jueves, 16 de septiembre de 2010

Una prohibición que causa leyes malas


“…deberíamos estar discutiendo la pronta eliminación de la prohibición y penalización del consumo de las drogas”.

Ramón Parellada

Me asusta ver con qué facilidad los legisladores, políticos y una gran cantidad de personas consideran que todo debe regularse. Que hay que controlar prácticamente todo y que es el Estado el que tiene la obligación de hacerlo.

Traigo esto a colación porque en Guatemala hemos llegado al extremo de hacer el ridículo al limitar a $3,000 cada transacción en efectivo que una persona en lo individual puede depositar en un banco sin tener que ser investigado. Simple y sencillamente me parece que no es un tema que deba ser regulado porque coarta la libertad de los individuos y su derecho a escoger la moneda que considere mejor para sus transacciones y la forma en que quiera tenerla.

De la misma manera que se ha pasado esta ley se pretende pasar una ley que se llama la Ley de Extinción de Dominio. Esta ley permitiría la confiscación de la propiedad sin tener que pasar por un proceso legal y dictaminado por un juez competente. Encima de todo se ponen incentivos para que policías y jueces se vean motivados a incrementar las confiscaciones dado que ellos serán los beneficiados como instituciones. El gran peligro de leyes como ésta es que violan el principio básico de la propiedad que es un derecho individual inalienable y que nuestra actual constitución defiende. Sin embargo, nuestras leyes tienen previsto embargos a quienes se les compruebe culpabilidad después del debido proceso y por jueces competentes. Por lo tanto es una ley que sobra, que causará más daño que beneficio al afectar un derecho fundamental como lo es el de la propiedad.

Pero el tema aquí no es sólo la limitación del manejo de efectivo por personas en lo individual, sino el por qué de esta limitación. De la misma manera el tema vuelve a ser el mismo cuando nos preguntamos del por qué de una ley de Extinción de Dominio. La intención de quienes impulsaron estas leyes tan sin sentido y violatoria de los derechos individuales viene porque quieren controlar el lavado de dinero causado principalmente por el negocio que actualmente es del narcotráfico.

Y ahora entendemos que estas dos leyes absurdas vienen de una prohibición que es la del consumo, producción, distribución y venta de las drogas. Sin esta prohibición nadie estaría pensando en lavado de dinero ni limitar el uso de efectivo, entre otras cosas. Cada intervención a su vez traerá otra más haciendo menos libres a los ciudadanos de un país. El hecho que hoy en día se pueda sembrar droga a una persona inocente o el pensar que sólo porque una persona no quiere usar los bancos del sistema y maneja su negocio en efectivo, o el que otra persona pueda ser expropiadas por cualquier razón por ser sospechosa de narcotraficante aún no siéndolo, pone los pelos de punta a cualquier ciudadano que tenga dos dedos de frente.

Y no es que considere que la droga sea buena, sino que considero que la legislación contra las drogas causa tanto o más daño que la misma droga y genera una escalada de leyes e intervenciones que nos esclaviza cada día un poco más. Todas las cosas pacíficas que hacemos con efectivo o en nuestro diario vivir se vuelven ahora sospecha de delito. En vez de estar creando más y más leyes relacionadas al narcotráfico deberíamos estar discutiendo con seriedad la pronta eliminación de la prohibición y penalización del consumo, producción, venta y distribución de las drogas.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 16 de septiembre 2010.

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