jueves, 16 de febrero de 2012

Sin discusión


POR JORGE JACOBS A.

La excusa era que debían pasar el paquetazo antes de que se acabara la “luna de miel”, pero la verdad es que la actuación de los del PP alrededor de esta aprobación nos da una probadita de lo autoritarios que pueden llegar a ser. Hicieron hasta lo imposible por lograr que se aprobara su paquetazo sin que nadie tuviese tiempo de reaccionar, mucho menos de discutir la propuesta. Querían que pasara sin discusión, sin que ni los diputados, mucho menos los ciudadanos, pudiesen expresar su opinión al respecto. Justo como lo haría cualquier dictador.

No hay que investigar mucho para darse cuenta. Por ejemplo, el dichoso dictamen favorable de la Comisión de Finanzas del Congreso —dictamen que, por cierto, es ilegal, a raíz de la integración de la comisión— se nota a leguas que fue redactado por los mismos que redactaron la propuesta. A los diputíteres de la Comisión solo se las han de haber pasado con las órdenes expresas de que la firmaran, sin discusión.

El caso es tan patético que hasta uno de los diputados, Carlos Fión, del partido Creo y secretario de la Comisión, razonó su voto diciendo que debía haber más discusión. El diputado Fión no tuvo el carácter para votar en contra del dictamen, pero dejó en claro que de discusión, nada; simplemente se los dieron para que lo firmaran.

De dónde si no iban a sacar los diputados de la Comisión el falso argumento —que venía en la propuesta del Ejecutivo— de que el incremento de la deuda en el gobierno anterior se debió al gasto “contracíclico” para contrarrestar los efectos del cambio climático y la crisis mundial. ¡Patrañas! Ese argumento solo se lo creen los empleados del exministro de Finanzas que ahora manejan las riendas en ese ministerio. El gobierno de Colom nos dejó endeudados para robarse la plata y buscar la reelección. Punto.

Pero el dictamen “favorable” fue solo el principio. Después estuvo la negociación con las demás bancadas para aprobar de “urgencia nacional” el paquetazo. No hay ninguna explicación lógica que justifique calificar de “urgencia nacional” un incremento de impuestos. La única explicación es lograr que pase antes de que la gente pueda siquiera reaccionar, no digamos discutirla.

Y aunque la logren pasar —cuando mandé esta columna todavía no se sabía qué pasaría en el Congreso ayer en la tarde-noche—, Otto Pérez y los del PP deben estar claros en que esta que considerarán una victoria no lo es. Primero, difícilmente van a lograr incrementar la recaudación de esa manera, y quizá hasta logren que baje. Pero más importante aún es que habrán perdido la confianza de quienes votaron por ellos. No solo porque los cambios que propusieron, a quienes más afecta es a ellos, sino porque no les dieron chance siquiera de expresarse ni mucho menos de discutir el paquetazo.

Tengan por seguro que esa traición es mucho más que suficiente para minar considerablemente la confianza que habían depositado en ustedes. Y nada hay más fácil de perder ni más difícil de recuperar que eso: la confianza.

Lástima. Perdieron lo más por lo menos. Y lo peor es que ni se dieron cuenta de ello.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 16 de febrero 2012.

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