salario estaría en función de una mayor inversión en capital por trabajador, pero también en un grado de capacitación para el trabajo más adecuada. La reforma de la secundaria es urgente, para que se adecuen las carreras a las necesidades del mundo laboral, incluyendo capacitación técnica y formación en las habilidades de trabajo en equipo, uso de la tecnología y adaptación al cambio, entre otras.

Es urgente que se tome en serio la necesidad de propiciar la generación de empleos de mejor calidad, que permitan mejorar los salarios, pero de una manera real y sostenible, con base en la inversión privada y con políticas de fortalecimiento del recurso humano para que puedan participar de los beneficios de la economía mundial. Tenemos mucho que aprender de países como China o India.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miercoles 09 de febrero 2011.

martes, 8 de febrero de 2011

¿Servicio cívico?

PEDRO TRUJILLO

¿Tienes entre 18 y 24 años?De ser así, el Gobierno acaba de endilgarle la obligación de realizar 728 horas de servicio cívico. ¿Alguien te consultó?, ¿estás enterado del tema?, ¿sabes cuándo se publicó la norma? o ¿cuándo se debatió? Seguro que la respuesta a todas las preguntas es un rotundo “no” y acabas de sorprenderte por lo que sin tu permiso ni conocimiento te colgaron.

Mientras en las sociedades desarrolladas cualquier servicio a la comunidad —salvo los debidos a sentencia judicial— tiende a ser voluntario y altruista, estos gobiernos populistas arrean para atrás y vuelven a normar lo que hace más de 20 años desapareció en aquellas. El discurso oficial dice que “por ahora” será voluntario, pero como hay intención de que vaya creciendo el número de puestos terminará por no haber suficientes candidatos. Entonces, podrán llamar a todos los comprendidos entre las edades indicadas. Si estudias, tienes una empresa o estás en proceso de consolidar tu negocio, vete despidiendo. El todopoderoso Ejecutivo te enviará, con un salario de miseria, a trabajar en los asuntos que determinen de utilidad pública. Aunque más sofisticado y moderno, el modelo es similar a las milicias cubanas y venezolanas. Un grupo de manejables al servicio de un estado opresor y manipulador que con cualquier excusa social —de esas que sobran— termina por hipnotizar a los que no tienen empleo o a joder a quienes lo tienen. El Ejército no repartirá más bolsas solidarias, ahora lo harán los chicos del servicio cívico. Las patrullas de seguridad serán complementadas por los chicos del servicio cívico, y el acarreo de manifestantes y movilización de los mismos lo organizarán y ejecutarán los chicos y chicas del servicio cívico. Otra manera de ganar adeptos para la causa política de la revolución populista que nos auguran oscuros personajes en la sombra que mangonean esta administración. Su coordinador: un ministro cesado por una corte de justicia, por incumplir sus deberes y que debería estar inhabilitado para todo cargo político.

De momento, joven entre 18 y 24 años, has perdido tu libertad. El Gobierno determinará anualmente, como dice la norma, cuántos tienen que formar parte de esa milicia que están creando a bajo costo y menor eficacia, salvo para los fines espurios de quienes retuercen la mente, sacrifican a las personas y pretenden manejar el país como si de un circo de títeres se tratase. El solo hecho de que el artículo 4 del reglamento incluya la palabra “deberán”, en lugar de “podrán”, es para desechar el resto por improcedente. Sin ninguna razón te obligarán a que aparques tus proyectos, tus éxitos, tu familia, tu trabajo y te dediques a lo que el gobierno de turno decida. En lugar de que nuestros empleados trabajen para nosotros, tú que los eliges, deberás trabajar para aquellos que votaste e irás a su ritmo, lo harás donde él decida y cuando lo estime oportuno. ¿Creías ser libre?, pues te equivocaste, nos la clavaron, no te avisaron. Reacciona, o dentro de poco estarás vestido de caqui o verde oliva, desfilando marcialmente al son que toque el dictadorzuelo de turno y sometido, por Q8.50 la hora, a esos “príncipes de la democracia”, “adalides de la libertad y de la igualdad” y “padres de la patria”.

Mal estábamos, pero nos superamos. Los viejos seguimos dóciles y decadentes; a los jóvenes, la mayoría en este país, los quieren adoctrinar y manipular. ¡Quien gritaba libertad alguna vez, se durmió!, o se acobardó.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 08 de febrero 2011

Nien danke!

JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

En una reciente visita a Guatemala, el viceministro de cooperación alemán anunció que retirará la ayuda económica de su gobierno si Guatemala no aumenta impuestos. Ante la falta de carácter, por parte de mi gobierno, para tener una reacción digna, esta es mi respuesta al poco diplomático funcionario extranjero. Sr. Beernfetz, en nombre de un ciudadano guatemalteco, acepte mi agradecimiento por la ayuda que su país le brinda a mis conciudadanos.

Sin embargo, si usted cree que ello le da derecho a inmiscuirse en nuestros asuntos internos, está equivocado. Le escribo esta nota porque está claro que mi gobierno carece de la más mínima dignidad para enviarle una carta de protesta por sus impertinentes declaraciones públicas. Como también es evidente que, ante la nula capacidad de liderazgo interno, mi gobierno recurre a la “presión internacional” para imponernos una agenda que los ciudadanos rechazamos.

La semana pasada su gobierno donó Q4 millones al Ministerio Público, para fortalecer el programa de testigos protegidos. Quiero decirle que cometió un error. Alcahuetear la falta de voluntad política de mi gobierno no nos ayuda. ¿Cómo es posible que Alemania done cuatro millones porque nuestro gobierno es incapaz de “encontrar” esa cantidad en un presupuesto que este año rebasará los 56 mil millones de quetzales? No, señor viceministro, no hacen falta más fondos. Lo que hace falta es una firme voluntad política —como sí existe en otras áreas— para asignar recursos y talento a la seguridad y justicia de mi país.

Es evidente que usted ha, equivocadamente, “comprado” el discurso oficial: “Quieren más seguridad, paguen más impuestos”. Usted mismo pone como ejemplo el 38% de carga tributaria alemana. Lamentablemente, el simple aumento de la carga tributaria no es garantía de desarrollo económico. Ojalá fuera así de fácil… La mayoría de los ciudadanos guatemaltecos percibe que sus impuestos no solo son fuente de corrupción oficial, sino que se gastan en actividades que no coinciden con sus prioridades; mucho menos que den el resultado ofrecido. Es por ello que, muy para su disgusto, no existe un ambiente político favorable al incremento de impuestos.

Si lo anterior implica que perderemos su ayuda oficial, usted lo decidirá. Es su prerrogativa. Por si no lo sabe, la evidencia no establece una relación causa efecto entre la caridad internacional y el desarrollo económico de las naciones. Más bien lo contrario. En todo caso, los chapines decimos que “el caldo no debe ser más caro que los frijoles”. Cooperación, sí; chantaje, no gracias. Ojalá que usted y el resto de sus colegas del cuerpo diplomático logren entender cuándo son parte de la solución y cuándo se vuelven parte del problema.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 08 de febrero 2011.