miércoles, 8 de febrero de 2012

Ventana de los mil días


Verónica Spross de Rivera

Los hallazgos de la situación de los programas sociales hacen necesario reenfocar la visión del desarrollo social que queremos en el país. A pesar de las profusas asignaciones de recursos realizadas para la ejecución de los programas sociales del pasado gobierno, los datos reflejan escaso impacto en los indicadores sociales, principalmente en el de la desnutrición, la cual sigue siendo sumamente elevada. Las estadísticas indican que aún la mitad de los niños guatemaltecos padece desnutrición crónica.

La politización y clientelismo de los programas sociales implementados en los últimos años llevaron a un sistema con gastos elevados con un importante costo de oportunidad en la asignación de fondos a los sistemas de prestación de los servicios como salud, educación y seguridad, entre otros. En el caso de la Bolsa Solidaria se instaba a los beneficiarios a empadronarse y además se tenía el objetivo de inducir al voto.

En el Programa Mi Familia Progresa hay problemas serios de sostenibilidad, dado que se incorporó al doble de familias de las que se podían cubrir con el presupuesto asignado.

Además, se encontraron problemas serios en la selección de beneficiarios, pues no se estaba llegando a las familias más pobres únicamente, sino se encuentra beneficiarios de grupos que no son de extrema pobreza.

Los registros de beneficiarios tienen deficiencias que no permiten verificar adecuadamente el uso de los recursos. Los problemas de diseño e implementación deberán ser resueltos si se decide continuar con el programa de transferencias condicionadas.

El combate a la desnutrición será la punta de lanza de los programas sociales en los próximos 4 años. La Secretaría de Seguridad Alimentaria, el Ministerio de Desarrollo Social y los ministerios de salud y educación deberán alinear estrategias para tener resultados.

Las consecuencias negativas de la desnutrición sobre el desarrollo de las personas justifican que se lleven a cabo estrategias integrales para reducir dicho problema a través de acciones reales y que generen capacidades de generar ingresos para las familias además de realizar los programas para promover el desarrollo integral de la niñez.

El anuncio de la implementación de la Ventana de los Mil Días como un esfuerzo de 13 acciones que llevarían principalmente a la reducción de la desnutrición, constituye una oportunidad de coordinar esfuerzos entre varias instituciones del Gobierno, así como también con organizaciones privadas y comunitarias que actualmente cuentan con esfuerzos importantes que se implementan con éxito, pero con cobertura limitada y en ciertas regiones geográficas.

Resolver el problema de la pobreza requiere inversión, generación de empleos y fortalecer las capacidades de las personas.

Pero, combatir la desnutrición es un objetivo complejo que requiere acciones integrales basadas en el fortalecimiento de la familia y centrado en la capacitación a las madres.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el dia miercoles 08 de febrero 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario