martes, 28 de junio de 2011

¿Familia unida? A la qué paja

Su campaña, esa de la familia unida, me ha causado tanta gracia, no por el mensaje, sino por el ejemplo...

Estuardo Zapeta.

Este chavo –líder dice él— me salió con tanta casaca que es el blanco de las más interesantes bromas en las redes sociales. Y es que el “Smiley Baldizón”, una creación curiosamente de la mismísima UNE, se ha convertido en ese tipo de candidato “a la Tortrix.” Haga usted una búsqueda rápida de este personaje en, digamos Facebook, y encontrará lo más chistoso que pueda leer de la política chapina.


Luce retahíla de títulos –y esa es sólo una de sus pesadas bromas— pero no articula ni presenta un entendimiento más allá del básico en temas, digamos narcotráfico, educación, o economía. (Conste que el pobre no anda solitario en ese camino, la mayoría de muñecas y muñecos tampoco son unas luminarias que digamos).


Su campaña, esa de la familia unida, me ha causado tanta gracia, no por el mensaje, sino por el ejemplo, que cuando lanzó a su candidata vicepresidencial –las mujeres están “de moda”— lo hizo con un magnífico ejemplo de “familia unida”: la Raquel.


(Pobre la Raquelita, qué necesidad tiene de andar metida en semejantes merengues. Es que de veras, sólo en Guate. Pero allá ellos poniéndose como ejemplo de “familia unida”. LOL :)
Muy consistente el “Smiley” con su retórica –buscá en el diccionario qué significa esa palabra— de “familia unida”, y de la mesiánica “salvación” de Guatemala, el susodicho presenta como compañera de fórmula a una mujer, ex primera dama, no necesariamente ejemplo de familia unida. (Raquelita, tu vida privada lo era cuando decidiste ser privada, pero desde el momento que decidiste salir públicamente a la par del mensaje de “sólo la familia unida”, te amolaste. Y tu problema no es optar por la vida política, qué bueno, sino el mensaje que respaldás. Tú no mirás, por ejemplo, que la arañita ande hablando de familia después del divorcio, ya que “no le iría bien.” Consistencia, Raquelita, consistencia.)


Aló, Nicho, andás por ahí.
Que en el discurso digan “familia unida”, pero en la “praxis” –palabra doctoral, ulagrán— sea ejemplo de lo opuesto, o nos crean ver la cara. Pero no sólo en eso muestra discrepancias. En el tema del “narcotráfico”, pensé yo, con tanto “título” podrá mostrar una comprensión más amplia del fenómeno económico para buscar soluciones que no sean disonantes –otra palabra doctoral— con la acción necesaria para terminar de una vez con todas con la criminalidad que dicho pobre entendimiento del fenómeno produce. Pero ahí está que mi expectativa se quedó burlada.


De hecho, si dicha incomprensión del narcotráfico viniese de la candidata oficial, pues hasta lo comprendería, porque los gobiernos deben apoyar la guerra contra el narcotráfico, porque es un negocio para ellos. Y los narcos deben también apoyar la guerra contra ellos mismos porque eso le sube el precio al producto traficado.


No asigno yo dicha incapacidad del “Smiley” al origen petenero, porque parto de la premisa –otra palabra doctoral— que los peteneros tienen sentido común y lo usan.
Parto de la inconsistencia entre discurso y práctica. Otras palabras doctorales, a la qué paja.


Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día martes 28 de junio 2011.

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