viernes, 4 de junio de 2010

Ayuda por “fotocopia de cédula”



Cuidado, Guatemala, este gobierno resultó peor que el Pacaya y Ágatha.


Estuardo Zapeta

Transmito mi programa radial Contravía desde Ciudad Vieja, Sacatepéquez, donde las fuertes corrientes de agua de las faldas del volcán de Agua han matado a más de 20 personas, arrastrado casas completas e inundado con lodo cientos de hogares.

La parroquia y los fieles católicos se unieron, desde el sábado de la lluvia provocada por Ágatha, y de su dinero, en una organización espontánea, y con un alto espíritu de colaboración, donan no sólo comida, medicamentos, agua pura, colchonetas, ropa, para suplir las necesidades urgentes en ese municipio contiguo a La Antigua Guatemala.

La historia de la madre que murió enterrada en el lodo, pero que logró que su bebé sacase la cabeza por encima de los escombros, y por ese acto de amor le salvó la vida a su hijo, es de esos ejemplos de sobrevivencia que levantan el espíritu humano. “Encontramos al bebé porque lo oímos llorar,” relata el encargado de organizar a los “refugiados” en la parroquia de Ciudad Vieja. “La mamá ya estaba muerta . . . el niño sólo con la cabecita fuera del lodo.”

La colección de experiencias de amor y de verdadera solidaridad sigue creciendo. Por ejemplo, en la casa de una familia se cocinan miles de raciones de desayunos, almuerzos y cenas para los “refugiados”, y ahí, encuentro cocinando a un grupo de mujeres magníficas, anónimas, que con su entrega y carácter no sólo lograron organizar la ayuda a los damnificados, sino que se están moviendo a una velocidad increíble para conseguir más. “Aquí estamos, dispuestas a ayudar a nuestros hermanos que lo necesitan hasta donde Dios nos dé fuerzas.”

Y caminamos por las calles de Ciudad Vieja con estas mujeres, el olor a muerte está cerca, “han de haber más gentes aquí, entre el lodo,” me explican, mientras avanzamos hacia el provisional albergue.

En ese recorrido, y mientras transmito para la radio, estas valientes mujeres me cuentan algo que suena peor que el Pacaya y Ágatha juntos: “Vinieron de unas instituciones de gobierno, y primero nos dijeron que NO nos iban a dar ayuda para las 65 familias refugiadas, y luego nos dijeron que si nosotras queríamos que esas familias recibieran la ayuda que teníamos que conseguir FOTOCOPIAS DE CÉDULAS, nuestras y de los que recibieran la ayuda . . .”

Estaba al aire, no hice más comentarios de esa estupidez burocrática. Pero ayer jueves transmití mi programa radial desde Amatitlán, tanto desde el albergue de una cooperativa local –un edificio nuevo, por cierto— como desde la devastada aldea Aguas de las Minas, y mi sorpresa fue que los afectados me contaran lo mismo que escuché en Ciudad Vieja: que llegaron gentes del gobierno a pedirles primero FOTOCOPIA DE CÉDULA, y que si cumplían con ese requisito que “entonces” sí les llegaría ayuda.

“¡Por la gran p- - -!” fue mi primera expresión de enojo. ¿Cómo se le ocurre a la gente de gobierno, dadas las circunstancias, estar pidiendo la bendita “fotocopia de cédula”?
Desde aquí, públicamente, debo preguntar ¿por qué ese está politizando la ayuda “de gobierno” —que es de nosotros los tributarios, no del Gobierno— para fines de campaña política, y qué chingados tiene que ver la necesidad de la gente con eso de la “fotocopia de cédula”? Cuidado Guatemala, este gobierno resultó peor que el Pacaya y Ágatha juntos.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día viernes 04 de junio 2010.

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