miércoles, 18 de abril de 2012

Perenne crisis del sector salud


Verónica Spross de Rivera

La situación de crisis en el sector salud no es nada nuevo. Durante varios períodos de gobierno sé de una situación repetitiva en cuanto a la falta de insumos médico-quirúrgicos, deficiencias en la provisión de medicamentos, problemas con las licitaciones y de medicinas y contratos abiertos, centros y puestos de salud cerrados, entre otras situaciones preocupantes. En varias ocasiones también se han visto paros del personal de salud, en ocasiones porque solicitan aumentos salariales o también para llamar la atención hacia los mencionados problemas.

El adecuado funcionamiento del sistema de salud es importante para lograr mejorar los indicadores sociales del país. Además, la salud y el crecimiento económico se encuentran entrelazados, porque los trabajadores que tienen un buen estado de salud tienen una mayor productividad y por lo tanto, una menor cantidad de horas perdidas de trabajo. Además, la salud contribuye a la generación de capital humano.

La situación actual del sector salud indica que el tema central que debe ser abordado por el sistema de salud es la salud materno-infantil. De manera especial debe ponerse atención al problema de la desnutrición crónica. El sistema de salud debe lograr atender a las personas durante su ciclo de vida, iniciando desde el proceso de gestación. El programa Ventana de los mil días es muy importante para mejorar las condiciones del desarrollo infantil temprano. Implica la atención de la madre embarazada y del niño recién nacido de manera muy especial. La educación de la madre es en ese caso un elemento central para poder cambiar las condiciones de higiene y nutrición en el hogar.

La atención adecuada del parto es otro punto que debe ser central en la organización del sistema de salud, pues aún un 35% de madres maternas se da por falta de reconocimiento oportuno de las señales de peligro. Las enfermedades infecciosas respiratorias y nutricionales son las principales causas de morbilidad en la niñez entre uno y cuatro años. Y, finalmente, preocupa que la mitad de los niños padezca desnutrición infantil en su primera infancia, lo que repercute negativamente en su desarrollo posterior y en su capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida.

Mejorar la salud y la calidad de vida de los guatemaltecos es muy importante. Organizar los servicios de salud de forma tal que atiendan prioritariamente a las madres embarazadas y niños es una manera de reorientar los recursos escasos. Para reducir la desnutrición es clave un programa integrado y coordinado multisectorial, con participación no sólo del Ministerio de Salud, sino Sesan y Ministerio de Desarrollo Social, entre otros, e incluso debe participar el sector de competitividad, pues se requiere un componente de elevar la productividad de las comunidades y facilitar la adquisición de ingresos propios a través de la producción por parte de las familias. Hay mucho por hacer en cuanto a descentralizar los servicios, pero debe innovarse.

La innovación en el sector salud debe darse en varios ámbitos como indica Christensen en su libro La Receta del Innovador. Por un lado, debe introducirse tecnología en los diagnósticos, procesos estandarizados que permitan mejores procedimientos médicos y diversidad de modelos en la prestación de los servicios, promoviendo un mercado más competitivo, con el surgimiento de servicios prepagados y seguros básicos, entre otros. Además, en el sector público se requiere un modelo de gestión distinto, con base en focalización de recursos, prevención, descentralización, transparencia y participación comunitaria.

Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día miércoles 18 de abril 2012.

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