jueves, 8 de septiembre de 2011

“Simplificación fiscal para crecer”


Ramón Parellada

A tres días de las elecciones para presidente, diputados y alcaldes, siento un alivio porque todo este proceso termine ya. Las recientes encuestas confirman que el ganador será Otto Pérez Molina y por buen margen sobre los demás candidatos. A pesar del amplio margen que tiene el candidato del PP sobre sus demás adversarios políticos, no parece que gane en la primer vuelta y tendremos más campaña para escoger finalmente al ganador en una segunda vuelta.

Ya deseo que se acabe esta campaña. Ha sido desgastante. Infinidad de promesas que no se van a cumplir. Sin embargo, lo que hace que Otto Pérez Molina vaya a la cabeza es la percepción que tienen los ciudadanos de que podrá resolver el problema de inseguridad y falta de justicia en el país. No voy a comentar sobre este tema aquí en esta ocasión, sino sobre el tema fiscal, porque lo considero fundamental como un motor o un freno para el progreso económico que una vez resuelto el tema de inseguridad y falta de justicia resalta en todas las encuestas de opinión de Guatemala sobre los problemas que más agobian a los ciudadanos.

El PP ha indicado que piensa incrementar la carga fiscal al 14% del PIB (Producto Interno Bruto). El presupuesto que el actual gobierno ha presentado para 2012 contiene un gasto de casi 60 millardos de quetzales. Si el PIB de Guatemala para 2012 se estimara en 370 millardos estaríamos hablando de gasto fiscal del 16% del PIB. La realidad es que en 2011 se recaudarán alrededor de 42 millardos, lo que da una carga fiscal del 11.7% del PIB. Si esperamos ingresos tributarios para el 2012 del orden de unos 44 millardos y un 3% del crecimiento económico (la situación mundial puede afectar a que el crecimiento económico del país sea menor) entonces la carga fiscal se incrementaría al 11.9%.

Hablar de una carga fiscal del 14% suena irreal. Más bien, frenaría la economía y los ingresos fiscales caerían. En Guatemala tenemos más economía informal que formal. Se habla que en el mercado laboral existe un 70% o un poco más de informalidad. Esto da una idea del potencial que existe de recaudación de fondos si en vez de tratar de incrementar tasas impositivas o meter nuevos impuestos, sólo se simplificara el sistema actual para que fuera fácil pagar.

Los impuestos, en especial el Impuesto sobre la Renta, es un freno al crecimiento y es un destructor de empleos productivos. Si se eliminara se podría dar un brinco en cuanto al crecimiento económico a niveles del 8% ó 10% anual, con lo que se estaría generando verdadera riqueza para el país.

Desde 1980 hemos tenido propuestas fiscales que han implicado nuevos tributos, incremento a tasas y más complicaciones en cuanto a control. El sistema se ha complicado tanto que una empresa necesita personal experto para evitar descapitalizarse y no despistarse pagando a tiempo sus impuestos.

¿Por qué nadie ha tenido una propuesta concreta de simplificar el sistema tributario? ¿Por qué hay tanto miedo a eliminar el ISR sabiendo de antemano que lo pagan muy pocos, que es difícil de controlar y que es empobrecedor al frenar directamente la tasa de capitalización del país y reducir el ritmo de generación de nuevos empleos?

El próximo gobierno, que me atrevo a decir que será el del PP, tiene una gran oportunidad aquí. Si queremos seguir igual tendremos las mismas soluciones de siempre que pasan por un pacto fiscal, un consenso en el que nadie termina contento, y un crecimiento económico mediocre. No creo que se necesite ningún consenso para bajar tasas y eliminar impuestos, así como tampoco para simplificar el sistema a modo que los informales puedan volverse formales. Todos ganaríamos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 08 de septiembre 2011.

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