viernes, 24 de septiembre de 2010

Cleptocracia


Guatemala no es un “narcoEstado”; no, qué va: Guatemala es un “cleptoEstado”.

Estuardo Zapeta

Ni dudarlo: la UNE y el “gobierno de Colom” inventaron una nueva forma de gobierno, basado en agarrar la mayor cantidad de recursos para “a saber” ni cuáles fines, decir que se está peleando el combate, la lucha, el sacrificio contra la pobreza, desviar recursos a otras actividades, y desaparecer, contratar o repartir (vía el listado geográfico de obras) cuanto pisto se pueda, bajo la premisa que reza que “el que parte y reparte se queda con la mejor parte”.

A ese sistema he denominado, de acuerdo con la teoría política, “cleptocracia”. Y alegrémonos que somos los inventores de susodicha forma de gobernanza.

“Propensión morbosa al hurto,” define el DRAE la “cleptomanía”. Y en donde esa “propensión al hurto” se hace forma de gobierno, ahí es donde se impone la “cleptocracia” como forma de administrar un gobierno.

Pero los más interesantes son los “cleptómanos” (o sea, la persona que padece de “cleptomanía,”) que no es uno, sino varios, con diferentes líderes, niveles, montos y mañas.
En un centro comercial, una acción fallida, ¡Sí, pues! de los cleptómanos, no importa, todo el gobierno está igual. A estos se le van cuanto ladrón conocen, no importa, son todos “cleptómanos” de la misma loma, pero no del mismo monto.

Porque esta “cleptocracia” tiene niveles. No es lo mismo el cleptómano o cleptómana número uno que los de abajo. No, qué va. Si los de arriba, de hecho, se cuidan de “los de abajo,” no vaya a ser que resulten los segundos más alagartados –y más buzos—que los de arriba.

Pero la debilidad de la “CleptoCracia” radica en la misma debilidad de sus participantes. Todos desconfían de todos. Todos terminan canibalizándose, o peor, asesinándose, porque creen que muerto el otro la tajada “cleptócrata” será mayor.

Y por eso las las “cleptocracias” como la criolla se caen pieza por pieza, porque el más débil no es quien más agarre, sino a quien menos le dejaros sus compinches “cleptocómplices”, y el otro, por la rabia de una “cleptódivisión” inequitativa empieza a delatar a sus camaradas de “propensión al hurto.”

El “cleptoeslabón” débil es así el que tiene menos, mientras que quienes más “agarraron” padecen de una enfermedad que los adormita casi en una fantasía y una urgencia por mostrar a la comunidad cuánto han “agarrado”.

Así vemos los “cleptoenriquecimientos lícitos”, y digo lícitos, porque la cleptocracia produce “leyes” a la medida de los “cleptócratas”. Ah, y luego promulgan una ley de “extinción de dominio” porque no aceptan “cleptocompetencia”.

Bonos, reconstrucción, préstamos, redistribución, son algunas “cleptoestrategias” para abarcar y agarrar más. Eso junto con el “presupuesto” que ellos mismos hacen y que ellos mismos se reparten.

Tiempo y camiones le hacen falta a estos para “cleptoadquirir” desde cosas muy sencillas, como “viajes”, hasta más complejas fortunas que de forma honrada, trabajando, jamás hubiesen adquirido.

Luego, se “cleptojustifican”, diciendo que “si todos lo han hecho, por qué no ellas y ellos”, porque además los “cleptochichitos” son muy conscientes del género.

Guatemala no es un “narcoEstado”; no, qué va: Guatemala es un “cleptoEstado”.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 24 de septiembre 2010.

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