Ramón Parellada
Una sociedad que basada en la lucha de clases no prosperaría y ni existiría.
Marx utilizó el concepto de oposición de clases como una de las premisas que harían evolucionar a las sociedades del feudalismo al capitalismo y de ahí al paraíso socialista. Las otras dos premisas fueron la pauperización creciente de la sociedad capitalista y la concentración monopolística.
La historia ha demostrado que Marx no tenía razón en estas premisas, por lo que sus conclusiones son falsas. Ni las sociedades capitalistas modernas tienden a la pauperización de las masas, más bien han permitido un aumento sin precedentes en su nivel de vida, ni la tendencia del capitalismo ha sido hacia una concentración monopolística sino hacia la competencia.
El concepto de clases sociales es nefasto para alcanzar el desarrollo económico y la mejora del nivel de vida de los habitantes de un país, en especial para los más pobres.
Vemos lo errado de este concepto en el origen de la sociedad. El punto de partida es la cooperación social que parte de la división de trabajo entre sus miembros y la consecuente cooperación pacífica y voluntaria entre ellos a través del intercambio.
El doctor Manuel Ayau siempre estuvo preocupado porque se comprendiera la cooperación social y por ello, en su libro: El Proceso Económico, comienza con este tema en el primer capítulo. No fue suficiente y editó otro libro, Un juego que no suma cero, donde desarrolla más a fondo los temas de la cooperación, división del trabajo, la lógica del intercambio, las ventajas comparativas y las consecuencias del mismo. Una sociedad que basada en la lucha de clases no prosperaría y ni existiría. La teoría de clases, y la oposición entre ellas, implican en sí una lucha violenta porque parte de un concepto erróneo de que lo que uno obtiene lo hace a costa del otro. El Dr. Gabriel Zanotti diría que el resultado de esta lucha sería la violencia, una revolución y no evolución pues esta última implica crecimiento y desarrollo pacífico mientras que la revolución lleva implícita la violencia.
Pedro y Juan comercian entre sí libre, pacífica y voluntariamente porque ambos perciben que del intercambio cada uno saldrá ganando. De lo contrario no llegarían al intercambio. Si estuvieran luchando entre sí no se daría el intercambio. En una sociedad existen millones de intercambios a cada instante, todos en forma libre y voluntaria.
Los trabajadores y patronos por cooperan entre sí pacífica y voluntariamente en una empresa. El empresario busca ganancias y por ello decide invertir aumentando sus bienes de capital. Esta acción aumenta la demanda de trabajo y la utilidad marginal del mismo con lo que puede contratar más trabajadores e incrementar el salario real.
Las sociedades capitalistas con base en la cooperación pacífica van incrementando las inversiones y a la vez las ganancias empresariales y los salarios. Mientras más se acumule capital mayores serán los salarios y a la vez más oportunidad de ganancias existirá. Es un hecho que los salarios reales se han incrementado constantemente en el capitalismo, cosa que no ha ocurrido en el comunismo ni en el socialismo.
Considero que el concepto de clases sociales y la teoría marxista relacionada con el mismo no sólo son falsos, sino que siguen siendo una de las razones por las cuales nuestra sociedad no avanza en crecimiento económico y en solución de conflictos, especialmente entre trabajadores y empresarios.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día jueves 10 de febrero 2011.
jueves, 10 de febrero de 2011
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