miércoles, 22 de septiembre de 2010

En el mes de la patria…


Es necesario que se continúe fortaleciendo la institucionalidad democrática, incluyendo los sistemas políticos...

Verónica Spross de Rivera

La conmemoración de la independencia patria constituye un motivo de reflexión, especialmente para quienes amamos nuestro país y deseamos el desarrollo pleno para todos los guatemaltecos. El valor de la libertad ha estado entre los primeros lugares cuando se analizan las aspiraciones del ser humano a lo largo de la historia. ¿Somos realmente libres? En los últimos 25 años hay avances significativos, como nos comentó acertadamente don Francisco Pérez de Antón, en una reflexión realizada hace algunos meses. Sin embargo, la pregunta nos lleva a un análisis necesario.

La libertad es ante todo un concepto social. El hombre reconoce el valor de la libertad cuando inicia la relación social con otros hombres. La tolerancia, una de las virtudes del hombre libre, se adquiere conviviendo con los demás. La libertad es importante, porque permite alcanzar los mayores logros de una persona. Su potencial se alcanza de mejor forma en un ambiente de libertad, donde puede escoger cuáles son los medios que le llevarán a alcanzar sus fines personales. Actualmente contamos con libertad para decidir nuestra profesión u ocupación en la vida.

Es necesario reconocer que la libertad sólo tiene sentido si sirve a todos por igual. Los contratos entre las personas constituyen el medio que permite poner en práctica las decisiones que se consideran mejores para alcanzar las metas que cada quien se propone alcanzar en la vida. De allí la importancia de contar con un sistema jurídico que facilite los contratos y se cuente con un organismo judicial que oriente su acción al cumplimiento de dichos contratos, cimientos fundamentales de una sociedad libre. Enfrentamos aún hoy desafíos enormes para fortalecer el sistema de justicia.

En el ámbito político, la libertad se refiere al derecho de autodeterminación de las personas que conforman una nación, en oposición a la esclavitud o dependencia de otro país o pueblo.
Enfrentamos actualmente amenazas de quienes se sienten más capaces de orientar el destino de los demás, generalmente a través del aumento en el tamaño del Estado, el cual asume un rol paternalista benefactor incompatible con el orden social libre. La definición del rol del Estado conforme a nuestra visión de país y el establecimiento de límites claros al Gobierno continúa siendo fundamental, complementado con sistemas de rendición de cuentas hacia los ciudadanos.

La libertad de prensa es un elemento esencial para la permanencia y el mejoramiento de las instituciones democráticas, así como para el fortalecimiento de la economía de mercado. El papel del periodismo investigativo y de opinión es a todas luces relevante para asegurar mayor transparencia en la administración gubernamental y el cumplimiento de las leyes.

Es necesario que se continúe fortaleciendo la institucionalidad democrática, incluyendo los sistemas político, electoral, legislativo, judicial y de fiscalización, así como continuar con el proceso de descentralización, que nos lleve a un gobierno local más fuerte y vinculado con los ciudadanos y un gobierno central con menos funciones y más enfocado a resultados.
Esperamos haber logrado esto al arribar en once años a la celebración del bicentenario de nuestra independencia.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 22 de septiembre 2010.

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