De los cinco candidatos a la Presidencia de la República que participaron en el Foro Presidencial organizado por la Cámara de Industria el pasado 24 de junio, dos respondieron que sí consideran que despenalizar o des-criminalizar las drogas es la verdadera solución a la mayoría de los problemas que son causados en su cadena productiva, de transporte y de venta.
Ante la pregunta que hizo la entrevistadora Patricia Janiot a los candidatos sobre si legalizarían las drogas, el Dr. Harold Caballeros y el Dr. Eduardo Suger fueron los únicos que afirmaron que sí lo harían. El Dr. Caballeros explicó que es la única forma de eliminar el sobreprecio con lo que se disminuiría la criminalidad y el mercado negro.
El Dr. Suger comentó que debemos aprender de la historia y para ello tenemos el ejemplo de lo que ocurrió en Estados Unidos con la Ley Seca. Comentó que hay que liberarla, pero esa iniciativa no puede salir de Guatemala, si no Estados Unidos nos atacaría.
Considero que estas respuestas fueron las más valientes ante tal polémico tema. Pero hoy en día no están solos. Mary Anastacia O’Grady publicó el 5 de junio recién pasado, en The Wall Street Journal Americas, una columna denominada Más llamados a un cese al fuego en la guerra contra las drogas, en la que cuenta cómo se están sumando voces importantes al tema de encontrar nuevas soluciones a la “guerra contra las drogas”, partiendo de la historia de la liberación de la prohibición del alcohol, donde John D. Rockefeller Jr. había sido un defensor tremendo de la Ley Seca y al final paró reconociendo que esa medida sólo había empeorado las cosas.
Seguía con su idea de que el alcohol era muy dañino, pero que el camino no era su prohibición.
Nos cuenta O’Grady en su artículo: “El cambio de opinión de Rockefeller me vino a la mente la semana pasada cuando el ex secretario de Estado George Shultz, el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, el secretario general de la OTAN Javier Solana, tres ex presidentes latinoamericanos provenientes de Brasil, Colombia y México, y el actual primer ministro de Grecia (entre otros) presentaron un informe conjunto —bajo el nombre de Comisión Global de Políticas sobre Drogas— en el que consideraron un fracaso la guerra contra las drogas y en el que piden un nuevo paradigma en la actual política contra ellas”.
Nos cuenta O’Grady en su artículo: “El cambio de opinión de Rockefeller me vino a la mente la semana pasada cuando el ex secretario de Estado George Shultz, el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, el secretario general de la OTAN Javier Solana, tres ex presidentes latinoamericanos provenientes de Brasil, Colombia y México, y el actual primer ministro de Grecia (entre otros) presentaron un informe conjunto —bajo el nombre de Comisión Global de Políticas sobre Drogas— en el que consideraron un fracaso la guerra contra las drogas y en el que piden un nuevo paradigma en la actual política contra ellas”.
Durante la pasada Conferencia de Seguridad de Centroamérica, en la que se reconoció que el principal problema de la región es el narcotráfico, la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clynton, pidió que pongamos $3 por cada $1 que su país pone en esta guerra.
Los candidatos coincidieron en que esta petición es injusta, pues ya estamos pagando muy caro porque gastamos ya $40 por cada dólar que nos da Estados Unidos, ponemos los muertos, pagamos carísimo por algo que ni demandamos, ni producimos y que ha sobrepasado nuestra capacidad.
Los candidatos coincidieron en que esta petición es injusta, pues ya estamos pagando muy caro porque gastamos ya $40 por cada dólar que nos da Estados Unidos, ponemos los muertos, pagamos carísimo por algo que ni demandamos, ni producimos y que ha sobrepasado nuestra capacidad.
La “Guerra contra las drogas” nos está desangrando y se está comiendo todos nuestros recursos. Debemos pensar que éticamente la descriminalización de las drogas está justificada. El consumo de las drogas no es un crimen. Si quien las consume no daña a terceros, entonces no hay ningún crimen. Si estar drogado daña a otros o sus propiedades, entonces sí han cometido un crimen y deben responder por ello.
Es verdad que la drogadicción es una tragedia, pero para ello hay que ayudar a los drogadictos, como se hace con los alcohólicos. Seguir con la prohibición a las drogas es inmoral y empeorará la situación.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día jueves 30 de junio 2011.