viernes, 20 de abril de 2012

Creer, confiar, invertir


Estuardo Zapeta

Es la celebración de los 125 Años. Si se puede soñar, se puede lograr. Y lo han logrado.

“Creemos en la pasión de los sueños y la magia de la imaginación porque no tienen límites y nos mueven hacia la realización de grandes obras, que con voluntad, perseverancia y esfuerzo somos capaces de edificar”, dice parte del Credo de Cervecería Centro Americana (CCA), en una magnífica pieza que encierra el espíritu, los sueños, los valores y los principios fundantes de esta Corporación.

Es la celebración de los 125 Años. Si se puede soñar, se puede lograr. Y lo han logrado.

Pero “antes de ser cerveceros, somos guatemaltecos”, dice el Lic. Juan Monge, emocionado, explicando que la gran razón de ser de CCA es Guatemala, y relatando cuáles son los sueños por lograr.

“Creemos en nuestro país, para el cual anhelamos la paz, la convivencia en armonía, el aprovechamiento de las oportunidades y la superación permanente de todos sus habitantes”. Y junto con esta parte del Credo anuncia que tomarán como meta la lucha contra el hambre en una comunidad maya del Lago de Atitlán.

“Creemos en la construcción de una sociedad unida, solidaria y generosa, que actúa con base en la verdad y la justicia, haciendo el adecuado uso de la libertad”. Más del 70% de los niños en esa comunidad, explican, sufren de desnutrición.

Suman ya cinco generaciones de cerveceros... en Guatemala, y de Guatemala... para el mundo.

Es una empresa cuya fortaleza está en la familia. Sigue el Credo: “creemos en la vida familiar, porque en ella los sentimientos y los valores son los fundamentos de las relaciones personales, porque la seguridad, la estabilidad, la fraternidad y el respeto mutuo forman parte de la sociedad que conforman sus miembros...” Es una empresa familiar que ha sido exitosa en sus transiciones generacionales, y que sus retos los ha convertido en fortalezas para movilizarse hacia la región, sin moverse de Guatemala.

Más de un siglo para profundizar raíces en Guatemala, pero también para el crecimiento de alas fuertes, grandes, que eleven a CCA hacia el cielo, siempre viendo el azul-blanco-azul donde el cielo es el límite. Raíces profundas, alas extensas: como ave infatigable.

Importante metáfora para un país donde le tememos al futuro, y donde no hemos comprendido que el futuro es tan incierto y que precisamente por eso es que tenemos el imperativo moral de construirlo hoy, así como hicieron dos visionarios y sus familias hace 125 años.

Creer. Confiar. Invertir. Esa es la ecuación. Es de causalidad, pero todo inicia con creer. Y en el salón suena “Yo Creo en Ti”, y muchos rostros guatemaltecos en pantalla acompañan el “beat” de la canción.

Lo dice el Sagrado Libro: “Al que cree todo le es posible”.

Y la creencia nos confirma la confianza. Entonces la confianza nos hace soñar, y cada sueño, por difícil que parezca, nos eleva a su realización.

“Creemos en cada día porque Dios está presente iluminando nuestra vida y guiando nuestro camino con la fuerza poderosa del amor, la esperanza y la fe”.

Articulo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día viernes 20 de abril 2012.

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