lunes, 5 de septiembre de 2011

Nulo


Marta Yolanda Díaz Duran

Votaré por mí y por mis seres queridos. Votaré por un gobierno de leyes y no de reyes.

Muchos me han preguntado cómo votar. Les he explicado el procedimiento. Otros, me han preguntado por quién votar: por aquellos con quienes comparten valores y principios. Finalmente, me han preguntado por quiénes voy a votar. Después de un largo proceso de pensamiento racional (meditado, sosegado), decidí hacerlo como lo he hecho hasta hoy y por las mismas razones que ahora soy capaz de explicar de una manera más clara.

Mi voto para presidente, alcalde y diputados al Parlacén, será nulo. Aclaro: actúo, como siempre, a título personal y en pleno uso de mis facultades mentales. No formo parte de ningún grupo que impulse determinada manera de ejercer el derecho de elegir a los gobernantes en una República. La mía es una decisión propia: un juicio independiente, producto de mi mente. El resultado de un proceso lógico cuyo objetivo es ser coherente conmigo y mis valores. Ser íntegra. Nunca votaría en contra de mis principios. Esa acción es, a mi parecer, la peor traición.

Yo actúo en pos de aquello que valoro. Por aquellos con quienes comparto una escala similar de valores. Por quienes considero que coincidimos de alguna manera en un código moral basado en la naturaleza humana y no en creencias místicas que sólo sirven para manipular a gente ingenua que se deja engañar. Votar es un verbo que nos muestra el sentido de la vida de quien lo ejerce.

Es obvio que comparto muy poco, en algunos casos nada (ni valores ni código moral), con los candidatos actuales a presidente del Organismo Ejecutivo y a alcalde capitalino. Hecho respaldado por el propio interés de los mencionados: llegar a un puesto desde el cual podrán ordenar y manejar miles de millones de quetzales, y la indiferencia que han mostrado hacia el Legislativo, el poder del Estado desde el cual se puede cambiar (para bien o para mal) las miserables y en constante deterioro condiciones de vida de la mayoría de habitantes de Guatemala. Espero no tener que explicar por qué voto nulo al Parlacén. Ojalá que los próximos gobernantes nos quiten de encima esa inútil carga.

En el caso de los candidatos a diputados al Congreso, votaré por el listado nacional y el metropolitano por un par de personas que cumplen con lo mínimo que espero. Una de ellas es alguien con quien se puede dialogar y cuyo pensamiento ha evolucionado. Y el otro alguien a quien considero un amigo y con quien comparto la idea de que lo que necesitamos es terminar con el Estado benefactor/mercantilista y dedicarnos a construir un verdadero Estado de Derecho, donde todos seamos iguales ante la Ley. Donde los gobernantes ocupen el lugar que les corresponde como mandatarios, y los ciudadanos asumamos nuestra responsabilidad de mandantes.

Votaré por lo que me importa, sin presiones de nadie. No dejaré que me intimiden los ataques ad hominen y las falacias fuera de contexto que han circulado. Votaré por mí y por mis seres queridos. Votaré por un gobierno de leyes y no de reyes

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo21", el día lunes 05 de septiembre 2011.

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