martes, 21 de junio de 2011

Mujeres sin tecomates

JOSé RAúL GONZáLEZ MERLO.


La presencia, sin precedentes, de mujeres en las más importantes candidaturas a elección popular podría ser interpretada como un triunfo del feminismo. Nada más equivocado. En todo caso es un claro ejemplo de lo equivocado que sería promover medidas de “acción afirmativa” en la forma de cuotas obligatorias de participación como lo vino a pedir la ONU.


El año entrante tendremos presidenta o vicepresidenta por primera vez en nuestra historia. ¿Es eso un símbolo de que el machismo se debilita en Guatemala? No sé, ni importa. Lo importante es que las mujeres que aspiran a esos cargos llegan por sus méritos personales y no porque la ley obliga a los ciudadanos a postular mujeres “a puro tubo”. Eso es algo fundamental en la evaluación del mérito que cada una de ellas tiene.


Más allá de la ilegalidad de las intenciones presidenciales de Sandra Torres, su candidatura es producto de su liderazgo. Roxana Baldetti aspira a ser la primera vicepresidenta, producto del trabajo que ha realizado desde el Congreso. Laura Reyes es la candidata de CREO por sus indiscutibles méritos profesionales y académicos. LÍDER trae a Raquel Blandón de su retiro político, luego de haber llevado a la Presidencia a su partido, en 1986. El unioninismo ve en Patricia de Arzú a la persona idónea por su gestión en la Municipalidad de Guatemala.


Rigoberta Menchú se consolida como la líder de la ex guerrilla avalada por la URNG. Adela de Torrebiarte está arrancando su carrera política electoral desde ADN. Si Nineth Montenegro no está en el ticket presidencial de Viva es más por una estrategia electoral que por duda en su capacidad y liderazgo político.


Lo más interesante es que este fenómeno se ha producido en forma espontánea. Contrario a las cuotas que promueve el feminismo, la presencia de mujeres en tan importantes cargos es, indiscutiblemente, producto de su capacidad individual. Usted puede no estar de acuerdo con esta afirmación o con la política de cada una de ellas; lo relevante es que, al interior de sus partidos, las asambleas ratificaron su liderazgo.


En el fondo, lo que los guatemaltecos anhelamos no son políticos o políticas, sino personas capaces y con liderazgo moral, sin importar el género. Esta campaña es una muestra de que las mujeres “no necesitan tecomates para nadar” en la forma de cuotas de participación. Promover leyes en ese sentido restaría mérito a su trabajo y su presencia se podría interpretar como un simple “llenar el cupo”. Sería un insulto a su dignidad y capacidad.


Felicitaciones a todas las mujeres que se han ganado esos cargos en buena lid. Ahora, al igual que sus colegas hombres, deberán demostrar, desde el poder, que se merecieron la confianza del voto ciudadano. Como dicen, cuidado con lo que sueñas… no vaya a ser que se te cumpla.


Artículo publicado en el diario gautemalteco "Prensa LIbre", el 'dia martes 21 de junio 2011.

3 comentarios:

  1. Lo importante es que si muchas mujeres están en puestos de importancia u optar por puestos de influencia es que sean capaces de desempeñarse en ese puesto.

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  2. Sin duda el perfil de la Señora Sandra Torres es un gran ejemplo para muchas mujeres y sobre todo para el pueblo guatemalteco, por lo que veo que esta señora tiene toda la capacidad para sacar adelante a Guatemala.

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  3. Los estereotipos se están quedando atrás, Guatemala exige cambios reales, las mujeres están reflejando el interés, y se agradece la labor de una persona que colabora en el desarrollo rural del pueblo.

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