martes, 13 de diciembre de 2011

Europa en crisis


JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

Los líderes políticos europeos dicen haber encontrado una solución a la crisis que amenaza con acabar el experimento socioeconómico llamado Unión Europea. Ahora, al igual que hace 20 años, los gobernantes asumen compromisos que prometen responsabilidad fiscal. Algunos la critican llamándola “austeridad”. En mi opinión es simplemente el precio de un regreso a la realidad que está pagando esta generación por las irresponsabilidades de las anteriores. ¿Funcionará? En 1992, 17 naciones europeas firmaban el llamado Tratado Maastricht.


Mediante este acuerdo, cada una de ellas renunciaba a su respectiva moneda y adoptaba el euro como una moneda común. El tratado incluía una cláusula llamada Pacto de Estabilidad y Crecimiento que promovía un comportamiento fiscal relativamente responsable. Evidentemente se quería prevenir que algunas naciones gastaran fuera de control y que ello pusiera en problemas a los demás. Ningún país podía incurrir en déficits fiscales superiores al 3% de su respectivo PIB ni podía tener una deuda pública superior al 60% de su PIB. Si bien es cierto que esas variables no pueden ser calificadas como “disciplina fiscal”, por lo menos ponían un techo a la irresponsabilidad.

Veinte años más tarde, la situación fiscal de los países europeos amenaza con no solo acabar con el euro sino con la misma Unión Europea. ¿Cómo pudieron haber llegado a este extremo? La realidad: muy fácilmente. Los ciudadanos europeos, unos más que otros, permitieron y alentaron a que sus respectivos políticos y gobernantes gastaran la riqueza que no se había producido y que los endeudaran en ese proceso. Solamente un puñado de naciones respetó las normas fiscales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Las demás, siempre encontraron una excusa para violarlo. Y las autoridades de la Unión Europea las alcahuetearon hasta el extremo de Grecia que acumuló una deuda equivalente al 143% del PIB o Italia con 120% del PIB. La misma Francia y Alemania que representan la esperanza para rescatar al resto de Europa, lo tendrán que hacer desde un endeudamiento del 82% y 83% del PIB, respectivamente.

Va a ser interesante ver cómo le echan la culpa al capitalismo de esta nueva crisis. La realidad es que solamente los gobiernos tienen el poder para actuar de manera tan irresponsable que llevan a sus ciudadanos a esos extremos de crisis económica. Una crisis que amenaza con traspasarse a otras naciones y llevar al planeta a una nueva recesión. Mientras tanto, los políticos europeos celebran el nuevo compromiso adquirido la semana pasada para, supuestamente, salir de la crisis. De nuevo se ponen límites al gasto público. Veremos si tienen la voluntad política de cumplirlo o si han endeudado tanto al país que es imposible de resolver.

Europa es una verdadera lección para el resto de nosotros: la responsabilidad fiscal se debe ejercer todos los años y no solo cuando el país entra en crisis. Si Europa fracasa, será el fracaso del intervencionismo y el gasto público sin control, no el fracaso del capitalismo.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Prensa Libre", el día martes 13 de diciembre 2011.

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