jueves, 24 de junio de 2010

Asumir los propios costos

El economista apuesta por mercados en los que cada quien asuma los costos de sus propias decisiones.

Carroll Ríos de Rodríguez

La semana pasada regresó al país el premio Nobel en Economía de 2002, Vernon Smith. En su anterior visita, en marzo de 2004, recibió un doctorado honorífico de la Universidad Francisco Marroquín. Este personaje único suele vestir de vaquero, revelando su afición por la cultura del sur-oeste de EE.UU.; elaboró buena parte del trabajo que le mereció el Nobel durante sus 26 años en la Universidad de Arizona.

Tras graduarse de Harvard y MIT, construyó una carrera de docente en lugares menos sonados. Sus dos últimas residencias, George Mason y Chapman, ofrecían buenas condiciones de trabajo y colegas interesantes. Empezó a diseñar experimentos casi desde que empezó a dar clases. En una clase introductoria en Purdue, en 1955, sintió que sus alumnos necesitaban vivir un experimento para comprender cómo un mercado alcanza el equilibrio. Dio a sus alumnos sólo la información esencial para poder vender o comprar, y el conjunto de sus acciones generó equilibrio. De allí en adelante, ha diseñado numerosos experimentos, muchos de ellos bastante complejos.

Su conferencia aquí en Guatemala giró sobre un tema de actualidad: la burbuja inmobiliaria y la crisis económica mundial. Él y sus colaboradores han contribuido significativamente a nuestra comprensión de cómo se forman y se comportan las burbujas en la economía. Smith supuso que si diseñaba experimentos de laboratorio bajo condiciones muy transparentes, no se observarían burbujas, pero sí emergen. Suelen observarse en mercados de capitales, y no en mercados de bienes y servicios. Él se pregunta no sólo por qué, sino por qué unas hacen más daño que otras.

Según las investigaciones de Smith, la crisis inmobiliaria tuvo un costo de aproximadamente $3 mil billones, un monto menor que la caída del mercado de capitales entre 1999 y el 2002, que eliminó $10 mil billones de activos. Sin embargo, el índice BKX (Bank Index) ha caído 75% desde su punto alto en enero del 2007, mientras que en la previa crisis cayó en menos de 6% durante ese período. ¿Qué explica la diferencia?

Smith evalúa con detalle los sucesos que formaron la burbuja inmobiliaria más grande de la historia, y luego, su desplome. Ve paralelos con los sucesos que condujeron a la Gran Depresión de 1929, que a su juicio no fue producto de la especulación, sino de una serie de políticas públicas que se deben estudiar más a fondo. Un hecho interesante es que en la crisis de 1999-2002, las pérdidas fueron absorbidas directamente por los dueños de los activos, mientras que tanto durante la Gran Depresión como durante la crisis inmobiliaria hoy, las pérdidas se reparten e infectan al sector financiero al punto que éste no puede prestar más.
Propone una hipótesis: “las crisis financieras que se originan de la deuda del consumidor, especialmente la deuda del consumidor que se concentra en el sector de riqueza e ingresos bajos, se puede transmitir rápida y fuertemente en el sistema financiero”. El economista apuesta por mercados en los que cada quien asuma los costos de sus propias decisiones.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 23 de junio 2010.

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