miércoles, 21 de julio de 2010

Más integralidad para alcanzar la calidad


Además de respeto intercultural, se necesita un enfoque más amplio para lograr la calidad educativa en las aulas.

Verónica Spross de Rivera

El programa Educación para la Paz y Vida Plena fue presentado recientemente. La viceministra Técnica, Marta Juana López de Zapeta, indicó que se estudiarán las causas y consecuencias históricas de la violencia en Guatemala, incluyendo temas como la colonización y el conflicto armado interno. Esta estrategia del Ministerio de Educación se plantea como una acción en el área de calidad.

El objetivo del programa es involucrar de forma permanente a los miembros de la comunidad educativa en el proceso de reflexión y análisis desde su cultura, de las estrategias pedagógicas de la formación del ser humano integral. Ser parte de los conocimientos y saberes ancestrales y contemporáneos de los pueblos que coexisten en el país, mediante una metodología de investigación-acción participativa. También se busca motivar a la comunidad educativa y a la opinión pública sobre el análisis y la identificación de los conocimientos y práctica de valores a partir de la diversidad cultural de los pueblos Maya, Xinca, Garífuna y Ladino para la transformación de actitudes discriminatorias.

Entre los resultados esperados están: a) Política pública diseñada, elaborada y validada participativamente; b) Docentes que utilizan la metodología; c) Articulación de redes estudiantiles que fomenten la Educación para la Paz y Vida Plena. En 2010 se completaría la elaboración participativa de la Política Pública para la Paz y Vida Plena. Para 2011 se implementaría la política y, finalmente de 2012 a 2020 quedaría institucionalizada. El programa, que en su primera etapa tendría una duración de 22 meses, cubrirá 18 municipios de los departamentos de Guatemala, Chimaltenango, San Marcos, Jalapa, Izabal y Chiquimula. La población meta es la comunidad educativa de establecimientos oficiales, urbanos y rurales de primaria y diversificado.

Aunque es valioso el reconocimiento de la multiculturalidad y el respeto desde y hacia todos los ciudadanos del país, es de resaltar que éste es solamente uno de los diversos elementos que contribuyen a la generación de un ambiente propicio al aprendizaje. No está claro de qué forma podría elevar la calidad educativa y los aprendizajes. Para mejorar la calidad educativa es necesario trabajar en varios campos a la vez, incluyendo el fortalecimiento de las capacidades docentes para lograr mejores resultados en su desempeño en el aula, enfocados en el aprendizaje de sus alumnos, así como asegurar un currículo adecuado a las necesidades del mundo globalizado e intercomunicado. Actualmente, las pruebas de rendimiento demuestran que los alumnos tienen serias deficiencias en áreas como matemáticas y comunicación y lenguaje.

Sería preocupante que el programa haga énfasis en el pasado, dando a conocer las secuelas del genocidio y etnocidio, el racismo, la discriminación, la exclusión como se ha mencionado, en lugar de poner mayor atención al futuro y en cómo preparamos a nuestra juventud para ser parte de la economía mundial, respaldados en el fortalecimiento de nuestra identidad nacional. El conocimiento de la historia de Guatemala desde un ángulo objetivo será importante; lograrlo puede ser difícil y un desafío mayúsculo.

Para ser exitosos los niños y jóvenes deben lograr durante su formación las competencias para la vida y para el trabajo, elemento que no aparece mencionado, aun cuando es fundamental para que los jóvenes alcancen una vida plena. Asimismo es necesario enfatizar la incorporación en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la tecnología, del idioma inglés y de ciertas habilidades como trabajo en equipo y capacidad de adaptación al cambio. En resumen, además de respeto intercultural, se necesita un enfoque más amplio para lograr la calidad educativa en las aulas.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo xxi", el día miércoles 21 de julio de 2010.

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