miércoles, 8 de septiembre de 2010

90 años de los Scouts


La metodología utilizada se basa en el método aprender-haciendo.

Verónica Spross de Rivera

Solamente 4 de cada 10 jóvenes se inscriben en la secundaria y 2 de cada 10 están cursando en alguna carrera del ciclo diversificado de la secundaria. La necesidad de pertenencia y de adquirir competencias para la vida dan relevancia a los programas de atención y educación extraescolar para la juventud. Las iniciativas y programas que contribuyen a la formación de los jóvenes son cada vez más importantes y deben ser replicados.

El Movimiento Scout o Escultimo ha estado presente en Guatemala desde hace 90 años. Surgió con el fin de contribuir con la formación de los niños y jóvenes a través de un programa educativo extraescolar, que promueve el trabajo en equipo y valores ciudadanos. Roberto Jasán y Edward Koehler en 1916 organizaron el primer grupo en Quetzaltenango, llevando a cabo las primeras excursiones y actividades para los jóvenes. Carlos Cipriani, con entusiasmo, fundó el primer grupo Scout en la Ciudad de Guatemala, el cual quedó constituido en 1920. Desde entonces se han creado muchos grupos en la capital y en los departamentos.

Para esta conmemoración de los 90 años, el pasado fin de semana se llevó a cabo un Festival Artístico, un campeonato deportivo, actividades en el exterior y una caminata, con participación de los grupos Scout de diversas regiones del país. A pesar de las condiciones lluviosas en que se desarrollaron estas actividades permitieron el merecido reconocimiento a quienes han dirigido con mucho entusiasmo la asociación desde su creación. Muchos de los líderes de grupos son voluntarios que aportan su tiempo, conocimiento y espíritu entusiasta para formar ciudadanos con cualidades de servicio a la comunidad, verdadera solidaridad y amor por la patria.

Los niños y jóvenes que participan en los grupos Scout tienen la oportunidad de participar en actividades al aire libre en el Campo Escuela de Muxbal, en donde pueden acampar, competir en la pista de obstáculos, resolver problemas en equipo y desarrollar la creatividad al hacer uso de los materiales de la naturaleza para solucionar algún desafío que se les presenta. El Canopy está orientado a los que disfrutan los deportes extremos.

La siembra de valores como el respeto, la honradez, la verdad, la cooperación, el aprecio por la naturaleza y el cuidado del ambiente, entre otros, es una apuesta por una juventud comprometida con el futuro de su familia y de su país. Cuando Baden Powell fundó el Movimiento Scout en Inglaterra hace más de un siglo, seguramente no imaginó la relevancia que tendría este programa, para ayudar a fortalecer el carácter, cualidad básica en este mundo de riesgos. Una adecuada mentoría y sentido de pertenencia a un grupo social son un elemento que debe ser apreciado ante los riesgos de involucramiento en pandillas o incluso en grupos delincuenciales.

Muchos que tenemos hijos que participan como Scouts hemos tenido la oportunidad de conocer más a fondo nuestro país, visitando lugares maravillosos en Jalapa, Alta Verapaz, Jutiapa, Sacatepéquez, así como países vecinos, incluyendo México, Belice y El Salvador, fortaleciendo lazos familiares y construyendo su carácter a través de las vivencias. Asistir a los eventos internacionales es una experiencia que puede cambiar una vida.

Los desafíos del mundo actual, en donde la tecnología absorbe exageradamente a la juventud, la televisión y los videojuegos constituyen una de las principales formas de entretenimiento y las oportunidades de compartir actividades familiares en el exterior son escasas, hacen del Movimiento Scout un programa muy valioso, que debería formar parte de los programas educativos de los centros que forman a nuestros niños y jóvenes. La metodología utilizada se basa en el método aprender-haciendo. Por ello, lo que se aprende jugando, a través de una metodología activa, no se olvida.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miercoles 08 de septiembre 2010.

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