jueves, 26 de abril de 2012

Petrocaribe: una mala alianza

Ramón Parellada El presidente Otto Pérez Molina comentó esta semana que Guatemala está incluida en Petrocaribe (Siglo.21, pp.3, 24 de abril de 2012). Me opongo por las siguientes razones: En primer lugar considero que la adhesión a Petrocaribe es una especie de Reforma Fiscal que afectará a las futuras generaciones. La única razón por la cual el Gobierno tiene tanto interés en Petrocaribe es porque le proveerá de fondos frescos cada vez que ingrese petróleo a Guatemala. Fondos que constituirán un préstamo a favor de Venezuela. Si bien es muy atractiva la tasa de interés por ser de las más bajas en el mercado, apenas uno por ciento, hay que tomar en cuenta que se podría justificar un endeudamiento así, siempre y cuando se sustituyera deuda cara por esta que es barata y el monto total de la deuda externa de Guatemala no se incrementara. Ahora bien, ¿a qué se compromete el Gobierno de Guatemala? ¿Cuáles serán las condiciones? ¿Qué garantías y compromisos deberá adquirir nuestro Gobierno con el de Venezuela? ¿No debería el Congreso de la República aprobar cualquier deuda que quiera adquirir el Ejecutivo? En segundo lugar me temo que si prospera la alianza con Venezuela en Petrocaribe el dinero que ingrese al Gobierno se despilfarrará en gastos sociales. Siempre he criticado los gastos sociales porque son una fuente enorme de corrupción y populismo. Vean lo que pasó con Mi Familia Progresa y lo que ha pasado en distintos gobiernos con los fertilizantes, entre otros. De hecho estas son actividades que no le corresponden al Ejecutivo. Esto de las ayudas sociales termina siempre siendo pan para hoy pero hambre para mañana. En tercer lugar y posiblemente uno de los puntos más graves de la alianza con Petrocaribe es la destrucción de nuestro mercado de combustibles que hasta ahora ha sido muy eficiente. Petrocaribe garantiza el suministro de combustibles, al precio de mercado pero vendidos de gobierno a gobierno. El Gobierno de Guatemala tiene que crear una empresa estatal para encargarse de la compra, importación y distribución del combustible. El Presidente ya indicó que la distribución se hará con las petroleras que ya están instaladas en el país, pero considero que viene a limitar las fuentes del suministro y a destruir el activo mercado que existe hoy en día al amarrarnos principalmente a un proveedor grande que ganará control sobre nuestro país. El mercado actual en Guatemala funciona bien. No hemos tenido escasez de combustible porque es el precio del mercado el que determina la cantidad a importar y la cantidad que los consumidores quieren comprar. Además, la libertad de entrada y salida de cualquier empresa a este mercado ha generado una gran competencia en el sector. Si ahora se limita el mercado porque el Gobierno entra a importar una gran cantidad de combustible de una sola fuente estaremos en un grave peligro de padecer escasez eventualmente. Es nefasto que se cree una empresa estatal cuando todas las aventuras estatales han sido siempre ineficientes y un total fracaso. El fin no justifica los medios. No hay problema en comprarle petróleo a Venezuela, pero sí en el gran endeudamiento que se viene, en la formación de una gran empresa estatal que incrementará la burocracia del Gobierno y destruirá el mercado interno actual de combustibles, los condicionamientos que implica adherirse a Petrocaribe, la enorme corrupción que se ve venir y, por supuesto, la dependencia de un gobierno como el de Chávez, que manipula y condiciona a los países a los que da petróleo, a su conveniencia. Por todo esto me opongo a la adhesión a Petrocaribe. Articulo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI" el día jueves 26 de abril 2012

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