viernes, 10 de septiembre de 2010

Un libro indispensable


Dos razones para emprender la lectura de “Los fundamentos de la libertad”.

Karen Cancinos

Este año se cumple medio siglo de la primera publicación de “Los fundamentos de la libertad”, una de las obras más conocidas de Friedrich Hayek, pensador austriaco que en su adolescencia se inclinaba por el estudio de la psicología, entonces incipiente. Su participación como combatiente en la Primera Guerra Mundial, sin embargo, hizo que se planteara muchas preguntas en cuanto a la interacción social.

Estudió entonces derecho, ciencias políticas y economía. Su trato con Ludwig Von Mises lo puso en contacto con las teorías de la Escuela Austriaca, que abrazó y a las cuales añadió, a lo largo de los setenta años que siguieron, su particular e irremplazable aporte. El Hayek economista dio paso al Hayek filósofo social —que no sociólogo—, sobre todo a partir de 1937 con la publicación de “El uso del conocimiento en la sociedad”. Nuestro vienés dejó de ser un inteligente intérprete —o adversario, como le ocurrió con John M. Keynes— de otros pensadores y se sumergió en su propia línea de investigación. Por ejemplo, en cuanto a la institución del mercado, para abordar su estudio se deslindó de Mises y sus ideas de cálculo y escogencia, y se decantó por las de conocimiento y orden espontáneo.

Es tan vasta su obra a partir de los años 40 y hasta su muerte en 1993, que no pretendo esbozar la biografía intelectual de don Friedrich o enumerar los títulos de su voluminoso trabajo. Pero le ofrezco un par de razones para que se sumerja usted en la lectura de la obra cuyo cincuentenario está siendo recordado este año en una serie de conferencias y coloquios, en uno de los cuales fui invitada a participar. Lamento no haberlo consignado la semana pasada para que nos acompañase. Pero espero reivindicarme motivándole a que entre en contacto con “Los fundamentos…” debido a estas razones.

1. Es un libro multidisciplinar y sí, ecléctico. Sea cual fuere su especialización académica, encontrará en esta obra algún contenido que suscitará en usted una reacción. De aquí no debe desprenderse que haya sido escrito a manera de provocación o que resulte un insufrible revoltijo. Porque si algo tenía Hayek era una mente ordenada y una pluma poderosa. Y si algo no encontrará usted aquí será inquina, frases supurantes de ardor cuasi revolucionario o párrafos panfletarios.

2. Es una obra tan bien estructurada que puede constituir material tanto de una amena lectura de cabecera como de consulta posterior. Se divide en tres partes. En la primera Hayek disecciona el concepto de libertad y le aproxima a los temas tratados en las otras dos partes. En el segundo apartado, que dedica a la interrelación entre libertad y ley, se encuentra en ciernes el contenido de lo que muchos consideran su mejor trabajo: “Derecho, legislación y libertad” (publicada en tres volúmenes en los 70). En la tercera parte, el autor reflexiona sobre una serie de políticas públicas. Debo advertirle, sin embargo, que si usted es un político profesional, no le bastará darle un vistazo a este apartado para entender la aportación de Hayek al pensamiento político de nuestro tiempo. Debe revisar también sus contribuciones en los campos del derecho, la economía, la filosofía de la ciencia y la psicología, para dimensionar con justicia a este autor.

Anímese, lector: compruebe cómo le será fecundo hincarle el diente a este libro indispensable.
Artículo publicado en el diario guatemalateco "Siglo XXI", el día viernes 10 de septiembre 2010.

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