jueves, 12 de abril de 2012

Electricidad carísima


Ramón Parellada

Uno de los aspectos que nos hacen menos competitivos en Guatemala es el precio que paga la industria por la energía eléctrica. La dependencia del petróleo en un país donde sobra capacidad hidráulica para poder producir y exportar energía eléctrica a nuestros vecinos nos hace menos atractivos para las inversiones.

Por ello, muchas empresas dejan de crecer en Guatemala y buscan irse a otros países. Además, otras empresas que analizan venir a Guatemala suman entre sus aspectos negativos lo que tienen que pagar por la energía eléctrica.

Un amigo que visitó una feria en Estados Unidos, de productos y maquinaria relacionada con su empresa, me comentó que en la misma había personas representando a distintas regiones de Estados Unidos para atraer inversiones. Por curiosidad preguntó al representante de West Virginia el precio de la energía eléctrica industrial medido por kilowatt-hora (kWh) y, para su sorpresa, era de $0.0475. Hizo lo mismo con el representante de Alabama, quien le respondió que dependiendo de la industria el precio podía andar entre $0.03 y $0.05 por kWh. Preguntó al representante de Texas y para la industria estaba entre $0.05 y $0.08 por kWh.

Nuestros vecinos mexicanos tienen una tarifa industrial de $0.09 por kWh. Otro de los competidores importantes en la región son los colombianos, cuya tarifa es de aproximadamente $0.065 por kwh.

Mientras digería esta información pensaba lo que pagó en su empresa el mes de febrero, $0.21 por kWh. Esto es 4.4 veces más que lo que hubiera pagado en West Virginia, 5.25 veces más que en Alabama (usando el promedio, 3.2 veces más que el promedio industrial en Texas, 2.3 veces más que nuestros vecinos mexicanos y 3.2 veces más que los colombianos. Claro está que estos son datos de lo que paga una industria, en promedio, y pueden variar dependiendo si el consumo es constante o no y si la industria es grande o pequeña. El asunto es que, sea como sea, el precio de energía eléctrica en Guatemala es carísimo y esto nos hace menos competitivos.

Debo aclarar que lo que paga una empresa en Guatemala se ve afectado por una serie de costos que incluyen también tasas municipales y otros impuestos como el IVA, además de todas las distorsiones que la complicadísima ley de electricidad genera y que la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) ha tratado de interpretar y seguir de acuerdo a un reglamento aún más engorroso y complicado.

Desde que se hizo la ley la he criticado porque en Guatemala los precios están determinados por los costos y no como ocurre en cualquier mercado donde los precios dependen de la oferta y la demanda. Pero esto es harina de otro costal. Con la ley actual se han hecho licitaciones para que inversionistas entren a generar. Pero estas licitaciones, como lo fue la última de la CNEE, la PEG1-2010, nos condena a seguir pagando precios demasiado altos ya que si bien de los 800 megavatios (mw) se adjudicaron 210 debido a una oferta virtual que dejó fuera a los que ofrecieron por encima de un precio que aproximadamente resulta en $0.11 por kwh. Pero a este precio hay que sumarle transporte y distribución más los impuestos y tarifas municipales lo cual implica que pagaríamos por encima de $0.16 por kwh.

Espero no haber interpretado mal esta información. Guatemala estará condenada a seguir pagando más que nuestros países vecinos que también son competidores nuestros. No podremos ser competitivos con precios de energía eléctrica tan elevados, sobretodo teniendo el potencial enorme de tanto recurso hídrico cuya energía en el largo plazo es de las que deberían ser las más baratas hoy en día.

Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día jueves 12 de abril 2012.

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