viernes, 13 de abril de 2012

“RoxSandraArañetti”


Estuardo Zapeta

En comunicación, entiendan, “la percepción es la Verdad ”. Punto.

No es ataque, porque sé que la piel de las y los políticos es muy “frágil” (nunca se preparan para esto, y una vez en el poder creen que todos deben ser “alfombras”). Es una reflexión acerca del ejercicio del poder. (Sé que los chismosos llegarán diciendo, en su pobre maniqueísmo que si no se está con uno, entonces se está “en contra”. Falso. El análisis frío no acepta maniqueísmos. Tanto como tampoco acepta lisonjeros y aduladores, ni bufones).

En comunicación, entiendan, “la percepción es la Verdad”. Punto.

Y el objetivo es afectar la “percepción”, que es el camino lógico hacia la “verdad”, o las verdades, cualesquiera que esas sean. Sí: la percepción es la fuerza más grande en la gobernabilidad también. Y me ha sorprendido que tanto “experto” en “comunicación” del gobierno actual no mire —o no quiera ver— qué y cuáles percepciones se están formando.

Que este gobierno es un “monstruo de dos cabezas”, dicen algunos; que el poder pasó de la Presidencia a la Vicepresidencia, dicen otros; que se están levantando frentes muy “a lo Colom”, dicen otros más.

Como sea, mi análisis es precisamente de esas “visiones perceptivas.”

Creo que se acarrea todavía en el imaginario social el fenómeno “Sandra, arañita,” o como quiera llamarlo. El impacto fue tal que abona en la era Pérez Molina a la misma vicepresidente Roxana Baldetti.

Por eso, precisamente por ese “arrastre” ¡cuidado! Las acciones pueden ser de tal magnitud, y para los guatemaltecos las “palabras” son tan poderosas, que modo, medio, forma y fondo se convierten en los mensajes mismos.

Principio en comunicación “el medio es el mensaje”. En Guatemala el “modo es el mensaje”.

“Es que ese ´modito´,” dicen en lo pueblos. El “modito” cuenta. Y en Guatemala multiplique el “modito” al nivel de “seis por diez a la sexta”.

Nada más expresivo que los apodos. (“A mí no me importan los apodos; me pelan los apodos; los apodos son para los “choleros, mucos, shumos, nacos, rechas”, que sólo un patán los pone; etc, etc.,). Diga lo que digan, los apodos son las expresiones más resumidas de una crítica que por no hacerse de manera institucional, o en los mass media, parecen “no válidos”. Pero la fuerza que adquieren es innegable.

De ahí que la expresión “RoxSandra” deberá hacer reflexionar, no sólo a la Vicepresidencia, sino también al Gobierno mismo.

Preguntas obligadas ¿reflejo de qué es? ¿es advertencia? ¿es preventivo? ¿es crítica solapada en la “recordación florida” chapina”?

Hasta el gran Miguel Ángel Asturias los usaba como recurso literario... y de crítica social.

Por eso, yo llamo a la gente de gobierno a un “aggiornamento”. Es tiempo. Nunca es muy temprano. Nunca.

Que se ofenden si uno escribe así. Sí, se ofenden, y dicen que están siendo atacados. En eso se parecen mucho al gobierno del “Conejo”. Que es la oposición influenciando. Nada que ver. La oposición no existe. Además, en política la única oposición posible es la que un gobierno se permite a sí mismo.

Reflexionen. De veras. Que los “apodos” sean el inicio de esa introspección. Ah, y resistan a los aduladores. Esos son destrucción pura.

Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día vienres 13 de abril 2012.

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