Por la cercanía de esta fecha con el Día del Maestro, usualmente habría dedicado espacio para reconocer a los buenos docentes, que día a día están trabajando arduamente en el aula, luchando con empeño por preparar a sus alumnos para la vida y el mundo del trabajo. La carencia de útiles, libros de texto y de alimentación escolar, que son la realidad diaria en muchas escuelas, no hace sino recalcar la importancia que tiene para los estudiantes contar con un maestro que hace la diferencia. Mi reconocimiento a los maestros y maestras que se esfuerzan porque sus alumnos aprendan y se preparen adecuadamente para la vida.
Sin embargo, dada la tremenda situación de violencia que estamos viviendo, el homenaje a los docentes será breve para dar espacio a un llamado a la acción que permita frenar esa ola de criminalidad que en junio ha segado la vida de muchos guatemaltecos. Desde el expendedor de gas propano asesinado a quemarropa, las pasajeras de un taxi, madre e hija víctimas de asesinato, el joven ingeniero asesinado vilmente por robarle el celular, hasta los cobardes asesinatos de los profesionales que estaban como candidatos a alcalde de San José Pinula o los ataques a pilotos de autobuses, entre otros, vemos con suma preocupación que muchos guatemaltecos han perdido la vida por hechos criminales en junio.
Afortunadamente el Ministerio Público ha comenzado a responder haciendo su trabajo de investigación con seriedad. La Fiscal General ha podido encaminar al equipo para que se tengan resultados concretos traducidos en las capturas de presuntos asesinos y miembros de bandas criminales y extorsionistas. El trabajo en equipo con la Policía Nacional Civil ha permitido dar con los supuestos responsables de algunos de estos terribles asesinatos. Ahora será la prueba de fuego al realizar los procesos judiciales que diluciden si los sindicados resultan siendo culpables. Por otro lado, dado que miles de hechos delictivos y actos criminales han quedado impunes, persiste la incredulidad hacia la efectividad del sistema de justicia. Algunos hechos de violencia y crímenes aún no han sido esclarecidos ni se ha encontrado a los culpables. Y, otros, salen libres debido a que las pruebas no fueron suficiente evidencia para probar el delito.
La coordinación con las autoridades municipales parece ser clave para poder identificar a los culpables de los crímenes, asesinatos, asaltos, robos de celulares, extorsiones y demás atrocidades que estamos sufriendo los guatemaltecos diariamente. La existencia de cámaras de vigilancia ha sido un elemento fundamental para dar con los sindicados de cometer los recientes asesinatos. La coordinación de acciones entre los cuerpos policiales, incluyendo a la PMT y de seguridad, así como con policías privados parece ser importante para fortalecer las acciones requeridas.
La cumbre realizada en nuestro país puso en evidencia la necesidad de unir esfuerzos a nivel centroamericano para el combate al narcotráfico. Las lecciones de Colombia y México contribuyen a establecer una ruta a seguir en esa lucha, que en el fondo no debería ser nuestra, pero no tenemos escapatoria dado el nivel al cual ha llegado el problema. Es necesario analizar profundamente si vale la pena despenalizar las drogas.
La prioridad es poner un alto a la creciente ola de violencia que se vive en la ciudad capital y en ciertas regiones del país, previniendo el crimen y llevando a cabo acciones que reduzcan los hechos de delincuencia, especialmente los robos y asaltos, así como los infames asesinatos. No toleremos más muertes de guatemaltecos honrados y trabajadores.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "siglo 21", el día miércoles 29 de junio 2011.
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