Un chorro de información y conocimiento que puede cambiar en ciento ochenta grados la forma en la que hemos interactuado.
Marta Yolanda Díaz-Durán
Vivo enamorada de ciertos períodos de la historia humana. Por ejemplo, admiro profundamente a los griegos, particularmente al estagirita Aristóteles: sin él, hoy no tendríamos, entre tantas cosas, las herramientas que nos brinda la lógica para pensar correctamente.
Me maravillan los renacentistas, en especial el genial Leonardo da Vinci, que se enfrentaron a los dogmas religiosos de la Edad Media y recuperaron la figura del ser humano para ubicarla en el lugar que le corresponde en el mundo. Aprendo de los ilustrados que nos invitan a usar la razón, facultad de la especie “hombre” que nos permite diferenciar lo falso de lo verdadero para tomar decisiones acertadas en el ámbito privado y en el público. ¡Y cómo no me van fascinar los románticos, si comparto con ellos la pasión por la vida y el individuo!
Sin embargo, no cambiaría por nada la época mía, de la cual poco sé sobre cómo será vista en el futuro. Una era de cambios cuyas consecuencias últimas aún no somos capaces de imaginar o pronosticar. Un ciclo que puede permitir el despertar del ciudadano de la ficción más reciente promovida por los poderosos, esa vida solucionada que prometía el Estado Benefactor/Mercantilista, que en el largo plazo sólo benefició a unos pocos: a aquellos que llegaron al ejercicio del poder y a sus asociados (familiares, amigos y empleados). Un instante de la historia que nos permitió a los soberanos enfrentar a los gobernantes utilizando los medios de información al alcance de todos cuya base es la Internet: los buscadores, las redes sociales, las bitácoras virtuales (los blogs)…
Un papel importante van a jugar los escándalos goteados por un grupo de periodistas agrupados en una organización cuyo nombre es Wikileaks. Escándalos que no sólo incluyen a los gobernantes de Estados Unidos, sino a burócratas estatales y mandatarios de muchas naciones. ¡Hasta a supuestos científicos del cambio climático! Denuncias de abusos de poder que deben ser corregidos limitando el ejercicio de este, sin importar el país del que se trate. Una lucha de toda persona libre que se valore a sí misma y conozca sus derechos y obligaciones. Una confirmación de lo que la mayoría sabemos: lo que priva en la política gubernamental es la hipocresía y la mentira.
La palabra hawaiana wiki significa rápido, lo que me lleva a considerar los datos públicos con los que contamos, más que un goteo, un chorro de información y conocimiento que puede cambiar en ciento ochenta grados la forma en la que hasta hoy hemos interactuado los seres civilizados. Aquellos que no se den cuenta del cambio y no se adapten a este quedarán enterrados en el pasado. Incluidos quienes se sienten, se creen todopoderosos y dueños del planeta y de todo aquel que lo habita. Bien dicen que dijo Thomas Jefferson: “El precio de la Libertad es una eterna vigilancia de la misma”. Y los libres de ahora estamos mejor armados para defenderla.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo XXI", el día lunes 06 de septiembre 2010.
lunes, 6 de diciembre de 2010
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