Verónica Spross de Rivera
Es urgente que se tome en serio la necesidad de propiciar la generación de empleos de mejor calidad.
La medida de aumentar los salarios mínimos en un monto importante parece positiva, pero en realidad viene a agravar el problema del empleo en el país. Es una política contraria a la generación de empleos formales, que cada vez constituyen una menor proporción con relación a los generados por el sector informal. Cada vez que un gobierno ha impulsado aumentos fuertes al salario mínimo, la consecuencia ha sido el crecimiento de la economía informal.
Cuando se le pregunta a los guatemaltecos en las encuestas de si tienen trabajo, la mayoría contesta que sí. Resulta que el desempleo es únicamente de 2 por ciento. Pero, muchos guatemaltecos laboran en el sector informal; únicamente una quinta parte de la fuerza laboral cuenta con un empleo formal, lo que conlleva los respectivos beneficios como acceso al régimen de seguridad social.
Este año, la discusión de los planes de gobierno de los partidos políticos debería enmarcarse más ampliamente en la situación de la generación de empleo en el país. Una de las promesas básicas en el plan de la administración actual de gobierno era la generación de 700 mil empleos. No ha sido posible su cumplimiento debido, en parte, a que este objetivo no ha sido una prioridad. Recientemente se ha conocido sobre el escaso apoyo otorgado al programa que promovía la inversión en el país, denominado Invest in Guatemala, lo cual ha causado la renuncia de su director y del personal que trabajó varios meses sin una remuneración, motivados por la convicción de que su trabajo era vital para la generación de empleos productivos.
La carencia de estadísticas actualizadas y dinámicas en el sector empleo es preocupante. No resulta posible hacer estimaciones creíbles ni programas exitosos sin datos confiables. Es necesario que el número de empleos generados se convierta en un indicador al cual todos pongamos atención. El IGSS publica en sus boletines el número de nuevos patronos inscritos, pero no publica cuántos cierran operaciones y entran en período de baja. El Ministerio de Trabajo no presenta periódicamente estadísticas de empleo sino lo hace tardíamente, cuando ya no son útiles para la toma de decisiones e implementación de medidas de política pública.
El problema del empleo, más allá del tema salarial, radica principalmente en la carencia de empleos. No es posible elevar los salarios si no hay una mayor demanda de trabajadores, lo cual se manifiesta en la generación de plazas de trabajo. Se crean empleos cuando hay inversión privada, que redunda en proyectos productivos. Para atraer inversión extranjera es necesario que el recurso humano esté preparado y cuente con las competencias requeridas para cumplir exitosamente con las responsabilidades y funciones.
En este caso, el aumento del salario estaría en función de una mayor inversión en capital por trabajador, pero también en un grado de capacitación para el trabajo más adecuada. La reforma de la secundaria es urgente, para que se adecuen las carreras a las necesidades del mundo laboral, incluyendo capacitación técnica y formación en las habilidades de trabajo en equipo, uso de la tecnología y adaptación al cambio, entre otras.
Es urgente que se tome en serio la necesidad de propiciar la generación de empleos de mejor calidad, que permitan mejorar los salarios, pero de una manera real y sostenible, con base en la inversión privada y con políticas de fortalecimiento del recurso humano para que puedan participar de los beneficios de la economía mundial. Tenemos mucho que aprender de países como China o India.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miercoles 09 de febrero 2011.
miércoles, 9 de febrero de 2011
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