Verónica Spross de Rivera
Este paso es fundamental para apuntalar nuestra debilitada institucionalidad.
Pocos ciudadanos están familiarizados con la iniciativa 4323, que pretende mejorar la rendición de cuentas y transparencia en las votaciones de los diputados en el Congreso de la República. Aunque la mayoría estamos conscientes de que nuestros representantes realizan una votación para aprobar los proyectos de ley e iniciativas, pocos sabemos que es difícil registrar los votos.
La iniciativa 4323, promovida por los diputados Rosa María de Frade y Francisco Contreras, mejorará la transparencia por medio del uso de un tablero electrónico, que permitirá que los ciudadanos conozcan cómo vota su representante. Este es un elemento fundamental en las democracias. En América Latina y en Guatemala, especialmente, aún no se cuenta con una cultura de seguimiento a las posturas y votaciones de los diputados. Sin embargo, es necesario y urgente avanzar en esta dirección para oxigenar y fortalecer la institucionalidad democrática.
En los Estados Unidos, los congresistas suelen mantener reuniones con sus electores para conocer sus posiciones sobre los temas más importantes de la agenda legislativa. En los Estados Unidos es común encontrar a los congresistas dialogando con sus bases sobre temas como la reforma del sistema de salud o los temas tributarios.
En el Congreso de la República se cuenta con un sistema electrónico que permitiría llevar los registros de las votaciones. Lamentablemente la inversión de más de 7 millones de quetzales está sin ser utilizada. Requiere mantenimiento y ponerla en operación, pero sería relativamente sencillo ponerlo a funcionar. El beneficio que traería fortaleciendo el sistema democrático bien vale el esfuerzo. Sin embargo, es requerido el marco legal que faculte el uso de dicho sistema, pues no estaba contemplado en el régimen interior del Organismo Legislativo.
El tablero electrónico permitiría a los ciudadanos recuperar un poco de confianza en una de las instituciones que lamentablemente no cuenta con el alto prestigio que debería tener. Las componendas y prioridades político-electoreras han venido a entorpecer el funcionamiento del organismo en donde la democracia debería reinar plenamente. El estudio Cultura política de la democracia en Guatemala 2010, de ASIES, indica que entre 2008 al 2010 la satisfacción con la democracia bajó de 52.5 a 47.8 puntos.
El registro electrónico de las votaciones implicará una mayor responsabilidad en los diputados, ahora y en quienes resulten electos en las próximas elecciones. Este paso es fundamental para apuntalar nuestra debilitada institucionalidad.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día miércoles 23 de febrero 2011.
miércoles, 23 de febrero de 2011
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