miércoles, 15 de junio de 2011

¿Político perdedor?

Carroll Ríos de Rodríguez


¿Qué pensará un candidato a Presidente sin posibilidad de ganar? Imaginemos su privado monólogo.


“¡Qué depresión! Otra encuesta publicada, y nuevamente mis números salen bajísimos. Según la nueva encuesta, alrededor de 1% de los electores votarían por mí si las elecciones fueran hoy. Subí sólo .3 % con relación a la anterior encuesta. La mayoría de personas no me conoce. Pero, ¿cómo me doy a conocer si ni siquiera mis amigos quieren financiar mi campaña? ¿Y cómo van a querer financiar mi campaña, si no llegaré siquiera a primera base? Me duele comprender que financiar mi candidatura es parecido a tronarse toneladas de cohetes el día de la Quema del Diablo. ¡Y tan caros los anuncios y las vallas!


Me siento como un embustero, un títere, un prisionero, un masoquista y un incomprendido, a veces al mismo tiempo y casi todo el tiempo, aunque tengo días relativamente buenos. En ocasiones disfruto de las giras de fin de semana, cuando abrazo bebés y ancianos y platico con la gente. ¡He conocido guatemaltecos íntegros, sufridos, trabajadores! Los más chispudos nos ven como un pasajero entretenimiento, pero muchas personas albergan la esperanza que un político-mesías saque la varita mágica y resuelva sus problemas. Y es que por siglos les hemos ofrecido el oro y el moro. Yo intuyo que el bienestar no emana del ámbito político, pues ni producimos cosas ni poseemos árboles de dinero que nos permitirían satisfacer cualquier necesidad. En todo caso, proveemos un clima que promueve o frena la productividad de la propia gente. Aun sabiendo esto, quisiera llegar al poder para darles una pizca de lo prometido.

Por supuesto, en mis discursos también hago promesas, porque los candidatos debemos ser por fuerza un poco demagogos y populistas. Con aplomo, digo que soy el mejor candidato y que vamos a ganar. ¿Qué me queda? Yo ya invertí mis ahorros personales y décadas de tiempo en esta aventura: es tarde para tirar la toalla.


Ayer me gritó un reportero bravucón: “¿Por qué insiste en ser político perdedor?” Me quedé pensando: el puñado de políticos al fondo de las encuestas hicimos un cálculo de costos y beneficios. Sustentamos nuestra decisión con razones válidas. Los candidatos a diputado y alcalde necesitan del respaldo de nuestra figura presidencial. No podemos dejar morir el partido, tenemos que llegar al mínimo de votos requerido en ley. Y nos darán quizás hasta $6 por cada voto que ganemos, con lo cual resarciremos parte del gasto incurrido. Estamos formando una base de votantes leales que nos apoyarán en unas campañas ganadoras en 2015 y 2019 —invertimos a futuro. Corremos el eje del debate con nuestro audaz plan de trabajo que, esperamos, influirá sobre la opinión pública. Pero lo más importante es que debemos lucir como gallos de pelea para que nos inviten a la mesa a negociar cuotas de poder entre la primera y la segunda rondas. No soy tan perdedor como parezco”.


Moraleja: el actor responde a los incentivos que imponen las reglas del juego.


Artículo publicado en el diario guatemalteco "siglo 21", el día miércoles 15 de junio 2011.

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