martes, 15 de junio de 2010

Adiós disciplina fiscal


El Ministerio de Finan-zas Públicas (MFP) ha presentado un “Presupuesto Multianual” en donde se describen los lineamientos básicos del gasto público entre el 2010 y 2013. El escenario es preocupante. Las expectativas son mantener permanentemente un déficit. Es decir, el plan es hipotecar irresponsablemente el futuro de nuestra nación abandonando, en el camino, cualquier signo de disciplina fiscal.

JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Lejos quedaron los compromisos que surgieron del llamado “Pacto Fiscal” del año 2000, en donde, paradójicamente, participó activamente el actual ministro de Finanzas. Allí se introdujo el concepto de un presupuesto equilibrado y, si mucho, se toleraba un déficit no mayor al uno por ciento del tamaño de la economía. Ahora, el MFP pretende triplicar esa cifra e incurrir en déficits entre 3.2 por ciento y 2.2 por ciento del PIB en los años 2010 al 2013. Y no crea que es por falta de recaudación. ¡El documento planea mantener un déficit crónico aún si se diera el pretendido aumento en las tasas de impuestos!

No cabe duda de que el camino por el cual el MFP pretende llevar al país es una receta para el desastre. Imagínese que el plan oficial es endeudarnos en unos ¡40 mil millones de quetzales! entre el 2010 y el 2013. Ese es el valor acumulado del déficit fiscal proyectado para esos años, el cual se vendría a sumar a los más de ¡70 mil millones de quetzales! de deuda pública con la que ya cargamos. Y, por supuesto, acompañando semejantes datos, no podía faltar la promesa cajonera que el manejo de los fondos será con “transparencia y productividad”. La misma promesa incumplida que todos los años se nos ha hecho por este y anteriores gobiernos. La promesa no solo es increíble, sino que debe ser inaceptable.

Debe ser inaceptable que el Gobierno crea que los ciudadanos vamos a permitir que se nos presente un panorama de déficit fiscal crónico. Hay demasiados ejemplos de otros países, ricos y pobres, que cayeron en graves crisis económicas, producto de un manejo irresponsable de sus presupuestos de gasto gubernamental. Es hora de que los políticos dejen de mentir y comiencen a cumplir con manejar la cosa pública de forma prudente y responsable. La primera prueba debe ser que adapten el gasto a los ingresos, presentando un presupuesto equilibrado. La segunda es que se ganen la credibilidad de la ciudadanía con un manejo notoriamente honrado de los fondos públicos.

La semana pasada circuló la versión de un supuesto “consenso” en materia del pretendido aumento de impuestos. Mal haría el Congreso en aceptar semejante irresponsabilidad. Claramente, en las intenciones oficiales no existe la prudencia, sino una necedad por aumentar el gasto público endeudando al país en el camino. En algún momento hay que ponerle freno a esa irresponsabilidad. Ese momento tiene que ser ahora.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 15 de junio 2010.

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