Prosperidad para todos

Estuardo Zapeta

“Nuestro pueblo no habría tenido futuro político, económico ni social si no hubiésemos logrado eliminar la carga de las dificultades materiales”.

Hace años el Muso, maestro como siempre lo fue, me recomendó una lectura, una de las muchas que cambió mi forma de pensar y ver el mundo, y aplastó mis pobres argumentitos de “lucha de clases”. Léete eso, dijo, y me dio un artículo de Ludwig Erhard, canciller Alemán, líder del cambio y desarrollo de ese admirado gran pueblo alemán, y publicado en 1968 por el CEES. Era, por supuesto, el tiempo de la Guerra Fría, y yo pensaba que era propaganda del “Capitalismo salvaje”. Lo leí, con desconfianza, pero lo leí (http://www.biblioteca.cees.org.gt/topicos/web/topic-166.html) Ahora que estamos ya al frente de una nueva administración, la de Pérez Molina y Baldetti, creo importante llamar la atención a lo escrito por el canciller Erhard. Escribió Erhard “Nuestro pueblo no habría tenido futuro político, económico ni social si no hubiésemos logrado eliminar la carga casi intolerable de las dificultades materiales, dar de nuevo sentido al trabajo, aumentando su retribución, restaurar la capacidad productiva y competitiva, reintegrando así la República Federal a la economía mundial, y recobrar la confianza y la amistad del mundo mediante trabajo honesto e intenciones igualmente honestas. La alternativa hubiese sido condenarnos a una vida primitiva que hubiese señalado el fin de la historia de nuestra nación. . .” “. . . Vale la pena recordar al pueblo alemán la forma amarga y despiadada como la oposición socialista combatió contra toda la concepción de la ‘economía social de mercado’. Sin embargo, esos mismos socialistas doctrinarios que constantemente profetizaban que nuestra política económica conduciría a la bancarrota, no han sido capaces de liberarse del pasado político de su partido y están ofreciendo al pueblo alemán una política económica que acarreó el desastre en todos los países en donde se ha ensayado. Los países que han sido incapaces de resolver los problemas de su balanza de pagos y se han visto obligados a sostener su moneda por los medios más tortuosos son precisamente los países con vociferantes Gobiernos socialistas. Estos son los Estados que se han visto obligados a imponer restricciones sobre el comercio interior y exterior y en donde más agudo ha sido el incremento relativo de los niveles de precios. . .” “Sólo en una sociedad libre puede desarrollarse la capacidad productiva de un país para finalidades pacíficas. Sólo estimulando la iniciativa creadora del individuo puede producirse ese dinamismo que es tan característico de la actual economía alemana y que ha beneficiado a toda la humanidad. ¿Cuántos intentos abortados de economía socialista planificada, dirigida y controlada hemos de tener aún para convencer al mundo y, especialmente, a los trabajadores organizados de que este dogma es una mera ilusión que, lejos de producir resultados positivos, dejará mellas permanentes en nuestra libertad? Es posible trazar un paralelo casi exacto y decir que cuanto más pura y más consistente en su práctica se hace la política económica socialista, tanto mayor es la amenaza para la libertad económica y humana. . . ”

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 15 de noviembre 2011.