miércoles, 4 de mayo de 2011
Enamorado de la libertad
Carroll Ríos de Rodríguez
El Dr. Alejandro Chafuen recibirá un doctorado honoris causa de la Universidad Francisco Marroquín.
Existe en el ambiente universitario, sobre todo en las universidades prestigiosas, un cierto aire de superioridad con relación a los tanques de pensamiento. Las publicaciones que generan los tanques tienden a ser investigaciones livianas, sin abundantes notas de pie ni referencias bibliográficas. Se dirigen a ciudadanos de a pie y motivan, en muchos casos, a la acción más que a la reflexión. Francamente, ese es su cometido, y mal harían de cara a sus donantes y públicos objetivos si procedieran de otra forma. También se manifiestan los celos, pues los tanques de pensamiento han resultado ser innovadores y creativos, generando ideas que históricamente se incubaban en las aulas, bibliotecas y laboratorios.
El Dr. Alejandro Chafuen, argentino-estadounidense y economista, vive en los dos mundos: el de los tanques de pensamiento y el de las aulas. En su persona no hay contradicción entre las dos esferas, sino complementariedad y sinergía. De 1991 al 2009, fungió como director del Atlas Economic Research Foundation, un centro que promueve, conecta y apoya a más de 400 tanques de pensamiento en 80 países, entre otras cosas. Ahora es su presidente. Además, es autor de varios libros y ha sido profesor universitario. En reconocimiento de sus logros profesionales y académicos, este sábado 7 de mayo, recibirá un doctorado honoris causa de la Universidad Francisco Marroquín.
La Fundación Atlas y la Universidad Francisco Marroquín, coincidentemente, están de aniversario: 30 y 40 años respectivamente. La universidad ha sido parte de las actividades de Atlas desde sus primeros pasos en la región latinoamericana. Chafuen hace memoria de estas décadas y cuenta entre los logros en este continente la creación de varios centros de investigación, el acceso de personeros de estos centros a cargos públicos y universitarios, la implantación de políticas públicas exitosas, y más.
Pero el vínculo con Guatemala y la UFM data de antes, pues Alejandro Chafuen recuerda en sus memorias que el Dr. Manuel Ayau era presidente de la Sociedad Mont Pelerin cuando él fue nominado como miembro. También recuerda cómo el Dr. Alberto Benegas Lynch, amigo de esta universidad, lo presentó con varios pensadores clásico liberales del mundo, incluyendo a Hans Sennholz. Siendo aún joven Alejandro, el Dr. Sennholz le preguntó a qué pensaba dedicarse, y éste le replicó que quería ser tenista profesional. ¿Por qué no enseñas?, le preguntó Sennholz. Alejandro se rio, pero así fue. El joven argentino estudió en Grove City College, donde impartía clases Sennholz, y posteriormente se dedicó a la docencia. En su recorrido intelectual, Chafuen entró en contacto con las ideas de la libertad leyendo a autores argentinos, las publicaciones de la Fundación para la Educación Económica (FEE) y a Ayn Rand, y éstos lo llevaron hacia las fuentes originales y a la espiritualidad. Descubrió los aportes de los escolásticos y publicó el libro Cristianos por la Libertad en 1986. “Me enamoré primero de la libertad, y luego de Dios, quien según percibí es la verdadera Libertad”.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "siglo 21", el día miércoles 04 de abril 2011.
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