jueves, 29 de julio de 2010

Somos pobres teniendo petróleo y oro

“Los conflictos surgen cuando queremos alcanzar diferentes metas con los mismos escasos recursos.”

Ramón Parellada

Guatemala es un país que tiene petróleo, oro y otros minerales. Esta riqueza potencial podría beneficiar a muchos pobres de este país. Sabiendo que tenemos este potencial y que hay tanta pobreza entonces, ¿por qué es tan complicado explotar un recurso natural cuando está relacionado con el medioambiente?

Este tema no es nuevo y ha sido estudiado por el profesor Richard Stroup. El CATO le publicó un libro titulado Eco-nomics en el cual se explica la razón de los conflictos actuales en la explotación de ciertos recursos naturales.

Lo primero que nos recuerda el profesor Stroup es que en economía, toda política pública y leyes ambientales como de cualquier otra índole tienen consecuencias no intencionadas (es lo que Bastiat nos enseñó en su ensayo Lo que se ve y lo que no se ve). Sin embargo, hay una realidad que no se puede ocultar. Las leyes no salvan las especies en peligro de extinción ni limpian los ríos como el legislador o el Congreso pretendían (esa era su intención). Más bien, terminan costando mucho dinero de los contribuyentes, creando grandes burocracias y no pueden lograr las metas por las cuales se justificaba la creación de su institución.

Traigo a colación este comentario, porque parece que las diferencias sobre la prórroga del contrato de Perenco se han enfocado a asuntos legales. Lo mismo ocurre con el tema de la explotación de oro en San Marcos. Los que no quieren que se exploten los recursos naturales luchan ahora legalmente por evitar prórrogas o encontrar algún artículo en la ley para evitar dicha explotación. ¿Por qué? ¿Acaso no se puede explotar un recurso natural y a la vez cuidar el medio ambiente?

Repasemos otro poco de economía. Un hecho del que no nos podemos escapar es la existencia de la escasez. Las metas de todos los seres humanos son infinitas y diferentes para cada uno pero los recursos son escasos y por ello es que se debe elegir. El costo de oportunidad es el de la mejor alternativa no seleccionada. Los conflictos surgen cuando queremos alcanzar diferentes metas con los mismos escasos recursos.

Quienes están oponiéndose férreamente a la prórroga del contrato de Perenco lo hacen porque para ellos el recurso donde se explota el petróleo de esta compañía debe destinarse exclusivamente a continuar siendo una selva tropical. En el caso del oro, porque no quieren que se modifique la montaña. Sin embargo, el recurso es escaso y hay quienes creemos que se debe explotar para beneficiar a muchas personas.

Es obvio que al explotar el recurso, el área donde se llevará a cabo la explotación sufrirá ciertas modificaciones. Ese mismo lugar no puede destinarse a ser una selva tropical intocable si al mismo tiempo se explota petróleo. O bien, debemos escoger entre tener una montaña o extraer de ella el mineral que contiene el oro que queremos explotar. El uso de los escasos recursos para una meta implica sacrificar el uso de ese mismo recurso para otras cosas. No hay forma de evitar este costo.

Lo que sí se puede hacer es explotar un recurso mientras a la vez se minimiza y evita el daño al ambiente. Esta es la solución temporal a este conflicto. La definitiva pasa por establecer claros derechos de propiedad del subsuelo. Mientras tanto, quienes se oponen radicalmente a la explotación de estos recursos olvidan que somos muy pobres viviendo sobre mantos de petróleo y toneladas de oro y otros minerales.

Artículo publicado en el diario guatemalateco "Siglo XXI", el día jueves 29 de julio 2010.

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