martes, 5 de octubre de 2010

¿Banguat solidario?


¿Si no está roto, para qué lo quiere arreglar? El nombramiento de Édgar Barquín como nuevo presidente del Banco de Guatemala y de la Junta Monetaria (JM) justificadamente acaparó titulares de prensa y diversas opiniones. ¿Qué cambiará en la gestión del banco central? ¿Se politizará el Banguat?

JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Uno no cambia el liderazgo de una institución para que las cosas sigan igual. Si bien es cierto que el nombramiento de la Licda. De Bonilla había expirado, el presidente Colom tenía facultades para confirmarla. Después de todo, su gestión había sido alabada por muchos sectores. No fue así y los rumores ampliamente divulgados desde hace meses se confirmaron.
El Lic. Barquín asumió la presidencia del banco central por los próximos cuatro años. El mandatario Colom nunca dio explicaciones de las razones del cambio. ¿Había algo en la gestión de De Bonilla que no le pareció? ¿Para qué prescindir voluntariamente del escaso capital humano gubernamental? ¿Está cumpliendo con una promesa de campaña hecha al Lic. Barquín? Ya no importa. Lo único importante ahora es lo que nos espera.

El Lic. Barquín ha pedido tiempo para demostrar su independencia política de la pareja presidencial. Esa es la preocupación más divulgada por la Prensa: que el Banguat se “politice” y se convierta en una banca central “solidaria” en año electoral. Otros quieren aprovechar la coyuntura para que el Banguat tenga una política monetaria más activa en la concesión de créditos a determinados sectores. En ambos casos se estaría cometiendo un grave error. El banco central sería neutral e independiente ante las presiones políticas. Al menos, en teoría.

En la práctica, el Ejecutivo domina la JM con tres ministros. Si a eso agregamos el voto del presidente del Banguat y el representante del Congreso, se termina de consolidar la presencia política en la JM. Lo único que ha prevenido la “politización” del banco central ha sido el liderazgo moral de su presidente y el prestigio profesional de los técnicos que conforman el Banguat. Pero, especialmente, la prohibición constitucional de financiar al Gobierno ha sido la clave para garantizar la independencia de la política monetaria. De cara a esa realidad, solo los hechos concretos confirmarán o descartarán los temores públicos. La ratificación en sus puestos de los cuadros técnicos del Banguat es una señal en la dirección correcta.

Por cierto, nadie lo menciona, pero los mismos temores y el mismo análisis se pueden hacer de la Superintendencia de Bancos y su famosa Intendencia de Verificación Especial.

Lapsus calami. La semana recién pasada atribuí la frase “la riqueza de los ricos es la causa de la pobreza de los pobres” a Montesquieu. Grave error. El autor es Montaigne. Mis disculpas a mis lectores y a la memoria histórica de Montesquieu.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa LIbre", el día martes 05 de octure 2010.

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