miércoles, 19 de mayo de 2010

Males estructurales


ProReforma propone un proyecto integral, coherente, de principios generales, que no vulnera las garantías personales básicas.

Carroll Ríos de Rodríguez

En la entrevista concedida a Siglo Veintiuno el lunes pasado, el Jefe de la CICIG, Carlos Castresana, señaló con acierto: “Uno de los grandes males de Guatemala es cómo está politizada la CSJ, pues parece un consejo de administración, pero sin socio mayoritario, porque este es el magistrado que propuso el Cacif, este es el que propuso la UNE; entonces, esa es una mezcla de despacho de abogados, de partidos y de grupos de presión que hacen una corte que no sirve a los intereses generales”. En el fondo, es el mismo mal que aqueja las comisiones de postulación y a otras entidades gubernamentales.

Se estructura el quehacer público de forma “corporativista”, fenómeno que también podría merecer las etiquetas (no idénticas) de clienteilismo o búsqueda de rentas. Los grupos sociales políticamente organizados impactan sobre las decisiones públicas, en virtud de su capacidad de organizarse. Compiten unos con otros por hacer valer, en el mejor de los casos, los intereses de los representados y, en el peor de los casos, los intereses de sus líderes, muchas veces autodesignados como tales. Compiten ferozmente: gana quien más duro toque la puerta de quienes ostentan el poder de distribuir favores y concesiones. Y esto porque en la arena política la ganancia de uno es la pérdida de otro. Más veces de las que quisiéramos, los grupos somatan la puerta con desestabilizadores chantajes y medidas de hecho, porque saben que así sí los escuchan. Ni siquiera tocan pito los ciudadanos no organizados; carecen de voz. Aunque fueran mayoría, en un sistema corporativista “quien no llora no mama”.


Castresana quiere que la corte sirva los intereses generales. Parece irónico, por tanto, que haga un llamado para convocar una Asamblea Nacional Constituyente. ¿Existe el peligro de que ésta se politice, dada la forma prevista para convocar y elegir a sus integrantes? ¿Intentarán los distintos grupos de interés “adueñarse” de uno o más constituyentes para insertar enmiendas que sirvan sus intereses particulares? ¿Cómo resguardaríamos a los constituyentes del merengue político, si no hemos podido hacerlo en el pasado, ni en otras instancias parecidas?
Tanto el diagnóstico como la ruta propuesta por el Dr. Castresana fueron discutidas a fondo por quienes integramos la Asociación ProReforma. Entre las enmiendas propuestas para el Organismo Judicial encontrará muchas ideas que el jefe de la CICIG hoy promueve para dar mayor independencia y efectividad al sistema de justicia. En cuanto al proceso para reformar la Constitución, recordemos que no es necesario abrir la caja de Pandora.


ProReforma propone un proyecto integral, coherente, de principios generales, que no vulnera las garantías personales básicas. Es un proyecto que ya fue socializado entre miles de guatemaltecos, quienes incluso lo calzan con su firma. Y, además, el proyecto se encaminó por un camino contemplado por la misma Constitución, perfectamente legal, y decididamente no corporativista. ¿Podría ser este el instrumento para sanar los males estructurales, Dr. Castresana?


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo XXI”, el miercoles 19 de mayo de 2010.

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