jueves, 16 de agosto de 2012

Colados

JORGE JACOBS A.
Hace unos días, un grupo de ciudadanos planteó en la Corte de Constitucionalidad un amparo contra el Congreso, para que -como le ordena la Constitución- se ocupe sin demora de conocer y discutir las propuestas de reformas constitucionales que le han sido presentadas desde hace años, antes de conocer las nuevas que se le pretenden presentar. En otras palabras, ni siquiera el presidente se puede colar. Lo que está pidiendo este grupo de ciudadanos es nada más que el Congreso cumpla con la Constitución. En ella se establece que cuando se le presentan propuestas de reformas constitucionales de acuerdo con los parámetros establecidos, este debe conocer sin demora las mismas. Esto no ha sucedido con ninguna de las siete propuestas que le han sido presentadas desde el año 2007. Es decir, para los diputados, “sin demora” significa por lo menos cinco años. ¡Hasta para una tortuga ese sentido de urgencia sería desesperante! Pero el problema no solo es de tiempo sino las implicaciones de falta de respeto y desprecio que los diputados han manifestado hacia aquellos que dicen representar. No les importa que en un caso sean más de seis mil ciudadanos los que solicitan una reforma. En otro caso son más de 73 mil ciudadanos. Como excusa, los diputados dicen que ya se les ha dado trámite y se han enviado las propuestas a la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales. Pero los interponentes del amparo también argumentan que esa no es la vía que establece la Constitución, sino que las propuestas de reformas constitucionales, a diferencia de las iniciativas de ley ordinaria, deben ser conocidas por el pleno del Congreso y no por una comisión. Lo que nos lleva al punto medular del amparo. Los interponentes solicitan que la CC haga valer el principio de primero en tiempo, primero en derecho. Que el pleno del Congreso conozca, analice y decida sobre las propuestas que les han sido planteadas en el orden en que fueron presentadas. La importancia de esto radica en que se ha mencionado que las reformas que pretende presentar el presidente van a ser tratadas “con premura” por los diputados. ¿Por qué deberían darle a esta propuesta un tratamiento distinto al que le han dado a todas las demás? ¿Solo porque es presentada por el presidente? El punto no es que esta propuesta también sea puesta a hibernar en el Congreso, sino que a todas las propuestas presentadas se les debe dar prioridad. No porque una propuesta sea presentada por el presidente entonces se le debe dar trato preferencial y ponerla por delante de las demás. Es exactamente lo mismo que si usted estuviera haciendo cola por largas horas para hacer algún trámite burocrático y de repente llega alguien dándose aires de importante y lo pasan al frente de la cola solo porque “es hijo de un funcionario”. ¿Le ha pasado esto a usted alguna vez? ¿Cree que es correcto? En otras palabras, lo único que estos ciudadanos están pidiendo es que se respete el orden y que tanto o más valor tienen la firma de más de 70 mil ciudadanos como las del presidente y sus ministros. ¿Será eso mucho pedir? Artículo publicado en el diario guatemalteco Prensa Libre el día jueves 16 de agosto 2012.

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