martes, 27 de julio de 2010

El dinero no compra liderazgo


Ante la insoportable ola de violencia, el presidente Colom ha vuelto a sentenciar que si queremos más seguridad debemos aumentar los impuestos. Ojalá la cosa fuera así de fácil.


JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Lamentablemente los argumentos del Gobierno hace rato que son increíbles. Lo único que puede mejorar la seguridad será una mejora en la gestión de los funcionarios. Más fondos, por sí solos, solamente garantizan un problema cada vez más grande.

Desde la firma de los acuerdos de paz, el presupuesto del Ministerio de Gobernación se ha multiplicado por siete. Aun descontando el efecto de la inflación, el presupuesto casi se ha triplicado. Mientras tanto, la percepción es que nunca hemos estado peor en materia de seguridad ciudadana. El problema no es de fondo. Si no existe capacidad de gestión pública, de nada sirve el dinero. Los escasos fondos del Ministerio de Gobernación, en algunos casos, se han trasladado a otros programas gubernamentales o se han malversado entre uniformes, combustibles o simplemente han desaparecido. De nada sirve tener el doble de radiopatrullas si se van a usar para asaltar ciudadanos en la carretera a El Salvador o para organizar “tumbes” de droga.

Por ello es que los clamores presidenciales caen en oídos escépticos. Mientras no se demuestre que los fondos actuales son bien utilizados, difícilmente se puede ganar la voluntad popular para aumentar impuestos si los mismos seguirán alimentando la corrupción institucionalizada en el Gobierno. La presencia de la señora Mack en el Ministerio de Gobernación es un intento por ganar esa credibilidad. Se requiere de mucho más que eso. La simple elaboración de tardíos planes estratégicos no es suficiente. No hay sustituto para los resultados concretos.
Tristemente, la seguridad nunca fue una prioridad para el presidente Colom. Ahora le toca al ministro Menocal realizar los esfuerzos por mejorar la seguridad. No obstante los logros que se le puedan atribuir, todavía está por verse si la atención oficial a este tema no será opacada por la campaña electoral. La percepción es que los programas de la Primera Dama tienen prioridad sobre cualquier cosa.
La situación puede cambiar, pero para ello el Gobierno debe dejar de victimizarse con sus ridículas especulaciones de golpes de Estado y buscar la verdadera unidad nacional frente al crimen organizado. El ministro Menocal ha dado esperanzas de que no se necesita ser un “experto” en seguridad en tanto se tenga la voluntad. Ahora es importante que el presidente demuestre que tiene el valor, la sabiduría y el liderazgo para unir a los ciudadanos, en vez de buscar dividirlos, como lo ha hecho hasta ahora. No le queda mucho tiempo, por lo tanto, debe comenzar inmediatamente para que la situación de seguridad no siga deteriorándose.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 27 de julio 2010.

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