jueves, 5 de agosto de 2010

Manuel F. Ayau Cordón


“Si yo tuviera que nombrar al personaje que más ha destacado e influyente en Guatemala... duda alguna que escogería al Dr. Ayau”.

Ramón Parellada


El miércoles 4 de agosto, a los 84 años de edad, después de una larga batalla contra una enfermedad, falleció Manuel F. Ayau Cordón. Lo extrañaré muchísimo, al igual que muchos de sus amigos en el CEES (Centro de Estudio Económico Sociales) y en la UFM (Universidad Francisco Marroquín).

Muso, como le decían con cariño sus amigos, era para mí un gran amigo y maestro. Siempre estaba forzándote a que dieras lo mejor de ti, a que usaras tu cerebro e inteligencia al límite haciéndote preguntas que te dejaban pensando y te retaba a mantenerte al día en todos los temas relacionados con la libertad. Si yo tuviera que nombrar al personaje que más ha destacado e influyente en Guatemala en el siglo XX sin duda alguna que escogería al Dr. Manuel F. Ayau Cordón.

Muso fue un empresario de primera que le preocupaba cómo mejorar el nivel de vida de todos los guatemaltecos. Mientras producía en las empresas que dirigió durante varias etapa en su vida, fundaba instituciones que ayudaran a comprender el funcionamiento de una sociedad que fuera próspera llegando a la conclusión de que sólo una sociedad que tuviera un verdadero Estado de Derecho y en las que sus miembros fueran verdaderamente libres y responsables de sus propios actos lograría conseguir el tan anhelado desarrollo económico.

En 1958, con unos amigos, fundó el CEES, para darle más profundidad y difusión a todas esas ideas. En las reuniones semanales se estudiaba a fondo todo aquello que pudiera ayudar a conseguir una sociedad más próspera. ¡Cómo lo voy a echar de menos en los almuerzos informales del CEES! Ya me hacía falta durante los últimos meses.

Para lograr una mayor difusión de los principios libertarios es que en 1,971 se fundó la UFM. Si bien fueron varios los fundadores, no tengo la menor duda que el motor detrás de las ideas y el ejecutor principal fue Muso. Sin él a lo mejor todo hubiera quedado en buenas intenciones. Muso tenía ese don de no sólo tener ideas claras e importantes sobre un tema sino de llevarlas a cabo.

Muso fue, entre muchas otras instituciones, miembro y presidente de la prestigiosa sociedad Mont Pelerín, miembro de la directiva de Liberty Fund, miembro distinguido de la Philadelphia Society, miembro fiduciario de FEE. Obtuvo infinidad de reconocimientos de mucho prestigio pero el siempre fue muy humilde y nunca hizo alarde de ello.

Como profesor fue magnífico. Le encantaba enseñar la teoría de las ventajas comparativas porque decía que era un tema de vital importancia para comprender la cooperación entre las personas y la división del trabajo con el consecuente intercambio. Con ese tema publicó su último libro: Un juego que no suma cero. Además, escribió muchos otros libros entre los que destaco: Cómo mejorar el nivel de vida y El proceso económico. Publicó una infinidad de artículos en diferentes periódicos y revistas a nivel internacional entre los que destaco el prestigioso Wall Street Journal.

Muso fue además un gran padre de familia y debo decir que en su caso se cumple el dicho que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, pues su esposa, Olga, ha sido un bastión importantísimo para que Muso pudiera realizar todos estos logros.

Hay mucho más que decir de este héroe de la libertad, que además de lo grande que era, siempre fue una persona sencilla y humilde y un paciente maestro. Sus obras por la libertad y la mejora del nivel de vida de los guatemaltecos continuarán cada día con más fuerza.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 05 de agosto de 2010.

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