viernes, 6 de agosto de 2010

El Muso Ayau (1925 – 2010)


He aquí algunas partes del poderoso y magnifico discurso inaugural de Manuel Ayau, el Muso, en 1972...

Estuardo Zapeta

He aquí algunas partes del poderoso y magnifico discurso inaugural de Manuel Ayau, el Muso, en 1972 para la apertura de la Universidad Francisco Marroquín.

“Creemos firmemente en la capacidad del hombre, precisamente reconociendo la imperfección de todo lo humano, para encontrar mejor su destino en libertad pacífica y no compelido por la colectividad personificada en el Estado”.

“Creemos en los derechos individuales. Que la libertad y la propiedad deben ser siempre respetadas, tanto por ser innatas al hombre como porque así conviene a todo conglomerado social. No creemos, pues, que exista conflicto alguno entre los derechos individuales y el interés social como sí podría haberlo entre el interés individual y el interés general”.

“Creemos que ni la verdad ni la justicia pueden ser descubiertas contando votos. Creemos en la democracia, pero estimamos que el sufragio si bien es un método adecuado para averiguar cuáles son los deseos mayoritarios y para decidir asuntos de procedimiento, no lo es para descubrir ni la verdad ni la justicia”.

“Creemos en regímenes de derecho y no de hombres o grupos de hombres, ya constituyan éstos una mayoría o una minoría; en gobiernos de derecho basados en reglas abstractas de conducta justa que no discriminen por razón de raza, religión o posición económica y que permitan a los hombres planear sus vidas en la certeza de que los resultados de sus actos ajustados a la ley serán respetados”.

“Creemos en la eficacia del orden espontáneo o cosmos —como le llamaban los antiguos griegos— en el cual, actuando libre y pacíficamente, los hombres se organizan para alcanzar mejor sus fines materiales y espirituales que bajo un orden diseñado e impuesto, adoptado a propósito, y que sólo es propio de un negocio, un gobierno o un ejército”.

“Creemos que sólo las personas responsables pueden crear civilizaciones prósperas y pacíficas y que donde no hay libertad no florece la responsabilidad”.

“Creemos que sólo hay una justicia, la que consiste en dar a cada cual lo suyo, y que cualquier calificativo a la justicia tiende a causar conflictos y a destruir la justicia misma”.

“Creemos que una sociedad pluralista y democrática siempre dará mayores oportunidades de progreso y paz, pues en ella el único medio de adopción general de ideas es la persuasión, no la imposición; el respeto y no la violencia”.

“Estamos en el umbral de la tarea muy difícil y no menos importante. La juventud de nuestra patria, al igual que la juventud del mundo entero, está ansiosa de superación. . .”

“Que Dios nos ilumine y nos muestre el camino de la verdad”.

“Concluiré haciendo una paráfrasis de unos versos que el gran poeta guatemalteco Alberto Velásquez en una ocasión escribiera:

Que Dios nos ayude
a formar hombres
Hombres limpios
y sin antifaz,
Que vivan una
vida sin sombras,
Y que sepan
decir la verdad.
Que hagan parábolas
de su conducta
Y llenen de actos
nobles su parquedad.
Que con manos diligentes siembren el árbol del pan,
Y fecundos, fuertes
y jóvenes,
Les baste su propio afán,
Que busquen siempre la verdad, manteniendo siempre su humildad.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 06 de agosto 2010.

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