“En un país donde hay tanta pobreza urge, entre otras cosas, explotar todo el petróleo, todo el oro y demás minerales que tengamos en el menor tiempo posible”.
Ramón Parellada
El Cardenal Quezada Toruño vuelve a ser imprudente al calificar a quienes defendemos la explotación del oro y del petróleo como “vendepatrias”. Sé que este tipo de declaraciones son opinables. Lamento que el Cardenal utilice adjetivos “adhominen”, en vez de usar argumentos que convenzan. Los calificativos no son argumentos, son “patadas de ahogado” cuando en un debate no se tiene la razón.
No voy a caer en el mismo juego de descalificar a quienes defienden la no explotación del petróleo y oro. Tienen el derecho de expresarse como ellos creen y de defender sus ideas. Sin embargo, considero y sostengo que no tienen un solo argumento que justifique sus puntos de vista.
La explotación de petróleo y oro no es dañina para el país. Más bien genera riqueza para todos los guatemaltecos, pues las empresas, en sus procesos de explotación de estos recursos, generan ingresos para accionistas, trabajadores directos e indirectos, para empresas que les proveen de insumos y de servicios, para bancos del país y para las municipalidades y el Gobierno.
Hoy en día no se puede explotar un recurso sin estar sujeto a auditoría social, además de contar con todos los aspectos legales que se requieren para operar. Entre estos aspectos legales se encuentran los estudios de impacto ambiental que fueron impuestos por la presión de ambientalistas. En lo personal, considero que exageran todo lo que una empresa debe llevar a cabo para realizar su actividad extractiva, es decir, imponen más cargas que las que normalmente serían necesarias y suficientes para evitar daños a terceros en caso de algún accidente y contaminación.
Se insiste en el tema de las regalías. Y pareciera que si esto se ajustara a los que los ambientalistas, el mismo Cardenal o algunos grupos de presión piden, entonces la explotación estaría bien (lo cual me da la razón en mis anteriores argumentos y me lleva a la conclusión de que el tema es de puro interés económico). Pues bien, además de que estas empresas pagan todos sus impuestos (los que normalmente paga una empresa cualquiera), deben pagar regalías sobre las ventas (no sobre las utilidades) lo cual implica una gran cantidad de dinero. Ya expliqué en otra ocasión que un 1% de regalías sobre ventas en una empresa que gane el 5% de utilidad antes de impuesto significaría que el Estado se quedaría con el 20% de esa utilidad por concepto de regalías más el 31% del ISR (Impuesto sobre la Renta).
La explotación de los recursos naturales como el oro y el petróleo pasa por un buen momento ahora. Los precios de estos recursos están subiendo. Durante muchos años estuvieron muy bajos. Es el momento oportuno de explotarlos. No esperemos a que en un futuro su precio caiga o que la gente ya no los quiera, porque hay un mejor sustituto. Ahora es el momento.
Perenco en La laguna del Tigre no es la causa de contaminación. La contaminación y destrucción del parque vienen por la pobreza de muchas familias que invaden terrenos para obtener sus ingresos, que talan árboles para calentar sus alimentos, del narcotráfico, a quien no conviene que llegue gente para realizar sus operaciones ilegales y de los incendios forestales. Perenco ocupa sólo el 0.023% del parque, generando suficientes ingresos para preservarlo mejor.
En un país donde hay tanta pobreza urge, entre otras cosas, explotar todo el petróleo, todo el oro y demás minerales que tengamos en el menor tiempo posible.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el dia jueves 12 de agosto 2010.
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