viernes, 20 de enero de 2012

La Secretaría de Comunicación


Estuardo Zapeta

La misión inicial es la de recuperación de la percepción positiva.

Junto con el Fondo de Inversión Social (FIS) la Secretaría de Comunicación Social (SCS) fueron los “peludos” bastiones de la misión de la “continuidad” en el poder.

Así que aparte de todo lo que falta –dinero, cámaras, computadoras, archivos, memorias, etc.—lo más relevante del recuento de los daños es la pérdida de Credibilidad. Cierto, “las cosas” fueron compradas con nuestros impuestos, y deben recuperarse, pero la Credibilidad ¿dónde se compra?

Por eso, cuando el nuevo Secretario de Comunicación, el periodista Francisco Cuevas, dijo el miércoles que era urgente una auditoría, supongo que estaba hablando muy a nivel inicial, ya que junto con la auditoría yo recomendaría una Encuesta Nacional para tomar el pulso y la percepción de los ciudadanos acerca de cómo quieren ver al Gobierno.

Deberá, por supuesto, separar la “propaganda de la publicidad”, y aunque pareciera que la explicación sobra, la ejecución de las estrategias en el gobierno pasado, el de Sandra, hoy “cadáver político” como titulaba ayer Siglo.21, parecían no distinguir entre ambas.

Así, la misión inicial es la de recuperación de la percepción positiva. Los números con los cuales el gobierno anterior sale del poder no son halagadores, y ni los programitas de “empacho, o despecho, o como diablos se llamaban, ayudaban a levantar los números en caída pronunciada.

Y el grave error, como lo expliqué ya en otro artículo, es creer que el modelito viejo de comunicación, el del paradigma, funciona. No, ya no funciona. Bienvenidos al mundo de la comunicación 2.0, léase “hoy reinan las redes sociales, todo se sabe más rápido que tarde, y los gobierno, deben adaptarse o morir”.

Ese fue el error de los “peludos”, y no vieron que “el diablo está en los detalles”.

A Cuevas le toca hoy, aparte de la urgente auditoría, restablecer no sólo una oficina, sino todo un proceso, una estrategia, las tácticas, los “KPI´s”, y la evaluación constante no sólo de los mensajes, sino de los “medios y modos” —entendidos a la McLuhan—para “extender” contenidos que sean pertinentes, digo “culturalmente” pertinentes.

En ese sentido, por ejemplo, la relación SCS-Academia de Lenguas Mayas, quedó destruida con el caso TV-Maya, y éste, opino, es el tiempo perfecto para restablecer y “sanar” esa comunicación dañada.

Que si Otto Pérez Molina (OPM), siempre debe salir, no necesariamente. En los esquemas 2.0 de Twitter y Facebook OPM y Roxana Baldetti, quien he visto muy activa en Twitter, pueden comunicar “sin salir”. Léase, “las luces muchas veces opacan la Visión y oscurecen la Misión”.

Ah, por supuesto, que a la SCS habrá con contarle sus satélites: todas las Direcciones de Comunicación de los Ministerios, Fondos, otras Secretarías, Direcciones, etc., las cuales, en muchos casos, hasta sobran.

Por último, todo será posible sí y sólo sí el factor humano es el correcto. No me refiero ni a “fresones bonitos”, ni a “buenas piernas o chiches”, sino a cerebros bien aceitados en estrategia, tácticas, medios, modos, contenidos que puedan analizar.

La SCS es la nueva “oficina de inteligencia mediática” de OPM.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 20 de enero 2012.

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