martes, 20 de julio de 2010

Minería: ¿qué hacen otros países?


Si tan solo tomáramos el camino opuesto de expulsión de inversiones podríamos entrar en las grandes ligas de la inversión.

Estuardo Zapeta

Ayer lunes (19 de julio) fue publicada aquí una Mesa 21 en la cual directivos de la multinacional Goldcorp con proyectos mineros en San Marcos y Jutiapa explicaban que, a pesar de los debates que esta actividad industrial ha despertado, seguirán con inversiones en Guatemala.

Y de similar importancia, en mi opinión, fue una noticia que junto con esta Mesa 21 fue publicada en las siguientes páginas y en la cual se perfilaba cuál es la reacción de una nación como Chile en competencia global por la atracción de capitales de inversión que ayudarán a la reconstrucción posterremoto, y que son parte de una estrategia nacional de crecimiento económico sostenido.

De la Agencia EFE, y fechada en Santiago de Chile, la nota titulada Chile atrae 28 mil millones de inversión, se puede contrastar con la no atracción de capitales a Guatemala, digamos post Ágatha.

Si en Chile se agrega, dice la nota, el sector público, esa cantidad de inversión podría llegar a $31 mil millones.

Según la información, “El sector privado chileno pondrá en marcha proyectos de inversión por $28 mil millones en el segundo semestre del año, según la Corporación de Bienes de Capital (CBC)”.

“Las cifras concuerdan con las proyecciones de los expertos, que ven la inversión como uno de los ejes de la reactivación de la economía chilena tras la crisis financiera internacional de 2008 y 2009 y el terremoto que devastó el país el 27 de febrero”.

De esas impresionantes cifras de inversión, que tanta falta nos hacen en Guatemala, según la información publicada, es “minería”, la misma actividad que en Guatemala levanta ronchas, pero que en Chile es bienvenida, la principal atracción de “inversión” de capital fresco.
El cable de EFE explica que “según el informe de la Corporación de Bienes de Capital, un 40% de las inversiones, equivalentes a unos $12,700 millones, corresponden a la minería. En el sector energético se prevén inversiones por unos $10,200 millones y en la construcción, unos $3,900 millones”.

Es obvio que Guatemala y Chile son dos acercamientos diametralmente opuestos a la industria minera, porque mientras aquí se impone la incertidumbre, el acoso, y el denominado “chantaje social” a esa industria, en países como Chile se incentiva la inversión como estrategia de Nación, y es la fuerza financiera en la reconstrucción después de una tragedia como un terremoto.

Creo que será también importante echar un vistazo a los grandes avances que ha tenido Perú, ya que recientemente los denominados “grupos sociales”, que en realidad son grupos “de presión”, querían, como en Guatemala, ahuyentar la inversión en minería, y el mismo liderazgo del presidente Alan García, fue el que salió a la defensa de la inversión que significan sectores como minería y energía para ese vecino de Chile.

Colombia es otro país que repunta en la atracción de inversiones en minería, junto con México, y Guatemala, por su potencial, podría ser una historia de éxito como la de Chile, México, Perú o Colombia, si tan solo tomáramos el camino opuesto de expulsión de inversiones, y desaliento del capital, podríamos entrar en esas grandes ligas de la inversión global, de las cuales Chile tiene ya gran camino recorrido y avanza con paso firme, y otros vecinos le siguen la huella.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo xxi", el día martes 20 de julio de 2010.

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