miércoles, 29 de septiembre de 2010

Problemas en el presupuesto educativo 2011


Recordemos que el motivo del sistema educativo son los estudiantes.

Verónica Spross de Rivera

Los planes, programas y políticas de Gobierno se pueden ejecutar únicamente si hay un respaldo presupuestario. El presupuesto del Ministerio de Educación refleja las prioridades del país en el campo educativo. Mucho se habla de fortalecer la calidad educativa, pero el presupuesto no siempre respalda las “buenas intenciones”. Por ello, la revisión concienzuda del proyecto de presupuesto para el MINEDUC en el 2011 es una prioridad en las próximas semanas, con el fin de establecer las prioridades que tenemos y así poder recomendar a la Comisión de Finanzas cuáles deberían ser los rubros que no deben faltar.

En el caso del Ministerio de Educación se prevé un problema, porque no se estarían asignando los fondos requeridos para rubros elementales. Por ejemplo, el techo presupuestario que el Ministerio de Finanzas ha dado a educación para el 2011, pareciera dejar sin asignación salarial a más de 24 mil personas, principalmente docentes, que están actualmente laborando con contrato. Se requeriría Q865 millones para que puedan ser remunerados. La pregunta obligada es: ¿Quiénes van a salir afectados por la medida? Podría ser necesario cerrar los nuevos institutos de básicos que recién se abrieron en todos los municipios del país, o reducir el número de docentes en algunas escuelas.

Otros rubros de preocupación son los servicios de apoyo para las escuelas, que incluyen la refacción escolar, la valija didáctica para los maestros y los útiles escolares para los niños, que son recibidos por las organizaciones de apoyo a las escuelas. En estos se prevé un déficit de Q127 millones. Además, los recursos que llegan para cubrir los gastos fundamentales de los centros educativos como los servicios de agua, electricidad, limpieza o guardianía, que fueron asumidos por las Direcciones Departamentales, como consecuencia de la política de gratuidad asumida hace dos años, también presentan una carencia de Q32 millones respecto de lo que el Ministerio de Educación solicitó.

Las ambivalencias abundan en el proyecto de presupuesto. Mientras se encuentra una asignación presupuestaria a Mi Familia Progresa de mil millones de quetzales, hay algunos rubros como profesionalización docente, infraestructura escolar e innovación educativa que es donde se incluye la introducción de tecnología a los establecimientos que aparecen sin ninguna asignación presupuestaria (cero quetzales). ¿Qué podemos esperar con un presupuesto que no toma en cuenta los requerimientos fundamentales de las escuelas ni apunta al mejoramiento de la calidad educativa?

Un análisis más profundo de lo que está sucediendo lleva a pensar en que se ha actuado con irresponsabilidad por parte de los partidos políticos, pues se aprueban presupuestos y se comienzan programas sin el adecuado respaldo financiero. Las decisiones políticas, en todo momento, deben tener un respaldo técnico y financiero. Es momento de una reflexión profunda. Es necesario que se priorice el presupuesto del Estado para el cumplimiento de las necesidades de cobertura y calidad educativa. No deben financiarse más celebraciones, propaganda o viajes. Debe ponerse un alto al crecimiento desmedido de programas innecesarios. Los textos, la refacción escolar y la capacitación a los docentes son más importantes. Recordemos que el motivo del sistema educativo son los estudiantes.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miercoles 29 de septiembre 2010.

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