jueves, 3 de junio de 2010

La crisis europea. El espejismo de la justicia social.

Federico Bauer Rodríguez

Ante la debacle que estamos viendo en Europa, decidí traerles una serie de columnas acerca del sistema de organización social conocido como socialdemocracia, o economía social de mercado para algunos. Este sistema también se conoce como Estado Benefactor.Traté de trasladar las premisas que le dan vida al sistema y luego contrastarlo, por medio de estadísticas, con las sociedades más libres del planeta.

Traté de probar que las únicas socialdemocracias que funcionan en Europa, países escandinavos, Holanda y Luxemburgo, lo han logrado gracias a que tienen los mejores sistemas jurídicos del mundo, tienen los mejores índices de transparencia (www.transparency.org), y un control muy efectivo de las variables macroeconómicas, como déficit fiscal y deuda pública.En mi última columna, con el fin de darle un poco de realismo al tema, les traje la comparación entre Suecia –posiblemente el mejor ejemplo de socialdemocracia– y Suiza, como el mejor ejemplo de un Estado de Derecho en Europa. Ambos países con igual calidad de vida en los parámetros sociales, pero los suizos con mucho menos cargas impositivas, y más poder adquisitivo después de impuestos, en todos los estratos sociales.

Ah, pero hay un parámetro en el que gana Suecia, y es el del coeficiente de Gini, que mide la desigualdad entre los estratos más ricos y los más pobres de cada país (siendo 0 la perfecta igualdad): Suecia tiene menos de 0.25 mientras que Suiza está entre 0.30-0.34. Esta pequeña diferencia es importante para los resentidos sociales, a quienes les molesta más ver pasar un Ferrari por las calles de Ginebra, o soportar el ruido de un jet privado despegando del aeropuerto de Zurich, que gozar de un estándar económico superior al de las sociedades más igualitarias. (hdr.undp.org/en/statistics/)Mi intención, con esta comparación, era romper el mito de que a más carga tributaria, mejores condiciones para la población en general. Para el efecto no utilicé a los países socialdemócratas en crisis, como Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España (PIIGS), porque estos no cumplen ni de lejos con las premisas que mencioné en el inicio. Estos países están en crisis porque sus políticos accedieron al poder engañando a los votantes, al venderles la idea de que el Estado Benefactor era una fuente inagotable de beneficios sociales, y que lo que no se puede financiar con impuestos sencillamente se pide prestado ilimitadamente.

El caso de Irlanda es triste, porque hace dos décadas tomaron las medidas correctas, bajar impuestos y liberar mercados, y pasaron de ser el país más pobre de la UE a ser un país líder, económicamente hablando; ante la bonanza, los políticos decidieron repartir más de lo que producían, y ahora están en crisis, y con una población acostumbrada a tener beneficios sociales muy altos.España es otro caso de un país que durante los gobiernos de González y Aznar tuvo un crecimiento económico importante, gracias a la liberalización de la economía, pero que el PSOE de Rodríguez Zapatero ha metido en problemas por haber aumentado las cargas sociales a niveles insostenibles.Actualmente el PSOE ha propuesto medidas de ajuste, muy necesarias, pero el PP de Rajoy se opone por razones electoreras.

Países como Alemania están mejor preparados, pero su sistema previsional de reparto, carente de reservas, pronto los pondrá en una situación similar a la de los PIIGS.Ya Hayek le había llamado a este sistema el espejismo de la justicia social.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "El Periodico", el día jueves 03 de junio 2010.

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