lunes, 5 de diciembre de 2011

El gobierno Pérez/Colom


Marta Yolanda Díaz Duran

“En la realidad, son representantes del PP, o sea de Pérez, y no de esa abusada abstracción llamada pueblo”.

¡Qué cosa curiosa observamos los habitantes de Guatemala a finales del año 2011! Por si acaso usted me lee muchos, pero muchos años después de la fecha mencionada, probablemente se sorprenderá de lo que voy a contar. Nosotros, los que vivimos lo que procedo a narrar, lo veremos como la conclusión obligada del gobierno socialdemócrata de Álvaro Colom.

Como ustedes ya sabrán, lectores presentes y futuros, el pasado 6 de noviembre fue electo para ocupar el cargo de primer mandatario (o primer mandadero, no lo olvide) de la Nación, el general retirado Otto Pérez Molina. El período del susodicho —como gobernante de la guanabí República— comienza, teóricamente, a partir del 14 de enero de 2012. Sin embargo, en términos prácticos, comenzó el 7 de noviembre de este año. Sí: Pérez comenzó a tomar las decisiones de Estado más importantes al día siguiente de las elecciones.

Bajo las órdenes de Pérez, el Congreso aprobó un deficitario Presupuesto (de malgasto y despilfarro de los gobernantes financiado por los taxpayers) para 2012, incluyendo préstamos que antes eran denostados por los representantes del Partido Patriota (PP), actualmente la bancada con más diputados. Y enfatizo que en la realidad son representantes del PP, o sea de Pérez, y no de esa abusada abstracción llamada pueblo, término con el que suele engañarse a los ingenuos que aún creen que el interés de los politiqueros es beneficiarlos a ellos.

A pesar de lo inusual que podría resultar lo anterior en otros lares, en nuestro terruño era de esperarse. Total, el actual Presidente en funciones se ha caracterizado por ser alguien anodino y que fácilmente se deja manejar por otros. A lo largo de su lamentable reinado, quien efectivamente ejerció el poder fue su ex esposa, Sandra Torres, motivo por el cual no me extraña que ahora sea Pérez y su séquito quienes tomen las decisiones que todavía le corresponden a Colom y su corte.

Probablemente a este último y a sus correligionarios lo único que les interesa en este momento es asegurar su vida en el largo plazo. Primero, esperarán llevarse el máximo posible de dinero entre sus bolsillos. O depositado en sus cuentas secretas en algún paraíso fiscal donde no corran riesgos de ser perseguidos legalmente por el Gobierno del lugar. Lo anterior será una lección que les dejó el caso de Alfonso Portillo. Segundo, se estarán asegurando de que no les suceda lo mismo que al ex presidente citado y a la otrora cuñada de Colom, Gloria Torres: una ex chica superpoderosa.

Y mientras la vicepresidenta electa Roxana Baldetti echa de su oficina a Rafael Espada con todo y sus videojuegos (¡qué entretenido se la pasaba el Vice de la UNE!) para redecorarla, los mandantes nos preparamos, según lo visto hasta hoy, para más de lo mismo: más impuestos, poca seguridad y rara vez justicia. Eso sí, reconozco que, como ocurre cada cuatro años, hubo un cambio: el cambio de la pandilla en el ejercicio del poder.

Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día lunes 05 de diciembre 2011.

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